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Lunes, 6 de Marzo de 2017

Los frutos marchitos de las religiones



Texto de Diego Banner, publicado inicialmente en HuffPost

Lamentablemente las religiones a lo largo de la historia han causado mucho daño en la sociedades. Los fundadores de las religiones tuvieron ese objetivo en mente sin ningún lugar a dudas.

No buscaban la solidaridad, la unión entre los pueblos, la paz entre los vecinos o el respeto por quien pensara distinto. No, nada de eso, sino todo lo contrario. Queda muy claro leyendo cualquiera de los libros llamados sagrados, el menosprecio con el cual se dirigen a otras religiones o cultos.

Cada uno de los integrantes de las distintas religiones considera que la suya es la verdadera religión y que su dios es el único y el verdadero. Por ejemplo encontramos en Lucas 12:49-53 el siguiente texto dicho por Jesús: “Fuego vine a echar en la Tierra. ¿Y qué quiero, si ya se ha encendido? De un bautismo tengo que ser bautizado. ¡Y cómo me angustio hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido para traer paz a la tierra? Os digo: no, sino enemistad. De aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres; estará dividido el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra”.

Es en estos casos cuando la gente religiosa trae la infantil excusa de decir que no se puede tomar literalmente lo que está escrito en la Biblia. Es la salida de escape de cualquier persona que no quiere reconocer que la Biblia está llena de versículos llenos de odio, discriminación y amenazas. Cualquiera que haya leído la Biblia desde su primer capítulo de Génesis, habrá notado que el dios de dicho libro tiene todas las características de un dictador violento en su máxima expresión, celoso, vengativo y extremadamente cruel.

El Islamismo tomó partes prestadas del Antiguo y Nuevo Testamento, creando también como consecuencia, creencias que dan como resultado división, odio, violencia e intolerancia, no solo contra otras religiones sino entre ellos mismos.

Las divisiones se dan entre las mismas religiones. Solo piensen ustedes la cantidad de sectas que existen en el Cristianismo. Pareciera ser que no se logran poner de acuerdo en cómo interpretar sus libros sagrados.

Dentro del mismo Vaticano se empieza a hablar sobre la posibilidad de realizar nuevos cambios para modernizar a la Iglesia.

En realidad pueden hacer lo que quieran ya que todas las religiones fueron inventadas por los hombres. Digo por los hombres ya que queda claro que la religión considera a la mujer una “creación” de segunda clase. Veamos que dice el Nuevo Testamento al respecto: Timoteo 2:11-12 “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio”.

El Vaticano no permite incluir ninguna mujer dentro de su staff. Qué curiosidad es ver tantas mujeres que siguen a una religión que las discrimina en los libros y en la práctica. Pareciera ser un especie de masoquismo bien visto por una gran parte de la sociedad. Es uno de esos misterios que no se logra fácilmente comprender.


Una de las características más fuertes de la gente religiosa es la intolerancia. Los padres religiosos pretenden que sus hijos e hijas crean en las mismas fantasías que ellos creen. Estos padres no quieren tener hijos que puedan pensar libremente y llegar a través de un pensamiento crítico a sus propias conclusiones.

No Lo que estos padres quieren es inculcarles a sus hijos lo que tienen que pensar y creer. Yo les pregunto a estos padres: ¿No tienen vergüenza?

¿Cuáles son los frutos de toda esta historia de religiones? Hipocresía, supersticiones discriminación, racismo, odio, guerras, matanzas, ignorancia e intolerancia.
Si hay algo que tenemos que admirar en las otras especies que viven en este planeta, es que no tienen religión ni dioses.

Nunca he visto un grupo de gatos o un grupo de perros en guerra por creencias religiosas. Los seres humanos tienen el monopolio del absurdo, y por cosas absurdas se siguen matando unos a otros. Si todas estas cuestiones religiosas fueran ciertas, nadie tendría el menor problema en que fueran puestas a prueba.

Pero evidentemente la inseguridad, miedo y pánico que tienen las personas religiosas de enfrentar la realidad, los vuelve agresivos y como ya sabemos en muchos casos violentos.

Es el miedo la base de la violencia, y la base de cualquier religión es el miedo.

Tomen el riesgo de pensar por ustedes mismos y abandonen los miedos del infierno y los castigos eternos. La verdad no se transmite con amenazas, sino con sabiduría y amor. Solo las mentiras son inculcadas con amenazas y castigos. Es hora de salir del dogma, y empezar a pensar libremente.
Viernes, 8 de Marzo de 2013

Mateo 10: 8 o lo que ningún pastor ha podido hacer.

Según narra Mateo 10:8 cuando Jesús escogió a los doce apóstoles les dio, entre otras ordenes y "poderes" el de resucitar muertos: "Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia."

Basados en este texto hemos escuchado a centenares de predicadores, principalmente de corrientes evangélicas y pentecostales afirmar que curan a los enfermos por medio de la fe y que expulsan demonios, que en su entender los causantes de la ira, la envidia e incluso de la homosexualidad. Pero, lo que no hemos visto hasta ahora es que resuciten a alguien declarado clínicamente muerto. La Biblia narra que Pablo, el verdadero propulsor inicial del cristianismo, resucitó a un joven que cayó desde una ventana tras dormirse escuchando su sermón (¡Así estaría de entretenido!). El joven llamado Eutico sería uno de los que cumplió la orden de Mateo 10:8, pero como la inmensa mayoría de los relatos de la Biblia es difícil comprobar la veracidad de sus relatos, además de la falta de relatos independientes que corroboren las narraciones de resurrecciones.

Bueno, el reto fue aceptado por un pastor evangélico de Cartagena, Colombia. Jimmy Murillo Zúñiga tuvo la oportunidad de demostrar si tal cosa es posible el 6 de diciembre de 2012. El Eutico moderno fue Jairo Tetais, un ciudadano que murió en su motocicleta tras chocarse con otro motociclista tras hacer un giro prohibido. Además de su acto prohibido Jairo no llevaba el casco.

Alrededor de la zona del accidente un gran gentío se congregó y fue allí donde apareció el pastor pentecostal. El pastor Murillo pidió entrar a hacer oración. Pero la idea del pastor iba más allá. La prédica pronto se convirtió en un llamado al Jesús para que resucitara a Jairo Tetais. Los familiares pronto se unieron en oración y entre las lágrimas pidieron por que el Jairo reviviera.

Multitud de cartageneros en el accidente de Jairo Tetais. Foto de El Universal (diario cartagenero)
Pastor Jimmy Murillo orando por la resurrección de un motociclista imprudente.
En un instante en medio de las oraciones alguien dijo que Jairo había movido una pierna y un brazo y comenzó una estampida humana. Muchos rompieron la cinta de custodia e ingresaron a la escena del accidente para constatar si en verdad había ocurrido el milagro. Los gritos de aleluya se alzaron por la calle. Pero nada ocurrió. Una vez llegados los paramédicos y los agentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) se pudo confirmar el deceso del hombre y se realizaron las diligencias del levantamiento del cuerpo. Las oraciones nunca tuvieron efecto.

Después de los hechos, el pastor le dijo a un medio de comunicación escrito que fue la falta de fe de la audiencia la que impidió el milagro: "Ese lugar estaba muy lleno, yo creo que si estuviéramos en un lugar con menos gente y mucha más fe, ese hombre se levanta, varón” Cosa que me parece contradecir la premisa de "nada hay imposible para Dios" (Lucas 1:37) o que muchos de los supuestos milagros se realizaron en presencia de incrédulos.

No obstante el pastor Jimmy le dijo a los periodistas que sus oraciones le permitieron resucitar a un perro en una ocasión anterior, aunque esta vez sin testigos imparciales: â€œFue en Zaragocilla, un perro fino se comió la última cena, estaba botando espuma y cuando ya estaban buscando la bolsa para enterrarlo, le pedí al dueño que me dejara cinco minutos a solas con el perro en el patio. Allí le dije al Señor que era la mascota de un niño, empecé a orar y con los ojos cerrados siento que algo me lame por la cara”, afirmó el pastor pentecostal.

Cabe preguntarse porque el dios de la Biblia prefiere atender las oraciones por la resurrección de un perro "fino" en lugar de la de un humano con familia por la cual velar. Es altamente probable que las oraciones no funcionen, que los pastores y sacerdotes dejen de lado la oportunidad de oro para demostrar que los ateos nos equivoquemos al no salir a todas las salas de velación a poner en práctica Mateo 10:8. Lo que también es seguro es que no es recomendable montar motocicleta sin casco y hacer giros prohibidos.


¿Y usted qué opina?