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Martes, 6 de Septiembre de 2011

Respuesta a los jóvenes católicos:¿Juan Pablo II o Benedicto XVI?



Esta pregunta de qué Papa te parece mejor, Juan Pablo II o Benedicto XVI, puede parecer una pregunta sin importancia o una cuestión de gustos pero es que la respuesta refleja tan bien la ausencia de espíritu critico entre los creyentes que se merece un comentario.

A este chico, que por lo visto es un "católico profesional", le da igual quién sea el Papa de turno, el Papa es el que es y él tiene que adaptarse a lo que toque, ya puede ser Pio XII, Benedicto XVI o un mono de feria, lo que le echen. Lo mismo da Lucio III, que promulgó los castigos físicos contra los herejes, el nepotismo de Sixto IV, Alejandro VI y tantos otros Papas que utilizaron su puesto para enriquecerse ellos mismos y para enriquecer a los miembros de su familia acaparando todos los altos cargos, la venta de indulgencias de León X que contribuyó al surgimiento del protestantismo, la aceptación de la venta de esclavos por parte de Nicolás V en su bula Romanus Pontifex, y bueno ¿por qué irse tan lejos? la ampliamente documentada participación del actual Papa, Benedicto XVI, en el encubrimiento de un gran número de casos de pederastia en el seno de su iglesia, conocidos por él pero mantenidos en secreto y nunca denunciados a las autoridades civiles. El Papa es el que es y lo que diga "va a misa", nunca mejor dicho.

Es una pena que a estos jóvenes se les enseñe a pensar en el orden inverso, anulando su capacidad para el análisis crítico de los temas, algo que se hace evidente en todos los vídeos. Primero se les dice qué es lo que deben creer y luego ellos se esfuerzan en buscar los argumentos y las explicaciones que conducen a esa conclusión a la que han llegado de antemano y que no pueden cambiar. No chicos, la cosa va al revés.

Ver otras respuestas.
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Los jóvenes y la religión en España, la realidad en cifras


Observando la imagen uno diría que nos encontramos ante un grupo de fans de Justin Bieber o de los Jonas Brothers, jovencitas que se empujan para tomar la mejor imagen y gritan histéricas ante el cantante con cuyas fotos cubren las paredes de su cuarto y sus carpetas, pero no, aunque resulte dificil de creer el fervor adolescente de estas chicas se debe a un octogenario alemán que, eso sí, posee de forma exclusiva el extraordinario poder de discernir entre el bien y el mal, lo justo y lo injusto, la verdad absoluta frente al peligroso relativismo, y contra eso, señoras y señores, no puede competir ninguna estrella del Disney Channel.

Como todo el mundo sabe se celebran estos días en Madrid las Jornadas Mundiales de la Juventud (Católica, por supuesto) y con todo el revuelo que se ha formado a su alrededor me parece una ocasión perfecta para hablar de la realidad con respecto a los jóvenes y la religión. Toda la prensa cubre el acontecimiento como noticia destacada, y no dudo que lo merezca, pero me llama la atención el trato que recibe en la prensa católica, léase ABC y La Razón, cuyas portadas hacen que más que periódicos parezcan panfletos editados por la Conferencia Episcopal, y más que titulares informativos contienen eslóganes publicitarios como "La España del Papa" o "Madrid, capital de los jóvenes", así, en genérico, ¿pero de que jóvenes estamos hablando?. Para hacernos una idea de la situación real de la religión entre los jóvenes españoles voy a recurrir al último estudio específico sobre religión realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas que data de 2008 (ver aquí). Empecemos por el dato más significativo, en esa encuesta solo el 49,5% de los jóvenes entre 18 y 24 años se declara católico. Además de eso, un análisis más detallado del cuestionario deja claro que ese 49,5% no tienen una idea muy ortodoxa del catolicismo, veamos en que consiste esa "juventud del Papa":

El estudio clasifica las respuestas en varias franjas de edad y yo voy a considerar jóvenes a las dos primera, de 18 a 24 años y de 25 a 34 años, prestando especial atención a la primera. Los resultados por lo tanto los expresaré con dos valores separados por un guión que se corresponderan con cada una de estas franjas de edad en ese orden (18 a 24)-(25 a 34). Cuando el porcentaje de ambas franjas coincida solo aparecerá un valor.

Los jóvenes y la creencia en Dios

Empecemos por lo fundamental ¿creen los jóvenes en Dios? El 21-26% de los jóvenes afirma creer en Dios sin ninguna duda, a lo que habría que sumar un 14-23% que dice creer en Dios a pesar de algunas dudas. Como hemos dicho antes solo el 49,5% de los jóvenes entre 18-24 años se declara católico, frente a ellos hay un 43% que se declara no creyente o ateo. En el rango de edad de 25 a 34 años el 62% se declara católico frente a un 30% de no creyentes y ateos. Cuando se solicita especificar el grado de religiosidad un 48-40% de los jóvenes afirma no ser religioso, un 27-29% se declara indiferente en temas religiosos y un 23-30% dice ser algo o muy religioso. Es también muy ilustrativo el hecho de que un escaso 13% de los jóvenes considere que solamente una religión es la verdadera.

¿COMO TE DEFINES EN MATERIA RELIGIOSA? (Jóvenes de 18 a 24 años)


SITUACIÓN EN CUANTO A LA CREENCIA EN DIOS (Jóvenes de 18 a 24 años)



TE DESCRIBIRIAS A TI MISMO COMO UNA PERSONA... (Jóvenes de 18 a 24 años)




Pero independientemente de creer o no creer en algún dios ¿que opinión tienen sobre aspectos más concretos? A pesar de que el 62% de los jóvenes entre 25 y 34 años se declara católico solo un 49% afirma creer en la vida despues de la muerte y solo un 24% dice creerlo con seguridad. La respuesta es más coherente en el caso de los jóvenes entre 18 y 24 años, donde un 49% se declara católico y un 45% cree en la vida despues de la muerte, aunque solo un 16% dice estar seguro. En el cielo solo creen un 37-41% de los jóvenes y a penas un 26-27% dice creer en el infierno. Respecto a los milagros religiosos un 31-36% de los jóvenes cree en ellos.

En lo que respecta a la necesidad de Dios para dar un sentido a la vida los datos son mucho más claros, un escaso 10-13% cree que solo Dios puede dar sentido a la vida frente a un 82-79% que afirma que la vida sólo tiene el sentido que le dé cada uno.

¿CREES EN LA SIGUIENTES COSAS? (Jóvenes de 18 a 24 años)


La asistencia a misa entre los jóvenes católicos es otro dato interesante. El 40% de los jóvenes que se declaran católicos confiesa no acudir a misa nunca o menos de una vez al año y solo el 23% afirma ir a misa al menos una vez al mes, es decir, en términos generales solo el 12% de los jóvenes entre 18 y 24 años va a misa al menos una vez al mes y apenas el 6% de los jóvenes acude a la iglesia una vez a la semana. Además de esto el 83-78% de los jóvenes confiesa no haber participado nunca en actividades organizadas por la Iglesia más allá de la simple asistencia a misa.

Un 57-46% de los jóvenes asegura no rezar nunca, a lo que hay que sumar un 14-21% que reza menos de una vez al mes, lo que nos deja el dato de que el 71-67% de los jóvenes no reza nunca o casi nunca.

¿CON QUÉ FRECUENCIA ASISTES A MISA SIN CONTAR LAS CEREMONIAS DE TIPO SOCIAL? (Jóvenes de 18 a 24 años)



Hasta aquí en lo que se refiere a creencias y participación religiosa ¿pero qué opinan los jóvenes españoles sobre temas sociales y morales respecto a los cuales la Iglesia Católica mantiene una  postura muy clara? ¿Coincide la opinión de los jóvenes con la doctrina moral católica?

Sexo prematrimonial

El 80% de los jóvenes entre 18 y 24 años considera que las relaciones sexuales previas al matrimonio nunca están mal. Porcentaje que asciente al 83% en los jóvenes entre 25 y 34 años. Solo el 6-7% de los jóvenes considera que las relaciones prematrimoniales están mal de forma general.

Relaciones homosexuales

El 80% de los jovenes de ambos grupos de edad aceptan de forma general la relaciones homosexuales, de los cuales un 70% consideran que nunca están mal y un 10% restante considera que solo están mal en ciertas circunstancias, sin especificar cuales. Solo un 11-12% de los jóvenes considera que siempre están mal.

Aborto

El 55-59% de los jóvenes considera que el aborto voluntario por motivos de salud nunca está mal y un 23-19% considera que solo está mal en determinadas circunstancias. solo el 17-12% de los jóvenes considera que el aborto voluntario por motivos de salud está siempre mal. Los porcentajes varían en el caso de abortos por motivos económicos pero aún así el 59-51% de los jóvenes lo aceptan siempre o en la mayoría de los casos mientras que un 29-27% lo rechazan siempre.

¿QUÉ OPINAS DE LOS SIGUIENTE TEMAS? (Jóvenes de 18 a 24 años)


Confianza en la Iglesia

Al 60-55% de los jóvenes la Iglesia y las organizaciones religiosas les inspiran poca o ninguna confianza, solo un 6-3% de los jóvenes afirman tener una confianza plena en las organizaciones religiosas y un 14% afirma tener mucha confianza en ellas.

Religion y política

Un 85-87% de los jóvenes afirma que las autoridades religiosas no deberían intentar influir en lo que la gente vota en las elecciones. Un 86-83% afirma que las autoridades religiosas no deberían intentar influir en las decisiones del Gobierno.

Religión e intolerancia

El 57-59% de los jóvenes considera que a la vista de lo que pasa en el mundo, las religiones son más una fuente de conflictos que de paz. Además el 70% de los jóvenes considera que los muy creyentes son, a menudo, intolerantes con los demás.

El poder de la Iglesia en España

Para el 51-55% de los jóvenes españoles la Iglesia tiene más poder del que debería mientras que solo un 10-9% cree que tiene menos poder del que sería adecuado.

A la luz de estos datos parece que podemos ser optimistas en cuanto al avance hacia una sociedad más laica, más libre de supersticiones y en la que nuestros valores sociales no estén basados en libros mitológicos o prejuicios milenarios. Todos estos datos son particularmente esperanzadores si tenemos en cuenta que en el cómputo general menos de un 2% de las personas que no creen en Dios cambian de opinión en el futuro, frente a un 14% de creyentes que terminan por cambiar de opinión.

En resumen, que a las Jornadas Mundiales de la Juventud no solo no se las puede considerar como un evento representativo de la juventud en general sino que a duras penas se les puede añadir el adjetivo de católicas. Los jóvenes españoles que se identifica con el mensaje oficial de la Iglesia Católica constituyen un porcentaje marginal y esperemos que la tendencia siga a la baja. Mientras tanto dejemos que se diviertan y no les hagamos tanto caso, que bastante promoción les ha dado ya nuestro estado ¿aconfesional?, pero de eso hablaré en la próxima entrada.

VER RESPUESTAS A LOS JÓVENES CATÓLICOS DE LAS JMJ
Miercoles, 10 de noviembre de 2010

¿Hasta cuándo? – por Fernando Savater


Tribuna de Fernando Savater en "El País", se puede decir más alto pero no más claro:

"Han preferido el deshonor a la guerra y ahora tendrán el deshonor y la guerra", dijo Churchill en una ocasión famosa; podríamos parafrasear sus palabras para aplicarlas a las circunstancias de la visita de Benedicto XVI a España: nuestras autoridades renunciaron al laicismo democrático para no pasar por anticlericales y ahora se ven sin dignidad laica y encima tachadas de anticlericales por el beneficiario de su abandono de los principios.

¿Acaso aún no han aprendido que la Iglesia es insaciable y se toma todas las concesiones sin agradecimiento por lo que se le da y con aire ofendido por lo que aún se le niega? En eso se parece mucho a los nacionalismos... a los que tanto debe y que tanto le deben.

El Papa denuncia el terrible laicismo de España no solo a pesar de que recibe en su viaje la pleitesía exagerada de todas las autoridades civiles, no solo pese al financiamiento y privilegios fiscales de la Iglesia, no solo a pesar de que se mantiene el concordato de origen franquista que impone la presencia clerical en la educación y hasta en el ejército, sino por los terribles agravios y la "persecución" que sufre por parte de un Parlamento que legisla sobre el aborto o sobre el matrimonio homosexual sin obedecer al clero y que hasta pretende sustentar una asignatura de educación cívica que no cuenta con el níhil óbstat episcopal.

Para el Papa, estamos como en el año 36 y de ahí a quemar iglesias solo hay un paso. Por lo visto, ni siquiera 40 años de franquismo bajo palio nos autorizan a emanciparnos un poquito de una institución que tan eficazmente ha trabajado por perpetuar el atraso intelectual y la falta de libertades políticas en nuestro país desde comienzos de la modernidad.

Se ha puesto de moda proclamar al inquisitorial Ratzinger nada menos que como una cima de sabiduría insuperable. Para diversos opinadores mediáticos que probablemente no han leído tratado metafísico más profundo que ¿Quién se ha llevado mi queso?, es el primer intelectual europeo, mundial, universal, no inferior en méritos a sabios de la altura de Rappel o Belén Esteban.

Destaca precisamente en teología, una de las ciencias más útiles y con mayor futuro, la única que inventa su objeto mientras dogmatiza sobre él. Por eso puede establecer con especial autoridad la relación entre verdad y libertad. Porque la verdad no es una función que se alcanza a través de la razón que observa, experimenta y deduce, sino la revelación que llega por la boca del que habla desde la infalibilidad. ¡Abajo el relativismo, escuchemos al Absoluto! Y la libertad,claro, es la de obedecer no a humanos vulgares y a las leyes por ellos consensuadas, sino a quienes representan e interpretan el poder de lo sobrehumano...

A algunos de nuestros políticos -no olviden sus nombres a la hora de votar- les encanta que por fin las cosas se pongan así de claras, contra la falta de valores y confusión en que chapoteamos. Además, parece que cuenta con beneficios electorales, de modo que bendito sea Dios.

Por si fuera poco, el Papa merece los máximos honores porque se trata nada menos que de un jefe de Estado. ¡Y menudo Estado, a fe mía! El único de la Europa actual que abiertamente no respeta quisquillosos derechos humanos como la libertad religiosa, la igualdad de sexo para optar a cargos públicos y otras menudencias democráticas semejantes. Es un Estado tan original y único en su género, prueba de la especial protección divina que lo ampara, que se parece mucho más a las teocracias de otros lugares del mundo que a los impíos regímenes laicos que le rodean. El Vaticano es una especie de Arabia Saudí pero decorada por Miguel Ángel y Rafael, lo cual es una gran mejoría estética, aunque en cambio representa poco avance político.

Evidentemente, el gran problema religioso y la mayor amenaza para las libertades públicas en España lo representan las mujeres que llevan velo islámico, no el ver a nuestros representantes electos mostrar todo tipo de deferencia y reconocimiento moral al gobernante de ese Estado modélico... que por lo visto ejemplifica las raíces de la Europa democrática mejor que tanto laicismo y tanta ciencia sin trascendencia como vemos por ahí.

Pese a los menguados coros y danzas que han acompañado la visita papal a Santiago y Barcelona, indudablemente fervorosos (en televisión una señora confesaba: "Se me puso tal nudo en la garganta que no podía ni sacar fotografías"), lo cierto es que las prácticas católicas no dejan de disminuir en nuestro país. ¡Pero si ya incluso hay más matrimonios civiles que eclesiásticos...!

De modo que parece llegado el momento de, sin ofender a los católicos, no agraviar tampoco a quienes no lo somos y a quienes siéndolo comparten con nosotros el deseo de un Estado realmente laico, en el que la religión o la falta de ella sean un derecho de cada cual pero no una obligación de nadie... y mucho menos de las instituciones que son de todos y para todos.

Por eso, es necesaria y urgente una ley de libertad religiosa a la altura de nuestra realidad social y del siglo en que vivimos. Para que los creyentes puedan ejercer a título personal su religión al modo que prefieran, siempre que no conculquen las leyes civiles... y, sobre todo, para que los no creyentes o los que creemos otras cosas no tengamos forzosamente que sentirnos avasallados por la fe de nadie."

Fernando Savater es escritor.
Domingo, 19 de Septiembre de 2010

Joseph Ratzinger y el "extremismo ateo"


"Hola tercer mundo, están lloviendo negros y ateos"

En los últimos días el Sr. Joseph Ratzinger, alias Benedicto XVI, líder supremo de la Iglesia Católica, se encuentra de visita en el Reino Unido, un lugar con tanta diversidad racial que a uno de sus cardenales le "recuerda al tercer mundo" (ver noticia). El Sr. Ratzinger ha aprovechado esta ocasión para prevenir a la humanidad contra los "males" que nos conducen a "una jungla de autodestructivas libertades", estos son el "extremismo ateo", el "secularismo radical" y el "laicismo agresivo" (ver noticia).

Después de leer estas declaraciones se hace evidente cual es la estrategia de la Iglesia en su cruzada contra el ateísmo, o lo que es lo mismo, contra la pérdida de clientes, de influencia y de subvenciones. Esta estrategia consiste en responder al ateísmo con sus mismas armas, o eso creen ellos. Y es que la elección de epítetos como "radical", "agresivo" o "fundamentalista" al referirse al ateísmo no es en absoluto casual. Estos adjetivos se han venido utilizando de forma generalizada asociados a la religión: "islamismo radical", "cristiano fundamentalista" o "extremismo religioso". Esta creciente asociación de las religiones con el fundamentalismo, el totalitarismo y la violencia hace que la gente de occidente tenga una percepción cada vez más negativa de la religión. Es evidente que el islamismo se lleva la peor parte a causa del terrorismo religioso pero las constantes noticias sobre abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia Católica y la ocultación de estos hechos por parte de su jerarquía no han ayudado mucho a mejorar la reputación del catolicismo. Al Sr. Ratzinger le debe parecer demasiado difícil mejorar la imagen propia y por lo tanto ha decidido responder ensuciando la imagen de su principal enemigo, el ateísmo. Ahora bien, después de tanto ataque gratuito al laicismo patrocinado por los impuestos de los británicos, ateos incluidos, seguimos sin comprender qué entiende este señor por extremismo, totalitarismo y agresividad. Ratzinger piensa que esta usando las mismas armas que se usan contra la religión, pero le falta una fundamental, los argumentos. Como nosotros de eso estamos sobrados vamos a utilizar algunos argumentos para demostrar la falacia del "fundamentalismo ateo".

Empecemos por la definición de fundamentalismo:

fundamentalismo: Exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina o práctica establecida.

Empezamos bien, a mi esto me suena de algo... pero creo que no es el ateísmo precisamente el que encaja en este concepto. Estaría muy agradecido si alguna persona me pusiese algún ejemplo de fundamentalismo ateo, un caso en el que un ateo pretenda que todo el mundo viva según su convencimiento de que no existe ningún dios en particular. La Iglesia Católica suele recurrir a temas como el aborto y el matrimonio homosexual, dos de sus mayores obsesiones. Según tengo entendido, que alguien me corrija si me equivoco, la ley del aborto no establece la interrupción obligatoria de los embarazos ¿o sí?, me parece entender también, y espero no haberlo entendido mal, que la ley que permite el matrimonio homosexual no prohibe las bodas entre personas de distinto sexo ¿verdad?, tampoco obliga a las iglesias a celebrar uniones entre dos hombres o dos mujeres ¿cierto?. Por más que me esfuerzo no veo el fundamentalismo ateo por ningún lado.

¿qué tal si le damos la vuelta al asunto? hay gente que piensa que la interrupción del embarazo en fases tempranas del desarrollo no es ningún crimen, sobre todo si tenemos en cuenta que durante esas fases o no hay cerebro o no hay actividad cerebral. Por otro lado, hay gente que se enamora de personas de su mismo sexo, desea compartir su vida con ellas y disfrutar de los mismos derechos que cualquier otra pareja, también hay mucha gente que acepta esa situación sin ningún problema ¿pero qué más da? existe una doctrina religiosa que establece que todo eso es pecado y todo el mundo debería estar sometido a esa doctrina, prohibamos el aborto y las uniones homosexuales. Vaya, ¿no era eso el fundamentalismo?.

Resulta de sentido común que toda religión conlleva cierto grado de fundamentalismo, dado que las personas creyentes creen estar en posesión de una verdad absoluta que no necesita estar fundamentada en ninguna evidencia y a la que deben estar sometidas todas las personas bajo amenaza de condenación eterna. Aún así, el Sr. Ratzinger insiste en su idea de extremismo ateo e intenta justificarla equiparando el ateísmo con el nazismo (ver noticia), otro argumento recurrente y absolutamente infundado. Por cierto, recientemente hemos visto como el Presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el resto de jefes de estado y gobierno que componen el Consejo Europeo se mostraban indignados por las palabras de la comisaria de justicia de la UE, Viviane Reding, en las que comparaba la deportación de gitanos en Francia con las efectuadas por los nazis en la II Guerra Mundial, hasta tal punto que la Sra. Reding se ha visto obligada a pedir disculpas. Por lo visto, ningún jefe de gobierno ha encontrado censurable el hecho de que Joseph Ratzigner, un "jefe de estado" de un "país" europeo, haya relacionado una determinada y muy respetable forma de pensar, el ateísmo, con las atrocidades del régimen nazi, sobre todo si tenemos en cuenta que estas declaraciones son hechas durante una visita de Estado. En definitiva, no es que los ateos no seamos fundamentalistas, es que en ocasiones nos pasamos de tolerantes.

La falta de fundamento de las afirmaciones de Ratzinger son evidentes. Para empezar, Adolf Hitler fue educado como católico y que yo sepa nunca se declaró ateo, más aún, en su libro "Mi lucha" podemos encontrar frases como las siguientes:

"Frente a todo esto, nosotros, los nacionalsocialistas, tenemos que sostener de forma inquebrantable nuestro objetivo de política exterior, que es asegurar al pueblo alemán el suelo que en el mundo le corresponde. Y esta es la única acción que ante Dios y nuestra posteridad alemana puede justificar un sacrificio de sangre; ante Dios, porque sobre la tierra hemos sido puestos con la misión de la lucha eterna por el pan cotidiano; ante nuestra posteridad, porque no se vertirá la sangre de un solo ciudadano sin que este sacrificio signifique la vida de otros mil ciudadanos de la Alemania futura."

"Nuestras dos confesiones cristianas (la católica y la evangélica) [...] pierden en Europa mismo millones y millones de adeptos convencidos, los cuales se hacen en absoluto indiferentes a la vida religiosa, o van por su propio camino. Sobre todo desde el punto de vista moral, son muy poco favorables las consecuencias."

"El resultado de semejantes anomalías tenía que soportarlo la nación entera, pues, las consecuencias emergentes del debilitamiento de la vida religiosa vinieron a producirse precisamente en una época en que ya todo había empezado a ceder y vacilar, amenazando con el derrumbamiento de los tradicionales fundamentos de la moral y de las buenas costumbres."

Los dos últimos párrafos son especialmente ilustrativos y a todos nos resultan tremendamente familiares ¿a caso no es el mismo mensaje que Ratzinger lleva repitiendo desde que llegó al papado? también Hitler quería prevenir al mundo de los peligros que suponía la indiferencia religiosa y veía en la religión el fundamento de la moral. No parecen ser esas ideas defendibles por un ateo. En sus escritos Hitler también toma a la Iglesia Católica y al cristianismo como modelo para su movimiento político y critica el rechazo hacia los valores religiosos que muestran los movimientos de izquierdas. La existencia de creyentes cristianos que comulgan con la ideología nazi no es ningún misterio ¿o a caso alguien cree que los alemanes se volvieron todos ateos de la noche a la mañana? ¿alguien duda en serio que la mayoría de los nazis eran creyentes cristianos?. Un ejemplo esclarecedor en este sentido puede ser la noticia protagonizada por un sacristán católico que recibió a los feligreses con una cruz gamada en el brazo (ver noticia).

En resumen, a estas alturas de la historia, en pleno siglo XXI, los ateos aún tenemos que soportar que al líder de una religión se le pague con dinero público un viaje con fines propagandísticos en el que se nos insulta y desprecia sin ningún tipo de rubor y ante la sonrisa cómplice de representantes políticos. Es bueno recordar que dentro de pocas semanas este señor estará de visita en España y previsiblemente seguirá con su discurso ofensivo y carente de argumentos. Comparto el mensaje que estos días han expresado muy bien los ateos británicos, NO CON MIS IMPUESTOS.