Lo que Dios odia: Los prepucios

Sigo con las traducciones del blog Stuff God Hates, cuyo autor, God, gentilmente me autorizó a hacer. La entrada original está aquí.

Los prepucios

¡Prepárate tú, que lees esto, para estremecerte y temblar ante la Increíble Palabra de Dios, escrita por EL MISMO SEÑOR!

De las muchas partes del cuerpo humano que me disguntan intensamente, no hay ninguna que odie más que el prepucio. Creo que este pequeño tramo de tejido peneano es responsable de alejar a más hombres de Mí, el Todopoderoso Señor tu Dios, que cualquier otra cosa que Lucifer haya hecho jamás.

Miren: volviendo a cuando diseñé al primer hombre, simplemente decidí hacer que se viera exactamente como Yo. Perfecto en todo sentido. Me senté desnudo en el Salón Celestial de los Espejos por un par de horas y esculpí el cuerpo de Adán para que se viera igual al Mío.

Y por ello le di a Adán un largo pene. Con un par de bolas. Y un prepucio.

Y como todos ustedes saben, ese abominable prepucio hizo al sexo una experiencia tan maravillosa para Adán, que se alejó de Mí para ir con esa sucia-zorra-puta Eva.

Culpé a Eva, pero principalmente culpé al prepucio, con sus miles y miles de terminales nerviosas que inducen placer. ¡Maldito prepucio!

A pesar de todos Mis mejores esfuerzos, del total de penes que hay hoy en todo el mundo, el 87% todavía tiene prepucio. ¡Esto es una parodia!

¡Considero a cada hombre pegado a esos prepucios, Mi jurado enemigo! ¡También considero a cada mujer que tiene sexo con un incircunciso igualmente culpable! Con Yo mismo como Mi testigo, ¡todas arderán con Eva en los ardientes pozos del Infierno!

Sin embargo, si abandonaran sus prepucios y se Me unieran en la cruzada contra estos, ¡les daré Mi Ayuda cada vez que la necesiten!

Déjame contarte una pequeña historia. Muchos años después de Mi experiencia con Adán, conocí a este tipo Abraham. Parecía un tipo honesto, así que decidí hacerlo a él y a sus descendientes, Mi Pueblo Elegido. Básicamente, esto quería decir que Yo lo sostendría con el dulce maná del Cielo de vez en cuando, y unos pocos milagros aquí y allá (si fuera necesario).

En cambio, Abraham y toda su gente tenía que prometer adorarme y mantener el Sabbath sagrado y, ya saben, hacer todas esas pequeñas cosas que me hacen sentir súper especial. Sin embargo, Yo todavía tenía serios problemas de confianza -gracias a Adán- y entonces le dije a Abraham que tenía que probar su lealtad hacia Mí -¡podándose su precioso prepucio!

Bueno, como puedes imaginar, Abraham estaba un poco asustado con este tema. De hecho, sin mentir, eso casi enrareció el acuerdo. Pero entonces le dije que su familia completa también tendría que hacerlo, y todos sus esclavos, y todos sus descendientes, y eso pareció hacerlo sentir mucho mejor. Creo que él no quería ser el único estrafalario-sin-prepucio de la antigüedad.

Así que, de todos modos, para hacerla corta, ¡Abraham lo hizo! Se cortó un pedazo de su pene para Mí. Y así lo hicieron todos sus descendientes -¡hasta el día de hoy! Y estoy orgulloso de decir que también mantuve mi oferta. Cada vez que los Judíos necesitaron Mi ayuda, siempre he estado allí para ellos un 110%.

Los comentarios han sido cerrados para esta nota