EEUU sólo puede tener un presidente creyente
En EEUU un 91% de la población cree en alguna religión.
Del total de americanos un 26% cree que alguien ateo no puede tener moral y un 62% llevado por este u otros motivos no votarÃa para presidente a alguien ateo.
Es decir, en la práctica, la población estadounidense ha elegido a presidentes religiosos durante las últimas decadas.
Se entiende que lo hicieron porque les suponÃan a estos dirigentes grandes valores y humanidad de los que los ateos no disponen.
Sin embargo en la práctica los presidentes de EEUU se han comportado como los peores criminales en masa desde hace mucho tiempo, <a href="http://nodo50.org/redprogresista/redtv/content/view/156/57/">terrorismo en Sudamérica</a>, presión para que se <a href="http://nodo50.org/redprogresista/redtv/content/view/158/72/">favorezca a las farmacéuticas</a> por encima de millones de enfermos...
El último, Bush, ferviente creyente. Ha provocado la muerte de más de 600.000 personas en una guerra por dinero.
Dinero que no era ni siquiera para su pueblo, era para empresas como Haliburton que ahora se lleva su sede social a un paÃs árabe para no pagar impuestos en América.
Si uno acepta las conclusiones del documental <a href="http://quomodo.blogspot.com/2006/11/el-poder-de-las-pesadillas.html">el poder de las pesadillas</a> estos lÃderes americanos creyentes estarÃan construyendo una sociedad cohesionado en base a dos conceptos.
Crear un enemigo americano: Los fundamentalistas religiosos islámicos.
Y presentar a EEUU como los salvadores del mundo.
Para ello los presidentes creyentes habrÃan invadido dos paÃses islámicos y estarÃan a las puertas de invadir al más poderoso de ellos, el cual está instruyendo terroristas autónomos para que actuen en caso de invasión del paÃs.
La combinación perfecta. El enemigo a atacar.
Los americanos podrán votar lo que quieran pero deberÃan saber que quizás con un presidente ateo y democático seguro le irÃa mucho mejor al mundo.
Pero bueno, si el 48% de ellos reniega de la teorÃa de la evolución es que la propaganda surge efecto y sólo es cuestión de exportarla para que todos podamos vivir en un mundo creyente de paz, harmonÃa y sangrientas carnicerÃas (de gente que vive lejos, claro).





























