El Alcalde Jorge Santini y los 300 pavos


Como todos los años, y como el clásico político, en días recientes el alcalde de San Juan Jorge Santini se dió a la tarea de repartir 300 pavos y comestibles a familias necesitadas de San Juan. Todo esto lo hizo con la prensa debidamente notificada de antemano cosa de que no se perdieran de este gran acto de bondad y por supuesto la foto. Se ufana en decir que invirtieron $14,000 para esta comprita,  que palidece ante el presupuesto total de la ciudad que haciende este año a más de $736 millones de dólares. Tras que nunca he visto a este alcalde perder ni una sola oportunidad para aparecer en fotografías del periódico (robando cámara como decimos los boricuas) lo cierto  es que para mí , es el político más pedante e ignorante que yo haya visto, de tal manera que el conocido analista político puertorriqueño, Luis Dávila Colón, le puso un apodo que le caen muy bien: El gran Gansini. O sea un ganso,  un listo, que cree que se las sabe todas. La conclusión de Dávila Colón es que:

“Jorge Santini es un fraude, un político deshonesto, un carrerista profesional, un calco exacto de Sila María Calderón. El santinismo. El clon azul del silismo. Otra ilusión fatal.”

A pesar de lo ganso, Jorge Santini aprovecha cada oportunidad que le dan en la prensa para expresar su gran religiosidad, su cristiandad. Su frase preferida cuando habla de estas cosas “es papito dios”. Siempre que habla de un proyecto alude a “con el favor de papito dios aquí y con el favor de papito dios acá”

Contrasten esa religiosidad con el caso de la cafetería  Betsy  2 meses antes de los pavos donde se alega que el alcalde estuvo posesionado,  pero aparentemente no por papito dios…sino por el mismo “demonio”…Allí se enfrascó en una disputa verbal con policías estatales que solo hacían su trabajo de verificar los permisos del establecimiento, con la mala suerte que Santini estaba allí y solo se le escucharon salir de su boca todo tipo de palabras soeces como “Pal carajo el cuartel puñeta..”  o “Martínez y Calixto son unos cabrones”  y otras más, comportamiento vulgar y poco ejemplar para un alcalde cristiano.

No es raro ENTONCES que al entregar los pavos a solo 300 familias necesitadas de las miles que existen en la ciudad y con motivo de la celebración del día de acción de gracias, el alcalde olvidara que él representa a una ciudad pluralista compuesta por muchas religiones y más aun a ciudadanos con total ausencia de ellas.

En el comunicado de prensa nos dice:

“La celebración de este día es una tradición que los cristianos atesoramos y valoramos.”

“Todos tenemos razones para dar gracias a Dios, sin importar cuál sea la situación personal que atravesemos, ser agradecidos nos hace mejores seres humanos”

El alcalde pretende como la mayoría de los políticos en nuestra islita el insistir en adjudicarle un carácter religioso al acto de dar gracias. De hecho la mayoría de la gente se pregunta erróneamente que a quien dan gracias los ateos en este día tan especial. La mayoría de estas personas al igual que el alcalde entienden que se le debe dar gracia a un dios. El dios del cristianismo. ¿Es que son los cristianos los únicos que atesoran y valoran el día de acción de gracias? El alcalde se equivoca pues de manera estrepitosa,  mostrándonos nuevamente su ignorancia, su prepotencia y sus prejuicios.

Pero entonces ¿a quien le da gracias un ateo? Para empezar, no estoy de acuerdo en el razonamiento del alcalde de que ser agradecidos nos hace mejores seres humanos. Eso es una frase que aunque muy linda no tiene ningún sentido. El hacer un acto de bien y bondad, nos hace mejores seres humanos el compartir las alegrías y tristezas con el prójimo también, el luchar por la desigualdad, la injusticia, la pobreza  también. Pero el ser agradecido no nos hace mejores seres humanos, en última instancia el estar agradecido es un acto que demuestra nuestros buenos modales hacia algo o alguien que nos hace facilita nuestra vida. Sencillamente es un embeleco de palabras lindas las que usa el alcalde al entregar los pavos….pero no lo pensó  muy bien

El día de acción de gracias es uno de gran importancia para mí pues primeramente me permite reunirme con mi familia y amigos para disfrutar de una cena. Durante ese día,  compartimos vivencias, experiencias, hacemos chistes, y abrazamos a los seres que queremos y disfrutamos de una gran comida preparada en la mayoría de los casos con gran esmero y amor por miembros de esa misma familia.

Tengo al igual que todos ustedes que leen este blog numerosas razones por las cuales estar agradecidos. Por la salud, por  hijos que se comportan responsablemente, que estudian, se superan y me llenan de orgullo. Por el suegro que siempre está disponible para ayudarnos con sus conocimientos como ingeniero, por los médicos que nos mantienen sanos, por el cirujano que le extirpó el cáncer a mi padre para que pudiera comer sin dolor, al oncólogo que le administró quimioterapia y puso al cáncer en remisión. Por  los empleados gubernamentales que a veces me atienden con esmero, por el comerciante que me  provee todo tipo de servicios profesionales para hacer mi vida más fácil. Por el piloto que sabe volar aviones muy complicados para llevarme a lugares lejanos en mis vacaciones. Porque vivimos en una sociedad democrática y no en un régimen despótico. Porque tenemos comodidades como agua, electricidad y aire acondicionado y nos movemos libremente tanto física como cibernéticamente. Por los que inventaron los teléfonos celulares, y los que desarrollaron el internet. Agradecemos a esas personas, agradecemos que el destino nos hiciera nacer en una región donde hay paz y riqueza y no en medio de un país de pobreza extrema como Haití. Que no vivimos en un país infestado por la malaria como muchos países del África, pero en uno donde se practica la mejor medicina del mundo. Hay tantas cientos de personas que agradecer, así como a la vida. Pero ¿a un dios flotando en una nube?  ¿A un personaje ficticio producto de la imaginación, los miedos  y la ignorancia? Nacarile del oriente…

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