La reflexión del domingo



"No olvidemos que, si hacemos caso a la etimología, seducción quiere decir engaño y es un término procedente del lenguaje militar. En efecto, se trata de atraer a alguien, envolverle y, de alguna manera, vencerle. De ahí que en la seducción humana se oculten los defectos, se amplíen o exageren las que uno cree virtudes y, sobre todo, se proyecte la mejor imagen posible de uno mismo. Esto es decisivo. Se teme el deterioro de la imagen que se pueda ofrecer como se teme una tormenta. Lo que la otra o el otro piensen de uno se convierte en el criterio supremo, en la norma de conducta."
~Javier Sádaba~

Los comentarios han sido cerrados para esta nota