El narco vigilaba a la PolicÃa de RÃo desde la iglesia
Lunes 2 de Noviembre del 2009 BRASILIA, BRASIL.-
La iglesia católica Nossa Senhora da Penha, fue utilizada por traficantes de drogas para observar a los uniformados
La iglesia católica Nossa Senhora da Penha, fue utilizada por traficantes de drogas para vigilar a la PolicÃa, explicó el arzobispo de RÃo de Janeiro, Orani Tempesta, en declaraciones divulgadas por el sitio informativo O Globo.
“Cuando hay un problema, ellos (los traficantes) usan la torre (del templo) para ver quién está llegando. Ocurre en todo lugar, no solo en las iglesias, también en casas, es parte de esta guerra urbanaâ€.
Rio de Janeiro, que acaba de ser nombrada sede de los Juegos OlÃmpicos de 2016, vivió una semana de intensos tiroteos entre traficantes y policÃas en zonas próximas a las favelas incrustadas en la ciudad dejando un saldo de al menos 41 muertos.
Los disparos de armas automáticas recibieron a la policÃa mientras ingresaban a la favela Vila Cruzeiro de RÃo de Janeiro, iniciando un intenso tiroteo con gángsters.
Los vehÃculos de la policÃa, salpicados de marcas de balas, atravesaban las calles del barrio mientras residentes se escondÃan detrás de muros y entradas, intentando proteger sus vidas nuevamente interrumpidas y puestas en peligro por la guerra de la drogas en RÃo De Janeiro.
“Me asusta, pero estoy acostumbrado a estoâ€, comentó Vito Ricardo, un niño de 11 años, que estaba refugiado en una entrada y comentó que los enfrentamientos habÃan impedido que asistiera a la escuela el viernes.
RÃo fue presentada durante su campaña por convertirse en sede olÃmpica como una ciudad costera de samba y entretención.
Sin embargo, las imágenes publicadas esta semana de un supuesto traficante muerto en un carrito de compras y un miembro de una banda mostrando provocativamente una ametralladora desde un barrio ubicado en una colina, han destacado cuán lejos está eso de la realidad.
El secretario de seguridad del estado de RÃo, José Beltrame, incluso llegó a decir que la violencia no estaba "en RÃo de Janeiro", a pesar de que el enfrentamiento ocurrió a cerca de 1.6 kilómetros del Estadio de Fútbol Maracana, en donde probablemente se realizará la ceremonia de apertura de los Juegos OlÃmpicos.
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La iglesia católica Nossa Senhora da Penha, fue utilizada por traficantes de drogas para observar a los uniformados
La iglesia católica Nossa Senhora da Penha, fue utilizada por traficantes de drogas para vigilar a la PolicÃa, explicó el arzobispo de RÃo de Janeiro, Orani Tempesta, en declaraciones divulgadas por el sitio informativo O Globo.
“Cuando hay un problema, ellos (los traficantes) usan la torre (del templo) para ver quién está llegando. Ocurre en todo lugar, no solo en las iglesias, también en casas, es parte de esta guerra urbanaâ€.
Rio de Janeiro, que acaba de ser nombrada sede de los Juegos OlÃmpicos de 2016, vivió una semana de intensos tiroteos entre traficantes y policÃas en zonas próximas a las favelas incrustadas en la ciudad dejando un saldo de al menos 41 muertos.
Los disparos de armas automáticas recibieron a la policÃa mientras ingresaban a la favela Vila Cruzeiro de RÃo de Janeiro, iniciando un intenso tiroteo con gángsters.
Los vehÃculos de la policÃa, salpicados de marcas de balas, atravesaban las calles del barrio mientras residentes se escondÃan detrás de muros y entradas, intentando proteger sus vidas nuevamente interrumpidas y puestas en peligro por la guerra de la drogas en RÃo De Janeiro.
“Me asusta, pero estoy acostumbrado a estoâ€, comentó Vito Ricardo, un niño de 11 años, que estaba refugiado en una entrada y comentó que los enfrentamientos habÃan impedido que asistiera a la escuela el viernes.
RÃo fue presentada durante su campaña por convertirse en sede olÃmpica como una ciudad costera de samba y entretención.
Sin embargo, las imágenes publicadas esta semana de un supuesto traficante muerto en un carrito de compras y un miembro de una banda mostrando provocativamente una ametralladora desde un barrio ubicado en una colina, han destacado cuán lejos está eso de la realidad.
El secretario de seguridad del estado de RÃo, José Beltrame, incluso llegó a decir que la violencia no estaba "en RÃo de Janeiro", a pesar de que el enfrentamiento ocurrió a cerca de 1.6 kilómetros del Estadio de Fútbol Maracana, en donde probablemente se realizará la ceremonia de apertura de los Juegos OlÃmpicos.
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