La invención de Dios
Muchos creyentes -a la hora de demostrar la existencia de Dios- se aferran al hecho de que la gran mayorÃa de hombres prehistóricos o salvajes -incluidos los actuales que puedan quedar todavÃa en las frondosas selvas amazónicas- creen en dioses. Dicen que si todos los hombres creen en dios o en dioses, es porque en realidad hay algo de verdad en ese hecho. Nada más lejos de la realidad.
Si la gran mayorÃa de seres ignorantes, ingenuos e incultos y primitivos creen en espÃritus -que en realidad fueron los precursores de los dioses- no es porque tengan una idea innata de tales seres, sino por el hecho de que repiten las pautas necesarias que se derivan de una mente ingenua e ignorante de la realidad. Tanto es asÃ, que si hubiera seres inteligentes en otras galaxias y hubieran tenido una evolución parecida a la nuestra, seguramente tendrÃan sus propios “seres” superiores a quienes llamarÃan, por supuesto, de otra forma.
Antropológicamente es verosÃmil pensar -incluso no sé si está demostrado- que muchos inventos prehistóricos se dieron simultáneamente en varios sitios muy alejados entre sÃ. Posiblemente el invento del fuego, la rueda, el arco y la flecha, la lanza, el hacha, etc. se inventaron en varios sitios sin que hubiera la más mÃnima conexión o comunicación entre una civilización y otra. Eso demuestra un hecho muy simple en fÃsica: las mismas causas producen los mismos efectos o, dicho de otra manera: si se dan unas condiciones determinadas, se producirán los mismos efectos siempre que se den dichas condiciones.
El hombre ingenuo e ignorante se preguntará, necesariamente, qué hay detrás de un rayo, de un volcán, del viento, de las mareas, de la vida etc. y, a falta de unos conocimientos como los que tenemos ahora, llegarán a la conclusión de que detrás de esos fenómenos hay unos “seres” más poderosos que ellos, a los que antropomorfizan -al no tener otros paradigmas con los que comparar-
Como todos sabemos, antropomorfizar consiste en atribuir a los dioses propiedades humanas, que son las únicas que pueden atribuir a un ser al que consideran inteligente o más inteligente que el ser humano. Teniendo en cuenta que el hombre prehistórico se inventaba la morfologÃa de esos dioses atribuyéndoles sus propias caracterÃsticas, es de suponer que en cualquier lado del plantea, cualquier hombre prehistórico e ignorante obrará de forma similar creando sus propios espÃritus o dioses.
Bien, abramos un paréntesis.
Dios, tal como pretenden los monoteÃsmos, es un concepto enormemente complejo. Si el universo, ya de por sÃ, es complejo, más complejo tiene que ser quien sea capaz de crear algo tan enormemente complejo. Es la cuestión del reloj y el relojero.
Pues bien, la pregunta que hago a cualquier agnóstico (a los creyentes no se la hago por dejarlos por imposibles y no tienen remedio) es la siguiente: ¿no es demasiado ilusorio y utópico pretender que un simple hombre prehistórico -con toda su ingenuidad e ignorancia- acertara a adivinar la existencia de algo tan complejo como Dios sólo a través de unas especulaciones necesariamente simples y sin base cientÃfica que ni siquiera los cientÃficos de hoy se atreven a hacer por su inviabilidad o por su irracionalidad?¿Cómo se puede pensar que un simple hombre prehistórico descubriera la existencia de algo que la ciencia de hoy no ve?





























