Biblioteca en guerra

Extraído del DIGO VIVIR: Disolviendo que es gerundio




"Se declaran ilícitos la producción, el comercio y la circulación de libros, periódicos, folletos y de toda clase de impresos y de grabados pornográficos de literatura socialista, comunista, libertaria y, en general,disolvente".
Decreto de la golpista Junta Técnica del Estado de 1936.

En resumen: prohibido pensar. Durante cuarenta largos años.




La imagen es conocida. Forma parte de un ritual demasiado presente a lo largo de la historia. Como dice el autor de esta desgarradora y triste estampa que se ha sucedido desde Sumeria a la Iraq actual.

"Yo sostengo que el libro no es destruido como objeto físico, sino como vínculo de memoria. El libro da volumen a la memoria humana (…) pieza clave del patrimonio cultural de una sociedad. (…) Un libro se destruye con ánimo de aniquilar la memoria que encierra, es decir, el patrmonio de ideas de una cultura entera".

Fernando Báez quiso escribir este relato tras contemplar la última de las barbaries contra los libros: la quema, destrucción y saqueo de la Gran Biblioteca de Bagdad, de su Universidad, de su Museo Arqueológico. Poemas persas originales, ediciones antiguas, las obras de los griegos – de filosofía, matemática, astronomía – traducidas al árabe por los sabios del Islam medieval. Todo cenizas o robado. Fue en mayo de 2003 y ningún general de EE.UU. ni de los países que los acompañaron en la invasión ilegal de Iraq han respondido ante los Tribunales. Tampoco, obvio es decirlo, de los miles de muertos que provocaron directamente y que siguen provocando en esta (ex)nación ocupada. Aznar, nuestro cómplice cañí, por el momento sólo está interesado en incrementar sus negocios gracias al fiel ejercicio de lacayaje que llevó a cabo mientras gobernó.

Pero donde algunos destruyen… otros resisten




La imagen es de la Holland House Libray de Londres, visitada por lectores al día siguiente de que una bomba nazi la alcanzara. Es casi un gesto de resistencia.

También en Iraq, por cierto, se acercaron profesores y alumnos de las Universidades a gritar “por qué el hombre destruye tantos libros”.
Suelen ser pastos de las llamas todos aquellos autores y sus libros que no promueven la sumisión al poder de turno. Hoy el diario Público, que en Extremadura se entrega junto a El Periódico (por lo tanto creo que la promoción afecta únicamente a nuestra región) ha puesto a la venta el poemario “Sobre los ángeles” de Rafael Alberti (1902-1999). Su obra fue prohibida durante el franquismo. No eran tiempos para la lírica.




Rafael Alberti… que nos ha dejado una imagen icónica bajando las escalinatas del hemiciclo del Congreso agarrado del brazo de Dolores Ibárruri, la Pasionaria.

"La delincuencia de los individuos – leemos – funciona como contrapunto de la delincuencia de los gobiernos. En todas partes del planeta los Estados contaminan, avasallan a las minorías, declaran guerras, aplacan las sublevaciones, reprimen las manifestaciones (…) Esa violencia no encuentra nada por encima de ella, y es eso lo que la hace llamarse legítima”.





Un documental interesante: las bibliotecas de la República Española en las propias palabras de algunos de sus bibliotecarios: Vicente Loriente, Juana Capdevielle, Ricardo Mestre, Juana Quílez, García Soriano, Mantecón, Millares Carlo…

Extraído del DIGO VIVIR: Disolviendo que es gerundio

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