Mundo loco (y plano)

Suelo preguntarme como podemos, sobre un tema en concreto, tener a veces visiones tan encontradas.
No estoy hablando de debates del tipo "¿Maradona o Pelé?" o "¿Helado de dulce de leche o helado de vainilla?", sino de temas que en principio parecen menos subjetivos y no sujetos a preferencias.
Tampoco estoy hablando de diferencia de criterios menores, o puntos de vista sutilmente diferentes.
Estoy hablando de dos personas que perciben la realidad de dos maneras diametralmente opuestas, absolutamente irreconciliables e totalmente incompatibles entre sÃ.
Buscaba un ejemplo de esto, y casi siempre termino cayendo en temas religiosos. No necesariamente todos rondando la existencia o no de Dios, pero si cuestiones colaterales en general producto de la interpretación literal de algún que otro libro revelado. Como ejemplo más extremo, encontré lo que parece ser un grupo de gente que al menos hasta finales del siglo XX sostenÃa que la tierra es plana. Por supuesto que no estoy aquà para refutar semejante disparate, ya que creo que hoy en dÃa todos sabemos que la tierra tiene forma de pollo.
¿Cómo es posible que dos personas podamos tener visiones tan distintas (incompatibles entre sÃ) de algo que a ambos nos parece evidente?.
La respuesta suele ser previsible. Si alguien sostiene algo contrario a lo que a nosotros nos parece evidente, pues no tardamos en llegar a la conclusión de que el otro está loco, o por lo menos, que esta rabiosamente peleado con cualquier forma de pensamiento racional, porque claro; "no puede ser que no vea lo evidente". Pero el problema es que el otro posiblemente opine lo mismo de nosotros.
Ahora, vamos a suponer que efectivamente el otro está mal de la cabeza, y cuando digo "mal de la cabeza" no me refiero simplemente a un despistado, sino a un loco clÃnico. El planteo no cambia...Uno va a creer que el otro está loco, y el loco va a creer que el loco es uno.
Bueno, lo que sigue es una tonterÃa, pero es hora de que deje de torturarme con ella en privado, y la haga pública.
¿Cómo sabemos que no estamos locos? No como los locos locos, pero si lo suficiente como para no poder entender algunas verdades evidentes que otros nos intentan explicar, y que ni remotamente nos convencen. En general nos da cierta seguridad verificar que nuestra posición funciona bastante bien con el universo observado, y no encontramos grandes problemas en acomodar nuestro punto de vista con la "realidad". Parece que no caemos en la cuenta que incluso a los locos les pasa lo mismo, y sus locas ideas también les funcionan muy bien en su "realidad".
Volvamos al ejemplo de los locos de la Sociedad de la Tierra Plana.
Lo primero que mucho de nosotros harÃa es "hacerles el favor" de intentar mostrarles el grosero error que están cometiendo, incluso con la infantil fantasÃa de que unos simples argumentos acabarÃan con su delirio. Pero no contamos con que lo mismo que vamos a decirles, posiblemente ya se los dijeron miles de veces, y ellos ahà siguen tranquilos. En un ataque de humildad (o de locura, no me queda claro) suelo intentar ponerme en el lugar de quien sostiene algo que a todas luces me parece un disparate. Busco que cosas pueden llevar a alguien a pensar semejante cosa, e intento cuestionar desde ese punto de vista mi real visión de los hechos. Pero claro, apenas si torpemente puedo armar una caricatura de lo que el otro piensa sin salirme ni por un instante de mi universo, y por supuesto, asà sigo confirmando mi posiciòn y dificilmente pueda comprender al otro.
Todo esto tuvo algunos efectos extraños en mi forma de ver el mundo.
En principio, aceptar que casi sobre cualquier afirmación, por más evidente que nos parezca, siempre puede haber alguien al que le parece evidente lo contrario.
Pero lo más curioso, me hizo ver una gama de grises entre los "cuerdos" y los "locos", e incluso confundir unos con otros. Despues de todo, tantos unos como otros estamos seguros de nuestras "verdades evidentes" y las sostenemos al punto de afirmar que "hay que estar loco para negarlo".
La idea de este blog es simplemente mostrar mis locuras, y ver que tan crÃtico puedo ser de mis propias ideas. Bienvenidos.
No estoy hablando de debates del tipo "¿Maradona o Pelé?" o "¿Helado de dulce de leche o helado de vainilla?", sino de temas que en principio parecen menos subjetivos y no sujetos a preferencias.
Tampoco estoy hablando de diferencia de criterios menores, o puntos de vista sutilmente diferentes.
Estoy hablando de dos personas que perciben la realidad de dos maneras diametralmente opuestas, absolutamente irreconciliables e totalmente incompatibles entre sÃ.
Buscaba un ejemplo de esto, y casi siempre termino cayendo en temas religiosos. No necesariamente todos rondando la existencia o no de Dios, pero si cuestiones colaterales en general producto de la interpretación literal de algún que otro libro revelado. Como ejemplo más extremo, encontré lo que parece ser un grupo de gente que al menos hasta finales del siglo XX sostenÃa que la tierra es plana. Por supuesto que no estoy aquà para refutar semejante disparate, ya que creo que hoy en dÃa todos sabemos que la tierra tiene forma de pollo.
¿Cómo es posible que dos personas podamos tener visiones tan distintas (incompatibles entre sÃ) de algo que a ambos nos parece evidente?.
La respuesta suele ser previsible. Si alguien sostiene algo contrario a lo que a nosotros nos parece evidente, pues no tardamos en llegar a la conclusión de que el otro está loco, o por lo menos, que esta rabiosamente peleado con cualquier forma de pensamiento racional, porque claro; "no puede ser que no vea lo evidente". Pero el problema es que el otro posiblemente opine lo mismo de nosotros.
Ahora, vamos a suponer que efectivamente el otro está mal de la cabeza, y cuando digo "mal de la cabeza" no me refiero simplemente a un despistado, sino a un loco clÃnico. El planteo no cambia...Uno va a creer que el otro está loco, y el loco va a creer que el loco es uno.
Bueno, lo que sigue es una tonterÃa, pero es hora de que deje de torturarme con ella en privado, y la haga pública.
¿Cómo sabemos que no estamos locos? No como los locos locos, pero si lo suficiente como para no poder entender algunas verdades evidentes que otros nos intentan explicar, y que ni remotamente nos convencen. En general nos da cierta seguridad verificar que nuestra posición funciona bastante bien con el universo observado, y no encontramos grandes problemas en acomodar nuestro punto de vista con la "realidad". Parece que no caemos en la cuenta que incluso a los locos les pasa lo mismo, y sus locas ideas también les funcionan muy bien en su "realidad".
Volvamos al ejemplo de los locos de la Sociedad de la Tierra Plana.
Lo primero que mucho de nosotros harÃa es "hacerles el favor" de intentar mostrarles el grosero error que están cometiendo, incluso con la infantil fantasÃa de que unos simples argumentos acabarÃan con su delirio. Pero no contamos con que lo mismo que vamos a decirles, posiblemente ya se los dijeron miles de veces, y ellos ahà siguen tranquilos. En un ataque de humildad (o de locura, no me queda claro) suelo intentar ponerme en el lugar de quien sostiene algo que a todas luces me parece un disparate. Busco que cosas pueden llevar a alguien a pensar semejante cosa, e intento cuestionar desde ese punto de vista mi real visión de los hechos. Pero claro, apenas si torpemente puedo armar una caricatura de lo que el otro piensa sin salirme ni por un instante de mi universo, y por supuesto, asà sigo confirmando mi posiciòn y dificilmente pueda comprender al otro.
Todo esto tuvo algunos efectos extraños en mi forma de ver el mundo.
En principio, aceptar que casi sobre cualquier afirmación, por más evidente que nos parezca, siempre puede haber alguien al que le parece evidente lo contrario.
Pero lo más curioso, me hizo ver una gama de grises entre los "cuerdos" y los "locos", e incluso confundir unos con otros. Despues de todo, tantos unos como otros estamos seguros de nuestras "verdades evidentes" y las sostenemos al punto de afirmar que "hay que estar loco para negarlo".
La idea de este blog es simplemente mostrar mis locuras, y ver que tan crÃtico puedo ser de mis propias ideas. Bienvenidos.





























