Red de Blogs Ateos

Ya era tiempo que el director de la Oficina de Iniciativas Comunitarias y Base de Fe el líder religioso, pastor de una iglesia y político de pacotilla Aníbal Heredia renunciara. Al no dar razones para su renuncia deja a algunos en el aire, pero para mí es obvio que las presiones de organizaciones seculares y derechos humanos han tenido que ver en todo esto. El gobernador Fortuño se equivocó grandemente cuando nombró a un religioso para esta oficina que maneja en forma discriminatoria millones de dólares en fondos federales para ayudar a los más necesitados usando como intermediarios a las agrupaciones religiosas. Ya lo he discutido en este blog anteriormente que el programa federal (Faith Based Initiatives) fue producto de un ex presidente George Bush, que consideraba su rol principal el salvar la nación americana haciéndola regresar a los caminos de Dios aunque fuera de forma ilegal.

El nombrar un religioso al puesto trajo como consecuencia no solo discrimen contra organizaciones seculares que dan un excelente servicio a nuestro país como Matria. Pero también desde su oficina se trabajó con mucho afán para descarrilar el nombramiento de Johanne Velez García a la Procuraduría de la mujer por haber hecho expresiones a favor de aborto y favorecer derechos a las parejas del mismo género sexual.  Todo por la maldita adultera fusión de iglesia con estado. Cuando un gobernante cuenta entre sus asesores y miembros de gabinete a líderes religiosos de carrera como un ministro religioso el discrimen será la orden del día. Porque el fanatismo religioso endurece y esclaviza el corazón y la mente del hombre y lo hace cometer las más grandes injusticias. Señor gobernador,  somos un pueblo compuesto por una mescolanza de razas, creencias, y estilos de vida bien variados. La intolerancia religiosa es el peor cáncer y como tal debe ser arrancado de cuajo para curar nuestra sociedad.

Dado el historial del señor gobernador en este último año, es sin embargo que siga con su ceguera religiosa y nombre a otro religioso más a esa oficina. Nada,  que no puedes enseñar a un perro viejo nuevos trucos. Y mientras tanto el pueblo que sufra…