Lo confieso: Cada dÃÂa tengo manÃÂas
Asàempezaba, creo recordar, una vieja canción de Pi de la Serra. La manÃÂa de hoy es vieja, pero me ha vuelto al recolocar los libros de las estanterÃÂas. Vale también para los CDs. SÃÂ, ya sé que con el tiempo estos trastos desaparecerán y mi manÃÂa con ellos.
Se trata de lo siguiente. Si ponemos libros editados en cualquier paÃÂs anglófono como suelen ponerse uno al lado del otro en el estante observaremos que todo lo que está impreso en el lomo del libro o bien está horizontal (si el lomo es ancho) o bien está impreso de manera que podemos leerlo inclinando la cabeza un poco a la derecha. En ese caso, las letras impresas en el lomo quedarÃÂan horizontales y del derecho si depositamos el libro en una mesa de manera que su cubierta o tapa superior quede hacia arriba, como en la imagen de esta entrada.
Si, en cambio, uno pone en la estanterÃÂa libros editados en paÃÂses hispanos, observaremos que la impresión en los lomos no está tipificada. Para leer algunos tendremos que inclinar la cabeza a la derecha y para leer otros, a la izquierda, con gran incomodidad cuando uno busca un tÃÂtulo en los anaqueles.
Fijarme en esto es mi manÃÂa, y colocar a veces del revés los libros o discos que tienen la impresión del lomo del lado equivocado para asàno inclinar la cabeza continuamente, el resultado de ella.
No me entretengo más, ahora llaman a la puerta, debe de ser el horno que trae el pan.