Engañar a Dios

La noticia es breve. Se frustró una boda católica porque, poco antes de concretarse, se descubrió que “él” era “ella”. O sea, una pareja lesbiana falló en su intento de contraer matrimonio por el rito católico. Del lado de la Iglesia no hay sorpresa. Siempre han dejado claro que, para ellos, los homosexuales no tienen los mismos derechos que el resto de los mortales. La sorpresa viene por lado del frustrado matrimonio.

¿Que lleva a una pareja a intentar voluntariamente formalizar su relación frente a una institución que los rechaza y discrimina?

Las únicas dos respuestas que se me ocurren son:

  1. No creen que la Iglesia Católica sea representativa de Dios al menos en cuanto a cuestiones relacionadas con la homosexualidad, pero la utilizan como medio para acercarse a ese dios. En este caso, no veo la necesidad de contraer matrimonio por la Iglesia Católica, siendo que debe haber otras que sean más tolerantes con la elección sexual de la gente y que también conducen a Dios.
  2. Sí creen que la Iglesia Católica es representativa de Dios y quieren sentirse dentro de ella. El caso es que tal iglesia, y por lo tanto Dios, prohíben las relaciones homosexuales y el matrimonio entre ellos. Si alguien nos rechaza por alguna condición nuestra y aún así nosotros insistimos en acercarnos a él, nos queda la opción de engañarlo y ocultarle tal condición. Pero resulta al menos ridículo suponer que se puede engañar a un dios todopoderoso y sabelotodo, simplemente vistiendo a una mujer como hombre. ¿Creerían que alcanzaba con engañar al sacerdote y una vez que esto hubiese sucedido a Dios no le iba a quedar otra opción que aceptar lo que el sacerdote hizo? Un judío puede estar tan loco de engañar a los integrantes de un club nazi para que lo acepten como socio, o un negro puede engañar al K.K.K. para ingresar a él. Pero engañar a Dios no debería ser tan fácil.

Otro caso similar fue noticia hace un tiempo, en España. De una u otra manera, parece que alguna gente se empeña en pertenecer a una institución que casi por definición los maltrata, y a un Dios que los desprecia.

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