Archivos en la categoría Secuestro

Sábado, 1 de Febrero de 2014

Atrapan a presunto sacerdote paramilitar en Colombia

Miercoles, 15 de Enero de 2014

Sacerdote:No queremos en misa, ni perros ni templarios

Jueves, 14 de noviembre de 2013

Confirma Iglesia plagio de sacerdote en Tamaulipas

El vocero de la iglesia acusa que la justicia tamaulipeca en su momento ignoró la denuncia del crimen

La Iglesia católica confirmó que uno de sus sacerdotes, asignado a la Diócesis de Ciudad Victoria, fue secuestrado por un grupo de hombres armados, cuando termino de oficiar una misa en el municipio de Jiménez, Tamaulipas.

Un vocero de la Iglesia en Tamaulipas reveló que el sacerdote plagiado se llama Carlos Ornelas Puga, y está desaparecido desde el pasado 3 de noviembre, y hasta hoy no saben su paradero, o si esta con vida.
Agrega la fuente que la justicia tamaulipeca en su momento ignoró la denuncia interpuesta en la Procuraduría de Justicia, ya fue cuatro días después del plagio -el 7de noviembre- cuando se decidió actuar y mandó un convoy de policías estatales a investigar el secuestro, pero fueron emboscados por hombres armados.

Ese día, el gobierno de Tamaulipas publicó un comunicado donde aseguró que tras la emboscada quedaron tres policías estatales heridos (dos hombres y una mujer) por arma de fuego, pero no mencionan que se investigaba el secuestro del sacerdote.

En la página del Gobierno de Tamaulipas, está publicado el comunicado donde se informa que los hechos ocurrieron en el municipio de Padilla, donde civiles armados no identificados agredieron a elementos de la Unidad Especializada en la Investigación y Persecución del Secuestro.

La Iglesia pide a los hombres que cometieron este delito que reconsideren su actuar y regresen con bien al sacerdote Ornelas, ya que él solo se ha dedicado a llevar la palabra de Dios, de paz y esperanza a las familias que habitan en comunidades tamaulipecas.


 Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/estados/2013/confirma-iglesia-plagio-de-sacerdote-en-tamaulipas-964890.html




Sábado, 25 de Mayo de 2013

‘La Rosa de Guadalupe’ inspiró un autosecuestro en Ciudad Juárez

Daisy Nayeli de 13 años de edad, Alondra Judith y Lizbeth Noemi, de 14 años, son unas adolescentes de Ciudad Juárez, quienes fingieron un secuestro inspiradas en el programa televisivo “La Rosa de Guadalupe”

Fuente: El Universal viernes, 24 de mayo del 2013
México, DF. Las jóvenes aprendieron una forma incorrecta de hacer dinero por medio del programa de Televisa.
                                               Foto: Tomada de Internet

Daisy, la supuesta víctima, discutió con su mamá el pasado 21 de mayo, por lo que le dijo a sus amigas, al llegar a la secundaria, que quería abandonar su casa.

Las jovencitas planearon el auto secuestro, basándose en un capítulo del programa. Al salir de la secundaria las “solidarias” amigas comenzaron a hacer llamadas telefónicas a los padres de Daisy desde el celular de Alondra.

De acuerdo con Frontenet, las estudiantes pidieron 25 mil pesos como recompensa para irse a Chihuahua a comprar ropa.

Las niñas se arrepintieron de lo que hicieron al día siguiente, por lo que buscaron un consejo con el novio de Alondra, quien las corrió porque no quería involucrarse.

Más tarde, los agentes ministeriales detuvieron a las tres menores.


Fuente: http://www.vanguardia.com.mx/larosadeguadalupeinspirounautosecuestroenciudadjuarez-1749123.html





Miercoles, 25 de Julio de 2012

La complicidad de Iglesia católica y dictadura en Argentina

Martes 24 de julio del 2012

Videla habló con una revista de Córdoba sobre la complicidad de la Iglesia Católica con la dictadura militar. El rol de Laghi y Primatesta y el testimonio de un ex sacerdote. No sólo asesoraron a la Junta sobre cómo manejar la cuestión de los detenidos-desaparecidos. También le ofrecieron sus “buenos oficios” para informar a algunas familias del asesinato de sus hijos garantizando que no lo hicieran público. Se comprende por qué hasta hoy la Iglesia no ha excomulgado a Videla.


El ex dictador Jorge Videla dijo que el ex nuncio apostólico Pío Laghi, el ex presidente de la Iglesia Católica de la Argentina Raúl Primatesta, y otros obispos de la Conferencia Episcopal asesoraron a su gobierno sobre la forma de manejar la situación de las personas detenidas-desaparecidas. Según Videla la Iglesia “ofreció sus buenos oficios” para que el gobierno de facto informara de la muerte de sus hijos a familias que no lo hicieran público, de modo que cesaran la búsqueda. Esto confirma el conocimiento de primera mano que esa institución tenía sobre los crímenes de la dictadura militar, como consta en los documentos secretos cuya autenticidad el Episcopado reconoció ante la justicia hace dos meses. Pero además muestra un involucramiento episcopal activo para que esa información no trascendiera tampoco por comentarios de los familiares de las víctimas, de cuyo silencio la Iglesia era garante.

Diálogos en la cárcel

El reportaje con la revista cordobesa El Sur, que edita en Río Cuarto Hernán Vaca Narvaja, se realizó antes de los concedidos al periodista español Ricardo Angoso y al argentino Ceferino Reato, pero sólo se divulgó esta semana. Fue realizado en tres partes por el periodista Adolfo Ruiz, en la cárcel de alta seguridad de Bouwer, donde el ex jefe de la Junta Militar estuvo detenido entre el 26 de junio y el 23 de diciembre de 2010, mientras se extendieron las audiencias del juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la cárcel de Córdoba conocida como UP1. Videla fue condenado en ese proceso a prisión perpetua por los asesinatos de 31 prisioneros dentro de la cárcel o mediante fraguados intentos de rescate en ocasión de traslados. Videla recibió a Ruiz el 6 y el 13 de agosto y el 18 de octubre de 2010 en el locutorio de la cárcel de Bouwer, cuyos dos mil internos superan el número de pobladores de esa pequeña ciudad, que hasta hace dos años fue el depósito de los residuos domiciliarios de Córdoba. Antes de comenzar puso como condición que sus palabras recién se difundieran cuando dejara la provincia, como consta en la carta manuscrita que se reproduce aquí.

Como en aquellas otras entrevistas y en sus alegatos judiciales, Videla justificó el plan que aplicó la Junta Militar por los “decretos de aniquilación” firmados por el ex presidente interino Italo Luder, que constituyeron “una licencia para matar concedida por un gobierno democrático”. Cuando el periodista le inquirió si esa licencia incluía las torturas, el robo de bebés y el saqueo de los bienes de las víctimas, dijo que esas “bajezas humanas” se debieron al gran “poder y libertad de acción otorgados al Ejército”, situación en la cual “es inevitable que muchos utilicen esas libertades en beneficio propio”. Agregó que con los juicios él y sus camaradas pagan el costo de “no haber blanqueado” los métodos dispuestos entonces. Videla sostiene que “hacia el final de mi mandato, entre el ’80 y el ’81, se llegó a evaluar la posibilidad de publicar la lista, blanquear los desaparecidos”. Explica que “no era tan fácil, porque además íbamos a estar expuestos a la contra pregunta. Si a una madre le decíamos que su hijo estaba en la lista, nadie le impediría que preguntara ¿dónde está enterrado, para llevarle una flor? ¿quiénes lo mataron? ¿por qué? ¿cómo lo mataron? No había respuestas para cada una de esas preguntas, y creímos que era embochinchar más esa realidad, y que sólo lograríamos afectar la credibilidad. Entonces en ese momento no se quiso correr ese riesgo”. El razonamiento es idéntico al que Videla suministró a la Comisión Ejecutiva del Episcopado, cuando los obispos le transmitieron que el método de la desaparición de personas produciría a la larga “malos efectos”, dada “la amargura que deja en muchas familias”. Pero la fecha es muy anterior a la que menciona el dictador. Ese diálogo tuvo lugar el 10 de abril de 1978 durante un almuerzo de Videla con la Comisión Ejecutiva del Episcopado, que presidía el arzobispo de Córdoba Primatesta y que también integraban los arzobispos de Santa Fe y de la Capital Federal, Vicente Zazpe y Juan Aramburu, como vicepresidentes.

Primatesta hizo referencia a las desapariciones producidas durante la Pascua de 1978, “en un procedimiento muy similar al utilizado cuando secuestraron a las dos religiosas francesas”. Videla respondió que “sería lo más obvio decir que éstos ya están muertos, se trataría de pasar una línea divisoria y éstos han desaparecido y no están. Pero aunque eso parezca lo más claro sin embargo da pie a una serie de preguntas sobre dónde están sepultados: ¿en una fosa común? En ese caso, ¿quién los puso en esa fosa? Una serie de preguntas que la autoridad del gobierno no puede responder sinceramente por las consecuencias sobre personas”, es decir para proteger a los secuestradores y asesinos. El detalle de este diálogo consta en una minuta que los tres arzobispos redactaron en la sede del Episcopado en cuanto concluyó el almuerzo para enviarla al Vaticano. La autenticidad de ese texto fue reconocida por la Conferencia Episcopal, que hoy preside el arzobispo de Santa Fe, José Arancedo, ante una consulta de la jueza federal de San Martín, Martina Forns, luego de su publicación aquí. Pero en el reportaje con El Sur, Videla describe un grado de complicidad de la Iglesia Católica con los crímenes de su gobierno superior a lo que se conocía y con un carácter institucional que comprende tanto al Episcopado local como a la sede central en Roma. No se trata sólo de callar lo que sabían para no “hacer daño al gobierno”, como dijo Primatesta aquel día de 1978, sino incluso de asesorar a la Junta Militar y garantizar que tampoco los familiares de las víctimas contaran lo que había ocurrido con sus hijos. Lo que sigue es la transcripción textual del tramo de la entrevista sobre el tema:

–No deja de llamar la atención la forma en que se refiere a la situación de los desaparecidos. Hace sentir que para usted es un tema pendiente.

–La desaparición de personas fue una cosa lamentable en esta guerra.

Hasta el día de hoy la seguimos discutiendo. En mi vida lo he hablado con muchas personas. Con Primatesta, muchas veces. Con la Conferencia Episcopal Argentina, no a pleno, sino con algunos obispos. Con ellos hemos tenido muchas charlas. Con el nuncio apostólico Pío Laghi. Se lo planteó como una situación muy dolorosa y nos asesoraron sobre la forma de manejarla. En algunos casos, la Iglesia ofreció sus buenos oficios, y frente a familiares que se tenía la certeza de que no harían un uso político de la información, se les dijo que no busquen más a su hijo porque estaba muerto.

–No parece suficiente.

–Es que la repregunta es un derecho que todas las familias tienen. Eso lo comprendió bien la Iglesia y también asumió los riesgos.

Hasta la expresión impersonal escogida por Videla (“se lo planteó”, “se les dijo”) trasluce la identidad entre Iglesia y Dictadura.

El rol de Laghi
La minuta para el Vaticano también muestra el conocimiento de la Iglesia sobre el secuestro de las religiosas francesas Alice Domon y Léonie Duquet. Sin embargo, cuando la superiora de las monjas en la Argentina, Evelyn Lamartine, y la religiosa Montserrat Bertrán recurrieron a Laghi, el nuncio las miró “como si fuéramos bichos asquerosos, y nos dijo: ‘Nosotros no sabemos nada, por algo habrá sido’. Montse se arrodilló y le rogó que hiciera algo. El se la sacó de encima, instintivamente, describe Evelyn, que entonces pensó: ‘Dios no se olvida de lo que dijiste’”. Su testimonio fue recogido por María Arce, Andrea Basconi y Florencia Bianco, cuya investigación fue publicada por Clarín en 2007. Un obispo y una madre superiora llegaron desde Francia para interesarse por Alice y Léonie, pero Primatesta ordenó desmentirlo y explicar que sólo venían a pasar Navidad. En 1995, bajo la conmoción de las revelaciones del ex capitán Adolfo Scilingo sobre el asesinato de prisioneros arrojados al mar, la esposa del secuestrado periodista Julián Delgado, María Ignacia Cercós, contó que el Comandante en Jefe de la Armada Armando Lambruschini consultó con Laghi acerca del destino de 40 detenidos-desaparecidos en la ESMA, que su antecesor, Emilio Massera, le había entregado al retirarse. Lambruschini no quería matarlos pero temía que si los dejaba en libertad contaran lo padecido en la ESMA, tal como ocurrió, y le preguntó a Laghi qué hacer. Según Cercós, el concimiento de Laghi sobre lo que sucedía en aquel campo de concentración llegaba hasta la nómina de los prisioneros que aún quedaban con vida. Ante el pedido de María Ignacia, Laghi consultó esa lista y “me dijo que Julián no estaba entre ellos. Quiere decir que tenía pleno acceso a la información”. En aquel momento, el propio Massera defendió a Laghi de tales “noticias calumniosas” y dijo que se preocupó en forma permanente por la suerte de “los llamados desaparecidos”. El problema es que Laghi había elegido la estrategia opuesta: negar que hubiera conocido la índole y la extensión de las violaciones a los derechos humanos. Dijo que “no tenía ni micrófonos ni espías que fuesen a los cuarteles a ver lo que los militares hacían”. Sus amigos Oscar Justo Laguna (quien al morir este año estaba procesado por la justicia federal de San Nicolás, por haber mentido en su testimonio sobre el asesinato de su colega Carlos Horacio Ponce de León), Alcides Jorge Pedro Casaretto, Carlos Galán, Domingo Castagna y Emilio Bianchi di Carcano sostuvieron que declaraciones como la de María Ignacia Cercós podrían “reinstalar entre nosotros no ya la violencia de las armas sino la de la venganza”. La esposa de Julián Delgado dijo entonces que durante años estuvo agradecida a Laghi por sus gestiones. “Pero ahora sé que no puedo perdonarle su silencio cómplice. Me siento un monstruo por haber escuchado esas cosas sin reaccionar.” El propio jefe máximo de aquella Junta Militar, sin el menor asomo de crítica, confirma tres décadas después el asesoramiento de Laghi sobre el secreto más horrendo y peor guardado de la dictadura.

La Eucaristía
Recuerdos coincidentes tienen muchos sacerdotes que en aquellos años frecuentaron a Laghi. Uno de ellos, Hugo Collosa, de Rafaela, le narró al periodista Carlos del Frade que Laghi visitó esa ciudad santafesina luego de la muerte de su obispo, Antonio Alfredo Brasca, incendiado por un cáncer en 1976. La enfermedad se adelantó a las Fuerzas Armadas, que lo tenían en su lista corta de aversiones. En el Obispado se reunían las agrupaciones laicas que militaban en los barrios más humildes y las del peronismo revolucionario, que tenían algunos miembros en común, entre ellos un sacerdote. Brasca se había manifestado en apoyo del movimiento de Sacerdotes por el Tercer Mundo junto con los obispos Enrique Angelelli, Ponce de León y Alberto Devoto. “Laghi vino a maltratarnos”, dice Collosa, quien ya no es sacerdote. “No tenía ninguna intención de discutir el perfil del nuevo obispo ni mucho menos que se siguiera la línea de Brasca. Lo llevamos a almorzar en un comedor para chicos de la ciudad y allí, a varios sacerdotes, nos contó de los vuelos de la muerte, de los secuestros, las desapariciones y las torturas. Es decir que ellos ya sabían lo que estaba pasando con lujo de detalles desde mucho antes que 1978. Y hablaba con fundamento de lo que hacía cada una de las tres armas. Nosotros ya habíamos sufrido el secuestro del padre Raúl Troncoso que militaba en barrio Fátima, y estábamos muy preocupados. Después lo mandaron a Cassaretto que hizo una pastoral totalmente distinta a la de Brasca y bien cercana a los sectores dominantes de la ciudad”. La primera entrevista de Videla con el periodista cordobés se interrumpió cuando lo trasladaron al Hospital Militar para tratarse de una incipiente bronquitis. Formaba parte de la comitiva que buscó a Videla “un hombre canoso que venía, cáliz y alba en mano, a darle la Eucaristía”. Es decir que pese a las sucesivas condenas por los más graves delitos, la Iglesia Católica no consideró necesario excomulgarlo, pena eclesiástica que impide la recepción de los sacramentos y se aplica a los pecados graves. El no considerar como tales los delitos de Videla certifica la prolongación en el tiempo de la complicidad eclesiástica con ellos.

Escrito por: Horacio Verbitsky
Periodista Página/12


Fuente: http://www.lr21.com.uy/politica/1049714-la-complicidad-de-iglesia-catolica-y-dictadura-en-argentina


Jueves, 5 de Julio de 2012

PGR ofrece recompensas por implicados en caso Casitas

Jueves 5 de julio del 2012. México

Dan hasta un millón 500 mil pesos a quien dé información veraz que coadyuve a la localización y aprehensión de Patricia Murguía Ibarra y Lluvia Eunice Hernández Mata.


México.- La Procuraduría General de la República (PGR) publicó este jueves en el Diario Oficial de la Federación tres acuerdos en los que se ofrecen recompensas por información para localizar a víctimas de secuestros y sus probables responsables.

En un acuerdo se ofrece una recompensa de hasta un millón 500 mil pesos a quien dé información veraz que coadyuve a la localización y aprehensión de Patricia Murguía Ibarra y Lluvia Eunice Hernández Mata, probables responsables de los delitos de tráfico de menores y delincuencia organizada.

El documento refiere que el 2 de abril de 2012 se localizó a uno de los menores víctimas de los hechos, quien señaló a dichas personas como quienes mantuvieron escondidos a él, a su hermana y a su prima en un inmueble en Saltillo, Coahuila.

En una denuncia anónima se narra el tráfico de menores de la casa hogar Casitas del Sur, en el Distrito Federal, así como en el Centro de Adaptación e Integración Familiar, A.C., CAIFAC, en Monterrey, Nuevo León, y en la casa hogar La Casita, en Cancún, Quintana Roo.

En otro acuerdo se ofrece un apoyo económico de un millón 500 mil pesos para la localización de Francisco Javier Salas Galindo, quien fue privado de su libertad el 24 de mayo de 2006 en el municipio de Xalapa, Veracruz.

La PGR ofrece la misma cantidad por la localización y detención de Germán de Jesús Jiménez López y/o Armando de León Ocampo y Víctor Hugo González Treviño, probables responsables de los delitos de delincuencia organizada, privación ilegal, en su modalidad de secuestro contra Salas Galindo.

La dependencia indica en otro documento que se ofrece un millón de pesos para quienes aporten información para dar con el paradero de José Antonio Robledo Fernández, quien fue privado de su libertad el 25 de enero de 2009 en Monclova, Coahuila.

Así como tres millones de pesos por datos para la localización, detención o aprehensión de Carlos Arturo Jiménez Encinas, apodado "El Güero" o "El Plátano", probable responsable de los delitos de delincuencia organizada, privación ilegal de la libertad, en su modalidad de secuestro en agravio de Robledo Fernández.

El acuerdo también ofrece cinco millones de pesos para la identificación, localización, detención o aprehensión de otros probables responsables que planearon y ejecutaron la privación ilegal de la libertad de dicha víctima.

Además, la PGR publicó el acuerdo A/141/12 por el que se derogan algunas disposiciones del diverso A/223/10, en el que se ofrecía recompensa a quien proporcionara datos para dar con el paradero de 14 menores de edad, así como para la localización y detención de los probables responsables.

Debido a que fueron localizados Julio César Castañeda Bernal y Diana Lizeth Bernal Hernández, se consideró conveniente retirar la recompensa del paradero de los dos menores, así como de Clementina Juárez Pérez, a quien se le concedió protección federal y la orden de aprehensión quedó sin efecto.

También emitió el acuerdo A/149/12, por el que se deroga el artículo segundo, apartado C, numeral 3, del diverso A/203/10, en el que se ofrecía recompensa a quien proporcionara información para la localización, detención o aprehensión de personas integrantes de la organización criminal conocida como La Familia.

Ello, por el juicio de amparo 570/2010 que se concedió a Santiago del Río Zamudio contra la orden de localización y presentación girada en su contra, ya que no se encontraron antecedentes de mandamientos judiciales, por lo que se consideró conveniente retirar el ofrecimiento de recompensa.

Fuente:
http://www.sdpnoticias.com/nota/348494/PGR_ofrece_recompensas_por_implicados_en_caso_Casitas



Sábado, 16 de Junio de 2012

Dan 66 años de cárcel a líder de la Santa Muerte

Viernes 15 de junio del 2012


Juez lo declara culpable de los delitos de robo simple, secuestro y extorsión agravada cometida en pandilla

 

CIUDAD DE MÉXICO (14/JUN/2012).- David Romo Guillén, líder de la Iglesia de la Santa Muerte, fue sentenciado a 66 años de prisión y al pago de dos mil 666 días de salario mínimo de multa, al encontrarlo culpable de los delitos de robo simple, secuestro y extorsión agravada cometida en pandilla.

Este jueves, el juez 19 penal, Jorge González Tenorio, dictó otra sentencia contra el hombre que también tiene otra sentencia, de septiembre de 2011, dictada por juez 7 de Distrito de Proceso Penales Federales, de 12 años de prisión, por delitos electorales.

La nueva sentencia además fue para sus presuntos cómplices, Rafael Fernández Garnica, “El Junior”; Karla Meribett Morales Delgado; Gabriel Israel Peralta Martínez, “El Spiderman”, y Víctor Antonio Montes de Oca Cervantes, miembros de una banda conocida como “Los Aztlán”.

Resalta que el llamado obispo se encuentra en un módulo de alta seguridad, conocido como El Diamante, en el Centro de Readaptación Social Varonil (Ceresova), debido a que varios presos adoran la Santa Muerte, por lo que se le considera que su perfil es de peligro para la institución al poder tener miles de seguidores.


Fuente:
http://www.informador.com.mx/mexico/2012/383177/6/dan-66-anos-de-carcel-a-lider-de-la-santa-muerte.htm