La apuesta de Pascal – Modelo 2008

MÁLAGA.- Sin duda es una de las incógnitas de toda la historia de la humanidad: ¿existe Dios? Precisamente esta pregunta se ha convertido en un motivo de apuestas. Y es que la casa de apuestas británica Paddy Power ha aprovechado el tirón del acelerador de partículas (el LHC) y la campaña de publicidad ateísta lanzada por el darwinista Richard Dawkins para convocar este juego. La apuesta, que se abrió hace dos meses, se paga 4 a 1 a favor de que se encontrarán pruebas de la existencia de un ser divino antes del 31 de diciembre de 2009.
Todo comenzó en septiembre de este año, cuando la casa de apuestas británica inició la votación coincidiendo con el anuncio de que el acelerador de partículas, mediante la simulación del Big Bang, podría llevar a descubrir las partículas más elementales que dieron origen al universo y que aportarían información sobre la denominada «partícula de Dios», que llega a ser como el pilar fundamental del cosmos y responsable de la existencia de la humanidad.
Inicialmente las apuestas a favor de encontrar las pruebas de la existencia de Dios eran de 20 contra 1, aunque un fallo magnético en el acelerador hizo que la puja llegase a 33 a 1, a pesar de lo cual el interés por el asunto fue creciendo hasta llegar a la situación actual de 4 contra 1. ¿Fe o ciencia? Esta es la gran pregunta.
Aunque suene a chiste, Paddy Power podría perder más de 62.000 euros si se encuentran pruebas que podrían justificar la creencia religiosa. Y los internautas siguen apostando, según publica The Daily Telegraph.
Precisamente la apuesta coincide con la exitosa campaña ateísta de Dawkins, que ha «empapelado» los autobuses londinenses con pancartas en las que se lee: «Dios probablemente no existe, deje de preocuparse y disfrute de su vida».
«La religión está acostumbrada a que todo le salga gratis, incluyendo el derecho a lavar el cerebro de los niños. Esta campaña colocará eslóganes alternativos en los autobuses y hará pensar a la gente», explicó recientemente Dawkins.
Publicado en La Opinión.

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