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Jueves, 1 de noviembre de 2012

Pastor dice que huracán se debe a los homosexuales

El pastor cristiano John McTernan culpó a la comunidad homosexual de la tormenta Sandy que golpeó a EE.UU. En su blog y página web, el predicador John McTernan vinculó al ciclón con los derechos reconocidos a los gays y al actual apoyo del presidente Obama a los matrimonios entre personas del mismo sexo.

Sus palabras fueron: "El matrimonio homosexual es una burla del matrimonio real entre un hombre y una mujer. Si la iglesia no va a defender el matrimonio, el Dios Santo de Israel va a juzgar a esa nación. Esto es exactamente lo que está sucediendo en Estados Unidos. Burlense todo lo que quieran que los juicios están cayendo en forma de lluvia a nuestro alrededor. Sugiero que se arrepientan y confíen en Jesucristo como tu Salvador, mientras que todavía hay tiempo."

En su entrada McTernan muestra como el ve en cada desastre natural la ira de Dios. A principios de este año, McTernan igualmente vinculó el huracán Isaac con la comunidad LGBT, señalando el hecho de que la tormenta que amenazó a Nueva Orleans coincidió con la decadencia que se vive en este momento.
“Nueva Orleans sigue acogiendo decadencia con la homosexualidad abierta manifestándose en las calles de la ciudad”, escribió en el blog. â€œPodría ser que Dios está poniendo fin a esta ciudad y de su maldad. El momento en que el huracán Isaac tocó Nueva Orleans fue una señal de que la paciencia de Dios con los pecados de Estados Unidos está llegando a su fin”.

Pero los homosexuales no serían los únicos culpables de la ira desatada de la naturaleza. Para el predicador, el problema se arrastra desde que el ex presidente George W. Bush firmó el acuerdo de paz de Madrid para dividir las tierras de Israel entre judíos y palestinos, consigna el sitio Gay Star News.
John McTernan,

McTernan no es el único que ha hecho declaraciones que denotan homofobia entre el ministerio evangélico estadounidense en los días recientes. "Aquellos que practican relaciones homosexuales son dignos de la muerte" fueron las palabras de Robert J. Anderson, Pastor de la Iglesia Bautista Colonial en Pensylvania, EE.UU durante un foro sobre el Referendum 6 del estado de Maryland. Anderson asistió al evento en una campaña de oposición a que el matrimonio se abra a las parejas del mismo sexo en el estado de Maryland. La reunión fue celebrada el 19 de octubre de 2012 y sus palabras fueron motivo de aplausos por parte de los otros pastores.

Cambiando de estado encontramos a Bob Larson es un pastor evangélico de Scottsdale, Arizona, que se ha hecho reconocido porque se autoproclama exorcista. Larson ha afirmado que existe un “demonio gay”  que hace a las personas homosexuales. Según dice el propio Larson, tiene la capacidad de quitar del cuerpo del poseído al demonio responsable que transforma a una persona homosexual en heterosexual.

Ya en el estado de Minnesota el reverendo Brad Brandon, ha enfilado su artillería en su programa radial “Palabra de Verdad” a favor de elevar a rango constitucional la prohibición del matrimonio igualitario en su estado. Según él el activismo LGBT es una amenaza para la libertad religiosa. 

Según Brandon así como Hitler suprimió la libertad religiosa, los activistas LGBT quieren hacer lo mismo. De manera similar el obispo de Washington Joseph Tyson afirmó que de aprobarse el referendo en ese estado “pone en peligro la libertad religiosa”

"También debemos entender otra de las consecuencias trágicas. El referendum 74 pone en peligro la libertad en lugar de expandirla. Pone en peligro nuestra libertad religiosa y el derecho de conciencia. Una vez que el matrimonio es redefinido como un contrato sin género, se convertirá en ley discriminatoria para las instituciones públicas y privadas, como en las escuelas que promueven el significado único del matrimonio" afirmó Tyson.

La ONG Human Rights Campaign dio a conocer que la Iglesia Católica ha gastado 1,1 millones de dólares en apoyo de campañas contrarias a la igualdad en Maryland, Washington y Maine.

Lo que no pudo hacer el ecumenismo lo pudo hacer la homofobia: unir a católicos y protestantes.