Nº 65: Pruebas de la evolución – Los vestigios anatómicos
Prueba 5: Los vestigios anatómicos
Entre las evidencias de la evolución una de las más conocidas es el conjunto de vestigios anatómicos y moleculares carentes de funcionalidad o con funciones muy rudimentarias que se encuentran ampliamente extendidos en la naturaleza. Un vestigio se define como una estructura degenerada o reducida en comparación con una estructura equivalente bien desarrollada en otras especies.
Las alas, por ejemplo, son una estructura anatómica muy compleja especÃficamente adaptada para volar y esta es la función que realizan en la inmensa mayorÃa de las especies que las poseen, sin embargo las avestruces presentan alas que no les permiten alzar el vuelo y cuya utilidad ha quedado muy reducida, hasta el punto de poder ser consideradas rudimentarias. Un ejemplo más claro en este sentido lo encontramos con los Casuarios, unas aves cuyas alas apenas son perceptibles desde el exterior ya que su estructura se encuentra casi totalmente "enterrada" bajo la piel.
Otro ejemplo de órganos rudimentarios son los ojos de especies que habitan bajo tierra, en cavernas o en profundidades abisales. Algunas de estas especies presentan ojos más o menos desarrollados pero no funcionales, otras presentan ojos muy reducidos que también carecen de función y algunas poseen ojos degenerados ocultos bajo la carne. Algunos ejemplos son los mamÃferos subterráneos con los ojos bajo la piel, la salamandra ciega o el pez Astyanax mexicanus, entre muchos otros.
Lo más relevante es que todas estas estructuras vestigiales pueden ser explicadas en base a la teorÃa de la evolución y el árbol filogenético estandar. Asà por ejemplo, se sabe que las serpientes han evolucionado a partir de reptiles con cuatro patas y eso explica el hecho de que la mayorÃa de las serpientes del género Python presenten una pelvis vestigial flotando en la cavidad abdominal sin unirse a las vértebras. De hecho, algunos lagartos presentan extremidades vestigiales ocultas bajo la piel.
Otro ejemplo son las alas de los coleópteros. Mientras que algunos géneros del grupo pueden volar otros no pueden ya que presentan las mismas alas que los primeros pero estas están ocultas e inutilizadas bajo unos elitros fusionados.
También los humanos presentamos varias estructuras vestigiales que recuerdan a nuestros ancestros herbÃvoros, las conocidas muelas del juicio constituyen un tercer molar vestigial que en muchos casos nunca llega a emerger de la encÃa y en otros muchos casos lo hace con malformaciones o de un modo deficiente, provocando dolor y en ciertos casos el riesgo de infecciones y muerte. El apéndice intestinal es otro ejemplo de estructura vestigial humana, y es el resultado de la reducción progresiva del ciego, la primera porción del intestino grueso, que es mucho mayor en los animales herbÃvoros para facilitar la digestión de las plantas ingeridas. Un ejemplo aún más claro lo constituye el coxis, compuesto por cuatro vértebras caudales fusionadas y carentes de función precisamente en el lugar donde otros primates presentan colas externas. El coxis es un remanente de la cola que se observa en los embriones humanos y que finalmente es reabsorbida. A pesar de no presentar ninguna función conocida el coxis si es causa de dolor en ciertas personas.
Estos y muchos otros ejemplos de órganos vestigiales inútiles no tendrÃan ningún sentido si consideramos a las especies como frutos de actos independientes de creación y sin embargo encajan perfectamente con la teorÃa del ancestro común, las adaptaciones progresivas y la selección natural. También apoyan de un modo importante la filogenia estándar ya que solo encontramos órganos rudimentarios en especies cuyos ancestros o especies afines presentan órganos equivalentes perfectamente funcionales. La teorÃa de la evolución podrÃa tener dificultades en explicar la presencia de pezones vestigiales en anfibios o aves, o la presencia de plumas o cuernos vestigiales en mamÃferos, etc. Hasta el momento no se ha identificado ninguno de estos casos ni ningún otro que no encaje con la genealogÃa predicha para las especies.