El enemigo adentro

Nuevo video de Pat Condell, de su sitio Pat Condell Godless Comedy. Otra vez (afortunadamente) se me adelantaron con la traducción, así que los créditos van para el desconocido que la hizo.



Siempre me asombra que tanta gente ponga en peligro alegremente los cimientos de nuestra civilización para apaciguar al fascismo religioso. Me preocupa que les importe tan poco el futuro de sus hijos aunque sean demasiado complacientes o ingenuos o políticamente torpes para cuidar de sí mismos.

Y una de las preguntas más deprimentes que me hacen es: ¿Por qué odias a los musulmanes? Es deprimente porque cualquiera que haya visto mis videos sabe muy bien que nunca he expresado odio por nadie.

El odio es para los perdedores, como todos sabemos, porque es autodestructivo. También sabemos eso.

Se dice a menudo que muchos se convierten al islam en Occidente, y es verdad que algunos sí, pero también lo es que muchos musulmanes en Occidente dejan el islam, pero no se sabe de ellos por razones obvias. Algunos han sido tan valientes como para darse a conocer y ayudar a otros musulmanes que quieren escapar de la tiranía de su religión, y, como ellos, tengo problemas con la religión, no con la gente.

Así que no, no odio a los musulmanes - gracias por preguntar - les deseo lo mejor. Incluso a los fanáticos de las pancartas alucinadas y ojos desorbitados, que piden la muerte para Occidente, incluso a esos imbéciles les deseo el bien, porque les deseo salud mental, si eso no es locamente optimista.

Claro que sé que hay muchos musulmanes pacíficos y moderados. En verdad, muchos son tan moderados y pacíficos que son invisibles y silenciosos, y eso es parte del problema. Y sólo porque haya muchos musulmanes pacíficos no quiere decirse que la religión en sí no sea una ideología fascista agresiva que amenaza nuestra libertad, ni que los gobiernos occidentales no estén lanzándose a dar excusas por ello fingiendo que el islam no tiene que ver con la violencia inspirada y sancionada por su escritura y efectuada una y otra vez en su nombre.

Mirad la conducta cobarde que permitió la masacre de Fort Hood. Sabemos que se pudo evitar, pero gracias a la corrección política en el ejército de los EEUU - el ejército de los EEUU?! - se ignoraron todas las señales de alarma para que nadie se ofendiera. Toda referencia al islam se tachó del informe oficial del Pentágono, incluso que el tipo iba regalando coranes y que gritaba "Allahu akbar" mientras cometía los asesinatos. Me sorprende que los agentes que le dispararon no hayan sido acusados de islamofobia. Puede que estén en el juicio, cuando descubramos que él es una víctima y que, viviendo en un país decadente como los EEUU, su religión es lo único que lo mantiene cuerdo.

En todo el mundo occidental hemos dado a los supremacistas islámicos la impresión de que tienen todo el derecho de sentirse agraviados, insultados y ofendidos por todo lo que hacemos y decimos. Y algunos de nosotros hemos llegado a creerlo, y eso es la base de este problema.

Mark Twain dijo que la fe es creer lo que tú sabes que no es así. Bien, la corrección política es hacer lo que sabes que no está bien. En todo país occidental, a los extremistas islámicos se les permite explotar el privilegio religioso para fines políticos afirmando que representan a todos los musulmanes, y los medios los tratan siempre como si fuese así. Esos grupos se ponen nombres que suenan oficiales y hablan suave de la armonía de la comunidad mientras hacen cuanto pueden para evitar la integración, para mantener a los musulmanes aparte en el ghetto en una sociedad separada con una identidad separada, reglas y medidas separadas.

En otras palabras, existen para causar división en la sociedad, para meter una cuña entre comunidades que no debería existir como tampoco sus organizaciones. Por ejemplo, el Consejo de Relaciones USA-Islámicas (CAIR). Es un título hinchado que suena importante, que implica una reunión de ideologías iguales, puntos de vista iguales que necesitan encontrar un terreno común, cuando de hecho lo único necesario es que los inmigrantes musulmanes se adapten al modo de vida estadounidense - o británico o australiano o canadiense - o que no vayan allí. Que respeten las leyes y costumbres como cualquiera, no que traten de cambiarlas en islámicas, y que no se definan a sí mismos como un grupo separado que merece un tratamiento especial. Ahí es donde empieza y termina.

No hay debate. No hay terreno común que encontrar. No hay "relaciones USA-Islámicas", y no hay necesidad de ningún Consejo auto-nombrado de promotores de la sharía, relacionados con Hamas, fascistas religiosos que lo supervise. Sharía en Occidente es como orina en una piscina - cualquier cantidad es demasiado. La sharía deshumaniza a las mujeres. Amenaza la libertad y dignidad de toda mujer en el mundo occidental. Discrimina de un modo tan básico que no hay rodeo, no hay compromiso. La misoginia la invade como un tinte. Y eso bastaría para erradicarla tan enérgica y completamente como erradicamos la rabia.

Si vives en los EEUU, y especialmente si has acusado a alguien de islamofobia, te recomiendo este libro - "Mafia Musulmana". Si lees un solo libro este año, o uno en la vida, que sea éste, por tu bien y el de tus hijos, y especialmente tus hijas. Este libro es el resultado de una investigación secreta que revela la despiadada verdad sobre CAIR, los Hermanos Musulmanes, y la amplia red de fanáticos islámicos que se han abierto camino en los EEUU como las termitas y que tratan de socavar el país y destruirlo desde dentro. Da sólidas pruebas documentales de que los islamistas han penetrado en los más altos niveles de la política y los cuerpos de seguridad en su lucha por imponer la sharía en los EEUU y librarse de la Constitución, ayudados y encubiertos por la más cobarde y vergonzosa corrección política en el gobierno, los medios, y especialmente dentro del FBI, que parece pensar que es más importante tener sensibilidad cultural que defender la seguridad nacional.

Es un libro importante, por eso los medios estadounidenses lo han ignorado cuidadosamente. Al publicarlo, los autores han hecho más por su país y por el mundo civilizado que todos los políticos del Capitolio juntos en toda su carrera. El islam político es una amenaza para toda la gente civilizada, musulmanes, cristianos, hindúes, sikhs, ateos, budistas, y especialmente, judíos.

Si los EEUU caen, todos caeremos. Por eso, donde sea que vivas, si te importa la libertad, lee este libro, y pronto.

Paz.

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