Sencilla guÃa de santos y beatos.
Ante la masiva aparición de cantidades ingentes de beatos, santos y resto de fauna eclesial, es conveniente saber, en cada momento, el personaje indicado que responda a nuestras plegarias y peticiones. Con este ánimo, les recomiendo lean este estupendo artÃculo, a modo de sencilla guÃa, para todos aquellos fervientes seguidores de tan “nobles tradicionesâ€.
“Aunque la iglesia católica venera más de 12.000 santos e innumerables beatos, casi todos fueron proclamados antes del Concilio de Trento en 1588, cuando se modificó el proceso de canonización (instaurando el abogado del diablo. De entonces a 1978 (primer año de Wojtyla) se habÃan proclamado 302 santos y alrededor de 800 beatos. De 1978 a hoy Wojtyla ha proclamado, en 21 años, 280 santos y más de 800 beatos, casi el mismo número de beatos y de santos que sus predecesores en los 390 años precedentes.
Alguno pudiera pensar que todas estas canonizaciones se han hecho por razones de polÃtica interna de la Iglesia, como el caso de José Maria Escrivá de Balaguer (fundador del Opus Dei) beatificado sólo 17 años después de su muerte (un record) o por motivos de polÃtica internacional, como el caso de Alojzif Stepinac (uno de los jefes de la Ustasia, facistas croatas de las décadas de 1930 y 40). Otros pensarán en el dinero (como siempre que se habla de la iglesia.) obtenido con el mercadeo como para Francisco Forgione, o en lo que se obtiene para promover la causa de la canonización, como el caso de las hermanas del SantÃsimo Sacramento para los Indios y los Negros a quienes la beatificación de su fundadora Karen Presel en 1980 les costó $333.250 dólares (de la época, porque al valor de hoy es mucho más) o para fructificar, en términos de ofertas vocacionales, los frecuentes viajes de propaganda al exterior.
Ninguno aprecia el verdadero problema de la proliferación de todos estos santos nuevos. Los santos, se sabe, nos protegen de las desgracias y algunos lo han hecho tan bien que han sido elegidos protectores de determinadas situaciones. Aumentando el número de santos protectores se corre el riesgo de generar confusión y terminar invocando al santo equivocado. Por ejemplo, si uno fuera estático y se encomendara a San Armagilo, que cura la diarrea, podrÃa hacer más daño. No todos los santos son como San Vito que cura a la vez el insomnio y la somnolencia. Además se necesita saber escoger: contra la sequÃa se pueden recomendar 11 santos, pero si uno ruega, por ejemplo, a San Calimero, no podemos esperar que empiece a llover porque para hacer llover hay otros 16 santos y para eso vale invocar a San Elio o a San Gauderico que funcionan tanto contra la sequÃa como para que venga la lluvia. En caso contrario, hay otros cuatro santos que nos protegen contra la lluvia. El mejor es San Benigno que puede invocarse tanto contra la lluvia como para hacerla venir. Ahora si el problema no es la lluvia sino el relámpago, hay siete santos que lo combaten y sin duda Santa Bárbara es la mejor, que ha dado nombre al depósito de armas y pólvora, que se llama santabárbara precisamente para evitar que explote.
Si nos confundimos al invocar al santo contra la lluvia y se transforma en un temporal, hay otros 6 santos que nos protegen, entre los que encontramos a Santa Flora, que es especialista en la materia ah si nos volvemos a equivocar y la situación empeora?. Ningún problema, por que hay otros 5 santos contra la tempestad. El mejor, para nosotros, es Santo Domingo de Sora. Pero atención, sin cometer errores, porque estos santos nos protegen sólo contra las tempestades terrestres. Para las marinas hay otros 4 santos entre los que debemos preferir a San Francisco Saveiro, que también nos protege (junto con otros 4) de los huracanes, si la situación no se soluciona. En todo caso es bueno conectarse también con San Nicolás de Mira (exitoso en todo lo relacionado con el agua) que, con un par de colegas, nos protege de los peligros del mar. Contra los naufragios hay otros tres santos. Pero si todo va mal y se naufraga, hay otros 5 santos para ayudar, entre los que sugerimos a Santa Liboria, que también es útil contra el granizo. No equivocarse, porque si naufragas en un rÃo no hay otra alternativa que San Juan Nepomuceno, que también protege los puentes. En todo caso, sugerimos también una plegaria a San Adiutore de Vernon, protector de los nadadores, que en un naufragio siempre puede ser útil.
Si, temeroso de no resolver la situación, se desea una protección corporativa, hay 10 santos para los marineros a los que rogarles. A menos de no considerarse gente de mar y en este caso no hay otra alternativa que San Francisco de Paula. Pero se debe estar atento en que nos hemos embarcado, porque en caso de ser un buque de la marina de guerra, entonces el santo protector es otro. Si no se sabe exactamente que hacer, entonces encomiende el buque a Noe, que es el único que lo protege. También depende de lo que uno hace, porque si se es pescador se puede recurrir a otros tres santos, aunque no se debe rogar a San Maurilio de Anger si, además de pescar, se venden los peces. A los vendedores de pescado los protegen otros tres santos.
Si después de toda esta agua desea beber un poco de vino, pero no tiene dinero ni nada que dar en prenda (acción para la cual se invoca a San Bernardino de Feltre) en la Casa de Empeños (cuyo patrono es San José) ni garantÃa que ofrecer a los prestamistas (cuyo guardián es San Antonio Maria Claret), no hay problema, siempre que se esté atento donde se va a beber. si es un bar recomendamos a San Armando de Maastricht (protector de los bares); si es una hosterÃa o posada se debe recurrir a los favores de uno de los 8 santos que protegen la noble categorÃa de huésped. Cuidado de no confundirse con los otros 5 santos que amparan a los fabricantes de cerveza ni con los otro 4 que aseguran la felicidad de los que hacen botellas.
Por otra parte, si desea ir a comprar el vino a los productores, invoque a San Gervasio de Tongres o a cualquiera de los 6 santos protectores de los vitivinicultores, que tienen un resguardo especial contra la plaga de la filoxera, garantizado por San Roque. Para el capital invertido en la vendimia debe dirigirse sólo a San MartÃn (protector de los vendimiarios). Sin despreciar la posibilidad de intervención de San Vicente de Zaragoza, protector de los productores de vinagre.
Si ha bebido mucho y le vienen ganas de llorar, debe pensar en San Biaggio de Sabeste. Si se siente completamente borracho... Necesita a San Urbano de Langres. Obviamente que para la visión a Santa Lucia (y otros 18) y para el hÃgado a San Liborio. A la mañana siguiente si se despierta enratonado... Una plegaria a San Acacio ( o a otro de los 8 santos eficaces contra la migraña) y pasa el problema.
En resumen, para todo hay un santo bienhechor: para los hombres de gobierno (San Fernando III), para los reyes (San Luis IX), para los fabricantes de lápices (Santo Tomas de Aquino). Aunque en verdad, nosotros los anarquistas no tenemos un santo protector ... “
http://www.geocities.com/samizdata.geo/LIB16santos.html
Evidentemente, esta somera relación no está actualizada a dÃa de hoy. A la larga lista habrÃa que añadirle los casi 500 beatos proclamados por el Vaticano recientemente a instancias de la Iglesia española.
Por otro lado, el gremio de torturadores, a juzgar por lo leÃdo, parece tener un nuevo intercesor en las altas esferas. Imaginamos que Tomás de Torquemada rebozarÃa de gozo ante tan insigne personaje.
Salúos.
Por otro lado, el gremio de torturadores, a juzgar por lo leÃdo, parece tener un nuevo intercesor en las altas esferas. Imaginamos que Tomás de Torquemada rebozarÃa de gozo ante tan insigne personaje.
Salúos.





























