Sacerdote peruano sancionado por Cardenal rechaza acusaciones
Jueves 17 de mayo del 2012
Lima, 17 may (PL) El sacerdote peruano Gastón Garatea consideró hoy injustificada la virtual prohibición de su actividad eclesiástica, dispuesta por el conservador cardenal Juan Luis Cipriani, mientras crece el repudio a la medida.
"Me quieren expectorar, me quieren sacar de Lima", dijo el prestigioso sacerdote luego que el Arzobispado de Lima, a cargo de Cipriani, precisó en un comunicado que Garatea fue privado de la licencia sacerdotal en la capital, pero puede actuar fuera de la ciudad.
Garatea, con 46 años de destacada labor eclesiástica, advirtió que no será fácil echarlo de Lima, pues esta es su tierra natal, y negó las supuestas faltas que le atribuyen fuentes del Arzobispado, en el sentido de haberse pronunciado contra el celibato sacerdotal y por el matrimonio entre homosexuales.
"Eso es mentira. Sé que el celibato es la esencia de la vida religiosa. Tampoco he dicho que estoy a favor del matrimonio entre personas de un mismo sexo, sino de un contrato que los proteja", añadió.
El comunicado arzobispal no explica las razones del virtual destierro religioso de Garatea y solo señala que suspenderle la facultad de oficiar misas y dar la comunión es potestad del Arzobispado y ataca a quienes respaldan al sacerdote.
El apoyo al expresidente de la Mesa de Lucha contra la Pobreza y exintegrante de la Comisión de la Verdad que investigó la guerra interna de décadas anteriores, fue expresado anoche en una protesta ante la Nunciatura Apostólica y con una declaración de más de mil personalidades.
La protesta, en la que participaron anoche numerosos sacerdotes y monjas y la Congregación de los Sagrados Corazones, a la que pertenece Garatea, demandó un cambio en la orientación conservadora dada a la Iglesia católica peruana por Cipriani, miembro de la secta conservadora Opus Dei.
La declaración de artistas, intelectuales, personalidades polÃticas y religiosos, expresa respaldo y agradecimiento al sacerdote por su importante y ejemplar labor social y rechaza "la injusta medida que le ha impuesto el Arzobispo de Lima".
Tras esas importantes demostraciones de solidaridad con Garatea, su colega José Chuquillanqui, representante del Arzobispado, dijo a primera hora que el sancionado puede apelar contra la revocatoria de su licencia sacerdotal, si considera que se ha vulnerado sus derechos.
mgt/mrs
Lima, 17 may (PL) El sacerdote peruano Gastón Garatea consideró hoy injustificada la virtual prohibición de su actividad eclesiástica, dispuesta por el conservador cardenal Juan Luis Cipriani, mientras crece el repudio a la medida.
"Me quieren expectorar, me quieren sacar de Lima", dijo el prestigioso sacerdote luego que el Arzobispado de Lima, a cargo de Cipriani, precisó en un comunicado que Garatea fue privado de la licencia sacerdotal en la capital, pero puede actuar fuera de la ciudad.
Garatea, con 46 años de destacada labor eclesiástica, advirtió que no será fácil echarlo de Lima, pues esta es su tierra natal, y negó las supuestas faltas que le atribuyen fuentes del Arzobispado, en el sentido de haberse pronunciado contra el celibato sacerdotal y por el matrimonio entre homosexuales.
"Eso es mentira. Sé que el celibato es la esencia de la vida religiosa. Tampoco he dicho que estoy a favor del matrimonio entre personas de un mismo sexo, sino de un contrato que los proteja", añadió.
El comunicado arzobispal no explica las razones del virtual destierro religioso de Garatea y solo señala que suspenderle la facultad de oficiar misas y dar la comunión es potestad del Arzobispado y ataca a quienes respaldan al sacerdote.
El apoyo al expresidente de la Mesa de Lucha contra la Pobreza y exintegrante de la Comisión de la Verdad que investigó la guerra interna de décadas anteriores, fue expresado anoche en una protesta ante la Nunciatura Apostólica y con una declaración de más de mil personalidades.
La protesta, en la que participaron anoche numerosos sacerdotes y monjas y la Congregación de los Sagrados Corazones, a la que pertenece Garatea, demandó un cambio en la orientación conservadora dada a la Iglesia católica peruana por Cipriani, miembro de la secta conservadora Opus Dei.
La declaración de artistas, intelectuales, personalidades polÃticas y religiosos, expresa respaldo y agradecimiento al sacerdote por su importante y ejemplar labor social y rechaza "la injusta medida que le ha impuesto el Arzobispo de Lima".
Tras esas importantes demostraciones de solidaridad con Garatea, su colega José Chuquillanqui, representante del Arzobispado, dijo a primera hora que el sancionado puede apelar contra la revocatoria de su licencia sacerdotal, si considera que se ha vulnerado sus derechos.
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