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Domingo, 1 de Octubre de 2017

Un día para reivindicar la blasfemia

Un mensaje extraño llegó al estudio de animación japonesa Toei Animation en febrero de 2017. El estudio, que hace la famosa historia de Dragon Ball, decidió crear nuevos personajes denominados "los dioses de la destrucción de los 12 universos".  Uno de estos nuevos personajes tenía una cabeza de elefante. El parecido de este personaje con el dios Ganesha, despertó la indignación de varios clérigos hinduistas.

Raján Zed, líder del hinduismo, afirmó que la creación del personaje animado "[e]s una trivialización de nuestra venerada divinidad y una distorsión de nuestro adorado Señor Ganesha como dios de la sabiduría y removedor de obstáculos, el cual siempre es invocado antes del comienzo de cualquier empresa importante."

Tres meses más tarde en Rusia el joven Ruslan Sokolovski, de 22 años, fue declarado culpable de "insultar los sentimientos religiosos de los creyentes". Su blasfemia consistió en jugar Pokémon Go en una iglesia ortodoxa y difundirlo en un vídeo en internet. En su silenciosa grabación el joven no interrumpió ceremonia alguna ni impidió la entrada o rezos de las personas en el templo.

Dos años antes de que en la India se ofendían por una serie animada, en Arabia Saudita se condenaba a muerte a Ahmad Al-Shamri, por blasfemia. Shamri publicó en Internet unos vídeos donde criticaba al Islam y se mostraba escéptico sobre Mahoma como profeta. Este es el castigo actual, en el país que fue la cuna del Islam, por dudar de la existencia de Alá y de Mahoma como profeta.

Justamente la prohibición musulmana de retratar a Mahoma fue el origen del Día de la Blasfemia, que se celebra cada 30 de septiembre. Esta fecha es el aniversario de la publicación en 2005 de una serie de caricaturas de Mahoma en el diario danés Jyllands Posten, que llevó a una serie de actos violentos por parte de musulmanes en diferentes partes del mundo.

Pero, ¿por qué blasfemar? ¿Por qué no quedarse callado para evitar molestar a los musulmanes,  pastores y creyentes? Porque renunciar al derecho a expresarse libremente es claudicar ante los dogmas. Es la victoria del fundamentalismo sobre la razón, de la teocracia sobre la pluralidad, pero más grave aún, es perder una esencial libertad humana. Fue precisamente el encargado del Jyllands Posten en los días de las caricaturas de Mahoma, el periodista Flemming Rose, quien presentó una brillante sustentación al derecho a blasfemar. "Si un creyente exige que yo, que como no creyente, observe sus tabúes en el ámbito público, no está pidiendo mi respeto sino mi sumisión", afirmó. 

Fuente BuzzNigeria
Sin posibilidad de criticar a la religión, sus libros, dogmas y clérigos - lo que llaman blasfemar - el pluralismo y la democracia se desvanecen. Sin poder blasfemar la sociedad se encamina a la eliminación de las minorías religiosas y no religiosas, se crea un caldo de cultivo propicio para que sistemas de pensamiento autoritarios se arraiguen en la sociedad, se evite el disenso, se idolatren a los clérigos, especialmente a los que se meten en política, y se impida posteriormente el control ciudadano a las instituciones. Sin el derecho a blasfemar las sociedades se encaminan a la teocracia, con todo lo negativo que esto implica para las libertades individuales. Blasfemar es sinónimo de ser libre para expresarse, de poder levantar la voz y señalar el poder clerical como un poder que puede ser cuestionado; y sus dogmas como ideas que pueden ser debatidas como cualquier otra.

La blasfemia, que tanto ofende a los religiosos no tiene espacio en el corpus jurídico de una democracia actual. Es propia de las teocracias, como bien lo ilustran Arabia Saudita e Irán. En las naciones con libertad de expresión es posible criticar las instituciones y personalidades de la política, la economía, las artes y también, ¡y por qué no! de la religión. 

Muchos políticos han aprendido que el precio de vivir en democracia incluye el poder ser criticados libre y abiertamente. Sólo los tiranos castigan las mofas y chistes políticos, como lo muestra magistralmente el personaje Adam Sutler, el tirano de la película V de Vendetta. Justamente la pretensión de cada credo de ser asumido como el único verdadero, hace que estos sean reacios a aceptar críticas o burlas. Esto es así porque al burlarse de una doctrina o líder religioso, parte de su poder se desvanece en la mente de los ciudadanos. Las limitaciones a la libertad de expresión fueron duramente impuestas por la Iglesia Católica, y por protestantes como Juan Calvino, cuando gobernó a Ginebra. La libertad de expresión sigue siendo atacada fuertemente en los países de mayoría musulmana, especialmente en Irán, Egipto y Arabia Saudita. 

Lluís Bassets, periodista catalán, afirma que "Los dioses y los libros sagrados, las religiones y los dogmas, como los personajes históricos y los mitos, las patrias y las banderas, no tienen derechos ni deberes como los tienen los ciudadanos individuales. No se puede atentar contra el honor de Buda o de Confucio, de Napoleón o de Garibaldi, de Jesucristo o de la Santísima Trinidad."

Precisamente como las ideas religiosas, no tienen derechos ni deberes, es falso que "las ideas deben ser respetadas". Argumento que se ha hecho frecuente cuando un incrédulo lanza una crítica a un dogma, pastor o iglesia. De hecho este enunciado encierra una contradicción lógica. Si todas las ideas debieran ser respetadas, también lo debería ser la idea "las ideas pueden criticarse y ser objeto de burla", pues esta también es una idea. 

El error en el argumento del respeto a las ideas religiosas consiste en atribuirle a las ideas una propiedad que no le corresponde, como lo es la respetabilidad. Las ideas pueden ser ciertas, falsas o parcialmente ciertas, con evidencia o sin ella, pero, nunca inmunes a ser examinadas.

Las ideas no se respetan o se irrespetan, porque de ser las ideas incuestionables no podrían probarse las hipótesis y el avance del conocimiento sería imposible. Si la idea "las enfermedades infecciosas son causa de castigo divino", hubiese tenido que ser respetada, nunca habríamos llegado a la teoría microbiana de la enfermedad. Las ideas religiosas no están, ni pueden estar, por fuera del escrutinio de la razón, porque eso es censura y mordaza a la libertad de expresión.

Los clérigos han creado una burbuja de inmunidad alrededor de los pastores, curas, dogmas o libros que consideran que no se pueden cuestionar. Para muchos racionalistas, ese halo de inmunidad que han creado, no solo es malsano para el pensamiento racional, sino que evidencia la debilidad de sus postulados.

Muchos religiosos con molestia, y hasta con ira, se enfadan cuando hay críticas o burlas. En no pocas ocasiones envidian la intolerancia de los fundamentalistas musulmanes. A esto se ha denominado "la envidia de la sharia".  Ejemplo de este fenómeno lo dio recientemente el pastor evangélico Dawlin Ureña, quien comentando la prohibición en Malasia del juego de vídeo "Fight of Gods" declaró: "Una cosa buena tienen los musulmanes. ¡Qué no le aceptan a los liberales todas sus vagabunderias!

Los cristianos que ven con envidia la sharia o ley musulmana dejan entrever el verdadero carácter inquisidor que subyace bajo su fe. "Si pudiéramos encarcelarte o desaparecerte por burlarte de nuestra fe, con gusto lo haríamos", es lo que se lee entre líneas.

Muchos líderes religiosos piden que al acercarnos al terreno de las creencias sobrenaturales, lo hagamos con cuidado, guardando reverencia a los dogmas y los entes por ellos adorados, como si fuéramos otros creyentes. Bajo este supuesto los musulmanes piden en Europa que los no musulmanes se abstengan de dibujar a Mahoma, los hinduistas a que no se usen a un dios con cabeza de elefante en las series animadas; los católicos a que no hayan películas, representaciones u obras con Jesús o la Virgen; los cienciólogos a que no cuestionen a Ronald Hubbard; los judíos ultraortodoxos se negarán a sentarse al lado de una mujer en un vuelo comercial; y los evangélicos pedirán que no cuestionemos a sus pastores o la Biblia en público. Adventistas y mormones por igual pedirán respeto por las figuras de Elena G. de White y José Smith, a quienes consideran sus profetas verdaderos. 

Si un incrédulo presenta una crítica o burla, los religiosos procederán a jugar la carta de los sentimientos heridos y alegaran violación a la libertad de culto. Pero ¿es así? La libertad de culto no se viola mientras que a un ciudadano creyente no se le impida congregarse y difundir su credo. No hay violación a la libertad de culto mientras no se interrumpan sus cultos y ritos en sus lugares de adoración. Ya en el espacio público, en las calles y medios de comunicación; de forma escrita, oral o digital; ya sea en el cine, teatro, los ciudadanos libres seguiremos cuestionando las creencias religiosas y las instituciones que las sustentan, negándonos a conceder un tratamiento privilegiado a la religión. El período de la historia cuando la religión tenía un tratamiento privilegiado y se hizo intocable e incuestionable se llamó precisamente la edad de las tinieblas.

Por todo lo anterior, ¡bienvenido el derecho a blasfemar!.
Jueves, 25 de Diciembre de 2014

FELIZ NAVIDAD A TODOS LOS DIOSES Y SEMIDIOSES NACIDOS


Domingo, 15 de Junio de 2014

El desenmascarador de milagros atrapado en Finlandia

Sanal Edamaruku racionalista indio desenmascaro falsos milagros y seres que hacían proezas sobrenaturales. La Iglesia Católica lo denunció por "blasfemia". Ahora Sanal se encuentra en Europa, mientras en su país miles de hinduistas y cristianos lo ven como un indeseable que les ha espantado creyentes. 

Si Sanal vuelve sería llevado a juicio, no obstante él sigue firme como activista en favor de la razón y en contra de la superstición. ¡Todo un ejemplo!.


Cuando un faquir hindú declaró, en un programa de televisión en vivo, que podía matar a cualquier persona con sus cantos tántricos, Sanal Edamaruku no pudo más que retarlo.

Como ambos eran invitados en ese particular estudio en India, inmediatamente se puso a prueba la afirmación del faquir.

El canal canceló todos los programas siguientes y él empezó a cantar. Pero, con el pasar de las horas, una nota de desesperación se fue colando en sus roncas mantras.

Por su lado, Edamaruku, presidente de la Asociación Racionalista India, no mostraba ninguna señal de incomodidad y estaba lejos de la muerte. Simplemente se reía durante este atentado poco convencional (y nada exitoso) contra su vida.

Los engaños sagrados

Edamaruku es un prominente miembro de una pequeña banda de desmentidores de milagros, personas que dedican su vida a viajar por el país desmitificando ciertas creencias.

India es a menudo asociada con una espiritualidad profunda, pero los racionalistas consideran a su país como un terreno abonado para la superstición.

En la década de los 90, Edamaruku visitó cientos de aldeas en las que replicaba las aparentemente fabulosas hazañas que habían hecho famosos a algunos de los autodeclarados maestros espirituales -como la emanación aparentemente milagrosa de "cenizas sagradas" de sus manos-, demostrando que no eran más que un juego de manos.

Por ser un activista tan decidido a hacer que prevalezca la verdad, a ratos con un aire de desconcierto provocador, ha atraído críticos.

Admite que aprovechó la explosión de los canales de televisión indios que alimentaban a una audiencia fascinada por cuentos de lo extraordinario.

"¡Estuve haciendo campaña en pueblos y aldeas por tanto tiempo antes de que llegara la televisión!", le cuenta a la BBC. "A algunas personas no les gusta que aparezca en la pantalla y me vean millones de personas".

La gota que derramó la copa

Pero fue en 2012, cuatro años después de su encuentro televisado con el faquir, que un continuo goteo de agua que caía de una estatua de Cristo genuinamente puso su vida en peligro, asegura.

Inmediatamente fue declarado un milagro y cientos de devotos cristianos y otros curiosos se volcaron al santuario en un suburbio de Mumbai para observar el hipnótico goteo. Algunos hasta se tomaban las gotas.

A Edamaruku lo desafiaron a que fuera a investigar, así que fue con un amigo ingeniero y rastrearon el origen del goteo. La humedad en la pared en la que estaba montada la estatua parecía ser resultado del desbordamiento de una alcantarilla a la que le llegaba el contenido de una cañería que venía de un baño cercano.

El "milagro" no era más que mala plomería, dijo.

Entonces, la situación se puso fea.

Presentó su caso en un febril debate televisado en vivo con representantes de grupos de cabildeo católicos, mientras que afuera del estudio se congregaba una multitud amenazante armada con garrotes. Edamaruku piensa que eran matones pagados.

Para algunos católicos, la veracidad del milagro había dejado de ser relevante. Lo que importaba, decían, era que había insultado a la Iglesia católica, por alegar que había manufacturado el milagro para hacer dinero y que estaba en contra de la ciencia.

En las semanas siguientes, tres estaciones de policía en Mumbai abrieron casos de blasfemia en su contra presentados por grupos católicos bajo la notable Sección 295a del código penal de India.
Denuncias y prisión

La Sección 295a fue promulgada en 1927 para frenar las agresiones verbales en la que era entonces una colonia británica plagada de tensiones religiosas y comunitarias. Declara que insultar "deliberada y maliciosamente" a una religión se castiga con hasta tres años en prisión y una multa. No obstante, muchos dicen que frecuentemente se abusa para suprimir la libertad de expresión.

"Bajo esa ley, un policía puede arrestarme aunque no haya habido una investigación... me puede detener sin una orden de arresto y dejarme en la cárcel por mucho tiempo... es un riesgo que no quiero tomar", dice Edamaruku.

Para evitarlo, postuló para que le dieran una fianza anticipada, que impediría que la policía lo encerrara antes de que se hiciera la investigación, pero se la negaron. Al mismo tiempo -cuenta-, recibía llamadas amenazantes de policías que proclamaban su intención de detenerlo y diciéndole que a menos de que pidiera perdón, nunca se retirarían las denuncias.

Comentarios intimidantes empezaron a aparecer en un foro en línea, dice, y sus contactos en Mumbai le advirtieron que se habían enterado de que alguien había sido contratado para golpearlo en la celda si lo llevaban preso.

Los grupos católicos aseguran que no tuvieron nada que ver con ninguna amenaza que Edamaruku haya podido recibir.

Del bullicio al silencio

Edamaruku decidió adelantar un viaje que tenía programado para dar conferencias en Europa. Finlandia fue el primer país en darle una visa y tenía amigos en el círculo humanista finlandés dispuestos a ayudar.

Llegó a Helsinki una tarde de verano hace dos años, cuando las interminables horas de luz solar saturan tanto el día como la noche. Pensó que sólo se quedaría un par de semanas, hasta que amainara la tormenta que había dejado atrás en India.

No obstante, la tormenta no ha pasado. El Foro Católico Secular (CSF, por sus siglas en inglés), uno de los grupos que presentó la queja inicial, todavía insiste en que presionará para que se le lleve a juicio si alguna vez vuelve a pisar suelo indio.

Dos años más tarde, Edamaruku está enojado, amargado y desafiante. Vive en un pequeño apartamento en la esquina oriental de Helsinki y se ha visto forzado a ajustarse a un paisaje extraño. En contraste con el multitudinario bullicio de Delhi, a unos 5.000 kms de distancia, ahora puede caminar kilómetro tras kilómetro sin toparse con una sola persona.

Su amigo más cercano en Finlandia, el fundador de la Sociedad Humanista finlandesa Pekka Elo, murió el año pasado.

"Extraño a mucha gente... no poder verla me entristece".

Desde la distancia

Desde que dejó India, su hija tuvo un hijo y su madre murió.

Asiste, valiéndose de Skype, a las reuniones del consejo de la Asociación Racionalista India y cada mañana sus colegas lo ponen al día sobre las más recientes historias sobrenaturales de gurús fraudulentos. Él planea cómo tumbar sus mitos. Esa rutina le es crucial.

El cardenal Oswald Gracias de Mumbai trató de mediar apelando a Edamaruku para que ofreciera excusas y a los grupos católicos para que las aceptaran y retiraran las denuncias.

Pero Edamaruku se rehúsa firmemente a transigir en un asunto que considera como su libertad de expresión.

"No me arrepiento de nada de lo que dije", señala. "Siento que tengo todo el derecho de expresar mis puntos de vista... estoy abierto al debate y a la corrección pero no estoy dispuesto a aceptar que nadie me hostigue, a cambiar mi forma de pensar o someterme a su presión para que pida perdón".
Volver, a riesgo propio

Algunos analistas legales creen que podría arriesgarse a regresar.

Las cortes reconocen que la Sección 295a a menudo es abusada, señalan. Escritores, activistas y otros han sido arrestados y encarcelados pero la mayoría ha sido liberada bajo fianza.

Sin embargo, Edamaruku teme por su seguridad, dado el destino con el que corrió su amigo, el activista contra la magia negra Narendra Dabholkar.

"Narendra Dabholkar... me dijo que si iba a Mumbai, él y sus amigos me podrían proteger. Estaba considerando su propuesta", recuerda, refiriéndose a una conversación que tuvo el verano pasado.

Cuatro días más tarde, Dabholkar fue asesinado, un crimen que muchos creen que estuvo vinculado a su campaña contra la magia.

Así que Edamaruku pasa su tiempo recorriendo los fascinantes y sombríos bosques de Helsinki, rememorando a veces su poco convencional niñez en Kerela.

Su padre, quien al nacer lo hicieron cristiano, se convirtió en un rebelde que fue excomulgado.

Su madre lo parió bajo una fuerte lluvia tras huir de sus suegros cristianos que la estaban presionando para que se convirtiera.

Pero la familia siempre se las arregló para conciliar sus diferencias.

Los obispos católicos y los sacerdotes hindúes de su familia se sentaban a reírse de sus propias creencias en la misma mesa del comedor.

Edamaruku insiste en que no tiene remordimientos.

"Lo haría de nuevo. Porque cualquier milagro que tiene una enorme fuerza en un momento, sencillamente desaparece apenas se explica. Son como burbujas. Se pinchan y estallan".

La estatua todavía está en ese tranquilo suburbio de Mumbai. Ya no gotea.
Miercoles, 22 de Agosto de 2012

Ateos de Bogotá piden al gobierno indio fin a la persecución de un racionalista




Como habíamos comentado en entradas anteriores, la Iglesia Católica elevó una queja contra el racionalista indio Sanal Edamaraku por "blasfemia". Edamaraku todo lo que hizo fue demostrar que un supuesto milagro, en el que de un Cristo salia agua que los creyentes creían milagrosa, no era más que fallo de una tubería detrás de la imagen.

Esto conllevo a una orden de arresto. En este momento Sanal Edamaraku se encuentra en Europa, pero sin posibilidad de regresar a su país.

Los racionalistas del Reino Unido han iniciado una campaña que incluye una petición masiva al arzobispo de Mumbai que calificó al racionalista de blasfemo, para que revierta su demanda. La Asociación de Ateos y Agnósticos de Bogotá se ha unido a las voces de protesta haciendo llegar al embajador de la India en Colombia una carta. (En la visita a la embajada nos encontramos con una imagen de la diosa Ganesha, a la que por medidas de seguridad se nos prohibió fotografiar).



He aquí la carta presentada:

Bogotá, Agosto 17 de 2012

Su excelencia:
RIEWAD WARJRI
Embajador de la India en Colombia


Ciudad,

Cordial saludo.

Los abajo firmantes, acogiéndonos a la libertad y las garantías propias de la democracia nos manifestamos en contra del proceso penal que las autoridades indias le han iniciado al librepensador Sanal Edamuruku, presidente de la Asociación Racionalista de la India, por blasfemia. Lo que él hizo fue demostrar que un supuesto milagro en el que una imagen de Jesús de la que brotaba agua en la iglesia de Velankanni en Mumbai era en en realidad una farsa. Esto ocurrió en marzo del presente año.

En la mañana del cuatro de julio, varios oficiales de la policía de Delhi llegaron la casa de Sanal Edamaruku para arrestarlo. Los agentes llegaron con indicaciones de la Corte de Delhi para ejecutar la orden de arresto emitida por un magistrado de la Corte Metropolitana de Mumbai. Afortunadamente el líder racionalista había abandonado el país, porque de lo contrario, en este momento se encontraría tras las rejas.

Sabemos que la India es la democracia más grande del mundo, y como es menester de toda democracia, debe defender el derecho a la libertad de expresión, a la libertad de criticar y el debate; más aún cuando estos son dados por el uso de la razón. Por eso nos cuesta creer que una nación tan importante haya cedido a los chantajes de los religiosos y permitan una persecución a un libepensador por el hecho de haber puesto al descubierto un engaño.

Como usted podrá notar, en todas las naciones democráticas y libres del mundo, la libertad de expresión, el laicismo y la ciencia son defendidas y protegidas por sus gobernates. Por eso le solicitamos, que por medio de su Excelencia, se comunique al gobierno indio que diferentes grupos racionalistas en el mundo hemos observado este hecho y estamos dispuestos a elevar nuestra voz a favor de la razón y la libertad.

Solicitamos que el proceso por blasfemia sea archivado, y en cambio se le abra una investigación a los sacerdotes y obispos católicos detrás del fraude de la tubería, que utilizaron para engañar al pueblo indio y sacar provecho de ello. Pedimos también que se tenga en cuenta que las leyes contra la blasfemia, fueron y son usadas, en países donde la ciencia no puede progresar y son aprovechadas por los religiosos para limitar el libre examen y el uso de la razón. Esto último no lo esperamos, ni lo deseamos para una gran nación como lo es la India.

Asimismo, esperamos que en un futuro cercano las autoridades indias ofrezcan una disculpa pública por perseguir a un gran ciudadano indio que ha contribuido a fomentar el uso de la razón en su país, y cuyo único error fue develar la verdad y advertirle a sus compatriotas acerca del engaño al que estaban siendo sometidos.

Sabemos que todo estado moderno, libre y democrático, antes que perseguir a los ciudadanos que fomentan la ciencia y la razón, promoverá y deseará que más personas desarrollen las facultades críticas y se preocupen por sus conciudadanos. El interés en mantener ciudadanos ignorantes e inmersos en el pensamiento mágico-religioso es algo propio de la Inquisición, típica por parte de la Iglesia Católica, pero atípica del gobierno de un estado del siglo XXI.

Esperamos que hagan lo correcto y empiecen a brindarle la protección que se merece a Sanal Edamuruku y que los responsables de esta Inquisición actual se enfrenten a todo el peso de la ley.

Atentamente,

Asociación de Ateos y Agnósticos de Bogotá - AAAB




Viernes, 17 de Agosto de 2012

Iglesia Católica ataca a racionalista indio que mostró falso milagro

Sanal Edamaraku, racionalista indio denunció el pasado marzo un falso milagro en la ciudad de Mumbai, India.  En la iglesia de Velankanni en Mumbai  un crucifijo escurría gotas de agua en sus pies, las cuales los devotos recojían como "milagrosas". tras una investigación, Edamaraku descubrió la fuente de las gotas de agua era un problema de plomería.

La reacción de la Iglesia Católica fue la de demandarlo por "blasfemia". Lo realmente alarmante es que el gobierno haya tomado en serio la demanda. El 4 de julio de 2012 oficiales de la policía de Delhi llegaron la casa de Sanal Edamaruku para arrestarlo. Los agentes de la ley llegaron con indicaciones de la corte de Delhi para ejecutar la orden de arresto emitida por un magistrado de la Corte Metropolitana de Mumbai (la segunda Corte Criminal más alta). Si el racionalista hubiese estado en su casa, habría sido llevado a la cárcel.

Sanal Edamaraku ya se encontraba fuera del país, y desde Europa declaró:

“Puedo entender que haya quienes se sientan inspirados por las historias de la inquisición y de cacerías de brujas de la edad media. Vivimos en el siglo 21. Hay personas valientes que defienden sus convicciones, incluso si las condiciones están en su contra. Yo soy uno de ellos. No pediré perdón ni sucumbiré a presiones."

Hasta el momento el obispo de Mumbai —quien es el presidente de la Conferencia Católica de Obispos de La India— se mantiene en silencio, a pesar que católicos como Jhon Dayal han pedido publicamente que se detenga las acciones penales contra el famoso racionalista.

Mientras tanto la Asociación Racionalista de Gran Bretaña ha lanzado una petición a los Derechos Humanos. Dicha petición lleva más de 10 mil firmas, incluyendo nombres famosos como Richard Dawkins, PZ Meyers, John Opie, Noel Doye, George Daole-Wellman y muchos otros. La intención es pasar la petición a las autoridades de la Iglesia Católica en Europa y el Vaticano. Mientras más firmas, mejor.

Pedimos a todos los seguidores de Sindioses.org firmar la Petición a los Derechos Humanos dirigida a la Arzobispado de Mumbai e invita a más personas a firmarla.
Domingo, 15 de Abril de 2012

Católicos buscan demandar por blasfemia a Sanal Edamaruku tras haber demostrado falsedad de un "milagro"

Después de exponer en Mumbai el “milagro” del Jesús derramaba gotas, vengativos líderes de la Iglesia Católica juraron perseguir a Sanal Edamaruku con una serie de casos de blasfemia. La persecución ha iniciado y Sanal podría ser arrestado en cualquier momento.

Noticia de Rationalist International 


“No es nuevo que los obispos traten de sentenciar a sus oponentes a la hoguera cuando se les acaban los argumentos. El caso de Giordano Bruno es un ejemplo. Pero por más que traten, no podrán detenerme de defender la razón, la ciencia y los hechos históricos. Y no estoy solo, la libertad de expresión está bajo ataque ¡y la vamos a defender!"

-Sanal Edamaruku

Exponiendo “el milagro”

El 10 de marzo, Sanal Edamaruku voló a Mumbai. El canal de televisión TV-9 lo invitó a investigar un “milagro” que era la sensación local.

Fue con el equipo de televisión a Irla en Vile Parle para inspeccionar el crucifijo que se encuentra en el frente de la Iglesia de Nuestra Señora de Velankanni. Este crucifijo se ha convertido el centro de atracción para un creciente grupo de creyentes que asisten desde todas partes.

La noticia del milagro se propagó como el fuego. Durante algunos días, hubo pequeñas gotas de agua pendiendo del pie de Jesús. Cientos de personas asistieron diariamente para rezar y colectar un poco de “agua bendita” en botellas y frascos. Irla estaba a punto de convertirse en un centro de peregrinaje.

Pero, Sanal Edamaruku echó por tierra este prospecto. En pocos minutos identificó claramente la fuente del agua (una fuga de un baño cercano) y la forma en que el agua llegaba hasta los pies de Jesús. Las autoridades eclesiásticas locales, presentes durante la investigación, no estaban nada contentas.

Mira los detalles en YouTube.

 

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