Escepticismo frente al pedido de perdón del Papa por abusos sexuales


Philip Pullella/Reuters
Especial para UNO

CIUDAD DEL VATICANO– El papa Benedicto XVI se disculpó ayer con las víctimas de abusos sexuales por parte del clero en Irlanda y anunció una investigación formal del Vaticano en las diócesis y seminarios irlandeses afectados por el escándalo.
Las acciones del Papa en torno a las diócesis y seminarios del país europeo fueron los pasos más concretos adoptados desde que una ola de casos de abusos afectó a los cleros de Irlanda, Alemania, Austria y Holanda. Sin embargo, las medidas fueron recibidas con decepción por las víctimas en Irlanda.
Una carta del Papa dirigida a la gente, obispos, sacerdotes y víctimas de abusos en la Irlanda mayormente católica no hizo referencia específica a los escándalos que involucran a iglesias de otras naciones, particularmente la natal Alemania del pontífice. «Ustedes han sufrido gravemente y sinceramente lo lamento (...) Expreso abiertamente la vergüenza y remordimiento que todos sentimos», dijo en la misiva sin precedentes en la que mencionó las denuncias de pedofilia en el clero irlandés. «Sólo puedo compartir el dolor y el sentido de traición que muchos de ustedes han experimentado al saber de estos actos criminales y pecaminosos, y de la forma en que las autoridades irlandeses los afrontaron», sostuvo.
Benedicto XVI, en efecto, no abordó los numerosos llamados en Irlanda por una reestructuración de la iglesia en el país y no dijo que los obispos implicados en el escándalo deberían renunciar.
Las víctimas irlandesas expresaron más tarde su profunda decepción.
«Sentimos que la carta no logra abordar las preocupaciones de las víctimas», dijo a Reuters Maeve Lewis, del grupo One in Four. Indicó que la misiva papal se centra muy limitadamente en los sacerdotes irlandeses sin reconocer la responsabilidad del Vaticano. «No hay nada en esta carta que sugiera que exista cualquier nueva visión de liderazgo en la iglesia Católica», comentó.

Dura crítica de organizaciones alemanas

BERLÍN (Télam)– Organizaciones católicas alemanas criticaron ayer duramente al papa Benedicto XVI por la versión que ofreció de los casos de abuso sexual ocurridos en Irlanda y por su silencio frente a los casos que salieron a la luz en Alemania.
«En lugar de un manejo efectivo de la crisis, el Vaticano ofrece el espectáculo de una institución autista: de acuerdo con esta autopercepción hubo sólo unos pocos perpetradores, que sucumbieron a la seducción de la época», dice un comunicado que la organización Iniciativa Iglesia de Abajo (Ikuvi) difundió ayer en Bonn.
Para Ikvu, el Papa se niega a ver las causas estructurales de los hechos y los reduce a casos aislados. La organización exigió la formación de una comisión de investigación independiente de los poderes eclesiásticos para los casos alemanes, según el modelo al que se recurrió en Irlanda.

Lo que el Vaticano no se atreve a reconocer.
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