Martes, 23 de Octubre de 2012
El calor, un arma letal para detener a la vida
Hace unos 250 millones de años, antes de que los legendarios dinosaurios caminaran sobre este planeta, tuvo lugar una de las extinciones más importantes de las que se tienen constancia. Esta extinción de finales del Pérmico puso fin a casi todas las especies de seres vivos que poblaban el planeta.
A una extinción siempre le sigue un periodo de unas decenas de miles de años durante los cuales no se observa ninguna especie nueva. En el caso de la extinción de finales del Pérmico el posterior periodo de ausencia de nuevas especies se extendió la friolera de unos cinco millones de años. La pregunta que nos asalta es ¿cómo fue esto as� ¿A qué se debió una duración tan larga?
Credit: Wikipedia |
Según el estudio Lethally Hot Temperatures During the Early Triassic Greenhouse que ha sido publicado en Science, la respuesta parece encontrarse en las altas temperaturas que se dieron en esa época. El estudio ha sido una colaboración entre tres universidades, la Universidad de Leed (Reino Unido), la Universidad de geociencias de Wuhan (China) y la Universidad de Erlangen-Nurnburg (Alemania). El trabajo, liderado por Yadong Sun, no ha sido precisamente fácil. El equipo ha recogido datos procedentes de 15.000 conodontos, que es una especie de cordados extinta. Si queremos hacernos una imagen mental de cómo eran estos animales lo mejor que se puede hacer es pensar en las anguilas, ya que se les parecÃan bastante. ¿Cómo se puede deducir la temperatura de una época remota usando los restos de conodontos? La respuesta se encuentra en los esqueletos de esta especie de cordados. Los conodontos usaban oxÃgeno para formar sus esqueletos, y ahà es donde está el truco. Los isótopos de oxÃgeno están controlados por la temperatura, asà pues, estudiando la relación de oxÃgeno con isótopos de oxÃgeno en los esqueletos de los conodontos se puede deducir la temperatura que hacÃa hace 250 millones de años.
Las conclusiones a las que han llegado tras realizar el estudio es, que en los trópicos del planeta, la temperatura alcanzó valores entre los 50 y 60ºC en la superficie terrestre, mientras que en la superficie del mar llegó a estar muy próxima a los 40ºC, lo cual es un valor crucial ya que 40 grados es un valor letal para la vida marina.
Según afirma Yadong Sun, esta es la primera vez que un estudio demuestra como las altas temperaturas durante ese perÃodo de tiempo mantuvieron a raya a la vida, haciendo difÃcil que ésta volviera a proliferar en el planeta.
Al leer noticias como ésta resulta difÃcil no pensar en el actual cambio climático. Como sabemos todas las previsiones apuntan a que la temperatura media del planeta va a seguir subiendo. Como bien argumenta David J. Bottjer en el artÃculo Life in the Early Triassic Ocean, también publicado en Science, el conocer como influyeron las altas temperaturas en la biota en épocas remotas, nos puede ayudar a entender y anticipar, los peligros a los que podrÃamos llegar a enfrentarnos debidos al cambio climático.