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Domingo, 6 de Julio de 2014

Más detalles sobre el complicado arbusto de la evolución

Una nueva investigación, publicada en el diario Science el pasado 3 de julio, ofrece datos mucho más minuciosos sobre las especies tipo “homo” sobre el planeta; desde la evolución de las largas piernas hasta los grandes cerebros



Por Glenys Álvarez


Las investigaciones, análisis y publicaciones sobre la evolución están lejos de terminar. Descubrir cada detalle del desarrollo de la vida en el planeta no es tarea fácil y requiere de distintas formas de estudio, desde el descubrimiento y análisis de fósiles hasta la aplicación fascinante de la decodificación genética, que ha ayudado inmensamente a demarcar las relaciones entre las distintas especies en el tiempo. La tecnología, por supuesto, nos ha avanzado a patadas en estos aspectos y el recogimiento de datos en diversas disciplinas hoy permite que se tenga un mapa mucho más pulido sobre los pasos de las especies en el planeta. Incluyendo la nuestra, por supuesto.
Precisamente, un nuevo y completo análisis de fósiles, experimentos y datos sobre el clima, ha cambiado algunos aspectos y ofrece una evolución más ramificada y, por supuesto, impulsada por la relación entre los organismos y sus medios.
La nueva investigación, que fue publicada en el diario Science el pasado 3 de julio, nos muestra otra vez como ha ido despareciendo la idea de una evolución lineal. De hecho, la evolución es cada vez más compleja, un denso arbusto repleto de pequeñas ramas que se desarrollan en diferentes caminos. La alimentación, el clima y la evolución anatómica y del cerebro son algunos de los elementos que se tomaron en cuenta durante esta investigación, los resultados indican que muchas características del Homo sapiens no se desarrollaron en un sólo paquete, como se ha pensado hasta el momento, sino que emergieron en distintos grupos y lugares.
Muchos rasgos únicos para el linaje humano, se pensaba surgieron entre 2.4 millones y 1.8 millones de años atrás en África. Aquí los más importantes estudiados por el momento:


– El cerebro grande
– El cuerpo y las piernas largas
– La reducción de las diferencias entre los sexos
– El aumento de consumo de carne
– Períodos de maduración prolongados
– Aumento de la cooperación social
– La fabricación de herramientas


Sin embargo, el estudio sugiere que todos estos rasgos no surgieron juntos. Por ejemplo, los rasgos humanos fueron apareciendo por etapas, aquí y allá. Los últimos hallazgos sugieren que las piernas largas, una característica que antes se consideraba exclusiva de los humanos, emergieron en antepasados anteriores, específicamente en el género Australopithecus entre 3 y 4 millones de años atrás. Más aún, las herramientas de piedra pudieron hacer nacido antes de originarse el Homo.
El nuevo estudio, elaborado por las paleoantropólogas, Susan Antón, autora principal de la Universidad de Nueva York y Leslie Aiello de la Fundación Wenner-Gren en Nueva York, muestra lo dinámica que ha sido la evolución, y lo frondosa. El clima, por ejemplo, es otra de las variables que se tomó en cuenta. Se pensaba que el enfriamiento global tuvo mucho que ver con la forma en que se evolucionó, sin embargo, estudios recientes sugieren que el entorno del Homo temprano pudo haber sido mucho más diverso. Un clima inestable le hizo compañía a la cuna de la humanidad entre 2.5 a 1.5 millones de años atrás. El cambiante paisaje impulsó la versatilidad en el linaje homínino, con un aumento cerebral que a su vez mejoró el talento para el pensamiento y la vida social.
“Las condiciones climáticas inestables favorecieron la evolución de las raíces de la flexibilidad humana en nuestros ancestros”, expresó otro de los coautores del estudio, Richard Potts, paleoantropólogo y curador de antropología y director del Programa de Orígenes Humanos en el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian. “La narrativa de la evolución humana que surge de nuestro análisis hace hincapié en la importancia de la capacidad de adaptación a entornos cambiantes, (en lugar de adaptarse a uno de los entornos) en el temprano éxito del género Homo”.
La alimentación fue otra variable importante. El análisis químico de fósiles sugiere que los primeros homíninos cambiaron a una dieta más diversa que incluía más carne y plantas resistentes. Esta diversidad y las calorías adicionales, junto con el uso de herramientas y la cooperación social, podrían ayudar a explicar el aumento en el tamaño corporal promedio observado en los primeros Homo.
“La evolución es un complicado arbusto, no una línea recta”, dijo Aiello.
Y distintas especies, como Homo erectus, homo habilis y homo rudolfensis, los que pudieron haber caminado juntos en lo que le llaman el amanecer de la especie homínina, adquirieron distintos rasgos en diferentes momentos y frente a paisajes inestables y cambiantes, indican estos nuevos resultados.





Más detalles sobre el complicado arbusto de la evolución

Una nueva investigación, publicada en el diario Science el pasado 3 de julio, ofrece datos mucho más minuciosos sobre las especies tipo “homo” sobre el planeta; desde la evolución de las largas piernas hasta los grandes cerebros



Por Glenys Álvarez


Las investigaciones, análisis y publicaciones sobre la evolución están lejos de terminar. Descubrir cada detalle del desarrollo de la vida en el planeta no es tarea fácil y requiere de distintas formas de estudio, desde el descubrimiento y análisis de fósiles hasta la aplicación fascinante de la decodificación genética, que ha ayudado inmensamente a demarcar las relaciones entre las distintas especies en el tiempo. La tecnología, por supuesto, nos ha avanzado a patadas en estos aspectos y el recogimiento de datos en diversas disciplinas hoy permite que se tenga un mapa mucho más pulido sobre los pasos de las especies en el planeta. Incluyendo la nuestra, por supuesto.
Precisamente, un nuevo y completo análisis de fósiles, experimentos y datos sobre el clima, ha cambiado algunos aspectos y ofrece una evolución más ramificada y, por supuesto, impulsada por la relación entre los organismos y sus medios.
La nueva investigación, que fue publicada en el diario Science el pasado 3 de julio, nos muestra otra vez como ha ido despareciendo la idea de una evolución lineal. De hecho, la evolución es cada vez más compleja, un denso arbusto repleto de pequeñas ramas que se desarrollan en diferentes caminos. La alimentación, el clima y la evolución anatómica y del cerebro son algunos de los elementos que se tomaron en cuenta durante esta investigación, los resultados indican que muchas características del Homo sapiens no se desarrollaron en un sólo paquete, como se ha pensado hasta el momento, sino que emergieron en distintos grupos y lugares.
Muchos rasgos únicos para el linaje humano, se pensaba surgieron entre 2.4 millones y 1.8 millones de años atrás en África. Aquí los más importantes estudiados por el momento:


– El cerebro grande
– El cuerpo y las piernas largas
– La reducción de las diferencias entre los sexos
– El aumento de consumo de carne
– Períodos de maduración prolongados
– Aumento de la cooperación social
– La fabricación de herramientas


Sin embargo, el estudio sugiere que todos estos rasgos no surgieron juntos. Por ejemplo, los rasgos humanos fueron apareciendo por etapas, aquí y allá. Los últimos hallazgos sugieren que las piernas largas, una característica que antes se consideraba exclusiva de los humanos, emergieron en antepasados anteriores, específicamente en el género Australopithecus entre 3 y 4 millones de años atrás. Más aún, las herramientas de piedra pudieron hacer nacido antes de originarse el Homo.
El nuevo estudio, elaborado por las paleoantropólogas, Susan Antón, autora principal de la Universidad de Nueva York y Leslie Aiello de la Fundación Wenner-Gren en Nueva York, muestra lo dinámica que ha sido la evolución, y lo frondosa. El clima, por ejemplo, es otra de las variables que se tomó en cuenta. Se pensaba que el enfriamiento global tuvo mucho que ver con la forma en que se evolucionó, sin embargo, estudios recientes sugieren que el entorno del Homo temprano pudo haber sido mucho más diverso. Un clima inestable le hizo compañía a la cuna de la humanidad entre 2.5 a 1.5 millones de años atrás. El cambiante paisaje impulsó la versatilidad en el linaje homínino, con un aumento cerebral que a su vez mejoró el talento para el pensamiento y la vida social.
“Las condiciones climáticas inestables favorecieron la evolución de las raíces de la flexibilidad humana en nuestros ancestros”, expresó otro de los coautores del estudio, Richard Potts, paleoantropólogo y curador de antropología y director del Programa de Orígenes Humanos en el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian. “La narrativa de la evolución humana que surge de nuestro análisis hace hincapié en la importancia de la capacidad de adaptación a entornos cambiantes, (en lugar de adaptarse a uno de los entornos) en el temprano éxito del género Homo”.
La alimentación fue otra variable importante. El análisis químico de fósiles sugiere que los primeros homíninos cambiaron a una dieta más diversa que incluía más carne y plantas resistentes. Esta diversidad y las calorías adicionales, junto con el uso de herramientas y la cooperación social, podrían ayudar a explicar el aumento en el tamaño corporal promedio observado en los primeros Homo.
“La evolución es un complicado arbusto, no una línea recta”, dijo Aiello.
Y distintas especies, como Homo erectus, homo habilis y homo rudolfensis, los que pudieron haber caminado juntos en lo que le llaman el amanecer de la especie homínina, adquirieron distintos rasgos en diferentes momentos y frente a paisajes inestables y cambiantes, indican estos nuevos resultados.





Viernes, 20 de Junio de 2014

El juego, la dopamina y tus genes

De acuerdo con un nuevo estudio internacional, doce genes involucrados en la red de la dopamina en el cerebro tienen que ver con tus apuestas



Por Glenys Álvarez

Cuando entres al casino, recuerda tus genes y la dopamina. Es que un nuevo estudio ha encontrado que las estrategias y decisiones que tomes en tus apuestas están determinadas por los genes que rigen ese neurotransmisor. Los investigadores afirman que los inversionistas y jugadores deben tomar nota sobre el asunto, sin embargo, para los científicos es mucho más importante las implicaciones en enfermedades mentales como la esquizofrenia.

“Cuando la gente habla sobre la disfunción de la dopamina, la esquizofrenia es una de las primeras enfermedades que viene a la mente”, dijo Ming Hsu, autor principal, señalando que la enfermedad implica un patrón muy complejo de los déficits sociales y la toma de decisiones. “Si entendemos mejor las interacciones sociales ubicuas en entornos estratégicos, posiblemente entendamos mejor cómo caracterizar y, finalmente, tratar los déficits sociales que son síntomas de enfermedades como la esquizofrenia”.

A ver, comencemos explicando la dopamina, una sustancia química liberada por las neuronas en el cerebro que es clave en la obtención de recompensas y placer. Se sabe que las personas con deficiencia de dopamina tienden a desarrollar la enfermedad de Parkinson, también se conoce que si se interrumpe el sistema de red que se encarga de distribuir este importante neurotransmisor, pueden aparecer numerosos trastornos psiquiátricos y neurodegenerativos, como la ya mencionada esquizofrenia, la depresión y la demencia. Otros estudios ya han demostrado que la dopamina tiene un importante papel en el establecimiento de las relaciones sociales y sabemos bien que el humano de social tiene más que mucho.

El análisis actual se realizó en las universidades Nacional de Singapur, California en Berkeley e Illinois en Urbana-Champaign, y es el primer estudio en vincular las interacciones sociales con genes específicos que rigen el funcionamiento del neurotransmisor.

Ahora expliquemos la otra parte. Ya es conocido, gracias a otros estudios de imágenes cerebrales y sus confirmaciones, que cuando las personas compiten, dos tipos de procesos de aprendizaje ocurren:

– Aprendizaje por refuerzo: aprender puramente de las consecuencias de nuestras acciones.
– Aprendizaje por creencias: la gente intenta hacer un modelo de los demás jugadores con el fin de anticiparse y responder a sus acciones.

Más aún, Hsu estableció hace dos años que cuando la gente se involucra en interacciones sociales competitivas, como los juegos de apuestas, dos áreas del cerebro están involucradas directamente: (a) la corteza medial prefrontal, que es la parte ejecutiva del cerebro, y (b) el cuerpo estriado, que se encarga de la motivación y es crucial en el aprendizaje para la adquisición de recompensas.

“Si piensas en el cerebro como una máquina de computación, estas son áreas que toman los estímulos de entrada, los convierten a través de un algoritmo y los traducen en resultados de conductas de salida”, dijo Hsu. “Lo que es realmente interesante es que ambas áreas están enlazadas por las neuronas que utilizan la dopamina”.

Pues bien, los equipos querían determinar cuáles genes están implicados en la regulación de las concentraciones de dopamina en estas áreas del cerebro que fueron asociadas con el pensamiento estratégico. Para ello utilizaron 217 estudiantes de la Universidad Nacional de Singapur cuyos genomas fueron analizados en busca de unas 700,000 variantes genéticas. Los investigadores se centraron en sólo 143 variantes dentro de los 12 genes implicados en la regulación de la dopamina; entre estos doce, algunos estaban involucrados, principalmente, en la regulación de la dopamina en la corteza prefrontal, mientras que otros la regulan en el cuerpo estriado.

Los voluntarios jugaban un juego que se usa comúnmente en estas investigaciones sociales donde una persona apuesta, a través del ordenador, con un oponente anónimo. Y allí encontraron una gran e importante diferencia. Los equipos usaron un modelo matemático para medir la función cerebral durante el juego de competencia y correlacionaron ambos aprendizajes, refuerzo y creencias, con diferentes variantes o mutaciones de los doce genes relacionados con la dopamina.

Los resultados indican que cuando tomas una decisión basada en el aprendizaje por creencias, es decir, imaginas lo que piensa tu competidor y respondes estratégicamente a lo que crees, las variaciones en tres genes en la corteza prefrontal medial asociadas con la dopamina toman parte en el proceso. Sin embargo, el aprendizaje por refuerzo y consecuencias, como cuando rápidamente olvidas las experiencias pasadas y cambias de estrategia, fue asociado con las variantes en dos genes que afectan principalmente la dopamina del estriado.

“Este estudio muestra nuevamente que los genes influyen en el comportamiento social complejo, en este caso el comportamiento estratégico”, dijo Hsu, profesor en Berkeley. “Ahora tenemos algunas pistas sobre los mecanismos neuronales a través del cual nuestros genes afectan el comportamiento”.

Hsu está colaborando con otros científicos para correlacionar los 'logros' con los 'genes' y ver qué regiones del cerebro y cuáles aprendizaje son los más importantes para los distintos tipos de éxito en la vida.
Viernes, 2 de Mayo de 2014

Eres más pragmático cuando hablas otro idioma


De acuerdo con una investigación elaborada por científicos de las universidades de Pompeu Fabra de Barcelona y Chicago, la perspectiva moral y ética se ve afectada cuando te comunicas en una lengua que no es la nativa


Por Glenys Álvarez

¿Recuerdan el dilema ético del tren? Es uno muy utilizado en las investigaciones sociales sobre la moral y la ética humana. De hecho, en Editora Neutrina hablamos de ello en un video en YouTube, https://www.youtube.com/watch?v=T1Z_8YajvAM, cuando unos investigadores elaboraron una plataforma virtual para realizar el experimento. Este dilema intenta resolver la pregunta sobre el bien moral: ¿matarías a una persona para salvar cinco? Precisamente, los resultados estadísticamente corroborados sobre estos estudios, afirman que la mayoría opta por salvar a los cinco, es decir, por el bien moral colectivo y a gran escala. Por supuesto, estamos hablando de una situación hipotética donde las emociones tienen poco que ver en el asunto. En la vida real, ¿mataría una madre a su propio hijo para salvar a otros cinco?, ¿a su esposo?, ¿su amigo?, ¿su padre?...
La investigación social es así, el ser humano es un organismo complicado dominado por una mezcla genética donde distintas emociones y razones se mezclan en el medio a través de un cerebro complejo. De hecho, en una versión donde una nueva posibilidad demanda un papel más activo del voluntario que debe empujar, es decir, matar a otro para salvar a cinco, no sólo el otro escenario donde descarrilaba un tren hacia el lado donde un hipotético desconocido caminaba para salvar a los otros cinco. En la forma alternativa, más personas no pudieron matar a la persona para salvar a los otros. Los resultados nos dicen que aún en una situación hipotética, la idea de no matar está bien arraigada en la mayoría.
Ahora, una nueva investigación nos trae más curiosas respuestas en este sentido. En esta ocasión, un equipo de psicólogos de las universidades de Chicago y Pompeu Fabra de Barcelona, encontró que las personas tienden a ser más pragmáticas y funcionales cuando hablan un idioma extranjero. Los equipos usaron la prueba del dilema ético del tren y encontraron que los números variaban de acuerdo al idioma en que era presentado.
“Este descubrimiento tiene importantes consecuencias para nuestro mundo globalizado ya que muchas personas hacen juicios morales en dos idiomas: el nativo y el extranjero”, dice Boaz Keysar, profesor de psicología en la Universidad de Chicago. “Las implicaciones para el mundo real podrían incluir, por ejemplo, un inmigrante que sirve como miembro de un jurado en un juicio, esta persona podía tomar decisiones de manera distinta a una persona que esté maneando su idioma nativo”.
Precisamente, el director y autor principal del estudio, Albert Costa, psicólogo de la UPF, añadió que “las deliberaciones en lugares como las Naciones Unidas, la Unión Europea, las grandes corporaciones internacionales o empresas de inversión pueden ser mejor explicadas y hacerse más predecibles gracias a este descubrimiento”.
La propuesta es la siguiente: hablar en una lengua extranjera provoca una respuesta emocional reducida lo que, a su vez, distancia psicológicamente al individuo que está tomando las decisiones morales de las preocupaciones emocionales. Más aún, estudios anteriores, elaborados por estos mismos grupos, encontraron independientemente un efecto similar para la toma de decisiones económicas.
Los datos fueron recopilados en cinco países: España, Estados Unidos, Israel, Corea y Francia. Como siempre, cuando eran presentados con el dilema del tren, de matar a uno para salvar a cinco, la mayoría eligió la opción del bien mayor. No obstante, más voluntarios la eligieron cuando la prueba era presentada en un idioma extranjero.
“Incluso con la aleatorización de los grupos lingüísticos de los participantes, los que utilizaban un idioma extranjero eran dos veces más propensos a responder con un enfoque más pragmático, uno que está más al servicio del bien común, de salvar más personas”, dijo Costa, del Centro de Cognición Cerebral de Pompeu Fabra.
Cabe añadir, por supuesto, que los experimentos sociales tiene distintas limitaciones. El número de participantes es una de ellas, aún los datos hayan sido recogidos en muchos países. Es precisamente por ello que las investigaciones sociales deben mostrar una recopilación de resultados similares para mantener una idea coherente. En esta investigación se evaluaron los datos de 725 participantes.
“La gente tiene menos miedo a perder, está más dispuesta a asumir riesgos y menos conectada emocionalmente cuando se piensa en una lengua extranjera”, expresó Keysar.

“Lo que este estudio nos dice es que los juicios morales pueden ser afectados en función de si el idioma en que se presenta es nativo o extranjero”, dijo Costa . “El conocimiento de este impacto de las lenguas en los dilemas morales es fundamental para tomar decisiones más informadas”.