Matrimonio para todos Vs Iglesia para todos
A pesar de que quienes se oponen a la aprobación del matrimonio igualitario (que a diferencia del actual permitirÃa las uniones entre personas del mismo sexo) insisten en que sus posiciones van más allá de la moral descrita en sus libros primitivos, es un hecho que los únicos sectores que están mostrando una resistencia fuerte al proyecto están estrechamente relacionados con alguna religión, sobre todo la católica. No se sabe de individuos y mucho menos de organizaciones que estén militando activamente contra la aprobación del proyecto que no sean autoridades o ministros de algún credo, universidades católicas o grupos de profesionales que, aunque no lo hacen evidente, tienen estrecha relación con la ICAR.
Haciendo el esfuerzo de rescatar algo positivo de este hecho puedo decir que es un avance que hasta dentro de los cÃrculos religiosos más fundamentalistas se observe como poco sólida e intolerante una argumentación puramente religiosa. Sin embargo la mala noticia no tarda en llegar: O están intentando engañarnos y saben que siguen aportando argumentos religiosos ahora disfrazados, o no tienen ni la menor idea como ensayar un argumento no contaminado con sus valores religiosos y medievales.
Los argumentos del tipo "Dios quiere que tal cosa" o "Dios nos creó de tal o cual manera" son mencionados hoy apenas por los sectores más chatos y con menos vuelo dentro de los creyentes fundamentalistas. Quizás uno de los casos más patéticos que se vieron este último tiempo tienen que ver con la exposición del diputado Ledesma, en la sesión de diputados que dió media sanción al proyecto, en la que textualmente dijo "En esta oportunidad voy a expresar la posición de nuestro bloque fundándola en la fe. En este sentido, me voy a referir a los capÃtulos I y II del Génesis, donde podemos leer: “Y Dios creó al hombre a su imagen; lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer.†“Luego, con la costilla que habÃa sacado del hombre el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. El hombre exclamó: ‘¡Esta sà que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará mujer’â€. “Y los bendijo, diciéndoles: ‘Sean fecundos, multiplÃquense, llenen la tierra y sométanla’â€.". Sin ser un funcionario público, pero también apelando a las formas más burdas de argumentación religiosa, el rabino Samuel Levin sostuvo que los homosexuales son enfermos, y afirmó que el Diluvio Universal fue a causa de los homosexuales e incluso que para "estos casos en Israel hay penas de muerte".





























