El primer mandamiento: las bases religiosas del conflicto israelÃ
A menudo examinamos ficciones religiosas en este blog destacando sus aspectos literarios o humorÃsticos; lamentablemente, no es este el espÃritu que anima a muchos de los lectores de textos sagrados y teológicos, que se empecinan contra toda evidencia en tomarlos como narraciones fidedignas y guÃas morales sobre las que modelar sus vidas; en esta ocasión nos fijaremos también en las dolorosas consecuencias que tiene esta actitud, en uno de sus casos particulares.
La fuente de legitimidad de muchas naciones mana de fuentes mágicas y sentimentales, no obstante, el hallazgo de que ésta podÃa basarse en la razón y en el pacto desapasionado entre ciudadanos libres es uno de los logros mayores de la civilización, obtenido no sin grandes sacrificios ¿Es concebible una polÃtica internacional sensata sobre otras bases? Si un paÃs actuara contra otro por orden su su dios ¿qué terreno de diálogo se podrÃa encontrar? ¿cómo negociar un mandamiento divino? Pese a esto muchos paÃses se definen como «república islámica», más sangrante es el caso de aquellos que han sido apoyados por occidente, ya vimos el caso de Tibet (aquà y aquÃ) pero también está la ascensión de los talibanes en Afganistán, el Vaticano, etc. Hoy, sensibles a la actualidad, nos ocuparemos del caso israelita.
Moisés con las tablas de la ley en un grabado de Doré Diversas son las fuentes de legitimidad del estado de Israel; la dominación militar (pese a haber sido creado bajo el ala de la ONU que pretende evitar este tipo de relación entre estados) pseudohistórica, al considerar a los israelitas descendientes de los moradores originales de un supuesto reino antiguo (en realidad lo son de conversos al judaÃsmo; los descendientes de los antiguos moradores de la región son fundamentalmente los palestinos, cf. Shand 2008) y étnico, reeditando el fracaso de los nazis en la discriminación de quién es judÃo y quien no. Pero la fuente de la que nos vamos a ocupar aquà es la religiosa: A menudo se transmite la idea de que Israel es un paÃs laico con una minorÃa religiosa radical que pretende imponerse y con la que se lidia como puede, sin embargo, el estado no ha cesado de apoyarse en ellos y en las leyendas bÃblicas, veamos algunos detalles, sólo a tÃtulo de ejemplo, un examen pormenorizado necesitarÃa un libro completo: -El hecho de elegir Palestina, en lugar de la Patagonia o Kenia, como se barajó en su momento y dónde incluso se establecieron colonias, es porque, según la Biblia, es la tierra prometida por el dios de abrahámico a su pueblo, con el que los sionistas se identifican. -La imposición de la lengua conocida como «hebreo moderno», inventada unas décadas antes por Eliezer Ben Yehuda, basándose en los textos religiosos y las fórmulas de culto en los que se conservaba el hebreo, que se habÃa dejado de hablar alrededor del s. I. El cambio de nombres de lugares y personas por nuevos nombres tomados de la Biblia, tienden también a ligar la polÃtica actual con la legitimidad bÃblica. -Los lÃderes laicos de los primeros tiempos no dudaban en recuperar la Biblia en sus discursos; asà Ben Gurión se identificaba a sà mismo con Moisés o Josué y asimilaba las gestas militares bÃblicas con las modernas, haciendo paralelismos donde podÃan encontrarlos, igualmente Moshé Dayán, identifica sistemáticamente Israel con David frente al Goliath formado por el conjunto de los estados árabes, etc. -La arqueologÃa, heredera de los cristianos que excavaban en la zona en el s. XIX, fue fundamental; arqueólogos como Yigael Yadin trataban de hacer encajar los hallazgos en la narración bÃblica como justificación del nacionalismo. Su labor fue continuada por muchos otros, como Aharoni quien fijó las fronteras del reino unificado de David y Salomón mucho más allá de las fijadas por la resolución de la ONU de 1947, fundamento de las colonias cisjordanas y de Gaza. En los 60 comenzaron a penetrar los métodos modernos y, a finales de los 80, se empezaron a cuestionar públicamente las construcciones nacionalistas: desde entonces se han ido relegando los textos veterotestamentarios al terreno la metáfora y del mito. Los trabajos recientes de Israel Filkenstein explican el contexto en el que fueron fraguados. -La Biblia tiene su propia asignatura, obligatoria en el currÃculo escolar; no existe, pues, educación laica.
Viñeta publicada por Romeu el pasado dÃa 8 en El PaÃs
En suma, podemos decir que todo el imaginario nacionalista israelà se basa en la Biblia. Además:
-Las autoridades laicas no han dejado de apoyarse en las rabÃnicas siempre que les ha convenido, el primer caso fue la prohibición de los matrimonios mixtos (entre árabes y judÃos) en 1953, promulgada por el sionismo socialista, entonces en el poder.
-Igualmente conviene destacar el apoyo económico procedente de la derecha cristiana estadounidense, que considera fundamental que Palestina esté dominada por los Israel para el cumplimiento de las profecÃas apocalÃpticas.
Moshé Dayán; general, ministro y arqueólogo aficionado
Llevar el conflicto al terreno religioso, como decÃamos al principio, boicotea las posibilidades de un diálogo: los palestinos acuden al Corán para justifiar la guerra como santa y los israelÃs a su Biblia: recordemos las declaraciones del Rabino Yisrael Rosen la primavera pasada «Todos los palestinos deben ser aniquilados; hombres, mujeres, niños y hasta sus bestias» ¿por qué escandalizarse? no hace más que seguir fielmente su libro. Veamos un par de fragmentos:
En el capÃtulo 23 del Éxodo Dios da a Moisés directivas que el Pueblo ha de seguir, entre ellas, encontramos la siguiente:
Yo sembraré el terror delante de ti, llenaré de confusión a los pueblos que encuentres a tu paso, y haré que todos tus enemigos te vuelvan las espaldas.27Haré cundir el pánico delante de ti, y él pondrá en fuga delante de ti al jivita, al cananeo y al hitita.28 Pero no los expulsaré en un solo año, no sea que el paÃs se convierta en un desierto y las bestias salvajes se multipliquen en perjuicio tuyo.29 Los iré expulsando de tu vista poco a poco, hasta que crezcas en número y puedas tomar posesión del paÃs.30 Haré cundir el pánico delante de ti, y él pondrá en fuga delante de ti al jivita, al cananeo y al hitita. Extenderé tus dominios desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Éufrates, porque yo pondré en tus manos a los habitantes del paÃs para que los expulses delante de ti.31 No harás ningún pacto con ellos ni con sus dioses.32 Y ellos no deberán permanecer en tu paÃs, para que no te inciten a pecar contra mÃ. Porque entonces servirÃas a sus dioses, y eso serÃa un grave riesgo para ti.33
Arriba, implantación y colonización israelita en palestina (click en la imagen para verlo en grande). Abajo, en detalle, las colonias de Cisjordania, donde se aprecia cómo éstas cortan la comunicación entre las poblaciones palestinas y el acceso a sus recursos, asà como el trazado del muro en el interior de su territorio. Mapas tomados de Le Monde Diplomatique
En el capÃtulo 34 del Éxodo, Moisés sube al monte SinaÃ, donde «El Señor dijo a Moisés: "Talla dos tablas de piedra iguales a las primeras, y yo escribiré en ellas las mismas palabras que estaban escritas en las que tú rompiste".1[...]» a lo que, por supuesto, obedeció «Moisés talló dos tablas de piedra iguales a las primeras, y a la madrugada del dÃa siguiente subió a la montaña del SinaÃ, como el Señor se lo habÃa ordenado, llevando las dos tablas en sus manos.4[...]». Y ahÃ, el Señor, se pone, tras algunas amenazas, a recitar sus mandamientos en número de diez, por orden de importancia y ¿cuál es el primero? veamos:
Observa bien lo que te mando. Yo expulsaré de tu presencia a los amorreos, los cananeos, los hititas, los perizitas, los jivitas y los jebu-seos.11 No hagas ningún pacto con los habitantes del paÃs donde vas a entrar, porque ellos serÃan una trampa para ti.12 Antes bien, derriben sus altares, destruyan sus piedras conmemorativas y talen sus postes sagrados.13 No te postrarás delante de ningún otro dios, porque el Señor se llama «Celoso»: él es un Dios celoso.14 No hagas ningún pacto con los habitantes de aquel paÃs, no sea que cuando ellos se prostituyan con sus dioses y les ofrezcan sacrificios, te inviten también a ti y tengas que comer de las vÃctimas sacrificadas.15 Tampoco tomes a sus hijas como esposas de tus hijos, porque cuando ellas se prostituyan con sus dioses, harán que también ellos se prostituyan.16
Sholmo Sand escribe «Todo gran grupo humano que se considere a sà mismo como un "pueblo", incluso aunque nunca lo haya sido y todo su pasado sea una construcción completamente imaginaria, tiene derecho a la autodeterminación nacional». Sin embargo, visto lo precedente, no podemos menos que esperar que lleven esa determinación nacional fuera de los términos mágico-religiosos: desde aquà enviamos nuestra adhesión y ánimos a todos los palestinos e israelÃes deseosos de laicismo, diálogo y paz, que son sin duda muchos más de los que el ruido fundamentalista nos deja escuchar.
Las obras consultadas son ¿Cuándo y cómo se inventó el pueblo judÃo?, de Sholomo Sand, La Biblia desenterrada de Israel Israel Filkenstein y L'Atlas de Le Monde Diplomatique de 2003.






























