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Viernes, 21 de Enero de 2011

PANES, PECES Y PROPIEDAD INTELECTUAL


Una de las mayores hazañas de mi tocayo más famoso es la archiconocida multiplicación de los panes y los peces. Caramba, resucitar a un muerto requiere simplemente reordenar unas cuantas células y moléculas en un organismo; andar sobre las aguas lo hace cualquier espabilao con unas buenas megachanclas, y hasta Zapatero; cambiar el agua en vino lo saben hacer en la mayoría de las bodegas... pero lo de alimentar a 5.000 gañanes con cinco míseros bollicaos y dos ridículas sardinas viola las leyes de conservación de la materia, de la energía, y hasta de la paridad (pues no había el mismo número de panes que de peces).
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Pero Jesús, como su nombre indica, era un genio. Supongo que lo que debió de hacer en aquella playa sin un puto chiringuito del mar de Galilea (o de Tiberíades), fue descargarse de la holyspiritcloud un archivo con un programa de cloning de la información contenida en las sustancias físicas tales como los alimentos, aplicarlo a los susodichos panes y peces, y ¡hala!, ¡venga a sacar copias, como si no hubiera un mañana!
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Cuéntase que los apóstoles, preocupados no sólo por la alimentación de la poco previsora muchedumbre (a la que no se le había ocurrido que los discursos del nazareno eran más largos que los de Fidel Castro, y que convenía llevarse un piscolabis para aguantarlos en pie), sino también, igual que nuestros sabios gobernantes, por la buena salud de los negocios aledaños, le sugirieron humildemente al jefe: "Despide a la gente, para que vaya a los campos y pueblos cercanos a comprar algo para comer, no vaya a ser que los comercios no hagan caja y se nos quejen de que se quedan sin clientela por venir esta gente a escucharte, que la buena nueva ha venido para todos, y para el pequeño empresario también, que si no, luego dicen que tienen que despedir a la mitad de los empleados" (Mc, 6, 36; bueno, no todo el versículo aparece completo en todos los manuscritos).
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Pero Jesús, profeta en tantas otras cosas, y además en la de mandar divinamente a tomar por culo los límites del sábado y de la propiedad privada, material, intelectual o espiritual, decidió que, efectivamente, los honrados hosteleros de la zona eran todos unos amiguetes de los fariseos que no se merecían ni un jodido cliente, y mira que había crisis entonces, y dijo: "que sus lo creéis vosotros; trae acá p'acá esos panes y esos peces, que tengo aquí un programa para hacer to'las copias que nos salgan de los XRGWRTs".
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Pues bien, imaginemos que dentro de unos pocos años alguien inventa, o descubre, el programita en cuestión, que permite hacer copias de objetos físicos igual que ahora se hacen fotocopias o se copian a lo bestia archivos con las películas de José Luis Cuerda. Tú metes el cacharro que quieras (p.ej., un bocadillo de jamón ibérico) en un aparato con forma de horno microondas, conectado a un ordenador, pones en marcha el programa, y se te graba un archivo en la carpeta "descargas" con la información para hacer otra cosa igual; cuando te dé la gana, metes en el "horno" un poco de barro (o de cualquier material abundante y baratucho; puede ser agua), activas el archivo, y a los cinco minutos el horno hace "clinc" y tienes un bocadillo de jamón ibérico igualito, igualito que el del otro día.
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En este hipotético remedo de la multiplicación de los panes y los peces, ¿se conjurarán nuestros benévolos legisladores para penalizar con terribles castigos terrenales la posesión y el uso de estos "hornos del Tiberíades" (como los podríamos llamar)? ¿O dirán algo así como que "contra el desarrollo de la tecnología no se puede luchar; si la tecnología actual permite producir unidades de cualquier bien a un coste prácticamente nulo, eso hay que gestionarlo como una bendición del cielo, y no temerlo como al fuego del infierno"?
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En particular, ¿en qué sentido preferirían que se legislara EN ESE CASO los abundantes defensores de la penalización de la copia de archivos digitales con la tecnología que tenemos YA?
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[En la imagen, uno de los habituales mascaprogres del pasaje del Otto Neurath pensándose la contestación: ¡en tres horas aún no han dicho nada!]
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Por cierto, compruebo que "mascaprogres" es una palabra de nueva creación: sólo aparece esta entrada cuando la buscas en google.
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Más:
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