JAM Montoya: bomba polÃtica y superstición católica

El catálogo “Sanctorumâ€, del fotógrafo JAM Montoya, editado en el año 2003 con el apoyo económico de la Junta de Extremadura, comienza con un texto de Eulalia MartÃnez Zamora titulado “Achtung! Entartete Photographie†(“¡Atención! FotografÃa degeneradaâ€). “Entartete Kunst†o “Arte degenerado†fue una exposición organizada en la Alemania nazi el 19 de julio de 1937, donde se incluyeron pinturas, esculturas, dibujos, libros, revistas y artÃculos como ejemplo de lo que no deberÃa considerarse arte. Entre ellos se encontraban algunos de los mayores artistas e intelectuales de la Europa del momento.
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El pasado 13 de febrero, el fotógrafo extremeño JAM Montoya autorizaba a la Federación Internacional de Ateos (FIdA) la utilización libre de su obra, en concreto de los montajes incluidos en la serie Sanctorum. Desde el BoletÃn Digital FIdA nº 103, del 15/02/07, estas fotografÃas han figurado en la cabecera de la publicación, número tras número, hasta hoy. La coincidencia de esta utilización de la serie “blasfema†con unos acontecimientos que han despertado iras, pasiones, anatemas y arrepentimientos en el espectro polÃtico español, llegando al extremo de exigir responsabilidades en el Senado al presidente Zapatero, plantea una serie de reflexiones y obliga a una revisión cronológica y crÃtica de los hechos.
El 10 de marzo, JAM Montoya facilitaba a la FIdA el enlace a una noticia aparecida dos dÃas antes en Minuto Digital. El Centro JurÃdico Tomás Moro habÃa presentado una querella contra él, contra los responsables del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura y contra Francisco Muñoz RamÃrez, consejero de Cultura de la Junta y candidato socialista a la alcaldÃa de Badajoz, por un “delito contra los sentimientos religiososâ€, tipificado en el artÃculo 525.1 del vigente Código Penal. La querella se fundaba en que tanto la Universidad como la Junta habÃan publicado dos libros del fotógrafo en los que se contenÃan fotos “gravemente ofensivasâ€. Este colectivo de abogados de ultraderecha habÃa sido creado por Cruz MartÃnez Esteruelas, ministro de Franco y fundador de Alianza Popular.
El Editorial del boletÃn nº 110 de la FIdA, emitido el 11 de marzo, planteaba la exigencia, en breve, de una firme movilización de ateos y laicistas en referencia a la denuncia de los ultracatólicos, que ya anteriormente se habÃan hecho notar por una serie de iniciativas judiciales en el mismo sentido, escudándose en los residuos medievales del Código Penal. También se mencionaba allà la conveniencia de ejercer diversas acciones en el marco de la estrategia general de nuestra asociación. El Editorial fue publicado casi inmediatamente en Periodistas-es, dirigido por Rafael Jiménez ClaudÃn, actual jefe del Ãrea de Edición de EconomÃa de la Agencia EFE.
El 13 de marzo, el diario El Mundo destacaba la noticia de que el Partido Popular denunciaba la participación de la Junta de Extremadura en la publicación del catálogo Sanctorum, editado en el año 2003, aunque excusaba a los populares de no haber tenido conocimiento de ello hasta el pasado diciembre. Afirmaba erróneamente el artÃculo que el prólogo estaba firmado por el consejero de Cultura, Francisco Muñoz. En realidad, no fue Sanctorum, sino In Breeding 1995-1998, la publicación que contó con dicho prólogo.
Libertad Digital fue el primer medio periodÃstico que habló explÃcitamente de “imágenes pornográficasâ€, repitiendo los epÃtetos contenidos en el panfleto acusador emitido un dÃa antes por el Partido Popular, que hablaba de “imágenes nauseabundas y escatológicas†de Jesucristo y de la Virgen MarÃa. Se repetÃa el error de El Mundo con respecto al inexistente prólogo de Muñoz en el catálogo Sanctorum, reflejando además la exigencia de los populares de que el presidente de la Junta, Juan Carlos RodrÃguez Ibarra, reprobara “moral y polÃticamente†al consejero como máximo responsable de la publicación de “dos obras pornográficas con imágenes religiosasâ€.
El portavoz regional del PP, José Antonio Monago, en unas declaraciones publicadas en El Periódico de Catalunya, denunciaba que en los catálogos subvencionados por la Junta aparecÃan “fotografÃas atentatorias contra los iconos más sagrados de la iglesia católicaâ€. AdvertÃa asimismo que su crÃtica no se dirigÃa contra el autor, sino hacia la ConsejerÃa de Cultura, por haber editado estas publicaciones con fondos públicos. Monago pidió además que “aquellos que se dieron golpes en el pecho†tras la publicación de las caricaturas de Mahoma en el Jyllands-Posten y en Charlie Hebdo hicieran ahora lo mismo, aludiendo al lamentable papel que la domesticada izquierda europea desempeñó en esa ocasión, dando la razón a quienes pretendieron situar la libre expresión bajo la tutela del “respetoâ€, y otorgando de ese modo justificación a futuras interpretaciones jurÃdicas en defensa del delito de blasfemia. La estrategia de Monago era calculada: involucrar a la Iglesia católica y a sus grupos de presión en una operación polÃtica que prometÃa muchas ventajas a corto y medio plazo.
Más sensacionalista fue 20 Minutos, cuyo titular anunciaba, en esa misma fecha: “El PP denuncia a la Junta de Extremadura por subvencionar el libro de un fotógrafo que plasma a Cristo masturbándoseâ€. Cristo y la Virgen aparecÃan en “actitudes procacesâ€, escándalo tal que el consejero Muñoz se habÃa visto obligado, en el prólogo fantasma que todos parecen conocer, a calificar a la obra del fotógrafo como de “singular contenidoâ€, y a afirmar, con cierta visión de futuro, que su difusión correspondÃa a un “compromiso de divulgación sin entrar en otras cuestiones siempre subjetivasâ€. “Francisco Muñoz –continuaba el periodista- es candidato a la alcaldÃa de Badajoz por el PSOEâ€.
El panfleto emitido por los populares constituÃa un ataque premeditado contra el candidato socialista. Por ello, la rápida propagación de las fotografÃas de Montoya en la red de páginas afines al PP tenÃa el objetivo de provocar la reacción de la derecha católica y, con un poco de suerte, involucrar a los obispos en una campaña nacional que podÃa llegar muy alto.
Los de Vocento reaccionaron un dÃa después, pero ya recogÃan la noticia de que la oposición habÃa pedido la comparecencia ante el Parlamento regional del consejero de Cultura, y de que éste habÃa tenido que convocar con urgencia una rueda de prensa, en una primera tentativa por aplacar la polémica. En cÃrculos socialistas se habÃan urdido antes las réplicas y los argumentos a esgrimir, tendentes a una actitud conciliadora con los obispos. Pero Santiago GarcÃa Aracil, arzobispo de Mérida, ya se habÃa anticipado al hacer pública una nota, el dÃa 13, en la que se quejaba de la “profunda y grave herida†que se habÃa infligido a los sentimientos religiosos de los cristianos, “que conculca el derecho a la libertad religiosaâ€. Lamentaba además el apoyo de la Junta “por el estilo de su contenido†y por “la reincidencia obsesiva en imágenes pornográficas, insultantes y blasfemasâ€. A ésta siguió la del obispo de Plasencia, Amadeo RodrÃguez, adhiriéndose en todos sus términos a la nota de GarcÃa Aracil y pidiendo a los católicos que mostraran su “dolorida repulsaâ€, aunque, eso sÃ, en términos que “no sobrepasaran el modo evangélicoâ€.
El Confidencial se mostró muy agresivo: “La Junta extremeña lo subvenciona todoâ€, lo que implÃcitamente constituÃa una defensa de la censura por motivos religiosos y una abierta exhortación a la movilización popular. Ese mismo dÃa, la portavoz del PP en la Comisión de Cultura del Congreso, Beatriz RodrÃguez-Salmones, instaba a la Junta de Extremadura a “pedir excusas†por la publicación de las “fotografÃas repugnantesâ€. La diputada tachó a la obra de “obscena, abyecta, pornográfica y muy ofensivaâ€, negándole cualquier calidad artÃstica, y calificó de “intolerante†el amparo del Gobierno extremeño a las publicaciones. Los responsables de la Junta se defendieron afirmando que las expresiones artÃsticas no debÃan estar sometidas a criterios polÃticos. El gobierno de Ibarra acusó al PP de utilizar la obra de Montoya para su “ceremonia inquisidoraâ€, recordando que militantes y dirigentes de ese partido visitaron complacidos muchas de las exposiciones del autor.
Esta primera y tÃmida defensa de los socialistas se concretó inmediatamente en nuevas declaraciones de Francisco Muñoz, afirmando que la postura del PP “no buscaba defender la religión, sino atacar al PSOE y a su candidato a la alcaldÃa de Badajoz con fines electoralesâ€. Muñoz señaló en rueda de prensa que los populares tenÃan como objetivo “ocultar†su gestión al frente del consistorio pacense, dentro de una etapa de precampaña electoral en la que diversos medios de comunicación habÃan denunciado especulaciones e irregularidades en la gestión urbanÃstica del Ayuntamiento. Por su parte, el candidato socialista a la presidencia de la Junta, Guillermo Fernández Vara, hizo constar su rechazo absoluto al trabajo de Montoya, calificando de “disparates†a las imágenes. Denunció igualmente el uso electoralista que pretendÃa hacer el PP extremeño y trató de separar las creencias personales de cualquier vinculación polÃtica.
Finalmente, el presidente Ibarra pidió públicamente disculpas “a todo aquel ciudadano que hubiera podido sentirse dolido†con la publicación de los dos libros por parte de la Editora Regional Extremeña. En un comunicado a la prensa, indicó que parte de su contenido ya fue expuesto anteriormente en una iglesia de Cáceres, durante el año 2003, extremo éste que serÃa posteriormente desmentido por el obispo de Albacete. Puso como testigos a los obispos extremeños de que él “jamás tuvo la intención de ofender a la Iglesia Católicaâ€, y de que su respeto hacia ella siempre habÃa sido “exquisitoâ€.
Carlos Floriano, lÃder del Partido Popular en Extremadura, fue aún más lejos, y exigió a RodrÃguez Zapatero que condenara la “falta de respeto†al cristianismo en la misma media en que lo habÃa hecho con el Islam. Reclamó el cese inmediato del consejero de Cultura y señaló que la polémica “habÃa traspasado las fronteras nacionalesâ€.
El 14 de marzo, el editorial del BoletÃn FIdA nº 111 señalaba la coincidencia entre la ofensiva patibularia del PP extremeño y la querella interpuesta por el Centro JurÃdico Tomás Moro, a quienes calificábamos de “aprendices de inquisidoresâ€. DecÃamos también lo siguiente:
“Más allá del parasitismo de los aspirantes al poder, está en juego una concepción de la ética y de la libertad amenazada por el dogma, la censura y la imposición moral. La pornografÃa, la blasfemia, la crÃtica artÃstica, son instrumentos ineludibles en cualquier sociedad libre y que no esté dirigida por los manipuladores de la virtud o por los teólogos de la ingravidez. El ataque va siempre dirigido a las creencias. No existe ninguna obligación intelectual de respetar una idea, y mucho menos si ésta depende de una imaginaria concepción del mundo. JAM Montoya cuenta hoy con toda nuestra simpatÃa y con el sincero reconocimiento de su profesionalidad. Los genuflexos, los airados, los cobardes, los oportunistas y los fanáticos sólo cuentan con nuestro desprecioâ€.
El 15 de marzo, a las 14 horas, JAM Montoya nos facilitó el Manifiesto titulado “No a la inquisiciónâ€. Lo firmaban tres intelectuales extremeños: Miguel Murillo (dramaturgo), José Antonio Zambrano (poeta) y Justo Vila (escritor), con la recomendación de difundirlo mediante mensajes de correo. Inmediatamente le sugerimos la conveniencia de poner en marcha un sistema de firmas on-line, mediante el cual poder agrupar todos los apoyos necesarios en una campaña en defensa de la libertad de creación y expresión. Los insultos y las amenazas al fotógrafo comenzaban a multiplicarse. El ejemplo siguiente, que nos proporcionó el propio Montoya, es solo uno entre muchos otros, pero reproduce el tono de las réplicas ultras que anunciaban las futuras e inevitables movilizaciones católicas:
"...Digno de que te revienten los huevos a patadas, te horaden los pulmones con una escarpia bien afilada y escupan sobre tus muertos, hijo de puta. Vas a morir, puto puerco. ¡Arriba España! ¡Viva Cristo Rey!"
En esta misma fecha, la Agencia Católica de Noticias Veritas publicaba que el Centro JurÃdico Tomás Moro habÃa acogido favorablemente las disculpas del presidente RodrÃguez Ibarra, aunque instaba públicamente a la Junta y a la Universidad a retirar del mercado las publicaciones, manifestando su intención de seguir adelante con las actuaciones legales. Consideraban además que Francisco Muñoz, el candidato a la alcaldÃa, “deberÃa disculparseâ€, y más teniendo en cuenta que en un primer momento “habÃa negado su participación†en la decisión de financiar los catálogos. En caso contrario, añadÃan, “deberÃa retirar su candidatura por respeto a la dignidad de los extremeñosâ€.
Se sucedieron nuevas demandas. Alternativa Española presentó un escrito ante la FiscalÃa del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura, exigiendo la retirada y la prohibición de los volúmenes por contener “pornografÃa católicaâ€. Este partido de extrema derecha consideraba cómplices de los hechos al consejero de Cultura extremeño, Francisco Muñoz, a la ex directora general de Patrimonio, Aurora Ruiz Mateos, a los comisarios Alberto Adsuara y Eulalia MartÃnez Zamora, y a Domingo Sánchez Blanco, director del espacio alternativo El gallo, donde se exhibieron las fotografÃas. Por su parte, los diputados del Partido Popular Jaime Ignacio del Burgo y Carlos Salvador presentaron otra denuncia ante la FiscalÃa General del Estado.
Montoya fue entrevistado en Onda Cero y negó que su obra fuera pornográfica y que hubiera tenido intención de ofender a nadie. Se mostró afectado por los acontecimientos y aseguró que la denuncia del PP era una simple maniobra polÃtica. Justificó su aseveración con la antigüedad de las fotografÃas, algunas de ellas de más de diez años, y afirmó estar siendo utilizado con el fin de atacar a Ibarra. Llovieron las crÃticas y los paralelismos con la situación creada, meses antes, respecto a las caricaturas sobre el integrismo islámico. El diario Siglo XXI, en un artÃculo de opinión, resumÃa con exactitud la campaña contra Montoya y la reducÃa a una cuestión de intereses polÃticos. “Esto pasa –escribÃa el periodista- por no saber definir lo que es arte y tener la idea medieval de que el arte tiene que ser respetuoso con las religionesâ€. Mientras tanto, se siguió añadiendo leña a la hoguera. Confesiones, golpes de pecho y “mea culpas†no tardaron en aparecer.
La primera, repetida, la de RodrÃguez Ibarra, que el 15 de marzo volvió a pedir perdón en Punto Radio por la financiación de los catálogos, y declaró sentirse “asqueado†e “indignado†por un tema que surgió en 2003. “Es un pago inmerecido –gimió el Presidente- que, tras 24 años, me tachen de enemigo de la Iglesia católicaâ€. Acusó a los populares de “fariseÃsmoâ€, y juró que “si tuviera la más mÃnima duda de que el consejero hubiera querido ofender a la Iglesia, le hubiera cesado en el actoâ€. Genuflexión tras genuflexión, Ibarra desgranaba en la entrevista su fidelidad a los obispos y a los santos iconos de la cristiandad.
La prensa extranjera recogió la noticia de las fotografÃas “blasfemasâ€. El diario italiano La Repubblica publicó una selección con el siguiente titular: “Spagna, le foto shock della mostra religiosaâ€. El australiano Daily Telegraph habló de “Ultimate sacrilegeâ€. Y la Conferencia Episcopal Española hizo pública una nota en la que consideraba necesario que se pidieran responsabilidades por vÃa legal, calificando a las imágenes de “crudas y lamentables blasfemiasâ€. Su Vicepresidente, el Primado Antonio Cañizares, aseguró que “nunca en los últimos tiempos nuestra querida, noble y cristiana Extremadura, tan amante de la Virgen de Guadalupe, ha sido tan humillada y ultrajadaâ€. Cañizares precisó, en un artÃculo titulado “Una libertad amenazadaâ€, que el catálogo pornográfico y blasfemo era “un delito de lesa Españaâ€. La Alianza Evangélica Española se sumó a la condena de sus colegas y exigió perdón público por la ofensa, reclamando “justicia†y “dimisionesâ€. El 16 de marzo, Montoya denunció amenazas de muerte, y la periodista ultra Nuria Van Den Berghe, esposa del traficante de arte Erik el belga, le calificó de “puerco†y de “no tener cojonesâ€, al tiempo que el Sindicato de Funcionarios Públicos “Manos Limpias†presentaba otra querella en la FiscalÃa del Estado, acogiéndose al dichoso artÃculo 525.
Una gráfica intervención del cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo, calificó a la obra del fotógrafo como “increÃblemente abominableâ€, añadiendo con rubor que le costó “un gran trabajo llegar al final sin vomitarâ€. Vallejo aseguró haberse puesto “coloradoâ€, lamentando que la edición fuera financiada por instituciones públicas “que seguramente no tuvieron en cuenta las consecuenciasâ€. Francisco Vázquez, Embajador de España en El Vaticano, emitÃa simultáneamente un comunicado de prensa en defensa del Presidente de la Junta, denunciando la existencia de una campaña polÃtica por intereses electorales.
El 17 de marzo, la FIdA presentaba a la opinión pública la campaña de firmas en apoyo a JAM Montoya y a la libertad de creación, de conciencia y de expresión, y en contra de los ataques que se estaban llevando a cabo como instrumentos de confrontación polÃtica, utilizando como excusa la obra del artista extremeño. El Manifiesto se colgó en la red a las 13,30 horas. En ese mismo momento, el nuncio apostólico del Papa en España, Monseñor Manuel Monteiro de Castro, se erigió en experto crÃtico de arte y consideró que “las cosas sagradas deben ser tratadas de un modo sagradoâ€, añadiendo que las fotografÃas “no tienen ningún valor artÃsticoâ€. Los musulmanes de Córdoba aprovecharon la ocasión para indignarse en público, y su Presidente, Kamal Mekhelef, sugirió a un periodista que “los que se hacen llamar artistas no se pueden escudar en la libertad de expresión para insultar y ofender a los demásâ€. Los clericales de un lado y otro se daban la mano. Como siempre.
El 19 de marzo, Diario CrÃtico volvió al ataque y repitió los argumentos del clero, negando cualquier calidad artÃstica al trabajo de Montoya y congraciándose de que su obra pornográfico-religiosa hubiera sido llevada a los tribunales. “Hablan de libertad para justificar lo injustificableâ€, acusaba el articulista, en referencia a la campaña de firmas comenzada por la FIdA y de la que se habÃa hecho eco el órgano de la CGT, Rojo y Negro. Opinaba que nuestra plataforma actuaba por motivos electorales y nos achacaba erróneamente el haber evitado cualquier tipo de acción de protesta en el momento de la polémica por las caricaturas “de Mahomaâ€.
Francisco Fuentes, portavoz del PSOE en Extremadura, arreciaba ese dÃa contra el PP al tiempo que mostraba su confianza en que la iglesia católica no permitirÃa que la inminente Semana Santa se transformara en un masivo mitin electoral contra su partido. La Comisión Ejecutiva Regional del PSOE continuaba asà la lÃnea hipócrita emprendida desde el primer momento por Ibarra: disculpas por el pecado y reconciliación con la iglesia, por un lado; confrontación con los populares por su “doble moral†y por la instrumentalización de las fotografÃas, por otro. Una estrategia bastante simple, pero, desde luego, la única permitida por la cúpula de Ferraz, como dejó claro la Ministra de Cultura, Carmen Calvo, al declarar al dÃa siguiente que el catálogo de Montoya le parecÃa “un disparateâ€.
En el editorial FIdA del dÃa 21 lamentábamos la quema pública del “blasfemo†y reflejábamos con ironÃa nuestra “sorpresa†por el silencio cómplice de quienes se sentÃan aún temerosos de un enfrentamiento con la jerarquÃa católica. InsistÃamos en que lo que se estaba dirimiendo aquà no era una estrategia electoralista de carácter local, puesto que la defensa de las libertades se desarrolla siempre en marcos y escenas puntuales, en situaciones concretas que condensan un significado más amplio, ligado al deseable proceso de descristianización de nuestras sociedades. En suma, repitiendo la acusación que nos impuso un periodista, seguÃamos “justificando lo injustificable†con plena conciencia de lo que hacÃamos.
“En otras palabras –continuaba el Editorial-: se trata de un nuevo episodio de la misma batalla de siempre. Desde el tabú ritualizado que garantiza la inmunidad de mitos y animales sagrados hasta la verborrea escatológica del obispo indignado de turno, los viejos chamanes buscan acallar la crÃtica, la palabra libre, la obra artÃstica que corroe sus fundamentos imaginarios. Herejes, disidentes, blasfemos, apóstatas, ateos y otros desviados suponen una molestia para la infinita bondad de sus razones y un insulto constante al elenco mágico de sus proyecciones mÃticas. Su dios ha sido ultrajado, sus normas éticas violadas, sus leyendas morales vituperadas. Lo cual les resulta inadmisible, y tratan de hipnotizar a la opinión pública con la melodÃa del “respeto†y de la inmunidad de las convicciones religiosas. En apariencia, un discurso coherente, cÃvico, demócrata y tolerante. Pero sólo en apariencia. Porque el avance de las libertades, la emancipación cultural y la conquista de los derechos van de la mano de la desaparición progresiva de las cadenas del irracionalismo religiosoâ€.
Irracionalismo y pensamiento mágico que no tardó en concretarse, ese mismo dÃa, con la convocatoria, por parte nada menos que del propio Cañizares, de un “Via crucis†en Talavera (Toledo), en desagravio por las ofensas sufridas por la Iglesia. Su fin no era otro que pedir “a Dios vivo, por mediación de su Hijo Jesucristo e intercesión de la Virgen MarÃa, que tuviera piedad y misericordia de todos, que tuviera piedad de esta España que se deteriora con estas cosas, que, no por ser minoritarias, dejan de ser de un alcance que ahora ni siquiera sospechamosâ€. Dudábamos, en aquel momento, de si se trataba de un alarde de profetismo o de un recurso neogótico para afianzar su negocio. En cualquier caso, en esta ocasión estuvimos de acuerdo con don Antonio. Lo sucedido iba mucho más allá de un episodio anecdótico.
Carlos Floriano, senador del PP y candidato a la presidencia de la Junta, tal como habÃa anunciado hacÃa unos dÃas, exigió en el Senado al Presidente del Gobierno, por mediación de la Ministra de Cultura, Carmen Calvo, que expresara públicamente su rechazo al controvertido catálogo. Reiteró el argumento de la “discriminación religiosaâ€, citando de nuevo el ejemplo de las caricaturas. La ministra acusó al PP de “pervertir las instituciones†y replicó al senador con las 46 muertes diarias de la guerra de Irak. La diputada popular Ana Belén Vázquez acusó a Zapatero de liderar una “cruzada contra los católicos†y exigió el cese inmediato del consejero Muñoz.
Era una cuestión entre talibanes, por lo visto… Y si los matarifes de la derecha digital defendieron con uñas y dientes la libertad de expresión en aquel momento, ahora el asunto implicaba connotaciones mucho más subjetivas. Los sagrados iconos del Catolicismo estaban por encima, al parecer, de cualquier derecho “ilustradoâ€. El pueblo poco tardarÃa en exaltar las cadenas, como antaño, en contra de los “afrancesadosâ€. Y Fernández Vara, el candidato del PSOE, repetÃa la genuflexión y apoyaba sin condiciones las crÃticas del arzobispo de Mérida. Ave MarÃa purÃsima.
Los del Ku-Klux-Klan no desaprovecharon el momento, por la cercanÃa de la fiesta del delirio colectivo y porque no les sobran costaleros. La “Hermandad de la Sagrada Cena†arreció el paso y remitió un comunicado al ABC, en el que recordaba que la libertad de expresión “debe tener y tiene lÃmites claros, que no deben nunca transgredir doctrinas, creencias, normas y dogmasâ€. ¿Dónde habÃamos leÃdo esto? Ah, sÃ… En el Manual del Inquisidor, de Bernardo Gui… ¿no?: “Los herejes nunca han dejado de hablar acerca de la perversa vida de los clérigos y prelados de la Iglesia Romana, indicando y exponiendo el orgullo, codicia, avaricia e inmundicia de sus vidas, y otros tales males a su entender…â€.
AsÃ, la Junta, por boca de su Presidente, reprobó finalmente el dÃa 22 las polémicas fotografÃas, y aseguró que en el futuro trabajarÃa “para que situaciones como ésta no vuelvan a repetirseâ€. El consejero Muñoz, ante el Pleno de la Asamblea de Extremadura, pidió disculpas a la “gente de buena feâ€, y el diputado popular Tomás MartÃn Tamayo negó, con tangible sinceridad, que su partido hubiera pretendido sacar rendimiento polÃtico. Al PP, añadió, “no le preocupan las guarrerÃas de Montoyaâ€.
Hemos visto debilidades, insidias y genuflexiones cuyo único objeto ha sido la salvaguarda de los respectivos capitales electorales. En toda esta historia se olvidó lo esencial: que la libertad de expresión parece plantearse, dÃa a dÃa, como un desafÃo frente a la mentalidad religiosa. Y un recurso, el de los obispos, al que calificábamos hace pocos dÃas de neogótico y canallesco: el vÃa crucis convocado el 23 de marzo por el cardenal arzobispo de Toledo como sacrificio de expiación y reparación por la “situación de deterioro†de España, en el que varios ediles del equipo de gobierno municipal toledano estuvieron presentes, como el vicealcalde, Lamberto GarcÃa Pineda, la concejal de Urbanismo, MarÃa Paz Ruiz, el concejal de Obras y Servicios, Javier Alonso, el de Participación Ciudadana, Fernando Sanz, y el de Cultura, Fernando Cirujano.
Pero, como en toda comedia clásica y en toda fábula, el acto final conlleva una moraleja, un gesto ejemplar, un desenlace prometedor, un acuerdo tácito entre los actores y una apoteosis con coro incluido. No podÃa ser de otro modo en este caso, pues se contaba con el auxilio de todos los santos y de su excelsa madre en el cielo.
“Horrendas fotografÃas que nos humillan y que maltratan a la Virgenâ€. Asà se expresaba el cardenal primado de España en medio de un gran aplauso, en la EucaristÃa de apertura del Año Jubilar Guadalupense, ante quince mil peregrinos. Entre ellos, el presidente-monaguillo de la Junta, Juan Carlos RodrÃguez Ibarra, y el aspirante a la alcaldÃa Francisco Muñoz. Cañizares instó a los españoles a decirle a la Virgen que “la queremos con toda nuestra almaâ€. “Que nadie nos la toqueâ€, advertÃa el obispo ante la puerta mudéjar del Monasterio extremeño, cerca de donde se cometió el crimen sacrÃlego de las imágenes, aludiendo –no pensemos mal- a su inmaculada madre.
Expiaciones y rezos. Santa y anhelada Edad Media que se rebela todavÃa contra el laicismo totalitario, el subjetivismo, la indiferencia y el ateÃsmo malvado. Autos heroicos de un clero herido por el fotógrafo blasfemo, o acciones de propaganda directamente dirigidas a ejercer aún más presión sobre los representantes polÃticos, lo cierto es que el escándalo Montoya finalizó con un acto simbólico digno de figurar en un imaginario museo de los gestos.
El Obispo, imbuido de un halo de autoridad espiritual, y tras reprender enérgicamente a los representantes de la Junta por las debilidades y pecados de sus consejeros, descendió lenta e hieráticamente del púlpito y ofreció la paz y el perdón al poder temporal, en la propia persona de RodrÃguez Ibarra, ese genuflexo incorregible que, casualmente, acaba de firmar una partida presupuestaria de un millón y medio de euros para promocionar a la Virgen de Guadalupe. Santa tierra de España…
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“La razón es simple: no puedo sustraerme a realizar lo que excita mi imaginación y contribuir a desmontar esta farsa que de siempre ha negado, de manera hipócrita, lo que biológicamente nos fue concedido, aunque por ello la sombra me siga cubriendoâ€.
JAM Montoya, Sanctorum, primavera de 2003.





























