La situación de los “thucistas”

Este movimiento se remonta al prelado vietnamita Pierre Martin Ngo-Dinh-Thuc (1897-1984) -responsable de la ordenación y consagración de los disidentes del Palmar de Troya (Sevilla) a mediados de los 70- y defienden a ultranza los ritos anteriores al Concilio Vaticano II. Se consideran los depositarios de la 'verdad' de la Iglesia católica, igual que los incondicionales de monseñor Lefebvre. La diferencia es que ellos, además, se apoyan en una teoría muy curiosa que les permite, en su opinión, «mantener la fidelidad al Santo Padre». Esa jugada de ingeniería canónica se debe al dominico francés Gérard de Lauriers, consagrado obispo por el propio Pierre Martin Ngo-Dinh-Thuc en 1981. Es una doctrina que no tiene desperdicio: achaca a los pontífices una deficiencia «gravísima», que sólo pueden superar ellos mismos. La pelota está en su tejado. Pablo de Rojas no titubea al afirmar que «desde Roncalli (Juan XXIII), todos los individuos que han ocupado la sede episcopal romana sufren de un 'obstáculo metafísico', que les impide ejercer una autoridad legítima». Más en Ideal, 28.09.08.

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