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Sábado, 7 de Mayo de 2016

8 términos científicos que no significa lo que crees

¿Así que tienes una "teoría" sobre por qué lo "orgánico" está libre de "químicos"? Entérate aquí del significado real de estas y otras palabras ¡aprobado por científicos!


Por Francisco J. Lastra @efejotaele 
Publicado inicialmente en: El Definido.


La exactitud no es opcional en las ciencias, es una característica inherente de ella. Un gramo más o menos puede significar la diferencia entre el descubrimiento del siglo y el titular "científico loco hace explotar su casa". Pero no se limita solo a números, sino también a las palabras propias del medio.

¿Se imaginan un paper científico hablando de una "cuestión" que hace "así como una gran explosión" con una fuerza equivalente a "un cornete del Manny Pacquiao"? No niego que sería divertido (¡y mucho!), pero claramente se necesita de términos horizontales que sean entendibles y aplicables por otros científicos.

Muchos de estos términos del día a día científico se han incorporado al vocabulario del ciudadano promedio por su utilidad, aunqueperdiendo en el camino parte de su rigurosidad. En la mayoría de los casos se trata inocentes desviaciones ante las que sólo un científico extremista apretaría los dientes, pero en ocasiones pueden ser utilizados para manipular nuestro consumo, por ejemplo, de alimentos.

¿Curioso por conocer algunos de los ejemplos más típicos? Aquí destacamos 8 de ellas con la asesoría de Ricardo Doberti, ingeniero en biotecnología molecular y gerente de operaciones de R2B Catalyst, hub científico destinado al desarrollo de negocios.

Teoría

Si alguien dice que la evolución de las especies o el cambio climático (o la gravedad) son "solo teorías", tienes todo mi permiso para pegarle un SCIENCE SLAP en toda la cara.

Sí, son teorías, pero no son solo teorías. A diferencia de una hipótesis, que es una explicación que debe ser apoyada por evidencia, una teoría se genera cuando existen suficientes de estas explicaciones aprobadas por la ciencia. Si bien existe una definición de teoría que la equipara con hipótesis, aquella jurada por científicos habla de una explicación bien sustentada y probada mediante observación y experimentación.
Decir que la evolución de las especies es "solo una teoría" es como decir que la Nutella es "solo chocolate". No lo es ¿ok? Si deseas profundizar en este tema, recomiendo "Evolución: El mayor espectáculo sobre la Tierra" del biólogo Richard Dawkins, quien le dedica el primer capítulo del libro a "¿Solo una teoría?".

Ver en Sindioses: "La evolución cómo hecho y teoría"

Dinosaurio

Imagen tomada de The Evolving Paleontologist
Jurassic Park, además de engañarnos con velociraptores que distan bastante de cómo se piensa que eran, nos acostumbró a llamar "dinosaurio" a todo: desde el pterodáctilo hasta el amigo que insiste en usar un walkman.

Curiosamente, y para shock personal, los dinosaurios son solo un sub-subgrupo de los saurópsidos. Este grupo taxonómico incluye también a los pterosaurios (como el pterodáctilo), mesosáuridos (como el mesosaurio), las tortugas, los lagartos, aves y cocodrilos. O sea, un pterodáctilo, desde el punto de vista taxonómico, es tan dinosaurio como un pajarillo.

¿Qué distingue, entonces, exactamente a un dinosaurio? Para ser precisos, hay que limitarnos a llamar "dinosaurio" solo a reptiles vertebrados terrestres que hayan vivido desde el inicio del Jurásico (hace unos 200 millones años) hasta el final del Cretácico (hace 66 millones de años). Si vuela, nada o vivió fuera de esos años, no es un dinosaurio.

Fósil

A diferencia de la generalización que sufre el término "dinosaurio", con fósil pasa lo contrario.

Un fósil es cualquier prueba de existencia de un organismo que tenga, según el consenso científico, al menos 10 mil años. Es decir, no solo huesos son fósiles, sino también huellas, nidos, marcas de piel, madrigueras e incluso mierda. Sí, dije mierda (siempre que tenga 10 mil años al menos).


Orgánico

A nivel molecular todos los seres vivos
están formados por moléculas orgánicas.
Si lo orgánico es bueno o no, lo dejaremos para otro día, ahora tocaremos un tema aún más fundamental ¿Es lo orgánico orgánico? Claro que sí ¡como prácticamente todo lo que observamos!

"Algo orgánico es cualquier cosa que en su composición tenga carbono e hidrógeno, y dentro de esa definición se da que cosas como el petróleo, solventes de pintura y ciertos tipos de ácidos", nos dice Doberti. "A fin de cuentas, decir que un alimento es orgánico es no decir nada, porque todo lo que comemos es orgánico", agrega.

¿Qué impide, entonces, que nos vendan productos "orgánicos" que no cumplen con los requerimientos de lo que nosotros consideramos tradicionalmente "orgánico"? Este es un punto polémico, ya que desde hace años existen voces que nos previenen sobre el uso indiscriminado de términos como éste ¿Quién o qué puede determinar la "organidad" de un tomate o un pedazo de carne?

Para evitar caer en el hype marketero, podemos partir por hablar en términos más concretos. "Se puede ocupar el término ‘alimentos ecológicos’ para referirse a aquellos que no fueron obtenidos usando pesticidas, herbicidas o fertilizantes sintéticos", aconseja Doberti.


Natural

Otro término adorado por los gerentes de marketing gringos: "All natural". El mensaje detrás del término es "saludable", porque si está presente en la naturaleza (su definición) debe ser sano ¿No?

"El uranio es natural y si te inyectas suficiente vas a morir", dice Dan Kruger, biólogo de la Universidad de Michigan. Ocurre lo mismo con una larga lista de elementos naturales que nos matarían en pocos minutos. También existe una no menos larga lista de compuestos creados por el hombre que son perfectamente seguros y saludables.

Mientras sigamos equiparando "natural" con "saludable", el marketing nos seguirá metiendo el dedo en la boca toda las veces que quiera.

Imagen tomada de Ego Sum Qui Sum

Químicos

Tal es la mala fama que tiene la palabra "químicos" que de solo escribirla siento que mi riesgo de sufrir cáncer se dispara ¡y nada más lejos de la verdad!

"Libre de químicos" es otro sinónimo que el marketing ha apadrinado para decir "orgánico" (que, ya sabemos, es erróneo). Si somos rigurosos, algo "libre de químicos" contradice los fundamentos mismos de la existencia porque ¡todo tiene químicos!

"Sería parecido decir ‘¿Sabes cuanta materia tiene esa carne?’ o ‘Ese helado que te estás comiendo tiene pura sustancia’", dice el ingeniero.

"Lo más curioso es que es usado de manera despectiva, como si el hecho de que las cosas estuvieran hechas de químicos fuera algo malo. Hasta la gente está hecha de puros químicos”, agrega.


Significativo

¿Se han topado con noticias sobre drogas o dispositivos mágicos que curan enfermedades? El culpable en muchos casos es una simple palabra en contextos distintos.

Para un científico, un resultado "significativo" tiene que ver con su distancia de un valor referencial, la que es suficiente para descartar el azar. El problema es que para un periodista, es un sinónimo de "importante" (de ahí que sea común que en la prensa se exageren los resultados de algunos estudios). Es decir, en las ciencias un resultado puede ser estadísticamente significativo y, al mismo tiempo, no tener mayor relevancia en el panorama general. Este punto lo tratamos en mucho más detalle en este otro artículo sobre cómo interpretar los estudios científicos.


Escepticismo
Tomado de Dosis diarias de Alberto Montt
El escéptico suele ser entendido como el "mono porfiado", que por mucha evidencia que se le muestre no sale de su estado de negación, ej: los escépticos del cambio climático.

El escepticismo es una doctrina filosófica que considera que no hay ningún saber firme, ni puede encontrarse ninguna opinión segura, por lo que se requiere de evidencia sólida para sustentar una tesis. Para el astrónomo Carl Sagan, una de las deidades de las ciencias, ser escéptico era un requerimiento para encontrar la verdad: "el escrutinio escéptico es el medio, tanto en la ciencia y la religión, por el cual los pensamientos profundos pueden ser separados del más profundo sin sentido". Eso significa que, una vez llegada la evidencia, el paso lógico para el escéptico es aceptar la verdad.

Es decir, los "escépticos" del cambio climático no son verdaderos escépticos; son giles simplemente.

Ver en Sindioses: "La carga del escepticismo"

¿Qué otro término agregarías?
Miercoles, 16 de Diciembre de 2015

Racionalidad Parcial o por qué personas inteligentes creen cosas estúpidas

Texto de Sergio García Morilla
Publicado inicialmente en Psicosalud

Siempre me ha llamado la atención observar como hombres y mujeres racionales, muchos de ellos de ciencia, creen en cosas irracionales. Médicos y enfermeros que recomiendan homeopatía, psicólogos que hacen reiki o físicos que creen en lo sobrenatural. No podía explicarme como una mente educada puede caer en errores, a veces, tan evidentes. Hasta que en mis prácticas de carrera, en el Hospital Psiquiátrico, mi tutor de aquel entonces me comenzó a hablar de un fenómeno que llamó “racionalidad parcial“.

El concepto hace referencia al hecho de que una persona inteligente puede saber mucho de una cosa o ser muy racional en un área de su vida, pero no necesariamente tiene porque serlo en el resto.

¿A qué se debe esta racionalidad parcial?
Posiblemente no se deba a una única causa, si no a un cúmulo de variables, por ejemplo, educacionales o sociales. Las personas que están sumergidas en una cultura o contexto social tienden a asumir creencias del grupo de pertenencia (las creencias correctas y las incorrectas también). Pero quizás la más importante sean las variables que tienen que ver con los procesos mentales, con cómo procesamos la información.

No olvidemos que una mente sana es aquella cuyo pensamiento se ajusta adecuadamente a la realidad. Por eso la persona conesquizofrenia, que elabora otra realidad totalmente ajena a la del mundo que le rodea, se considera que tiene un trastorno mental grave. No hace falta irse a un extremo, un pensamiento depresivo desvaloriza la realidad o un pensamiento ansioso la vuelve catastrófica. Y sin olvidar como los pensamientos buenrollistas, o superpositivos infravaloran los riesgos reales de una situación creando falsas expectativas.

¿Cómo podemos combatir esa racionalidad parcial?

Es una tarea compleja, aquí van algunas recomendaciones:

Conciencia de que esa racionalidad parcial puede existir. Esto requiere de grandes dosis de humildad y honestidad con nosotros mismos. Reconocer que cometemos errores es una cosa, reconocer que podemos estar cometiendo errores sin darnos cuenta es otra bien distinta.

Disposición al cambio. No solo es suficiente ser conscientes de ello sino tener la intencionalidad de cambiarlo. Esto supone un sobre esfuerzo cognitivo, un poner en duda aquellas cosas de las que sabemos que no tenemos toda la información o dudar al menos si esa información es correcta o completa.

Duda de ti mismo y de tus competencias. No hay nada más sano como esto. No es un síntoma de inseguridad, al contrario, es un síntoma de una mente sana en continuo crecimiento y apertura. Cuando crees que lo sabes todo tienes un problema, una mente dogmática y cerrada no te enriquece ni a ti ni a los demás.

¿Qué más puedo hacer? Aprende a entender el mundo cometiendo los mínimos errores posibles, ¿cómo?, empieza por aquí

Conviértete en un científico. Algo que puede ayudar a esto es el pensamiento científico que se puede alcanzar aplicando elmétodo científico. Cuando hablas de ciencia y método científico la gente tiende a pensar en algo complejo y engorroso y la verdad es que no puede ser más simple y parsimonioso. Es tan sencillo que cualquier niño puede hacerlo:
Cultiva tu espíritu crítico. Edúcate desde el espíritu critico, desde el más sano escepticismo, donde la duda es bienvenida y juega un papel fundamental en el análisis y estudio de la realidad. Una mente crítica, abierta a las posibilidades, escéptica, evita la rigidez que conlleva el dogma y de la visión sesgada de las trampas que nuestra propia mente nos puede hacer.

Mantén a raya las trampas que tu propia mente te tiende. Son estas trampas otro punto importante para entender la racionalidad parcial, los engaños a los que nuestra mente nos somete, los famosos sesgos mentales. Una suerte de pequeños atajos que nuestra mente utiliza para ayudarnos a navegar por un mundo cada vez más complicado. Si no aprendemos a detectarlos y sortearlos nos harán caer en pensamientos o creencias irracionales respecto a nosotros mismos, los demás o el mundo. Su comprensión, cuáles son y cómo operan puede ayudarte a tomar decisiones en tu vida diaria, decisiones importantes en tu salud, en tus relaciones con los demás, en el trabajo, etc. Te ayudará a entender tu propia mente y vivir más acorde con la realidad.

Todo esto no nos garantiza que no cometamos errores en la manera que tenemos de procesar o entender la realidad a nivel global o parcial pero nos ayudará a comprender mejor el mundo en que vivimos donde el exceso de información nos obliga a qué aprendamos a discriminar el polvo de la paja, la buena información de la mala, la evidencia del humo.
Sábado, 2 de Agosto de 2014

‘Retratan’ el efecto placebo en investigaciones con la enfermedad de Parkinson

La manifestación del placebo en estudios ciegos obliga a los investigadores a usar un grupo placebo para confinar más los resultados, ahora, un equipo ha medido sus circuitos en cirugías simuladas lo que podría beneficiar futuros experimentos





Por Glenys Álvarez

Es imposible controlar el efecto placebo. No en la actualidad. No podemos promocionar actividades basadas en los que pensamos podrían ser sus resultados porque no ocurren siempre ni en todas las personas. He escuchado gente decir: “bueno, medita, por lo menos te ayudará el placebo”; esa oración carece de sentido, muchas actividades pueden producir relajamientos varios y promover paz a la persona estresada, eso no quiere decir que el efecto placebo ha entrado en acción. El placebo es un fenómeno biológico y es en la investigación, más que nada, donde puede brindarnos beneficios. Su aplicación aún habita bajo la sombra de la experimentación.

En la investigación, se utiliza el grupo placebo como una forma de confinar aún más los resultados. Los científicos saben así, si los efectos obtenidos han sido resultados del tratamiento o del placebo; junto con este grupo, otros grupos son analizados durante una investigación. Los resultados de la experimentación científica, idealmente, debe ser confirmados por estudios independientes antes de que puedan ser aplicados.

El efecto placebo puede también ser usado por un médico cuando lo decida conveniente, no obstante, la medicina aplicada fuera de la investigación es ambigua, para decirlo sutilmente. Hay médicos que son más negociantes que servidores (tanto de la ciencia como de sus pacientes); otros se creen poseedores de un poder inusual que les impide relacionarse con sus pacientes y algunos más habitan bajo la sombra de las pseudociencias, algo que los hace peligrosos. Cuando estos médicos citan el efecto placebo como una ayuda en sus pseudotratamientos, pierden toda credibilidad científica.

El efecto placebo, hoy en día, vive activamente en la experimentación. De hecho, es allí donde ha sido medido y grabado por primera vez en una investigación sobre la enfermedad de Parkinson. ¿El objetivo? Restringir aún más sus efectos en investigaciones posteriores. Si conoces su 'retrato' en la red cerebral, será fácil reconocerlo entre voluntarios para los estudios y excluirlos del experimento. La investigación se llevó a cabo en el Instituto Feinstein para la Investigación Médica, investigadores utilizaron una nueva estrategia basada en imágenes para identificar y medir efectos placebos en ensayos clínicos aleatorios para trastornos cerebrales.

El doctor David Eidelberg, autor principal del estudio, desarrolló un método mediante técnicas de imágenes, para identificar los patrones cerebrales que son anormales o indiquen enfermedad. Hasta la fecha, este enfoque ha sido utilizado con éxito para identificar redes específicas en el cerebro, que indiquen que un paciente tiene o está en riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson y también otros trastornos neurodegenerativos. Muchas veces, el problema para desarrollar estudios más específicos es la aparición del efecto placebo.

“Uno de los principales retos en el desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson, es que se observa comúnmente que los pacientes que participan en ensayos clínicos experimentan un efecto falso o placebo”, explicó Eidelberg. “Cuando los pacientes que participan en un ensayo clínico suelen experimentar los beneficios del placebo, es difícil para los investigadores identificar si el tratamiento que se está estudiando es eficaz. En este estudio, hemos utilizado una nueva estrategia basada en imágenes para identificar y medir los efectos placebo en los ensayos clínicos para este trastorno cerebral”.

Como explicaba antes, la idea es controlar más el efecto placebo durante la experimentación. En esta ocasión, pacientes con Parkinson participaban en experimentos donde cirugías simuladas eran usadas para identificar circuitos específicos en el cerebro creados por el efecto placebo; los investigadores utilizaron una técnica de mapeo de la red cerebral cuya expresión se mide en condiciones de grupos ciegos. Interesantemente, los cambios en la red cerebral se revirtieron cuando los sujetos se enteraron del estado falso del tratamiento.

Otro descubrimiento importante para la investigación en general es que el valor de expresión individual en la red de un sujeto, medido antes del tratamiento, predijo su respuesta después de un tratamiento simulado. Esto sugiere que será posible excluir a los sujetos con mayores probabilidades de mostrar efectos placebos en estudios ciegos en investigaciones neurodegenerativas.

Los hallazgos fueron publicados en la edición de agosto de la revista “Journal of Clinical Investigation”.
Jueves, 24 de Julio de 2014

La homeopatía no es medicina

'Similia similibus curantur', en buen español: lo semejante se cura con lo semejante. Ese es el principio bajo el cual (no) trabaja la homeopatía. Lo similar no cura lo similar, esa historia no funciona, no sólo no existen evidencias que sostengan los supuestos poderes de este 'remedio' sino que tampoco tenemos resultados positivos respecto a sus aplicaciones 



Por Glenys Álvarez

Un nuevo 'suicidio' homeopático nos recuerda que la homeopatía no funciona. La mayoría de las personas piensa que la homeopatía es una “medicina a base de hierbas completamente natural”. Pero no es así. El absurdo va mucho más allá y es algo antiguo, una pseudociencia inventada por Samuel Hahnemann por allá por los 1700 y se trata de diluir sustancias a tal punto que no queda nada de ellas en el agua. Literalmente nada. De hecho, mientras más se diluya, dicen, “mejor” será el remedio. Como explica la doctora Harriet Hall, quien lucha contra las pseudociencias:

“Si el café te mantiene despierto, el café bien diluido te dará sueño. Mientras más diluido el café, mejor dormirás”.

El asunto con la homeopatía es que han diluido tanto la molécula original para que funcione en el agua, que ya no se encuentra molécula alguna en el agua. Los homeópatas estaban sorprendidos, a lo mejor asustados, así que decidieron inventar un absurdo aún mayor: a lo mejor el agua recuerda. Pero nadie explicaba cómo.

¿Cómo es posible que estas moléculas sean capaces de recordar lo que ellos deseen que recuerden mientras olvidan todo lo demás? El agua entra en contacto con numerosos elementos, desde bacterias hasta sustancias tóxicas, pero una vez diluidos, el agua no los recuerda o estuviéramos en graves problemas.

Jacques Benveniste es un científico que aseguró haber demostrado que el agua recordaba, de hecho, ganó dos premios IgNobel por sus afamados estudios sobre homeopatía, pero ninguno se pudo repetir.

“El estudio sobre la 'degranulación de basófilos', de Benveniste fue un intento complicado de mostrar que el agua podía recordar. Los homeópatas todavía están citando estos estudios como prueba de que el agua tiene memoria pero es algo intelectualmente deshonesto. Cuando James Randi y un equipo del diario científico Nature visitaron el laboratorio de Benveniste, su experimento dejó de funcionar. Cuando se repitió el experimento de Ennis, uno de los que decía haberlo confirmado, para el premio del millón de dólares de Randi en el programa Horizon de la BBC, también falló.

“Si el experimento hubiese funcionado en condiciones científicas adecuadas, alguien se hubiera llevado el millón de dólares fácilmente”, explica la doctora Hall.

Los suicidios homeopáticos, por otro lado, nacieron en Inglaterra en el 2010 cuando más de 400 escépticos decidieron crear conciencia respecto a estas pesudociencias. Desde entonces, estos 'suicidios' se han contagiado por todo el mundo, de hecho, el ingeniero Hernán Toro, de Escépticos Colombia, tiene un video en YouTube en dos partes (http://www.youtube.com/watch?v=bxipg1izWnU) donde él también se toma una sobredosis de sustancias homeopáticas mostrando de forma simple su inutilidad.

Que mucha gente crea en algo no lo hace real, sólo considera todas las cosas en las que no crees que otros han creído, no sólo ahora sino en el pasado. Que una celebridad o persona famosa lo use no lo hace real, sólo piensa todas las cosas que hacen los famosos que no consideras valederas.

“Hipócrates una vez dijo que existía una ley de semejantes, pero también expresó que las enfermedades se debían a un desequilibrio entre los 'cuatro humores'”, explica Hall.

Las grandes compañías farmacéuticas no quieren que se conozca la homeopatía; un santo grial como el remedio homeopático sería imposible de frenar hoy en día y premios Nobel serían otorgados por doquier.

La pregunta se mantiene: ¿No le cabría una demanda a esa empresa por vender agua como medicina? De hecho, ahora mismo existe una demanda de 30 millones de dólares contra una corporación canadiense llamada Boiron, por fabricar y vender una sustancia homeopática (agua) llamada Oscillicoccinum, publicitando sus buenos efectos contra la gripe. Los demás remedios, promueven efectos pasivos y sutiles, difíciles de demandar.

La homeopatía no es medicina

'Similia similibus curantur', en buen español: lo semejante se cura con lo semejante. Ese es el principio bajo el cual (no) trabaja la homeopatía. Lo similar no cura lo similar, esa historia no funciona, no sólo no existen evidencias que sostengan los supuestos poderes de este 'remedio' sino que tampoco tenemos resultados positivos respecto a sus aplicaciones 



Por Glenys Álvarez

Un nuevo 'suicidio' homeopático nos recuerda que la homeopatía no funciona. La mayoría de las personas piensa que la homeopatía es una “medicina a base de hierbas completamente natural”. Pero no es así. El absurdo va mucho más allá y es algo antiguo, una pseudociencia inventada por Samuel Hahnemann por allá por los 1700 y se trata de diluir sustancias a tal punto que no queda nada de ellas en el agua. Literalmente nada. De hecho, mientras más se diluya, dicen, “mejor” será el remedio. Como explica la doctora Harriet Hall, quien lucha contra las pseudociencias:

“Si el café te mantiene despierto, el café bien diluido te dará sueño. Mientras más diluido el café, mejor dormirás”.

El asunto con la homeopatía es que han diluido tanto la molécula original para que funcione en el agua, que ya no se encuentra molécula alguna en el agua. Los homeópatas estaban sorprendidos, a lo mejor asustados, así que decidieron inventar un absurdo aún mayor: a lo mejor el agua recuerda. Pero nadie explicaba cómo.

¿Cómo es posible que estas moléculas sean capaces de recordar lo que ellos deseen que recuerden mientras olvidan todo lo demás? El agua entra en contacto con numerosos elementos, desde bacterias hasta sustancias tóxicas, pero una vez diluidos, el agua no los recuerda o estuviéramos en graves problemas.

Jacques Benveniste es un científico que aseguró haber demostrado que el agua recordaba, de hecho, ganó dos premios IgNobel por sus afamados estudios sobre homeopatía, pero ninguno se pudo repetir.

“El estudio sobre la 'degranulación de basófilos', de Benveniste fue un intento complicado de mostrar que el agua podía recordar. Los homeópatas todavía están citando estos estudios como prueba de que el agua tiene memoria pero es algo intelectualmente deshonesto. Cuando James Randi y un equipo del diario científico Nature visitaron el laboratorio de Benveniste, su experimento dejó de funcionar. Cuando se repitió el experimento de Ennis, uno de los que decía haberlo confirmado, para el premio del millón de dólares de Randi en el programa Horizon de la BBC, también falló.

“Si el experimento hubiese funcionado en condiciones científicas adecuadas, alguien se hubiera llevado el millón de dólares fácilmente”, explica la doctora Hall.

Los suicidios homeopáticos, por otro lado, nacieron en Inglaterra en el 2010 cuando más de 400 escépticos decidieron crear conciencia respecto a estas pesudociencias. Desde entonces, estos 'suicidios' se han contagiado por todo el mundo, de hecho, el ingeniero Hernán Toro, de Escépticos Colombia, tiene un video en YouTube en dos partes (http://www.youtube.com/watch?v=bxipg1izWnU) donde él también se toma una sobredosis de sustancias homeopáticas mostrando de forma simple su inutilidad.

Que mucha gente crea en algo no lo hace real, sólo considera todas las cosas en las que no crees que otros han creído, no sólo ahora sino en el pasado. Que una celebridad o persona famosa lo use no lo hace real, sólo piensa todas las cosas que hacen los famosos que no consideras valederas.

“Hipócrates una vez dijo que existía una ley de semejantes, pero también expresó que las enfermedades se debían a un desequilibrio entre los 'cuatro humores'”, explica Hall.

Las grandes compañías farmacéuticas no quieren que se conozca la homeopatía; un santo grial como el remedio homeopático sería imposible de frenar hoy en día y premios Nobel serían otorgados por doquier.

La pregunta se mantiene: ¿No le cabría una demanda a esa empresa por vender agua como medicina? De hecho, ahora mismo existe una demanda de 30 millones de dólares contra una corporación canadiense llamada Boiron, por fabricar y vender una sustancia homeopática (agua) llamada Oscillicoccinum, publicitando sus buenos efectos contra la gripe. Los demás remedios, promueven efectos pasivos y sutiles, difíciles de demandar.
Sábado, 22 de Febrero de 2014

Shogún no sabe de ciencia – Lectura para el inicio de clases de Ciencias

Era una mañana calurosa de sábado y Jairo escuchaba la radio mientras los locutores hablaban de varios temas. En un momento le dieron la palabra a un señor que se hacía llamar Maestro Shogún, a quien los locutores consideraban un sabio espiritual.

- “En esta época el mundo está mal gracias a la ciencia”. Afirmó Shogún, después de saludar amablemente a los radioescuchas.

- “Miren lo que ha traído: la bomba atómica que mató a cientos de inocentes en Japón, la contaminación del aire y de las aguas por las industrias, que está matando a miles. Debemos volver a lo natural”. Continuó Shogún.

Jairo se quedó pensando lo que el “maestro” Shogún decía. ¿Y si fuera cierto? ¿Es tan mala la ciencia? ¿Se debe a esta los problemas de cambio climático de la actualidad? ¿Estaríamos mejor sin ciencia?

Los pensamientos de Jairo fueron interrumpidos por Chogún, quien para finalizar su presentación invitaba a los oyentes a asistir a su consultorio para ser sanados usando unos cuarzos. Luego Chogún se despidió y llegó una tanda de música.

Luego, en el supermercado, Jairo se encontró a alguien que no veía hace años. Era su maestra de química. No la veía desde hace unos cinco años cuando él estuvo en grado 11. Marta no solo le había enseñado química, también algunos cursos de biología le fueron impartidos por la amable señora.

- Hola profe, ¿se acuerda de mi? Dijo Jairo, mientras se acercaba a Marta por detrás.

Marta dejo de ver la estantería y volteo.

- ¿Jairo?, dijo Marta, mientras intentaba recordar.

Después de hablar sobre lo que Jairo había hecho desde que se graduó, y demás chismes, Jairo se acordó de lo que había escuchado en la radio. Una vez agotados los otros temas Jairo dijo:

- Profe, ¿Ha escuchado en la radio al maestro Shogún? Es muy famoso. Con frecuencia sale en la radio promocionando cartas astrales y curas con cuarzos.

- Lo escuche una vez pero no me pareció interesante. Afirmó Marta.

- Pues en su segmento de hoy afirmó que estaríamos mejor sin la ciencia, y que esta es la causante de la contaminación, el cambio climático, y de la bomba atómica.

- La maestra escuchó atentamente a Jairo y luego respondió: La ciencia es una herramienta. Y una herramienta muy poderosa. Es igual que un martillo, que puede ser usado para una tarea útil en el hogar o en un taller, o para atacar a alguien. Lo malo no está en la herramienta sino en el uso que se le de. Esto es lo que ha pasado con el desarrollo de armas, como la bomba atómica. Y lo de la contaminación, continuó Marta, es consecuencia de nuestros actos. Es precisamente la ciencia quien nos está advirtiendo de nuestro impacto sobre el planeta.

- Pero eso de que estaríamos mejor sin la ciencia –continuó la maestra- es un disparate. Imagina por un momento que desapareciera todo nuestro conocimiento sobre la electricidad, el cuerpo humano, los microorganismos, las células cancerosas, el magnetismo, etc. ¿Cómo crees que estaríamos? Ahora imagina que desaparecieran también los logros de la tecnología: la telefonía celular, los computadores, la internet, los aviones, las vacunas, radiografías, antibióticos, los fertilizantes para los cultivos, y la refrigeración. ¿Cómo crees que estaría la sociedad? Piensa en ello –sugirió Marta- y tendrás la respuesta.

Ya en su casa, Jairo, quien contaba con algo de tiempo libre, decidió hacerle caso a su ex profesora. Pensaría un poco más sobre cómo estaría la sociedad sin la ciencia.

“Siempre es bueno analizar las cosas con cabeza fría, y no creerse todo lo que sale en los medios de comunicación.” Pensó Jairo para sus adentros.

Jairo decidió consultar en la internet. Por ejemplo, en tiempos de Cristóbal Colón el viaje desde la península ibérica hasta América le tomó 71 días. Además que ese par de meses de travesía fueron muy arduos y penosos para los navegantes. Hoy en día, el viaje no toma más de 9 horas en un avión jumbo, y claro está que es mucho más cómodo.

Y ni que decir de las comunicaciones. Hoy en día se puede tener una vídeo conferencia en tiempo real, sin importar que las dos personas estén, cada una, en lados opuestos del globo terráqueo. Audio y video en tiempo real. “Shogún si es idiota” –pensó Jairo- “¿Cómo se comunica él con sus potenciales clientes, si no es haciendo uso de la radio y su página de internet? ¿Por qué no usa entonces su bola de cristal, para comunicarse con la gente para que sea acorde con su idea de que estaríamos mejor sin ciencia?”

Jairo también recordó que en su carné de vacunación aparecía el registro de las vacunas que había recibido: BCG, polio, DTP, trivalente viral, entre otras. Por ejemplo la vacuna contra la poliomielitis le salvó de una enfermedad muy grave. 

La poliomielitis es una enfermedad causada por un virus que inflama las neuronas motoras de la médula espinal y el cerebro. Muchos de los enfermos terminaban paralíticos, con sus piernas totalmente inutilizadas. Los casos de personas lisiadas a causa de la polio eran comunes en el pasado. Incluso los antiguos egipcios dejaron dibujos de personas lisiadas por la poliomielitis. Pero desde que existe la vacunación muchas personas se han salvado. Desde el año de 1954 se empezó a aplicar una vacuna segura, y muchísimas personas están a salvo. 

Otra terrible enfermedad que fue erradicada gracias a la vacunación fue la viruela. Esta enfermedad, también causada por un virus, generaba en muchos casos desfiguración del rostro a causa de los abultamientos en la cara y el cuerpo. 

En el pasado muchas poblaciones eran arrasadas por la enfermedad. La tasa de mortalidad llegó a ser hasta del 30%, es decir 30 de cada 100 infectados morían inevitablemente. 

¿Podría el maestro Shogún curar o prevenir la viruela con sus cuarzos? ¡De seguro que no! En el pasado también muchos egipcios e hindúes recurrieron a rezos a sus dioses, y otras supersticiones, suplicando sanación, pero el virus siguió vivo. Sólo hasta que al vacunarse a toda la población en la segunda mitad del siglo XX se pudo acabar con la enfermedad. ¿Te dice esto algo sobre la importancia de la ciencia?

Muchas personas que en tiempos de Colón tendrían una muerte segura hoy pueden vivir gracias a los antibióticos, que matan a letales bacterias; o gracias a trasplantes de órganos como el corazón, páncreas, riñones, entre otros. Incluso la ciencia médica ha podido operar a niños recién nacidos y bebes en el útero materno.

Ya terminando su búsqueda Jairo se encontró con una frase del astrónomo Carl Sagan, quien escribió muchos libros para que la gente comprenda la ciencia y piense críticamente. La frase de Sagan decía:


“No hay ninguna especie en la Tierra que haga ciencia, Hasta ahora es una invención totalmente humana, que evolucionó por selección natural en la corteza cerebral por una sola razón: Porque funcionaba... No es perfecta. Puede abusarse de ella. Es sólo una herramienta, pero es con mucho la mejor herramienta de que disponemos, que se autocorrige, que sigue funcionando, que se aplica a todo. Tiene dos reglas. Primera: No hay verdades sagradas; todas las suposiciones se han de examinar críticamente; los argumentos de autoridad carecen de valor. Segunda: Hay que descartar o revisar todo lo que no cuadre con los hechos.”


Jairo se quedó pensando: La ciencia es una herramienta muy útil” –dijo- Lástima que muchas personas no la entienden, y peor aún, que otras la consideran nociva. Lo que es nocivo -continuó Jairo- es que las personas confíen su salud y su dinero a personas como el maestro Shogún, que se valen de la ingenuidad, y las necesidades de la gente. Ojalá más personas se interesaran por aprender las ciencias naturales.

Material creado con fines educativos en la apertura de la clase de Ciencias Naturales y educación ambiental del Colegio Instituto Técnico Laureano Gómez, por Ferney Yesyd Rodríguez Vargas.

No se permite su reproducción con fines comerciales.
Viernes, 3 de Agosto de 2012

Luces en los cielos, 65 años del mito OVNI

Artículo publicado originalmente en Amazings

De entre todas las pseudociencias hay algunas que sobresalen por la popularidad que han llegado a alcanzar, posiblemente, el más claro ejemplo es la ufología. La base de la ufología es la creencia de que seres extraterrestres nos están visitando a bordo de sus portentosas naves espaciales.

Todos hemos oído hablar de los ovnis. Cuando oímos esta palabra automáticamente pensamos en naves espaciales que provienen de otras civilizaciones. Lo cierto es que los ovnis existen, siempre y cuando seamos rigurosos y nos atengamos a lo que significan esas siglas, es decir, Objeto Volador No Identificado. Un ovni simplemente es algo que vemos en el cielo y no sabemos lo qué es. La cuestión que se nos plantea es si alguno de esos ovnis son naves de otras civilizaciones. Pero la verdad es que después de más de medio siglo de fenómeno ovni, seguimos sin tener pruebas que lo demuestren. Que los ovnis sean naves espaciales de civilizaciones extraterrestres no es más que una creencia ampliamente extendida, pero que por desgracia no está sustentada en pruebas, en el mejor de los casos, lo único que hay, son testimonios. Más adelante veremos por qué los testimonios no son pruebas válidas. Es por esto por lo que no pueden ser usados para sustentar afirmaciones sorprendentes, como lo es la de que estamos siendo visitados por extraterrestres.

Toda creencia, todo mito, tiene un origen y el mito de las visitas extraterrestres no es una excepción. Para encontrar su origen tenemos que remontarnos a finales de los años cuarenta del siglo XX. El 24 de junio de 1947, un piloto, Kenneth Arnold, estaba volando por la zona de las montañas Cascadas en el estado de Washington. Durante ese vuelo Arnold vio nueve ovnis, es decir, vio nueve objetos que no supo identificar. Cuando Arnold explicó a la prensa lo que había visto, dijo que aquellos ovnis, "se movían como platos saltando en el agua". Y esto es importante, porque Arnold nunca dijo que tuvieran forma de platillo volante. El mito de que hay platillos volantes se lo debemos al periodista que entrevistó a Arnold. Dicho periodista cometió el error de decir que los objetos vistos por Arnold tenían forma de platillos volantes, algo que Arnold nunca dijo. El origen del mito de las visitas de los extraterrestres a este pequeño planeta no es más que el error cometido por un periodista. A partir de este momento la gente empezó a declarar que veía platillos volantes por doquier, lo cual pone en entredicho la fiabilidad de esos testimonios. Dado que los objetos que vio Arnold no tenían forma de platillo volante, ¿cómo es posible que de pronto todos los avistamientos hablen de platillos volantes? De ser naves de verdad, ¿estuvieron los extraterrestres esperando para ver que se decía de ellos en la prensa para así rediseñar la forma de sus naves? Ridículo, se mire por donde se mire.

El ejército estadounidense entra en escena

Estamos en la década de los cincuenta. La fiebre de avistamientos de platillos volantes coincide con la era McCarthy y su paranoia conspiracionista y anticomunista. La fuerza aérea de EEUU muestra interés por las observaciones de platillos volantes. Para el ejército la cuestión puede ser muy seria. ¿Y si esos supuestos platillos volantes son dispositivos desarrollados por la Unión Soviética? ¿Estarían los soviéticos violando el espacio aéreo norteamericano? Una pregunta inquietante y que de ser cierta necesitaría una respuesta por parte de los EEUU. Así pues, no resulta extraño que el ejército de EEUU ponga en marcha distintas investigaciones para tratar de averiguar que hay detrás de todos esos avistamientos.

Una de dichas investigaciones fue puesta en marcha por la fuerza aérea estadounidense, su nombre, el Proyecto Libro Azul. En este proyecto se estudian oficialmente los avistamientos ovnis. Esta investigación llegó a las siguientes conclusiones:

1. Los ovnis, investigados y evaluados por la fuerza aérea no dieron nunca indicio alguno de ser una amenaza para la seguridad nacional.

2. No ha habido ninguna prueba presentada ante la fuerza aérea, o descubierta por la misma, que indique que los avistamientos clasificados como no identificados representen adelantos, o principios tecnológicos, que estén más allá del conocimiento científico actual.

3. No ha habido ninguna prueba que indique que los avistamientos clasificados como no identificados correspondan a vehículos extraterrestres.

La conclusión es clara, los extraterrestres no nos están visitando. En el proyecto Libro Azul, se realizó una clasificación de la naturaleza de los distintos avistamientos de los que se habían tenido noticia hasta la fecha. El resultado es el que se muestra a continuación:

27,6% acontecimientos astronómicos
23,7% aviones
17,1% satélites
14,2% fraudes
4,1% globos meteorológicos
9,6% insuficiente información
1,9% información en proceso
1,8% no identificados

Es decir, el 86,7% de los avistamientos tenían explicación, el resto, o no se sabe que fueron, o no se tenía la suficiente información, o todavía se estaba analizando. Es a este 13,3% restante a lo que se suelen agarrar los creyentes en las visitas extraterrestres. Como esos casos restantes no se puede explicar, entonces deben haber sido naves extraterrestres, obviamente, este tipo de razonamiento no es más que una falacia lógica. Del hecho de que no sabemos que fue lo qué provocó esos avistamientos no se sigue que fueran naves extraterrestres, lo único que se sigue es que no tenemos la información suficiente para saber que era aquello que se observó, nada más.

A la luz de los resultados del Proyecto Libro Azul lo más lógico es concluir que de haber tenido la información necesaria habríamos explicado esos casos restantes. Pongamos una analogía. Imaginemos que tenemos una bolsa que contiene 200 bolas, entonces usted empieza a extraer bolas de la bolsa y observa que todas son de color rojo. Continúa hasta que ha extraído 173 bolas de la bolsa. Por lo que en el interior quedan 27 bolas, bien, ahora supongamos que usted está obligado a apostar sobre el color de las bolas que quedan en el interior de la bolsa, antes de apostar miramos a las 173 bolas que hemos extraído, y confirmamos una vez más que son todas rojas. Yo no sé usted, pero me parece que lo más sensato será apostar a que las bolas que quedan en la bolsa son rojas. Llegados a este punto, cambiemos "bolas en la bolsa" por "avistamientos de ovnis", y bolas rojas por "casos explicados", y observaremos que nuestra apuesta final es que los casos que quedan son explicables.

Tras los resultados del Proyecto Libro Azul, la fuerza aérea decidió, ya en 1966, dar por zanjado el asunto de los ovnis. Como hemos visto llegó a la conclusión de que no eran una amenaza para la seguridad nacional y ni mucho menos naves extraterrestres. No obstante, y para cerrar el tema por completo, las fuerzas aéreas contrataron a un grupo de científicos independientes dirigidos por el Dr. Edward U. Condon, de la Universidad de Colorado, para que se estudiara todos los aspectos del fenómeno ovni. A este grupo se le conoció como el Comité Condon. Los resultados fueron demoledores. No es que sólo se concluyera que los ovnis no eran naves extraterrestres, es que además se reconocía que el estudio de los ovnis no había aportado nada a la ciencia, e incluso se recomendaba a los profesores que tenían alumnos con intereses en estos temas, que intentaran reorientar las miras de dichos alumnos hacia la astronomía y la meteorología.

La supervivencia del fenómeno ovni

Como sabemos, los resultados arrojados por las investigaciones del Proyecto Libro Azul y del Comité Condon no pusieron fin a la creencia de que nos están visitando seres extraterrestres. Buena parte de la culpa la tiene la prensa sensacionalista y todos los que se han acercado a estudiar este fenómeno abandonando todo rigor y pensamiento crítico.

Uno de los argumentos más usados para contrarrestar los resultados de las investigaciones ha sido el argumento de la conspiración, es decir, los extraterrestres han llegado a nuestro planeta y han pactado con los gobiernos del mundo para ocultar su presencia. Pero con este tipo de argumentos las cosas no hacen más que complicarse. Por ejemplo, ¿cómo es que esta gente conoce dicho secreto? Este no es el único contratiempo al que tienen que hacer frente los creyentes en conspiraciones. Pensemos un poco, los extraterrestres viajan miles de años luz para llegar a la Tierra y una vez aquí pactan con los gobiernos para ocultar su presencia. Pero luego, por la noche, salen a pasearse en sus flamantes naves con todas las luces encendidas. Un comportamiento un poco tonto para unos seres que se supone que son inteligentes.

La falta de rigor y pensamiento crítico en todas esas supuestas investigaciones que concluyen que estamos siendo visitados por ETs, ha sido y sigue siendo, una buena fuente para que el mito no acabe por desaparecer nunca. No resulta muy difícil encontrar revistas, libros, programas de televisión, etc. donde se realizan afirmaciones tremendamente extraordinarias sin aportar las debidas pruebas que apoyen dichas afirmaciones. Un claro ejemplo lo tenemos en la creencia de que los astronautas vieron ovnis. Esta creencia se la debemos a George Fawcett. Fawcett compiló una lista de los supuestos avistamientos de ovnis por parte de astronautas, el problema, claro está, es que dichos avistamientos no apoyan la tesis extraterrestre. Algunas conclusiones que se incluían en la lista de Fawcett simplemente no se sostenían, es más, en algunos de los casos la información en la que se basan ha sido adulterada. El Dr. J. Allen Hynek, del Center for UFO Studies, llegó a la conclusión de que ninguno de los auténticos casos de avistamientos por parte de distintos astronautas tenían nada que ver con el fenómeno ovni.

En resumen, las ganas de creer y la desinformación es lo que ha mantenido el mito más o menos vivo hasta nuestros días.

Los testimonios no son una fuente de información fiable

Podemos preguntarnos ¿qué es lo que separa a creyentes y escépticos en el fenómeno ovni? La respuesta es que lo que los creyentes consideran pruebas para los escépticos no lo son.

Los defensores de las visitas extraterrestres suelen basarse en testimonios, ese es hasta la fecha el único tipo de pruebas de las que disponen. Pero estos testimonios no suelen ser aceptados como algo fidedigno por parte de los escépticos ¿por qué? ¿No será que los escépticos en lugar de escépticos son simplemente unos negacionistas? La respuesta es no. El problema es que los defensores de las visitas extraterrestres no han sabido aceptar lo que nos dice la investigación científica sobre lo falible que somos los humanos. La investigación psicológica ha puesto de relieve, y más allá de toda duda razonable, que no nos podemos fiar de los testimonios a la hora de intentar establecer que es lo que realmente sucedió. Nuestra memoria no es fiable, podemos recordar cosas que en realidad no sucedieron o que simplemente no eran así. El mero hecho de cómo se realicen las preguntas al testigo puede dar como resultado un testimonio, que poco, o nada, tiene que ver con lo que sucedió en realidad.

Hay multitud de estudios psicológicos que demuestran lo limitados y poco fiables que somos los humanos a la hora de recordar lo que hemos vivido. De entre todos ellos, el estudio realizado en 1974 por Elizabeth Loftus es todo un clásico.

Loftus realizó su investigación usando como objetos de estudio sus propios estudiantes. Para ello les mostró una película donde se ve un accidente de coches en un cruce.

Después de que hubieran visto la película Loftus les entrega dos tipos de cuestionarios. Ambos cuestionarios son idénticos salvo por un pequeño detalle. En la pregunta referente a cómo iban de rápido los coches que tienen el accidente, Loftus cambia una única palabra. En unos cuestionarios la cuestión era ¿cómo iban de rápido los coches que se estrellaron? Y en los otros, la cuestión queda como sigue ¿cómo iban de rápido los coches que se golpearon? Aquí es donde viene lo sorprendente. El simple y sencillo hecho de preguntar de una manera u otra cambia la respuesta que se obtiene. Los estudiantes que en su formulario se les preguntaba por los coches que se "estrellaron" realizaron una estimación de la velocidad mayor que la realizada en el otro grupo de estudiantes.

Pero el estudio todavía no había llegado a su fin. Semanas después Loftus les pregunta si había cristales rotos en la escena del accidente. Los estudiantes a los que previamente se les había preguntando por los coches que se habían "estrellado", contestaron afirmativamente, pero la realidad era bien distinta, en la película no había ningún cristal roto.

Semanas más tarde Loftus vuelve a repetir la estrategia. En esta ocasión formula una pregunta sobre la velocidad a la que iba el coche que se saltó la señal de stop. Tiempo después Loftus les muestra dos fotografías del cruce donde se había producido el accidente, en una de ellas hay una señal de stop y en la otra no. Una vez visionadas dichas fotografías, Loftus procede a preguntar qué fotografía es la autentica. Una abrumadora mayoría selecciona la del stop como la foto verdadera. Pero la realidad es bien distinta, en el cruce no había ninguna señal de stop.

El estudio de Loftus pone sobre la mesa la falibilidad humana y el por qué los testimonios no tienen porque ser un retrato fiel de los hechos. No somos videocámaras digitales que graben todo lo que acontece delante de ellas. Y mucho menos podemos recordar con total fidelidad sucesos pasados.

Los testimonios no son fiables independientemente de quien sea la persona que da el testimonio. Hay una creencia muy extendida según la cual, el testimonio de un piloto es más fiable que el que puede dar cualquier otra persona, pero un piloto sigue siendo un ser humano, por lo tanto, sigue estando sometido a las limitaciones de nuestra memoria y de nuestra psicología, un piloto no lo habría hecho mejor que el resto en el estudio de Loftus.

El caso más famoso de la mitología ovni

Si ha habido un caso dentro de la fenomenología ovni que ha hecho correr ríos de tinta, ese, sin lugar a dudas, es el caso de Rosswell.

Una vez más tenemos que remontarnos hasta mediados de junio de 1947. El ranchero Brazel encuentra unos extraños restos, a unos 13 kilómetros de la población de Rosswell, de lo que parece haber sido un accidente aéreo.

El descubrimiento de Brazel sucede varios días antes de que Kenneth Arnold tuviera su famoso avistamiento. Brazel vivía sin radio y sin acceso a medios de comunicación por lo que el incidente de Arnold le paso en principio completamente desapercibido. Días después del incidente de Arnold, Brazel acude a un pueblo cercano. Allí se entera del asunto, y oye rumores de que el ejército pagará una suma de dinero a quien pueda suministrar los restos de algún ovni. Por aquel entonces, como ya he comentado, se asumía que los ovnis podían ser artefactos de la URSS, de ahí el interés del ejército en recuperar y poder examinar los restos de algunos de estos artefactos, en el caso de que esto fuera posible.

La noticia de que un ranchero ha entregado los restos de un ovni al ejército no tarda en llegar a los medios de comunicación. En ellos se recoge que el ejército ha recuperado los restos de un platillo volante. Empieza a montarse cierto revuelo y el general Ramey se ve obligado a hacer una declaración a los medios para aclarar la situación y calmar los ánimos. El general Ramey declara que los restos que encontró Brazel y que ahora posee el ejército pertenecían a un globo meteorológico de gran altura. Con este desmentido del ejército estadounidense, el caso pasó al olvido, al menos, durante los treinta años siguientes.

Ya en los años noventa, el caso de Rosswell vuelve con fuerza, está vez trae incluso un montaje donde parece que se está haciendo una autopsia a un extraterrestre. Los programas de misterio y las revistas esotéricas hacen su agosto. Este nuevo giro en los acontecimientos se basan en el testimonio de un hombre que aseguró haber visto los restos de cuerpos en lo que parecía ser otro accidente aéreo, según este testimonio, los cuerpos se hallaban a unos 150 kilómetros de donde Brazel había encontrado los restos del primer accidente.

Entre 1994 y 1997, el ejercito estadounidense hace público sus informes sobre el caso Roswell. Ahí descubrimos que el general Ramey había mentido en sus declaraciones, los restos que había encontrado Brazel en 1947 no pertenecían a un globo meteorológico. Dichos restos pertenecían a un artefacto del proyecto Mogul. La finalidad de este proyecto era espiar las pruebas nucleares que pudieran estar llevando acabo los soviéticos. Mirado en retrospectiva la mentira del general Ramey hace un flaco favor ya que fomenta el pensamiento conspiracionista. De todos modos resulta comprensible que por aquel entonces el general Ramey mintiera. Recordemos que estamos en plena guerra fría, que un general de los EEUU salga en los medios de comunicación reconociendo que tienen un proyecto para espiar el programa nuclear soviético, no parece buena idea.

En cuanto a los supuestos cuerpos de extraterrestres todo parece indicar que en realidad eran dummies que se utilizaron durante el proyecto Excelsior, el cual se llevó acabo entre 1954 y 1959. La finalidad de dicho proyecto era realizar saltos de gran altura para estudiar un nuevo sistema de paracaídas.

Si no lo veo, no lo creo

No es del todo difícil encontrar en los cielos cosas que no sabemos identificar. Pero si no sabemos que es ese "algo" que estamos viendo, no deberíamos concluir que es alguna clase de nave espacial extraterrestre.

El objeto que más alertas ovnis(en el sentido de nave espacial ET) ha desatado a lo largo de la historia es sin lugar a dudas el planeta Venus. Quizás esté pensando que eso no es posible, que nadie va a confundir un planeta con una nave extraterrestre, pero lo cierto es que así ha sucedido. No deberíamos subestimar a Venus, después del Sol y la Luna es el objeto más brillante de nuestros cielos y si lo observamos cuando está más o menos cerca del horizonte, entonces, pensar que estamos ante algo extraño no es tan difícil. Esto es algo que he vivido en mis propias carnes.

Hace unos cuantos años estaba empezando a disfrutar de mi primer telescopio. El reto era observar Venus, planeta que nunca había observado. Lo tenía todo planeado, sabía por donde y a que hora de la madrugada Venus se alzaría por encima del horizonte. Prepare el telescopio y lo único que quedaba era tener paciencia y combatir un poco el frío, para eso nada mejor que una buena taza de chocolate caliente. De pronto miro hacia la zona por la que debería estar Venus y veo un objeto tremendamente brillante y grande ¿qué es eso? ¿Quizá un avión? Posiblemente no, no se oía ningún ruido y el objeto parecía no moverse, era como si estuviera levitando. ¿Entonces qué? Antes de usar el telescopio seguí haciendo conjeturas sobre el extraño objeto, lo que tenía claro es que no podía ser Venus. Como iba Venus a verse tan brillante y tan grande, imposible. Al final usé el telescopio para averiguar que era aquel objeto. Y sí, como ya habrá deducido, el objeto era en realidad Venus. Tras esta experiencia no me extraña que multitud de gente vea Venus y no sepa lo que está viendo. Me sorprende que la mayoría de los que afirman que no se puede confundir un planeta con un ovni(una vez más lo uso en el sentido de nave ET) no son astrónomos, ni profesionales ni aficionados, es más, a lo largo de su vida nunca han prestado la más mínima atención al firmamento.

Otros objetos que pueden producir avistamientos de ovnis son los satélites artificiales. Los satélites pueden producir un efecto ciertamente sorprendente. Imagine que está en el campo observando tranquilamente el cielo estrellado. De pronto se da cuenta de que hay algo que es como una estrella, pero que se está moviendo, no oye ningún ruido y tampoco se ve que esa pequeña luz tenga otras a los lados como debería ser en el caso de los aviones. Tampoco es una estrella fugaz, eso está claro. Mientras sigue intentando dar con la naturaleza de aquello que está viendo, entonces, sucede algo aun más sorprendente, la "estrella" que se movía simplemente se ha desvanecido, ha desaparecido, le resulta imposible localizarla. Esto es algo que pueden hacer los satélites. Los satélites no tienen luz propia, si los vemos es porque reflejan la luz del Sol. Dado su reducido tamaño, desde la Tierra aparecen como si fueran una estrella más, sólo que se mueven. Ahora bien, durante su órbita el satélite puede entrar en la sombra que proyecta la Tierra, cuando esto sucede, como es lógico, la luz del Sol deja de incidir en el mismo. Visto desde la Tierra lo que vemos es que esa "estrella que se mueve" ha desaparecido. Pero la realidad es que el satélite ha entrado en la sombra de la Tierra, eso es todo.

En el sitio web Life Little Mysteries han hecho una recopilación de los siete objetos que comúnmente se confunden con ovnis. De todos los mostrados, mi preferido, es sin lugar a dudas el vídeo de una peculiar nube que se observó sobre Moscú. Este tipo de fenómenos ocurre principalmente en las nubes conocidas como cirros. Estas nubes están compuestas por cristales de hielo y gotas de agua super-congelada. El agua super-congelada está a una temperatura por debajo del punto de congelación pero aun así se mantiene líquida. Cuando una de estas nubes es distorsionada, por el paso de un avión, o por una ráfaga de viento, o etc. el agua superfría puede evaporarse creando una extraña forma como si fuera un agujero. Aquí está el vídeo, la verdad es que es ciertamente impresionante:



Conclusiones

Ha pasado más de medio siglo desde que la fiebre por los ovnis iniciara su andadura. Tras todo este periodo de tiempo lo único que tenemos son confusiones de fenómenos naturales con naves extraterrestres, mucho fraude, y una apabullante ausencia de pruebas. La ufología no ha aportada absolutamente nada al saber de la humanidad, es más, actualmente se parece y mucho, a una religión. En resumidas cuentas, no es que el escepticismo esté más que justificado, que lo está, sino que hay razones para sostener la más dura de las incredulidades.


Bibliografía:

-HINES, Terence. "Pseudoscience and the paranormal". New York: Prometheus Books, 2003
-Project Blue Book(http://bluebookarchive.org/default.aspx)
-Comité Condon http://files.ncas.org/condon/
-GOODE, Erich. "The paranormal. Who believes, why they believe and why it matters". New York: Prometheus Books, 2011
-OBERG, James. "Astronaut "UFO" Sightings". The Skeptical Inquierer, Volume III, No.1, Fall 1978
-LOFTUS, E., y J. Palmer."Reconstruction of Automobile Destruction: An Example of the Interation between Language and Memory". Journal of Verbal Learning and Verbal Behaivor 13:585-89