SÃ, Dios sanciona el genocidio en la Biblia.
"Pero en las ciudades de esos pueblos que el Señor, tu Dios, te dará como herencia, no deberás dejar ningún sobreviviente. Consagrarás al exterminio total a los hititas, a los amorreos, a los cananeos, a los perizitas, a los jivitas y a los jebuseos, como te lo ordena el Señor, tu Dios"
(Deuteronomio 20: 16-17)
Buscando información para una entrada sobre el libro de Josué (toda una oda al odio y la xenofobia inspirada por el "dios del amor") me tope con la entrada de otro blog, vivificat, que me dejó tan estupefacto que esta va a ser más bien una respuesta a sus argumentos. El autor, al menos, es consciente de que lo que se narra en el Libro de Josué y muchas otras partes del Antiguo Testamento son auténticas barbaridades, el problema es que su intento de explicación es tan insatisfactorio que mientras sigamos afirmando que esos libros están inspirados por el creador del universo seguirán siendo una fuente de prejuicios y fanatismos. En primer lugar está bien recordar lo que dice el autor sobre que es la Biblia para la Iglesia Católica:
- Los libros recogidos en el canon exponen con CERTEZA y SIN NINGÚN ERROR lo que Dios quiere enseñarnos para nuestra salvación.
- Dios es el autor de estos libros y también lo es el hombre que redacta bajo la luz de Dios y según sus talentos y cualidades humanas.
A continuación os dejo unos fragmentos ilustrativos de esos libros inspirados por Dios y que nos exponen con certeza y sin error sus enseñanzas (traducción tomada de la página del Vaticano):
Números 25: 4-11 "El Señor dijo a Moisés: «Toma a todos los jefes del pueblo y cuélgalos (en otras traducciones dicen "empálalos") públicamente delante del Señor, para que se aplaque la indignación del Señor contra Israel». Entonces Moisés dijo a los jueces de Israel: «Cada uno de ustedes matará a aquellos de sus hombres que se sometieron al Baal de Peor». Precisamente entonces, llegó un israelita trayendo una mujer madianita adonde estaban sus hermanos, a la vista de Moisés y de todos los israelitas, que lloraban a la entrada de la Carpa del Encuentro. Al ver esto, Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, se apartó de la comunidad y, tomando una lanza, siguió al israelita hasta la alcoba y allà los traspasó a los dos, al israelita y a la mujer, en pleno vientre. Entonces cesó la plaga que asolaba a los israelitas. Los que habÃan muerto a causa de la plaga fueron veinticuatro mil. Y el Señor dijo a Moisés: «Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha apartado mi ira de los israelitas, porque ha demostrado en medio de ellos un celo igual al mÃo. Por eso yo no acabé con los israelitas, dejándome llevar por mi celos."
En este caso aparece como una orden directa de Dios a Moises (recordemos que se hablaban cara a cara en la tienda del encuentro e incluso algunos atribuyen al propio Moises la autorÃa del libro) la ejecución de los jefes de un pueblo extranjero con los que los israelitas habÃan tenido contacto, la causa es que este pueblo habÃa contaminado a los israelitas con sus dioses y sus costumbres, para prevenir esa contaminación Dios habÃa prohibido mantener relaciones ni pactos con ningún pueblo de la Tierra Prometida, habÃa que condenar al exterminio a toda la población sin dejar supervivientes, como no se hizo asà Dios castiga a los israelitas con una plaga. Gracias a que Pinjás atraviesa con su lanza a un israelita que mantenÃa relaciones con una extrajera Dios decide deponer su cólera, al menos eso es lo que dice el propio Dios a Moises.
Números 31: 14-18 "Moisés se irritó contra los comandantes del ejército y contra los oficiales de los regimientos de mil y cien soldados, que volvÃan de la expedición, y les dijo: «¿Por qué han perdonado la vida a todas las mujeres? Fueron ellas las que, por instigación de Balaam indujeron a los israelitas a ser infieles al Señor en el incidente de Peor, y por eso la comunidad del Señor fue azotada por la plaga. Por lo tanto, maten a todos los niños varones y a todas las mujeres que hayan tenido relaciones con un hombre. Perdonen, en cambio, a las jóvenes que no hayan tenido relaciones con un hombre."
En la continuación de la historia, Moises, interlocutor directo de Dios, se irrita porque sus soldados no acabaron también con las mujeres de aquel pueblo "infiel", tengamos en cuenta que las ordenes de Dios eran no dejar supervivientes, asà que ordena acabar el trabajo exterminando a niños varones y mujeres no vÃrgenes, en ningún momento del libro la orden de Moises es desautorizada por Dios.
Deuteronomio 2: 31-34 "Entonces el Señor me dijo: «He decidido entregarte a Sijón con todo su paÃs. Empieza la conquista apoderándose de su territorio». Sijón nos salió al paso con todas sus tropas, dispuesto a librarnos batalla en Iasá. Pero el Señor lo puso en nuestras manos y lo derrotamos, a él con sus hijos y todas sus tropas. Nos apoderamos de todas sus ciudades y las consagramos al exterminio, sacrificando a hombres, mujeres y niños, sin dejar ningún sobreviviente."
Deuteronomio 3: 2-6 "Pero el Señor me advirtió: «No le tengas miedo, porque yo lo pondré en tus manos con todo su ejército y sus dominios. Trátalo de la misma manera que trataste a Sijón, el rey de los amorreos que habitaba en Jesbón». Efectivamente, el Señor, nuestro Dios, puso también en nuestras manos a Og, rey de Basán, con todo su ejército, y lo derrotamos hasta tal punto que no le quedó ni un sólo sobreviviente. Aquella vez nos apoderamos de todas sus ciudades. Las conquistamos todas, sin exceptuar ninguna: las sesenta ciudades del distrito de Argob, que pertenecÃa al reino de Og, en Basán. Todas ellas eran ciudades defendidas por altas murallas, puertas y cerrojos, sin contar las ciudades de los perizitas, que también eran muy numerosas. Y las consagramos al exterminio, como habÃamos hecho con Sijón, rey de Jesbón, matando en cada ciudad a hombres, mujeres y niños.
De nuevo Dios ordena de forma directa a Moises que conquiste una serie de ciudades y que haga con ellas lo mismo que hizo en Sijón, es decir exterminar a toda la población, hombres, mujeres y niños.
Deuteronomio 13: 15-19 "Investiga el caso, examinalo e infórmate debidamente. Y si es verdad que la cosa es asÃ, que se ha cometido semejante abominación (adorar a otros dioses), pasa sin compasión al filo de la espada a los habitantes de la ciudad, y conságrala al exterminio total con todo lo que hay en ella, incluido su ganado. Reúne luego todos sus despojos en medio de la plaza, e incendia la ciudad con todos esos despojos, como un holocausto para el Señor, tu Dios. Ella se convertirá para siempre en un montón de ruinas y nunca más será reconstruida. Y no retengas nada de lo que debe ser consagrado al exterminio. Asà el Señor aplacará el ardor de su ira, se apiadará y tendrá misericordia de ti, y te multiplicará, como lo juró a tus padres, con tal que tú escuches la voz del Señor, tu Dios. observando los mandamientos que hoy te prescribo y haciendo lo que es recto a los ojos del Señor, tu Dios.
Esta se trata también de una orden directa de Dios que forma parte de una serie de leyes o mandamientos que Dios ha dictado a Moises ese dÃa y le ha pedido poner por escrito y depositar junto al arca de la alianza, además de recogerlas en una roca erigida junto al Jordán. Entre los mandamientos que Dios les ha prescrito ese dÃa, junto al exterminio de las ciudades paganas, está la condena a muerte a los adivinos e interpretes de sueños, matar a pedradas a los hijos rebeldes, libertinos y borrachos, matar a pedradas a las mujeres que se casan sin ser vÃrgenes, matar a pedradas a los secuestradores, matar a pedradas a los violadores y a la mujer violada si esta fue agredida en la ciudad y no gritó, regularización de la esclavitud, entre otras perlas divinamente inspiradas. Al final del Deuteronomio Moises muere pero es importante recordar como se insiste en este y los libros anteriores, repitiéndolo hasta el aburrimiento, que Dios le habla directamente a Moises, hablan cara a cara, son ordenes directas y parece que el Dios que inspira el texto esta especialmente interesado en que lo sepamos. Tras el Deuteronomio comienza el Libro de Josué, que se divide básicamente en dos partes, la primera es la descripción del genocidio de varios pueblos por parte de los israelitas y una segunda el reparto de las tierras conquistadas.
Josué 6: 17 "Ustedes consagrarán al Señor la ciudad (Jericó) con todo lo que hay en ella, exterminándola por completo. Quedarán con vida solamente Rajab, la prostituta, y todos los que estén con ella en su casa, porque ella ocultó a los emisarios que nosotros habÃamos enviado."
Josué 8:1-2, 24-27 "El Señor dijo a Josué: «¡No temas ni te acobardes! Reúne a todos los combatientes y prepárate para subir contra Ai. Yo te entrego al rey de Ai, a su pueblo, su ciudad y su territorio. Trátalos como trataste a Jericó y a su rey. Sin embargo, ustedes podrán retener como botÃn los despojos y el ganado. Además, tiende una emboscada detrás de la ciudad. [...] Cuando Israel terminó de matar a los habitantes de Ai en campo abierto, en el desierto donde los habÃan perseguido, y cuando cayó hasta el último de ellos bajo los golpes de las espadas, todo Israel se volvió contra Ai y la pasó al filo de la espada. Los que murieron aquel dÃa, entre hombres y mujeres, fueron doce mil, o sea, todos los habitantes de Ai. Y Josué no retiró la mano con que sostenÃa la jabalina hasta que consagró al exterminio a todos los habitantes de Ai. Israel retuvo como botÃn solamente el ganado y los despojos de la ciudad, según la orden que el Señor habÃa dado a Josué."
Josué 10: 28-40 "Aquel mismo dÃa, Josué se apoderó de Maquedá y pasó al filo de la espada a la ciudad y a su rey, consagrándolos al exterminio junto con todos los seres vivientes que habÃa en ella. No dejó a nadie con vida, y trató al rey de Maquedá como habÃa tratado al rey de Jericó. Luego Josué, con todo Israel pasó de Maquedá a Libná y la atacó. El Señor puso a la ciudad y al rey en manos de Israel, que la pasó al fino de la espada con todos los seres vivientes que habÃa en ella. No dejó a nadie con vida, y trató a su rey como habÃa tratado al rey de Jericó. Después Josué, con todo Israel, pasó de Libná a LaquÃs, la asedió y la atacó. El Señor puso también a LaquÃs en manos de Israel, que la conquistó al segundo dÃa, y la pasó al filo de la espada con todos los seres vivientes que habÃa en ella, exactamente como habÃa hecho con Libná. Mientras tanto, Horam, rey de Guézer, subió en ayuda de LaquÃs; pero Josué lo derrotó, a él y a su ejército, hasta no dejar ningún sobreviviente. Luego Josué, con todo Israel, subió de Eglón a Hebrón. La sitiaron, la atacaron, y ese mismo dÃa la tomaron y la pasaron al filo de la espada. Aquel dÃa Josué consagró al exterminio a todos los seres vivientes que habÃa en la ciudad, exactamente como habÃa hecho con LaquÃs. Después Josué, con todo Israel, subió de Eglón a Hebrón. La atacaron,
la tomaron, y pasaron al filo de la espada a la ciudad, a su rey, y a todos los seres vivientes que habÃa en ella. Josué no dejó a nadie con vida, sino que hizo con ella lo mismo que habÃa hecho con Eglón: consagró al exterminio a la ciudad y a todos los seres vivientes que habÃa en ella. Luego Josué, con todo Israel, volvió atrás hasta Debir, la atacó, y se apoderó de la ciudad, de su rey y de todas sus otras ciudades. Los israelitas los pasaron al filo de la espada, y consagraron al exterminio a todos los seres vivientes que habÃa en la ciudad, sin dejar a nadie con vida. Josué trató a Debir como habÃa tratado a Hebrón y a su rey, y como habÃa tratado a Libná y a su rey. Asà Josué conquistó toda la región: la Montaña, con todos sus reyes. No dejó a nadie con vida, sino que consagró al exterminio a todos los seres vivientes, como el Señor, Dios de Israel, le habÃa ordenado.
Josué 11: 10-15 "En aquel tiempo, Josué volvió atrás, se apoderó de Jasor y mató a su rey con la espada, porque Jasor habÃa sido antiguamente la cabeza de todos aquellos reinos. También pasó al filo de la espada a todos los seres vivientes que habÃa en ella, consagrándolos al exterminio total. No quedó nada con vida, y Jasor fue incendiada. Josué tomó asimismo todas las ciudades de aquellos reyes, y a estos últimos los capturó y los pasó al filo de la espada, consagrándolos al exterminio, como Moisés, el servidor del Señor, se lo habÃa ordenado. Pero Israel no quemó ninguna de las ciudades que ahora vuelven a alzarse sobre sus ruinas, a excepción de Jasor, que fue la única incendiada por Josué. El botÃn de estas ciudades, incluido el ganado, se lo repartieron los israelitas; a las personas, en cambio, las pasaron al filo de la espada, hasta acabar con todos. No dejaron a nadie con vida. Josué se atuvo exactamente a las órdenes que le habÃa dado Moisés –el servidor del Señor– órdenes que este, a su vez, habÃa recibido del Señor. Y al ejecutarlas, no descuidó nada de lo que el Señor habÃa ordenado a Moisés.
El final es muy ilustrativo, JOSUE SE ATUVO EXACTAMENTE A LAS ÓRDENES QUE LE HABÃA DADO MOISES, ÓRDENES QUE HABÃA RECIBIDO DEL SEÑOR. Recordemos que Dios y sus ángeles hablaban directamente con Josué, igual que hacÃan con Moises. Una vez conocido el contenido uno se pregunta ¿cómo hay que entender todo esto? y nuestro amigo de vivÃficat nos da su solución:
En primer lugar nos recuerda que "la lectura de la Biblia, en la Iglesia Católica, se realiza bajo la guÃa del Papa y los obispos" y yo me pregunto ¿bajo la guÃa de que Papa en particular? ¿es más correcta la interpretación que de estos textos hace Benedicto XVI que la que podÃa hacer Lucio III o Sixto IV? al fin y al cabo el nuevo testamento estaba disponible para los tres ¿lo que Dios nos quiere enseñar es distinto en los tiempos anteriores al cristianismo, en el siglo I, el siglo XV y el siglo XXI? ¿estuvo equivocada la Iglesia desde que pasó de perseguida a perseguidora, es decir, desde el siglo IV hasta que se quemó al último hereje? (y eso supera de largo los mil años) ¿No será que la interpretación que hacemos del texto en cada momento evoluciona a medida que evolucionamos como sociedad y no al revés?
El autor del blog tiene al menos un párrafo que puedo suscribir totalmente, excepto en lo de considerar sagrado al autor:
"En el caso de la conquista de Jericó, el autor escoge el género de campaña militar, según la mentalidad de una época histórica en la que grupos humanos y tribus enteras pensaban que el derecho de conquista podrÃa justificar la eliminación de las poblaciones vencidas. Además, el pueblo de Israel (y el autor sagrado es hijo de su pueblo) pensaba que ese derecho de conquista, como tantas otras tradiciones, venÃa directamente de Dios."
¡Pues claro! este libro y el resto de la Biblia no deja de ser la obra de una o varias personas (normales y corrientes) que recoge una tradición oral en la que se mezcla la sombra de hechos del pasado lejano con sus supersticiones, creencias y prejuicios. Solo hay que leer a Heródoto o TucÃdides para darse cuenta que el proceso seguido por el pueblo judÃo es igual al experimentado por el egipcio, el griego, el tracio, el persa o el escita. ¿que hace que la mitologÃa judÃa deba tener una consdieración distinta a las mitologÃas del resto de la humanidad?
El autor continua diciendo que puesto que lo que aparece recogido es en ocasiones "simplemente eso, lo que pensaba y vivÃa un grupo humano en una etapa concreta de su historia"no debemos atenernos solo a la letra sino seguir otros criterios de interpretación.
- leer la Biblia a la luz de Cristo, que es el culmen de la revelación y centro del mensaje que Dios quiere transmitir a los hombres.
- Interpretar el texto del Antiguo Testamento, que contiene imperfecciones adaptadas a su tiempo, con la comprensión que recibe con el Nuevo Testamento.
Y yo me vuelvo a preguntar ¿Por que el Nuevo Testamento está exento de ser "simplemente lo que pensaba y vivÃa un grupo humano en una etapa concreta con imperfecciones adaptadas a su tiempo"? ¿por qué los milagros y la resurrección de Jesús no son también alegorÃas? ¿cuál es el argumento? ¿imperfecciones? ¿no habÃamos quedado en que la Biblia recoge con certeza y sin NINGUN error lo que Dios quiere enseñarnos? ¿Por que Dios no envÃo a Jesús en lugar de a Moisés y dio el discurso de la montaña en el Sinaà y enseño a amar al enemigo, a no lapidar a la adúltera, etc, etc? Y es que tendrás que reconocer que con la primera versión lo del amor y la compasión no quedaba nada claro ¿tenÃan que pasar miles de años para darnos la clave que desencripta el primer mensaje? algo asà como "eh chicos, que lo del genocidio era solo una metáfora poética referida al pecado, no me debà explicar con claridad, aquà os envÃo a mi muchacho, me lo torturais un poco, me lo ejecutais y asà estais todos perdonados, a ver si asà se entiende mejor"
Despues se dice que el cristianismo no es una "religión del libro" y por lo tanto no se puede sacar de un pasaje biblico una conclusión contraria a lo que entendemos en la lectura completa de la Biblia y de la Tradición. Aquà nos seguimos quedando con la duda de por qué el Nuevo Testamento tardó tanto en llegar y sobre todo como es posible que una vez que tenemos los dos Testamentos las conclusiones que las distintas generaciones han sacado al hacer la lectura completa han sido tan variadas. Desde las distintas doctrinas cristológicas de los primeros 400 años de cristianismo (que ya son años), homogeneizadas luego a sangre y fuego, eso sÃ, pasando por la inquisición, las cruzadas, el papel de la mujer en la sociedad, etc, etc... y de nuevo surge la pregunta ¿evoluciona la sociedad gracias a la religión o es esta la que se ve forzada a evolucionar a medida que lo hace la sociedad laica?
Aunque el cinismo envuelve cada párrafo este se lleva la palma:
"Desde la ayuda y la integración de otros pasajes bÃblicos podemos llegar a una lectura correcta del libro de Josué. Si, además, vemos la Tradición viva de la Iglesia y las enseñanzas constantes de los Papas y de los obispos, aparece claramente que la Iglesia no ha defendido nunca un “derecho de conquista†que implique la destrucción completa de un pueblo, sino que más bien ha condenado siempre cualquier crimen de inocentes, también en tiempo de guerra, porque va contra el quinto mandamiento, y porque nadie deberÃa apoyarse en la Biblia para justificar ninguna guerra de agresión ni, mucho menos, el exterminio de un pueblo."
¿Que entiende el autor por "siempre"? porque yo estoy seguro de que este señor conoce las cruzadas, exterminio de hugonotes y otros herejes, torturas, hogueras, y guerras tachadas de "santas" por los pontÃfices de turno.
No hay nadie en su sano juicio que pueda dar por buenas las explicaciones que intentan dar un sentido al Antiguo Testamento, en el que las atrocidades no se limitan al libro de Josué, por cierto. Entiendo que los cristianos necesiten engañarse a ellos mismos pero ¿de verdad lo consiguen? Cuando uno lee el antiguo testamento el mensaje es claro, directo, no hay lugar para la duda, es xenofobia, opresión, una lista interminable de leyes injustas, amenazas constantes, castigos ejemplarizantes e indiscriminados, de rituales que rozan el chamanismo, sacrificio de toros, cabras, palomas, por la mañana, la tarde y la noche, sed de oro, plata, incienso y mucha sangre. ¿es todo una alegorÃa? ¿en serio el dios todopoderoso omnisciente creador del universo tenia un plan tan absolutamente torpe como para "inspirar" esos libros"?
A mi se me ocurre una explicación mucho más corta, ningún Dios inspiró esos libros, ni esos ni ninguno. Dios no existe y, sinceramente, no me siento en absoluto menos humano ni deshumanizante por pensar asÃ, más bien todo lo contrario. ¿Que argumento, si es que hay al menos uno, se puede aducir para defender que el texto del Nuevo Testamento refleja una verdad histórica? ¿No es solo un acto de fe? que en lenguaje llano es igual a decir "porque me da la gana". Mucha gente hace malabarismos por justificar la religión porque tiene pánico a que una sociedad sin dioses (y sobre todo sin sus amenazas) caiga en el caos. Creo que el número creciente de ateos y su comportamiento demuestra que eso no es asà y que la construcción de una moral basada exclusivamente en el hombre es perfectamente posible.