Mejor rendirse tarde al mercado que nunca


Allá por abril dediqué una entrada a criticar la política del Banco Central Europeo, que veía riesgos de inflación no se sabe dónde, y que abogaba por subir el tipo de interés. Estaba entonces en el 1% y en estos meses lo ha subido un par de veces hasta dejarlo en el 1,5%.

En vez de apostar por la decisión de menor coste y riesgo, cual era mantener bajos los tipos dado que gran parte de la eurozona todavía no acababa de crecer y tenía falta de liquidez, apostó por la de mayor coste, subir los tipos por temor a la inflación. ¿Por qué era la de mayor coste? Porque el coste de equivocarse si mantenía o bajaba los tipos era mínimo. La inflación, como ya decía en la entrada, era muy baja entonces y, aunque creciera, se mantendría en valores que no iban a hacer daño a nadie. El coste de equivocarse con la decisión tomada ha sido no favorecer o agravar la recuperación de varios países de la zona euro.

Como a la fuerza ahorcan, Trichet, el presidente del BCE, por fin se entera de cómo está el mercado y da su brazo a torcer. Lo hace tarde y lo hace mal porque no se atreve a bajar aunque sea un cuartillo.

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