Los Diez Mandamientos del Cardenal Ãñiguez
Lunes 30 de Agosto del 2010. México.
Primer Mandamiento:
Odiarás a Marcelo Ebrard por encima de todas las cosas. Pensarás que es la encarnación del Demonio sobre la faz de la tierra. Dirás que sus leyes destruyen a la familia y llamarás a desobedecerlas aunque ello constituya una violación a la Constitución y un ataque frontal al Estado laico en México. Repetirás que él hace más daño al paÃs que el narcotráfico aunque eso entrañe recurrir a cifras falsas sobre el número de abortos llevados a cabo desde la aprobación del derecho a decidir en el DF. Serás soez en todo momento con el objetivo de descalificarlo.
Segundo Mandamiento:
Tomarás el nombre de la ley en vano. Aprovecharás el silencio y las omisiones tanto de la SecretarÃa de Gobernación como del IFE para violarla cada vez que puedas. Le exigirás a los católicos del paÃs que no voten por el PRD dada la universalización de derechos humanos que ha fomentado en la capital. Ignorarás la Constitución aunque constituya el documento fundacional que rige a todos los actores del paÃs, incluyendo las iglesias. Te burlarás de las ideas y las conquistas que Júarez y los liberales ganaron y defendieron a lo largo del siglo XIX, aunque sean reconocidas como un avance para el paÃs. Violarás de manera flagrante la Ley de Asociaciones Religiosas y Cultos Públicos. Confrontarás constantemente a las instituciones y llamarás a los Ministros de la Suprema Corte a repudiar las resoluciones que tomaron, aunque hayan sido con base en la Constitución.
Tercer Mandamiento:
Santificarás a los regÃmenes homofóbicos y discriminatorios. Te referirás a los homosexuales como “maricas†y utilizarás otros adjetivos derogatorios para satanizarlos. Pensarás que debe permanecer la diferencia entre ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Aunque en la teorÃa democrática y del Estado laico no existen argumentos para justificar la discriminación y la limitación de derechos, seguirás promoviendo ambos. Aunque en el mundo actualmente existen múltiples manifestaciones de la familia, ignorarás esa realidad. Desperdiciarás esta oportunidad para tratar a las personas con respeto a pesar de sus preferencias sexuales.
Cuarto Mandamiento:
No honrarás a los padres y a las madres homosexuales. Insistirás en que las uniones homosexuales inciden de mala manera en los niños, aunque múltiples estudios revelan que crecen de la misma forma que en familias de padres heterosexuales. Enfatizarás la importancia de “proteger los derechos de los niñosâ€, aunque la Iglesia Católica no hubiera alzado la voz cuando Marcial Maciel y tantos otros los violaron.
Quinto Mandamiento:
Matarás la civilidad. Atacarás la idea de la expansión de los derechos individuales y colectivos en un régimen democrático. Te burlarás del argumento sobre el reconocimiento de condiciones de igualdad ante la ley. Te volverás apóstol de las posiciones homofóbicas, discriminatorias, misóginas y polarizantes dentro de la sociedad mexicana. Aplaudirás la confrontación que comienza a darse en lugares públicos entre representantes de las posiciones en contienda. Resucitarás los argumentos de la guerra cristera e insistirás en la necesidad de librarla nuevamente para defender a la Iglesia de la violación de su derecho a la libre expresión, aunque esa libertad sea usada para promover el odio.
Sexto Mandamiento:
Cometerás actos impuros contra el Estado laico. Argumentarás que importa más la ley de Dios que la del César e ignorarás los preceptos sobre los cuales se construyó el Estado mexicano, precisamente para promover la separación Estado-Iglesia. Impulsarás a Armando MartÃnez, Presidente de los Abogados Católicos, a decir – una y otra vez – que si la SecretarÃa de Gobernación promueve alguna sanción a los clérigos, estarÃa “actuando en el camino de la represiónâ€, cuando en realidad tan sólo estarÃa aplicando la ley.
Séptimo Mandamiento:
Robarás la esperanza de construir un paÃs más justo, más tolerante, más equitativo, más democrático. Harás un llamado a burlarte de los derechos de las minorÃas y buscarás imponer la visión de ciertos católicos sobre el resto de la sociedad. No comprenderás que el tema del matrimonio homosexual es un asunto de derechos civiles, y que las luchas por su promoción siempre se han dado a lo mundo ante contextos históricos de discriminación. Te manifestarás en contra del derecho a la diferencia entre mexicanos que no piensan como tú.
Octavo Mandamiento:
Darás falso testimonio y mentirás sobre Marcelo Ebrard y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Dirás que los ministros fueron “maiceados†por el jefe de gobierno aunque no logres presentar una sola prueba para validar tu posición. Hablarás de los intereses oscuros e internacionales que hay detrás de la promoción de los matrimonios homosexuales y sugerirás la teorÃa del complot. Difamarás a cualquiera que cuestione tu postura, y dirás que tus crÃticos atacan a la dignidad humana y a la familia, aunque lo único que hacen – en realidad – es discrepar de ti. Dirás que quienes enarbolan posiciones diferentes a la tuya sirven intereses que operan en la oscuridad, y tratarás de descalificarlos moralmente, cuando se trata de una discrepancia intelectual legÃtima.
Noveno Mandamiento:
No consentirás pensamientos tolerantes, discrepantes, democráticos, divergentes o aquellos que defienden la laicicidad del Estado. Argumentarás que toda opinión contraria a la tuya emana de un maiceado o un tÃtere o un depravado o un maricón. Desplegarás el espÃritu de la intolerancia que corre en contra de las enseñanzas de la propia Iglesia Católica y el precepto de “amaos los unos a los otros†que guÃa su labor.
Décimo Mandamiento:
Codiciarás el bien ajeno de la popularidad y la credibildad obtenidas por Marcelo Ebrard en este tema. Promoverás posiciones públicas imprudentes y contraproducentes, con tal de ocupar la palestra pública y obtener el respaldo público que él ha logrado despertar. Envidiarás el hecho de que en este asunto, incluso los peores crÃticos de Ebrard reconoce que tiene razón. Te molestará que que en contraste con otros prominentes polÃticos, él no haya guardado silencio sobre tu llamado a desobedecer la ley. Te indignará que haya evidenciado tu prepotencia y tu propensión a dar falso testimonio durante años al frente de la Iglesia. Y precisamente porque te ha exhibido, usarás todos los instrumentos a tu alcance – incluyendo las homilÃas dominicales – para seguir dirimiendo un pleito que se ha vuelto personal.
Amen.
Por: Denise Dresser
FUENTE:
http://www.vanguardia.com.mx/losdiezmandamientosdelcardenaliniguez-543381-columna.html
Primer Mandamiento:
Odiarás a Marcelo Ebrard por encima de todas las cosas. Pensarás que es la encarnación del Demonio sobre la faz de la tierra. Dirás que sus leyes destruyen a la familia y llamarás a desobedecerlas aunque ello constituya una violación a la Constitución y un ataque frontal al Estado laico en México. Repetirás que él hace más daño al paÃs que el narcotráfico aunque eso entrañe recurrir a cifras falsas sobre el número de abortos llevados a cabo desde la aprobación del derecho a decidir en el DF. Serás soez en todo momento con el objetivo de descalificarlo.
Segundo Mandamiento:
Tomarás el nombre de la ley en vano. Aprovecharás el silencio y las omisiones tanto de la SecretarÃa de Gobernación como del IFE para violarla cada vez que puedas. Le exigirás a los católicos del paÃs que no voten por el PRD dada la universalización de derechos humanos que ha fomentado en la capital. Ignorarás la Constitución aunque constituya el documento fundacional que rige a todos los actores del paÃs, incluyendo las iglesias. Te burlarás de las ideas y las conquistas que Júarez y los liberales ganaron y defendieron a lo largo del siglo XIX, aunque sean reconocidas como un avance para el paÃs. Violarás de manera flagrante la Ley de Asociaciones Religiosas y Cultos Públicos. Confrontarás constantemente a las instituciones y llamarás a los Ministros de la Suprema Corte a repudiar las resoluciones que tomaron, aunque hayan sido con base en la Constitución.
Tercer Mandamiento:
Santificarás a los regÃmenes homofóbicos y discriminatorios. Te referirás a los homosexuales como “maricas†y utilizarás otros adjetivos derogatorios para satanizarlos. Pensarás que debe permanecer la diferencia entre ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Aunque en la teorÃa democrática y del Estado laico no existen argumentos para justificar la discriminación y la limitación de derechos, seguirás promoviendo ambos. Aunque en el mundo actualmente existen múltiples manifestaciones de la familia, ignorarás esa realidad. Desperdiciarás esta oportunidad para tratar a las personas con respeto a pesar de sus preferencias sexuales.
Cuarto Mandamiento:
No honrarás a los padres y a las madres homosexuales. Insistirás en que las uniones homosexuales inciden de mala manera en los niños, aunque múltiples estudios revelan que crecen de la misma forma que en familias de padres heterosexuales. Enfatizarás la importancia de “proteger los derechos de los niñosâ€, aunque la Iglesia Católica no hubiera alzado la voz cuando Marcial Maciel y tantos otros los violaron.
Quinto Mandamiento:
Matarás la civilidad. Atacarás la idea de la expansión de los derechos individuales y colectivos en un régimen democrático. Te burlarás del argumento sobre el reconocimiento de condiciones de igualdad ante la ley. Te volverás apóstol de las posiciones homofóbicas, discriminatorias, misóginas y polarizantes dentro de la sociedad mexicana. Aplaudirás la confrontación que comienza a darse en lugares públicos entre representantes de las posiciones en contienda. Resucitarás los argumentos de la guerra cristera e insistirás en la necesidad de librarla nuevamente para defender a la Iglesia de la violación de su derecho a la libre expresión, aunque esa libertad sea usada para promover el odio.
Sexto Mandamiento:
Cometerás actos impuros contra el Estado laico. Argumentarás que importa más la ley de Dios que la del César e ignorarás los preceptos sobre los cuales se construyó el Estado mexicano, precisamente para promover la separación Estado-Iglesia. Impulsarás a Armando MartÃnez, Presidente de los Abogados Católicos, a decir – una y otra vez – que si la SecretarÃa de Gobernación promueve alguna sanción a los clérigos, estarÃa “actuando en el camino de la represiónâ€, cuando en realidad tan sólo estarÃa aplicando la ley.
Séptimo Mandamiento:
Robarás la esperanza de construir un paÃs más justo, más tolerante, más equitativo, más democrático. Harás un llamado a burlarte de los derechos de las minorÃas y buscarás imponer la visión de ciertos católicos sobre el resto de la sociedad. No comprenderás que el tema del matrimonio homosexual es un asunto de derechos civiles, y que las luchas por su promoción siempre se han dado a lo mundo ante contextos históricos de discriminación. Te manifestarás en contra del derecho a la diferencia entre mexicanos que no piensan como tú.
Octavo Mandamiento:
Darás falso testimonio y mentirás sobre Marcelo Ebrard y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Dirás que los ministros fueron “maiceados†por el jefe de gobierno aunque no logres presentar una sola prueba para validar tu posición. Hablarás de los intereses oscuros e internacionales que hay detrás de la promoción de los matrimonios homosexuales y sugerirás la teorÃa del complot. Difamarás a cualquiera que cuestione tu postura, y dirás que tus crÃticos atacan a la dignidad humana y a la familia, aunque lo único que hacen – en realidad – es discrepar de ti. Dirás que quienes enarbolan posiciones diferentes a la tuya sirven intereses que operan en la oscuridad, y tratarás de descalificarlos moralmente, cuando se trata de una discrepancia intelectual legÃtima.
Noveno Mandamiento:
No consentirás pensamientos tolerantes, discrepantes, democráticos, divergentes o aquellos que defienden la laicicidad del Estado. Argumentarás que toda opinión contraria a la tuya emana de un maiceado o un tÃtere o un depravado o un maricón. Desplegarás el espÃritu de la intolerancia que corre en contra de las enseñanzas de la propia Iglesia Católica y el precepto de “amaos los unos a los otros†que guÃa su labor.
Décimo Mandamiento:
Codiciarás el bien ajeno de la popularidad y la credibildad obtenidas por Marcelo Ebrard en este tema. Promoverás posiciones públicas imprudentes y contraproducentes, con tal de ocupar la palestra pública y obtener el respaldo público que él ha logrado despertar. Envidiarás el hecho de que en este asunto, incluso los peores crÃticos de Ebrard reconoce que tiene razón. Te molestará que que en contraste con otros prominentes polÃticos, él no haya guardado silencio sobre tu llamado a desobedecer la ley. Te indignará que haya evidenciado tu prepotencia y tu propensión a dar falso testimonio durante años al frente de la Iglesia. Y precisamente porque te ha exhibido, usarás todos los instrumentos a tu alcance – incluyendo las homilÃas dominicales – para seguir dirimiendo un pleito que se ha vuelto personal.
Amen.
Por: Denise Dresser
FUENTE:
http://www.vanguardia.com.mx/losdiezmandamientosdelcardenaliniguez-543381-columna.html
ESTO QUE HAS VISTO, DIFÚNDELO....