El califato que los islamistas desean crear
Los rebeldes del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) han proclamado el Califato Islámico y ha nombrado califa a su lÃder, Abú Bakr al Baghdadi.
Esta nueva organización ha pedido a todos los musulmanes renunciar a la democracia, el laicismo y "otras basuras occidentales", mientras siembran desolación y muerte por Iraq y Siria.
La nueva organización se ha declarado Estado independiente y reclama que todos los musulmanes del mundo le juren fidelidad, a su vez presento su plan quinquenal para "recuperar" todas las zonas que fueron alguna vez musulmanas o que estuvieron bajo su asedio. Esto incluye Israel, Grecia, Bulgaria, España, Portugal, Rumania, Croacia, Serbia, India, entre otros paÃses.
ISIS es sunnita y eso significa que antes de lanzarse al ambicioso plan de conquistar el mundo habrá una cruenta lucha contra los chiitas. Sunies y chiitas son las dos grandes divisiones dentro del islam. La lucha entre ambas facciones han dejado en Iraq una larga lista de muertos en una guerra declarada en la que los carros bomba junto a las mezquitas han explotado con tanta frecuencia que los medios ya lo informan como algo cotidiano.
Abú Bakr al Baghdadi, proclamado como califa Ibrahim. "Un califa de los musulmanes (...), el jeque, el guerrero, el erudito que practica lo que predica, el orador, el lÃder, el guerrero, el revitalizador, descendiente de la familia del profeta..." anunció Abú Muhammad al Adnani, portavoz de ISIS.
"La legalidad de todos los emiratos, grupos, estados y organizaciones queda anulada por la expansión de la autoridad del califa y la llegada de sus tropas a sus zonas... Se insta a todos los musulmanes a renunciar a la democracia, el laicismo, el nacionalismo y a otras basuras e ideas occidentales... Sumaos a vuestra religión, a vuestro credo, y entonces, por la gracia de Alá, poseeréis la tierra y este y oeste se someterán a vosotros", pidió al Adnani.
Dos de los ocho crucificados en Siria por apostasÃa por ISIS |
Las brutalidades de ISIS incluye crucifixiones y el portavoz ha llamado a hacer horrendas atrocidades llevado por el virus de la fe: "Si alguien intenta romper la formación, abridle la cabeza a balazos y vaciadla, sea quien sea", indica Al Adnani. "Hemos derramado rÃos de nuestra sangre para regar las semillas del Califato, lo hemos cimentado con nuestros cráneos y construido su torre con nuestros cuerpos", reivindica.
¿De dónde viene la división?
La división entre sunitas y chiitas viene desde la muerte de Mahoma y se generó por quien era el sucesor del profeta fundador. En el año 632, el profeta Mahoma hizo una peregrinación entre La Meca y Medina y, siendo consciente que no tenÃa hijo varón para que le sucediera proclamó a su yerno Alà como su sucesor espiritual y polÃtico.
Alà tuvo que esperar más de 30 años para convertirse en el cuarto Califa, ya que los hombres más poderosos de la Meca designaron a Abu Baker como el primer lÃder del Califato y, posteriormente, a otros dos califas. El Islam fue desde el principio un sistema polÃtico-religioso, por eso la elección del Califa era también la elección del lÃder religioso máximo. Los chiÃtas sostienen que sólo los descendientes del profeta Mahoma y algunos de sus socios tienen derecho a liderar la comunidad musulmana. Los sunnitas, que son mayorÃa, sostienen que cualquier musulmán puede llegar a ocupar el liderazgo. A partir de 2011, los mulsulmanes chiÃes o chiÃtas alcanzan a representar la mayorÃa en Irak, Irán, Kuwait y Azerbaiyán y son cerca del 25% de todos los musulmanes.
¿Qué le puede esperar a Iraq?
Quizás Iraq en unos años sea un caracterÃstica de los mapas del pasado, como nos parece a nosotros Yugoslavia. Iraq existe gracias a la colonización inglesa y francesa que metieron dentro de las mismas fronteras a chiÃtas y sunitas, además de la etnia kurda al norte de Iraq, que ahora ve la oportunidad de independizarse.
Curiosamente Irán se encuentra molesta con el avance de ISIS, no porque destruyan libertades, al fin y al cabo Irán hace los mismo- sino porque Irán es chiÃta, y se odian a muerte, tanto como católicos y hugonotes en el siglo XVI.
¿Hay esperanzas para quienes viven en medio de las guerras entre sunitas y chiÃtas?
Cuando Europa estaba sumida en las guerras de religión, la solución llegó con la libertad de cultos y el laicismo. Posteriormente la Ilustración ayudó a secularizar la sociedad europea. Infortunadamente la falta de separación entre la mezquita y el estado es una gran amenaza para los derechos humanos, como para la libertad en general. La religión lo envenena todo. De no haber religión, ni chiÃsmo ni sunismo, no tendrÃamos atentados terroristas en nombre de Alá, no habrÃan estas crucificciones, linchamientos y destierros.
Ibn Warraq, autor de "Por qué no soy musulman´" nos comenta: "Bousquet, una de las principales autoridades de la ley islámica, señala dos aspectos del islamismo que él considera autoritarios: la ley islámica y el concepto islámico de Jihad, que tiene por objetivo conquistar todo el mundo para someterlo a una única autoridad." (p. 153).
Por su parte la atea activista y ex-musulmana Taslima Nasrin dice que "No encuentro ninguna diferencia entre el Islam y los fundamentalistas islámicos. Creo que la religión es la raÃz, y de la raÃz crece el fundamentalismo como un vástago venenoso. Si suprimimos el fundamentalismo y mantenemos la religión, entonces un dÃa u otro el fundamentalismo volverá a crecer. Necesito decir esto porque algunos liberales defienden siempre el Islam y culpan a los fundamentalistas de los problemas. Pero el Islam en sà mismo oprime a las mujeres. El Islam en sà mismo impide la democracia y viola los derechos humanos."
Los hechos de ISIS solo confirman las palabras de Ibn Warraq y de Taslima Nasrin.