Pederastia protegida y premiada por la iglesia

Pederastia protegida y premiada En La Jornada, el periodista Julio Hernández López, escribe que: “Producida por Astillero Films (sin relación con esta columna) y con Juan Manuel Bernal en el papel principal, Obediencia perfecta podría haber servido a los apresurados promotores de la canonización de Juan Pablo II para reflexionar sobre lo hecho personal e institucionalmente por un personaje, Maciel, que mereció impulso, protección e impunidad del difunto polaco, al que se llevó a la discutible condición de santo con tanta celeridad y amortiguamiento (usando de nuevo al respetable Juan XXIII para pasar en pareja a un acompañante dudoso) que más bien parecería una maniobra de urgencias que pretende dejar desde ahora al señor Wojtyla a sacralizado resguardo de la avenida de pruebas y denuncias de que, durante su largo papado, permitió y premió prácticas no sólo inmorales sino delictivas por caudillos depredadores como el mexicano Maciel, pero también de legiones de sacerdotes de diversas órdenes que en distintos países han cometido reiterados actos de pederastia que incesantemente se han ido conociendo en años recientes.”

En SinEmbargo, la periodista Sanjuana Martínez, escribe que: “Los violadores, pederastas, abusadores, efebófilos, pedófilos, obsesos y depredadores sexuales, ya tienen a quien encomendarse: San Juan Pablo II. Ya pueden encenderle veladoras al Santo protector de los pederastas, también rezarle para que les permita seguir violando niños, acosando menores de edad, deseando efebos y pedirle que nunca sean alcanzados por la justicia de los hombres.”


Fuente: http://www.sinembargo.mx/opinion/28-04-2014/23512


Pederastia protegida y premiada En La Jornada, el periodista Julio Hernández López, escribe que: “Producida por Astillero Films (sin relación con esta columna) y con Juan Manuel Bernal en el papel principal, Obediencia perfecta podría haber servido a los apresurados promotores de la canonización de Juan Pablo II para reflexionar sobre lo hecho personal e institucionalmente por un personaje, Maciel, que mereció impulso, protección e impunidad del difunto polaco, al que se llevó a la discutible condición de santo con tanta celeridad y amortiguamiento (usando de nuevo al respetable Juan XXIII para pasar en pareja a un acompañante dudoso) que más bien parecería una maniobra de urgencias que pretende dejar desde ahora al señor Wojtyla a sacralizado resguardo de la avenida de pruebas y denuncias de que, durante su largo papado, permitió y premió prácticas no sólo inmorales sino delictivas por caudillos depredadores como el mexicano Maciel, pero también de legiones de sacerdotes de diversas órdenes que en distintos países han cometido reiterados actos de pederastia que incesantemente se han ido conociendo en años recientes.” En SinEmbargo, la periodista Sanjuana Martínez, escribe que: “Los violadores, pederastas, abusadores, efebófilos, pedófilos, obsesos y depredadores sexuales, ya tienen a quien encomendarse: San Juan Pablo II. Ya pueden encenderle veladoras al Santo protector de los pederastas, también rezarle para que les permita seguir violando niños, acosando menores de edad, deseando efebos y pedirle que nunca sean alcanzados por la justicia de los hombres.”

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/28-04-2014/23512. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX
Pederastia protegida y premiada En La Jornada, el periodista Julio Hernández López, escribe que: “Producida por Astillero Films (sin relación con esta columna) y con Juan Manuel Bernal en el papel principal, Obediencia perfecta podría haber servido a los apresurados promotores de la canonización de Juan Pablo II para reflexionar sobre lo hecho personal e institucionalmente por un personaje, Maciel, que mereció impulso, protección e impunidad del difunto polaco, al que se llevó a la discutible condición de santo con tanta celeridad y amortiguamiento (usando de nuevo al respetable Juan XXIII para pasar en pareja a un acompañante dudoso) que más bien parecería una maniobra de urgencias que pretende dejar desde ahora al señor Wojtyla a sacralizado resguardo de la avenida de pruebas y denuncias de que, durante su largo papado, permitió y premió prácticas no sólo inmorales sino delictivas por caudillos depredadores como el mexicano Maciel, pero también de legiones de sacerdotes de diversas órdenes que en distintos países han cometido reiterados actos de pederastia que incesantemente se han ido conociendo en años recientes.” En SinEmbargo, la periodista Sanjuana Martínez, escribe que: “Los violadores, pederastas, abusadores, efebófilos, pedófilos, obsesos y depredadores sexuales, ya tienen a quien encomendarse: San Juan Pablo II. Ya pueden encenderle veladoras al Santo protector de los pederastas, también rezarle para que les permita seguir violando niños, acosando menores de edad, deseando efebos y pedirle que nunca sean alcanzados por la justicia de los hombres.”

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Pederastia protegida y premiada En La Jornada, el periodista Julio Hernández López, escribe que: “Producida por Astillero Films (sin relación con esta columna) y con Juan Manuel Bernal en el papel principal, Obediencia perfecta podría haber servido a los apresurados promotores de la canonización de Juan Pablo II para reflexionar sobre lo hecho personal e institucionalmente por un personaje, Maciel, que mereció impulso, protección e impunidad del difunto polaco, al que se llevó a la discutible condición de santo con tanta celeridad y amortiguamiento (usando de nuevo al respetable Juan XXIII para pasar en pareja a un acompañante dudoso) que más bien parecería una maniobra de urgencias que pretende dejar desde ahora al señor Wojtyla a sacralizado resguardo de la avenida de pruebas y denuncias de que, durante su largo papado, permitió y premió prácticas no sólo inmorales sino delictivas por caudillos depredadores como el mexicano Maciel, pero también de legiones de sacerdotes de diversas órdenes que en distintos países han cometido reiterados actos de pederastia que incesantemente se han ido conociendo en años recientes.” En SinEmbargo, la periodista Sanjuana Martínez, escribe que: “Los violadores, pederastas, abusadores, efebófilos, pedófilos, obsesos y depredadores sexuales, ya tienen a quien encomendarse: San Juan Pablo II. Ya pueden encenderle veladoras al Santo protector de los pederastas, también rezarle para que les permita seguir violando niños, acosando menores de edad, deseando efebos y pedirle que nunca sean alcanzados por la justicia de los hombres.”

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