El juego, la dopamina y tus genes

De acuerdo con un nuevo estudio internacional, doce genes involucrados en la red de la dopamina en el cerebro tienen que ver con tus apuestas



Por Glenys Álvarez

Cuando entres al casino, recuerda tus genes y la dopamina. Es que un nuevo estudio ha encontrado que las estrategias y decisiones que tomes en tus apuestas están determinadas por los genes que rigen ese neurotransmisor. Los investigadores afirman que los inversionistas y jugadores deben tomar nota sobre el asunto, sin embargo, para los científicos es mucho más importante las implicaciones en enfermedades mentales como la esquizofrenia.

“Cuando la gente habla sobre la disfunción de la dopamina, la esquizofrenia es una de las primeras enfermedades que viene a la mente”, dijo Ming Hsu, autor principal, señalando que la enfermedad implica un patrón muy complejo de los déficits sociales y la toma de decisiones. “Si entendemos mejor las interacciones sociales ubicuas en entornos estratégicos, posiblemente entendamos mejor cómo caracterizar y, finalmente, tratar los déficits sociales que son síntomas de enfermedades como la esquizofrenia”.

A ver, comencemos explicando la dopamina, una sustancia química liberada por las neuronas en el cerebro que es clave en la obtención de recompensas y placer. Se sabe que las personas con deficiencia de dopamina tienden a desarrollar la enfermedad de Parkinson, también se conoce que si se interrumpe el sistema de red que se encarga de distribuir este importante neurotransmisor, pueden aparecer numerosos trastornos psiquiátricos y neurodegenerativos, como la ya mencionada esquizofrenia, la depresión y la demencia. Otros estudios ya han demostrado que la dopamina tiene un importante papel en el establecimiento de las relaciones sociales y sabemos bien que el humano de social tiene más que mucho.

El análisis actual se realizó en las universidades Nacional de Singapur, California en Berkeley e Illinois en Urbana-Champaign, y es el primer estudio en vincular las interacciones sociales con genes específicos que rigen el funcionamiento del neurotransmisor.

Ahora expliquemos la otra parte. Ya es conocido, gracias a otros estudios de imágenes cerebrales y sus confirmaciones, que cuando las personas compiten, dos tipos de procesos de aprendizaje ocurren:

– Aprendizaje por refuerzo: aprender puramente de las consecuencias de nuestras acciones.
– Aprendizaje por creencias: la gente intenta hacer un modelo de los demás jugadores con el fin de anticiparse y responder a sus acciones.

Más aún, Hsu estableció hace dos años que cuando la gente se involucra en interacciones sociales competitivas, como los juegos de apuestas, dos áreas del cerebro están involucradas directamente: (a) la corteza medial prefrontal, que es la parte ejecutiva del cerebro, y (b) el cuerpo estriado, que se encarga de la motivación y es crucial en el aprendizaje para la adquisición de recompensas.

“Si piensas en el cerebro como una máquina de computación, estas son áreas que toman los estímulos de entrada, los convierten a través de un algoritmo y los traducen en resultados de conductas de salida”, dijo Hsu. “Lo que es realmente interesante es que ambas áreas están enlazadas por las neuronas que utilizan la dopamina”.

Pues bien, los equipos querían determinar cuáles genes están implicados en la regulación de las concentraciones de dopamina en estas áreas del cerebro que fueron asociadas con el pensamiento estratégico. Para ello utilizaron 217 estudiantes de la Universidad Nacional de Singapur cuyos genomas fueron analizados en busca de unas 700,000 variantes genéticas. Los investigadores se centraron en sólo 143 variantes dentro de los 12 genes implicados en la regulación de la dopamina; entre estos doce, algunos estaban involucrados, principalmente, en la regulación de la dopamina en la corteza prefrontal, mientras que otros la regulan en el cuerpo estriado.

Los voluntarios jugaban un juego que se usa comúnmente en estas investigaciones sociales donde una persona apuesta, a través del ordenador, con un oponente anónimo. Y allí encontraron una gran e importante diferencia. Los equipos usaron un modelo matemático para medir la función cerebral durante el juego de competencia y correlacionaron ambos aprendizajes, refuerzo y creencias, con diferentes variantes o mutaciones de los doce genes relacionados con la dopamina.

Los resultados indican que cuando tomas una decisión basada en el aprendizaje por creencias, es decir, imaginas lo que piensa tu competidor y respondes estratégicamente a lo que crees, las variaciones en tres genes en la corteza prefrontal medial asociadas con la dopamina toman parte en el proceso. Sin embargo, el aprendizaje por refuerzo y consecuencias, como cuando rápidamente olvidas las experiencias pasadas y cambias de estrategia, fue asociado con las variantes en dos genes que afectan principalmente la dopamina del estriado.

“Este estudio muestra nuevamente que los genes influyen en el comportamiento social complejo, en este caso el comportamiento estratégico”, dijo Hsu, profesor en Berkeley. “Ahora tenemos algunas pistas sobre los mecanismos neuronales a través del cual nuestros genes afectan el comportamiento”.

Hsu está colaborando con otros científicos para correlacionar los 'logros' con los 'genes' y ver qué regiones del cerebro y cuáles aprendizaje son los más importantes para los distintos tipos de éxito en la vida.

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