Nº 56: Desmontando el creacionismo – La velocidad de la luz

Seguimos refutando los argumentos de una conocida web creacionista recomendada hace tiempo por un lector cristiano.

La Velocidad de la Luz:

Argumento creacionista: "¿Cómo es que si la luz, proviniendo de galaxias tan distantes que se encuentran a millones de años luz de distancia alcanzan nuestro planeta, si la creación sucedió hace tan sólo 6,000 años? Esta es una pregunta que los evolucionistas han usado para apabullar a muchos expositores "evolucionistas" (¿? supongo que aquí el autor quería decir "creacionistas"). Pero yo les pido a nuestros lectores que consideren lo siguiente: Nosotros le servimos a un Dios todopoderoso para quien nada es difícil. Cuando Dios creó al hombre, aunque el hombre solamente tenía unos minutos de haber sido creado, el hombre lucía maduro y tenía la apariencia de un hombre de muchos años. [...] Dios tiene la habilidad de crear cosas con la apariencia de vejez. Por tanto, cuando Dios creó las estrellas y las arrojó al espacio sideral, las olas luminosas pudieron haber sido creadas completamente extendidas, dando la apariencia de que tanto ellas como la luz que irradian habían estado viajando por miles de años."

Respuesta (En este caso la respuesta no puede ser calificada de científica porque el argumento que pretendemos rebatir no tiene nada que ver con la ciencia): La velocidad de la luz (unos 300.000 km por segundo) es un hecho, y lo es hasta tal punto que no lo niegan ni los creacionistas, tan aficionados a desmentir hechos. Sin embargo, hay que hacer notar que los creacionistas caen en este asunto en una contradicción fundamental, después de no se cuantos inútiles esfuerzos por demostrar que la simple observación del universo demuestra que es un universo joven nos vienen ahora con que Dios creó el universo con la intención de que aparentase tener miles de millones de años de antigüedad, desacreditando de este modo sus propios argumentos anteriores. Con esta forma de "razonar" los creacionistas no dejan el más mínimo espacio a la ciencia, ninguna prueba científica tendría por que ser tomada en serio ya que todas y cada una de ellas podrían ser un engaño diseñado por Dios para despistarnos. Ellos son muy libres de creer en eso, pero si esa es su forma de pensar deberían dejar de llamarse a si mismos científicos y de referirse a sus argumentos como pruebas científicas.

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