Otra vez sopa (versión bloguera)
Si bien mi entorno no es 100% ateo, tengo que reconocer que los que no lo son se comportan como creyentes sociales. Creen en un dios (posiblemente, para evitarse la necesidad de averiguar por otros, creen en el cristiano) pero sobre las cuestiones terrenales intentan pensar por su cuenta en lugar de esperar que Dios les hable por medio de algún vivo vestido de obispo. Esto tiene un lado bueno: Sus posiciones a favor o en contra de temas como la educación sexual, el aborto o la eutanasia tienden a tener ser propias, de cada uno de ellos, y no repiten como loro lo que dice un libro de leyendas primitivas o el mandamás del Vaticano. Pero si uno quiere sostener una web con crÃtica a muchas de las ideas más fundamentalistas de la religión, entonces aparece el lado malo, porque no ayudan con nuevas ideas y hay que salir al mundo a ver que dicen los más fanáticos.






























