CHILE RESCATA A SUS MINEROS CON LA AYUDA DE DIOS

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En cambio, al buen Dios no le salió de los cojones echar una manita cuando se estrelló el avión de Spanair, cuando el tsunami de Indonesia, o cuando el naufragio del Princess of Stars.
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Y es que ya lo dice el Eclesiastés: "Los cojones del señor son inescrutables".
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En fin, que Chile ha salvado a los mineros con ayuda del esfuerzo y la solidaridad humanas, y de unas cuantas dosis de buena suerte. ¡Gracias a todos ellos!


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