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Martes, 10 de Abril de 2012

La melancolía de los dioses

Nunca he sido un gran aficionado a los llamados «Demotivational Posters», pero cuando el otro día tuve la ocasión de tomar esta foto durante un viaje a España, supe que no resistiría la tentación de crear este que aquí ven:

Amputación
Jueves, 1 de Septiembre de 2011

Respuestas al papa

Frente a la escasa y a menudo inexacta divulgación en prensa de los avances del conocimiento, sorprende como cualquier declaración de Benedicto XVI, del Dalai Lama o similares, por poco que aporte, tiene el titular asegurado.

El Pontifex Máximus ha traído ocho discursos y dos homilías a su reciente visita a Madrid, durante la llamada “Jornada Mundial de la Juventud”. Entre lugares comunes y vacuidad, los chicos de la prensa han destacado algunos titulares que vamos a examinar (los textos íntegros están disponibles en la página web del Vaticano):

El Papa pide respeto a la identidad cristiana en su primer discurso (El País 11-08-11)

¿El circo católico que se ha montado en Madrid no es muestra de respeto suficiente? El titular se refiere a las palabras que pronunció en Barajas al bajar del avión, en particular al párrafo:

«En este contexto, es urgente ayudar a los jóvenes discípulos de Jesús a permanecer firmes en la fe y a asumir la bella aventura de anunciarla y testimoniarla abiertamente con su propia vida. Un testimonio valiente y lleno de amor al hombre hermano, decidido y prudente a la vez, sin ocultar su propia identidad cristiana, en un clima de respetuosa convivencia con otras legítimas opciones y exigiendo al mismo tiempo el debido respeto a las propias.»

Marca una de las líneas principales del discurso de la ICAR; su victimismo. No cabe duda de que no debe ser fácil ser cristiano cuando la humanidad ha encontrado respuestas más adecuadas y reales a las necesidades antaño cubiertas por la religión. Asume aquí el Papa que los jóvenes cristianos podrían sentir cierta “vergüenza” de declararse como tales («no os avergoncéis del Señor») y con toda la razón. En la misma línea, cualquier disminución de los abusivos privilegios de la ICAR se tilda de “persecución”. La alusión a un «clima de respetuosa convivencia con otras legítimas opciones» hace referencia a la libertad de conciencia, un derecho en el que se apoyan, paradójicamente, para mantener esos privilegios y que se se incluyó en la legislación de muchos países pese a la feroz oposición de la ICAR. Un derecho que nació, precisamente, para proteger a los ciudadanos de los abusos y persecuciones por parte de los cristianos.

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Si se fijan ustedes bien, arriba a la izquierda en pequeñito se ve a un valiente joven católico que no se deja intimidar por los jabalíes del laicismo foto tomada de Atea y sublevada

Se vuelve a este tema durante el viaje:

El Papa anima a los seminaristas a no dejarse intimidar por los ‘laicos’ (Libertad Digital 20-08-11)

Las palabras exactas fueron, en realidad, «no os dejéis intimidar por un entorno en el que se pretende excluir a Dios» en la homilía dirigida a los seminaristas. La ironía de este victimismo se subraya por la circunstancia de que, unos días antes, la policía había cargado contra una manifestación laica, pacífica y autorizada, frente a la mirada de los católicos que se habían presentado en el lugar quizá soñando con un frustrado martirio.

El Papa arremete contra los ateos ‘que se creen dioses’ (El Mundo 18-08-11)

Este sorprendente titular se basa en el discurso dirigido a los jóvenes en Cibeles:

«Sí, hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces ni cimientos que ellos mismos. Desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias; dar en cada instante un paso al azar, sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso de cada momento»

La idea se sustenta en dos falacias: la arrogancia de los ateos y la divinidad como fuente del código moral.

El ateísmo acepta los descubrimientos científicos que muestran como el humano no es más que otro animal, que la vida no es más que un proceso material, que la Tierra no es más que una mota de polvo en un extremo de una galaxia cualquiera. Es difícil acusarlo de arrogancia frente a los creyentes que piensan tener una relación personal con un ser todopoderoso que creó todo el universo especialmente para ellos. Cada descubrimiento científico aumenta la conciencia de nuestra ignorancia, frente a la revelación, consumada de manera plena y definitiva en Jesucristo.

Descenso

El descenso de los modernistas, 1922 por E. J. Pace en Christians Cartoons. Tomado de Wikipedia

Asumir un origen sobrenatural de la moralidad significa ignorar los descubrimientos de varias décadas en evolución, etología, biología y demás campos que han mostrado como el altruismo, lejos de ser un elemento trascendente y exclusivo de la humanidad, aparece en todos los animales como comportamiento adaptativo y su origen es perfectamente material e inmanente. Obvia también el hecho evidente de que muchos ateos tienen vidas tan moralmente buenas como muchos cristianos, a menudo, mejores, ya que la fe sirve frecuentemente como excusa para los actos más atroces. Como observó el físico Steven Weinberg «La religión es un insulto a la dignidad humana. Con o sin ella, encontrarás buena gente haciendo cosas buenas y gente malvada haciendo cosas malas. Pero para que la gente buena haga cosas malvadas, necesitas la religión».

El Papa advierte de los “abusos” que puede ocasionar la ciencia “sin límite” (La Vanguardia 19-08-11)

Este titular hace referencia al discurso dirigido a los profesores de universidad jóvenes. El argumento se sustenta en el tópico cinematográfico del científico loco; hay que señalar que no refleja debidamente el contenido del discurso. Veamos un fragmento:

«A veces se piensa que la misión de un profesor universitario sea hoy exclusivamente la de formar profesionales competentes y eficaces que satisfagan la demanda laboral en cada preciso momento. También se dice que lo único que se debe privilegiar en la presente coyuntura es la mera capacitación técnica. Ciertamente, cunde en la actualidad esa visión utilitarista de la educación, también la universitaria, difundida especialmente desde ámbitos extrauniversitarios. Sin embargo, vosotros que habéis vivido como yo la Universidad, y que la vivís ahora como docentes, sentís sin duda el anhelo de algo más elevado que corresponda a todas las dimensiones que constituyen al hombre.»

Hasta aquí, no podemos estar más de acuerdo ¿Va el Papa a defender la investigación fundamental? ¿la física teórica? No. Bueno, al fin y al cabo ¿qué hay más elevado y más humano que la curiosidad científica y la investigación? Recordemos la idea de Carl Sagan de la humanidad como la forma en que el Universo toma conciencia de sí mismo; teniéndola en cuenta, es el saber científico lo específicamente humano y el crecimiento de éste una mejora moral. Pero Ratzinger no se refería a nada de esto. El párrafo continúa:

«Sabemos que cuando la sola utilidad y el pragmatismo inmediato se erigen como criterio principal, las pérdidas pueden ser dramáticas: desde los abusos de una ciencia sin límites, más allá de ella misma, hasta el totalitarismo político que se aviva fácilmente cuando se elimina toda referencia superior al mero cálculo de poder. En cambio, la genuina idea de Universidad es precisamente lo que nos preserva de esa visión reduccionista y sesgada de lo humano.»



Un ejemplo típico de a qué puede llegar un científico que da la espalda a Dios. El Dr. Nobel Price (en España Profesor Lumbrera) entrevistado para Barrio Sésamo (imangen de Muppet Wiki)

Que el pragmatismo está tras el totalitarismo es llanamente mentira: tras todo totalitarismo hay grandes y supuestamente elevados ideales, una fe, por la que es lícito sacrificarlo todo, incluso la libertad: Dios, patria, raza, revolución, etc.

En cuanto a los abusos de una ciencia sin límites, la frase que veíamos en el titular, debe referirse, con malicioso equívoco, a los abusos de la técnica, ya que el saber no debe limitarse. Es más, cuando más sepamos, con mejor criterio podremos poner límites convenientes a la técnica.

El texto propone pues un falso antagonismo entre una universidad únicamente técnica y pragmática , frente a otra más humana. El elemento humanizador que propone, como era de esperar, es el catolicismo.

Partiendo de esto podemos considerar el texto como una radicalización del falaz argumento de los magisterios no superpuestos, que podríamos llamar de magisterios complementarios: la universidad necesita de la religión para que su enseñanza sea integral.

En relación con esta idea, recordemos, en primer lugar, el famoso párrafo de Dawkins en su artículo”The Emptiness of Theology” (Free Inquiry, primavera 1998)

«Si todos los logros de los científicos fueran eliminados mañana, no habría más médicos, sólo médicos brujos, ni transportes más rápidos que los caballos, ni computadoras, ni libros impresos, ni agricultura más avanzada que la de subsistencia. Si todos los logros de los teólogos fueran eliminados mañana, ¿notaría alguien la diferencia? ¡Incluso los malos logros de los científicos, las bombas y los barcos balleneros guiados por sonar, funcionan! Los logros de los teólogos no hacen nada, no afectan a nada, ni significan nada ¿Qué nos hace pensar que la ‘teología’ es realmente un tema?»

Pero Dawkins se equivoca: los avances teológicos sí tienen incidencia el nuestras vidas, por ello, en segundo lugar, recordemos dos ejemplos, entre muchos, de “logros” de la aplicación práctica de la religión:

·Problemas como plagas y catástrofes climáticas se atribuían a las brujas. Entre el s. XIII y el XVII se calcula que unas 500.000 personas fueron ejecutadas en Europa acusadas de crímenes perfectamente imaginarios, como volar por los aires y copular con el Diablo.

·Se consideró que la epidemia de peste negra del siglo XIV se debía al pecado; el papa Bonifacio VIII concedió indulgencia plenaria a todo aquel que peregrinara a Roma. El movimiento de población que produjo esta iniciativa aumentó gravemente la difusión de la enfermedad.

La ciencia ha dado mejores explicaciones que la teología a estos fenómenos y mejores paliativos o soluciones. La teología se equivocaba entonces porque sus razonamientos eran falaces, se basaban en supuestos errados o ambas cosas, agravado todo por la carencia de un método de autocorrección eficiente.

Actualmente la Iglesia Católica sigue interviniendo en cuestiones científicas como la prevención del sida o la investigación con células tronco. Con el mismo tipo de razonamientos que usaba entonces y similares supuestos errados no es sorprendente que sus conclusiones sigan estando completamente equivocadas. No hay magisterio alguno que puedan reclamar.

Benedicto XVI avisa de que solo se puede seguir a Jesús en la Iglesia (El País 22-08-11)

El titular se refiere al tema central de la homilía de la misa oficiada en el Aeródromo de Cuatro Vientos. En los siglos gloriosos del dominio católico de Europa esto hubiera sido una obviedad casi blasfema; todo el mundo sabía que fuera de la ICAR solo cabe esperar la condenación eterna. En la actualidad, en cambio, es uno de los temas fundamentales del pensamiento de Ratzinger; aunque una lectura superficial del texto podría resumirse en la frase «Tener fe es apoyarse en la fe de tus hermanos, y que tu fe sirva igualmente de apoyo para la de otros» el actual obispo de Roma ha dedicado mucha reflexión al asunto. Como Precepto de la Congregación para la Doctrina de la Fe escribió su declaración «Dominus Iesus», como papa, en sus primeras intervenciones alertó contra el «relativismo», al que considera el mayor pecado de nuestro tiempo.

Cura saludando

Un ejemplo clásico de totalitarismo consecuencia del olvido de Dios y del magisterio de la Iglesia

El «relativismo» razingiano se refiere a ese “en todas las religiones hay enseñanzas positivas”, “el catolicismo es una expresión más del anhelo de trascendencia del ser humano” o, peor todavía, “yo soy católico a mi manera”. Cualquiera de esos puntos de vista, y otros similares, ponen en cuestión los privilegios y la existencia misma de la ICAR. Por ello, en «Dominus Iesus», el entonces gran inquisidor insiste en lo imprescindible de su iglesia para la salvación, en este párrafo, por ejemplo:

«[…]serían contrarias a la fe cristiana y católica aquellas propuestas de solución que contemplen una acción salvífica de Dios fuera de la única mediación de Cristo»

o este otro:

«Ciertamente, las diferentes tradiciones religiosas contienen y ofrecen elementos de religiosidad que proceden de Dios y que forman parte de « todo lo que el Espíritu obra en los hombres y en la historia de los pueblos, así como en las culturas y religiones ». De hecho algunas oraciones y ritos pueden asumir un papel de preparación evangélica, en cuanto son ocasiones o pedagogías en las cuales los corazones de los hombres son estimulados a abrirse a la acción de Dios. A ellas, sin embargo no se les puede atribuir un origen divino ni una eficacia salvífica ex opere operato, que es propia de los sacramentos cristianos. Por otro lado, no se puede ignorar que otros ritos no cristianos, en cuanto dependen de supersticiones o de otros errores (cf. 1 Co 10,20-21), constituyen más bien un obstáculo para la salvación.»

Sin embargo, no osa el teólogo bábaro a enviar al Infierno a la mayor parte de la humanidad sin más, no por corrección política, sino por que eso pondría en entredicho la universalidad de la salvación en Cristo. Dios otorga la gracia salvífica a los no cristianos «por caminos que Él sabe» dice, citando al Concilio Vaticano II. En un intento de suavizar la flagrante contradicción aduce que la situación de los no católicos no puede ni compararse con la «excelsa condición» de los que sí lo son.

El Papa pide a España que progrese “sin renunciar a su alma católica” (Diario de Navarra 22-08-11)

Este titular toma una frase de la despedida del Papa en el aeropuerto de Barajas. Dos ideas lo sustentan: la de España como esencialmente católica y el, parece que plenamente asumido, antagonismo entre progreso y catolicismo romano.

La primera formaba parte esencial del ideario de la España de Franco. Hemos de referirnos al contexto político en el que se ha desarrollado el evento. Muchos lo han leído como una derrota de Zapatero y sus intentos de avanzar en la laicidad del estado. También se ha visto como una preparación al previsible triunfo de PP en las próximas elecciones, en particular, en los sectores más abiertamente nostálgicos de esa época de «extraordinaria placidez». No puede ser inocente tal colofón.

Releamos la frase en la que se basa el titular:

«España es una gran Nación que, en una convivencia sanamente abierta, plural y respetuosa, sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica.»

Constatamos que, efectivamente, subyace la asunción de que existe un antagonismo entre progreso y catolicismo. Está idea quizá esté sugerida por que la ICAR se ha opuesto, y se opone, a todo progreso social, científico o técnico; inútil abundar en ejemplos. Benedicto nos permite progresar, siempre que ese progreso no contradiga las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia. Lamentablemente, todo progreso las contradice.

Jueves, 28 de Abril de 2011

La piel de los dioses

Se estrena estos días el largometraje Thor. Ha resultado una divertida película que cumple muy bien su función de introducción del personaje en el universo Marvel fílmico, con vistas a la futura producción The Avengers. En ese sentido, hay referencias a Hulk, Ironman, S.H.I.E.L.D., etc. incluyendo la ya clásica escena con Nick Furia después de los créditos. La dirección artística y el reparto son muy adecuados y satisfará tanto a los incondicionales de Marvel como a los neófitos.

Aprovechamos el evento para recordar las protestas de algunos grupos ultraderechistas, que se sintieron indignados por la adjudicación del papel de Heimdall al actor Idris Elba. Elba, en su interpretación del guardián del Bifröst, crea uno de los personajes más interesantes de la película, aportándole solidez, lealtad e inteligencia y provocando la empatía del espectador; está francamente bien. No es probable que los grupos indignados por el reparto se retracten ahora que pueden ver tan buen trabajo, ya que lo que les preocupaba de Elba no era sus dotes actorales, sino su raza negra.

En el trabajo de investigación para este post he visitado alguna páginas gestionadas por estos grupos que, en contra de la tradición de esta casa, no vamos a enlazar. He aquí algunos de los argumentos que esgrimen: «Es un ataque al patrimonio europeo», lo cierto es que el hecho de que gente de diversos orígenes y etnias puedan apropiarse de ese patrimonio es lo que hace que este sea clásico y una referencia; de ahí toma toda su importancia ¿qué sería la Odisea si solo fuera de los griegos? ¿a quién le importaría Moisés si solo se ocuparan de él los judíos?
«Lo judíos de Hollywood intentan destruir toda presencia blanca en el mundo» según la conspiranoia de unos, para otros, se trata de una «blasfemia».

Odin
¿Un actor de sangre celta interpretando a un dios escandinavo? ¡Qué atentado a la verosimilitud de la película!

Aunque estos «argumentos» son tan absurdos que no necesitan ser refutados, vamos a divertirnos aquí justificando que Heimdall podría ser perfectamente negro. Aunque la película se basa en las historietas marvelianas que son ya una versión libérrima de los mitos, hablaremos en primer lugar del Heimdall mitológico, para pasar después a la coherencia interna de la película.

¿La representación de un Heimdall negro contradice la iconografía del mismo tal como se establece en los mitos? Hay dioses cuyos atributos iconográficos son características físicas, como la cabellera de oro de Sif o la pelirroja de Thor. Las violaciones en la película de esos atributos físicos bien establecidos no parecen haber indignado a nadie. Los atributos iconográficos de Heimdall no son características físicas, sino complementos, muy especialmente su cuerno, que no aparece en la película y nadie protesta por ello, y también su collar de brillantes joyas.

Sif
¿Sif con cabellos negros? ¡Falta de respeto a los creyentes!

Solo un verso en los mitos podría justificar un Heimdall blanco, en el poema Þrymskviða leemos: «Entonces, habló Heimdall, el más brillante de los Aesir» incluso aunque alguna traducción prefiere «el más blanco» a «el más brillante», difícilmente podemos pensar que se hace referencia al color de su piel, ya que está perfectamente establecido que el dios de piel más blanca es Baldr. Podría hacer referencia, pues, a su naturaleza de dios prometéico o, muy problblemente, al brillo de su collar que, sin duda, no es más que una evocación del arco-iris, el más importante de sus atributos, y que, si bien es muy brillante, destaca por su aspecto multicolor, precisamente.

Si no se hace referencia al color de piel y cabello de Heimdall, no es el caso de sus hijos. De los tres que tiene con sendas mortales se nos dice que el menor es de piel muy blanca y de rubios cabellos, al contrario que el mayor. El segundo se encontraba en un punto intermedio. Heimdall, del que descendemos los hombres mortales de Midgard, puede tener hijos de diferente aspecto, y este mito explica la existencia de las diferencias étnicas. Esto nos lleva a la coherencia interna de la película:

Heimdall
A penas hay registro arqueológico con representaciones de Heimdall. Algunos han considerado como tal a este personaje, grabado en la Cruz de Gosforth (imagen de la Wikipedia)

Según la película, los mitos nórdicos son reales en muchos aspectos, ya que se basan en el recuerdo de seres que realmente visitaron la Tierra (Midgard) en el pasado. Se trata de una interpretación inmanente de la divinidad, al estilo de Stargate, que debería hacer concordar la historia real con la mitología hasta donde sea posible. De manera que, si seguimos el mito antes aludido de que todos los seres humanos descendemos de Heimdall, ya que el registro fósil nos informa de que todos los seres humanos procedemos de África, lo más coherente, dentro de la ficción que propone la película, es imaginar que Heimdall era realmente negro, quod erat demonstrandum.

A pesar de la sandez de base en este asunto, hay un punto realmente preocupante:
Decíamos que algunas de las protestas en contra de la elección del reparto lo habían calificado de «blasfemia». Lo cierto es que existen en Escandinavia grupos derechistas que profesan la restitución de la religión vikinga. Esta religión justificaba una sociedad esclavista basándose, precisamente en el mito de Heimdall, cuyos tres hijos fueron el origen de las tres castas, siendo la de los esclavos la más oscura. Eso sí, como es una religión, hay que respetarlo, incluso hay países que tienen leyes antiblasfemia.
Sábado, 26 de Marzo de 2011

Teología portatil IV

Por fin, tras varios meses de espera, una nueva entrega de nuestra traducción del Diccionario abreviado de la religión cristiana de nuestro querido barón Holbach. La ilustramos con un par de vídeos de gran valor antropológico:

Oración:
Véase Plegarias.

Plegarias:
Fórmulas de ruego inventadas por los curas para suplicar a un dios bueno, que sabe todo lo que necesitan sus hijos, o persuadir a un dios sabio para que cambie su voluntad. Sin plegarias, Dios no adivinaría lo que hace falta a sus criaturas. Las oraciones de los curas son las más eficaces de todas, ya que en la corte de ahí arriba, como en las de aquí abajo, el dinero simplifica mucho los trámites.

Profesión religiosa:
Ceremonia solemne por la cual un pilluelo o una jovencita de quince años promete a Dios ser toda su vida inútiles a la sociedad y perseverar hasta su muerte en la santa resolución de atormentarse bien.


Un extracto del Groland Magazine, programa satírico francés que pretende ser el informativo de una nación ficticia, el Presipado de Groland. Recientemente ha circulado mucho por la red otro fragmento del programa, con un método para poner en evidencia a los videntes


Berto reflexiona sobre la humanidad de las monjas


Religiosas:
Santas muchachas destinadas a los serrallos que Jesucristo tiene en este bajo mundo: cada una de ellas, a fuerza de mimos, espera merecer un día sus favores. Mientras tanto son guardadas por monjes y curas que, como no son eunucos en absoluto, ponen a veces los cuernos al sultán, por hacerse esperar demasiado.

En la capitular vemos a sor Maria Teresa de Batignolles, irreverente personaje del dibujante y guionista de cómic Maëster.

Martes, 8 de Marzo de 2011

La tradición apostólica I

La salvación depende de un conocimiento secreto y solo nuestra secta está al corriente del mismo» . Tal es la idea que define los cristianismos gnósticos, sin duda procedente de los cultos mistéricos helenísticos. Algunas de estas sectas añadirían: «Conocemos el secreto porque el Christos se lo comunicó a los hombres a través de su discípulo más amado, fundador de nuestro grupo». Esta idea es lo que llamamos tradición apostólica: el discípulo favorito transmite el secreto y la legitimidad a sus seguidores, que la van heredando, de manera que es siempre posible establecer una línea sin interrupción desde la revelación divina hasta los líderes actuales de la secta. Como sabemos, pese que todos los gnosticismos fueron condenados como herejías, el cristianismo constantiniano aceptó mucha doctrina gnóstica, como era inevitable, pues fue en esos círculos donde se fraguó la primera teología cristiana.
Esta de la que hablamos hoy, la tradición apostólica, entró probablemente a través de Marción. No es lo único que le debemos: este teólogo, rechazado como herético, puso, no obstante, las bases del cristianismo tal como lo conocemos.

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Si el cristianismo siempre fue un elemento de poder, fue Marción el primero que vio su potencial como herramienta de dominio universal. Apoyado en su ambición y fortuna personal, organizó la Iglesia en Roma, concibió la idea de canon, recopilando por primera vez un Nuevo Testamento. Aportó los escritos, hasta entonces perdidos, del lider de una secta mesiánica del s. I (las cartas de Pablo). El grado de su intervención en textos que luego formarían parte de los evangelios sinópticos todavía se debate por los expertos. Dota al Chrestos, hasta entonces de naturaleza angélica, de una apariencia humana, a la manera de los docetas, abriendo el camino a una historización del personaje que desembocaría ulteriormente en su humanización. También la Iglesia posterior se mantuvo fiel al antisemitismo, otra de sus enseñanzas. El poder que alcanzó fue tal que otros mandatarios eclesiásticos se sintieron amenazados, de modo que se coligaron contra él; consiguieron desterrarlo antes de que se nombrara obispo de roma. El cristianismo marcionita era coherente y ambicioso, pero prematuro; le faltaba todavía el apoyo imperial. Marción renunció a sus doctrinas para poder volver a los círculos de poder, pero estas continuaron vivas entre sus seguidores. Imagen de la Wikipedia
El conocimiento (la gnosis) que se transmitía en estos círculos estaba destinado por definición a un pequeño círculo de iniciados, lo que resulta poco práctico para una iglesia con ambiciones de dominio universal; se decidió que lo que se transmitía era la gracia.
Pero volvamos a las sectas desaparecidas. Tenemos documentos que prueban la existencia de sectas que basaban su legitimidad en personajes cuyos nombres serían retomados como seguidores de Jesús en los relatos neotestamentarios. Es el caso de Jochanaan (Judas, Jacob/Santiago), Simón (Piedra), Barnabé, Saulo (Pablo). Otros, como Judas Iscariote, Felipe y María Magadalena, si bien eran invocados en ciertas sectas como el discípulo a través del cual procede la legitimidad, no hay pruebas de que fueran históricamente fundadores de las mismas: es igualmente posible que invocaran un nombre, tradicional, histórico o ficticio, simplemente por su prestigio o por alguna afinidad. Por otra parte, en los evangelios canónicos se explicita que los apóstoles podían proceder de sectas diferentes, como es el caso de Judas Tadeo y Simón el cananeo, llamados Zelotes, por su pertenencia a esta secta y para diferenciar a este último de Simón el Calvo y a aquel de los otros dos Judas del grupo. Una de las etimologías propuestas para «Iscariote» es sicarii, el nombre de otra secta. Las implicaciones de que el grupo apostólico sea un mosaico de diferentes sectas mesiánicas las examinaremos en la segunda parte de este artículo.
Pasemos ahora a las sectas cristianas actuales que, en virtud de la tradición apostólica, hacen llegar su legitimidad y la Gracia desde la revelación divina a través de un apóstol favorito o, a veces, de un padre apostólico de postín:
-Pedro: es muy conocido el caso de la Iglesia Católica Apostólica (es por esto que es apostólica) Romana, que sustenta su legitimidad en el apóstol Simón (apodado Cefas; piedra, el calvo, el duro, traducido como Petrus en la Vulgata). Aduce el versículo interpolado en Mateo 16, 18, las leyendas tardías que sitúan la muerte de Pedro en Roma recogidas en Hechos de los apóstoles y la lista de papas que inventó Eusebio de Cesarea. También lo invoca como fundador la Iglesia Ortodoxa Siria.
Tomás (Judas, Dídimo) fue muy prolífico y se consideran suyas la Iglesia Asiria del Oriente, las tres iglesias malankara, la Iglesia Malabar y un largo etcétera, que pueden ver esquematizado en la ilustración de abajo, tomada de la Wikipedia.
Tomás
-Marcos es el fundador de la Iglesia Copta y de la Iglesia Ortodoxa Griega de Alejandría, por lo que podemos imaginar que este santo se basaba más en un criterio geográfico que doctrinal, a la hora de fundar.
-Judas Tadeo y Bartolomé de la Iglesia Apostólica Armenia
Etcétera.
Como curiosidad, cabe añadir que algunas sectas de creación contemporánea parten de la doctrina de que la tradición apostólica se interrumpió, pero que Dios, milagrosamente, la devolvió a los fundadores de dichas sectas (¿por qué no, después de todo?) quienes, a partir de entonces, la fueron legando a sus sucesores. Es el caso de los mormones y de otras denominaciones como la Iglesia Nueva Apostólica.
Capitular robada de aquí.
Viernes, 25 de Febrero de 2011

Cristianismo primitivo: introducción

esús vivió a principios de nuestra era, predicó en Palestina acompañado por discípulos, realizó milagros y fundó la Iglesia que, desde que se cumplieron cincuenta días desde su resurrección, se expande por el Mundo a través de una cadena de herederos de la gracia y la doctrina (perfecta e inmutable) desde los apóstoles hasta hoy. Los primeros tiempos de esa expansión fueron duros; los cristianos sufrieron una persecución tras otra, pero, en ese mar de sangre y martirio, perseveraron en su fe y su religión perduró y se hizo fuerte. Otro problema del que se tuvieron que defender fueron las herejías, desviaciones de la doctrina original que, desafortunadamente, aparecían en ocasiones.

Eusebio de Cesarea
Eusebio de Cesarea en un grabado de André de Thevet (1502-1590). Hoy visto como falsario, antiguamente como gran historiador y siempre como hábil cortesano (tomado de la Wikipedia)

El párrafo precedente resume la historia oficial de la iglesia, que se considera cierta comúnmente, aun entre personas instruidas, aunque proceda directamente de la Historia Eclesiástica de Eusebio de Cesarea y de los evangelios. Ningún historiador serio considera a Eusebio un autor fidedigno: su fuente principal sobre Jesús, la supuesta correspondencia entre Jesús mismo y el rey Abgaro es una leyenda, los doce primeros papas que menciona, pura invención, las persecuciones, manipuladas y exageradas etc. Eusebio, cortesano de Constantino, fue encargado por el emperador para crear una historia que homogeneizara en una iglesia imperial el confuso mosaico sectario cristiano de la época, con la finalidad política que tuvimos ocasión de ver en su momento. Los evangelios, como saben, no son en absoluto documentos históricos, asunto sobre el que volveremos en futuros artículos.
Dos intervenciones del profesor Bart D. Ehrman, de la University of North Carolina, en el documental de The History Channel Los secretos de los apóstoles a los 06’00” y 44’41”
Pese a todo ello, siglos de repeticiones, de comentarios, de versiones en cuadros al óleo, en autos, en películas, una ubicua iconografía y un pertinaz adoctrinamiento, han hecho de la narración de Eusebio una verdad consensuada. Un ejemplo de hasta dónde llega esta aceptación la vemos en la apasionante trilogía de series documentales de Gérard Mordillat y Jérôme Prieur; Corpus Christi, L’origine du christianisme y L’apocalypse, en la que participan reconocidos expertos en teología, historia, filología, etc. No es extraño que estos expertos desmientan parcialmente la narración de Eusebio, allí donde toca su campo de especialidad, pero tampoco es extraño que asuman con naturalidad que todo el resto es cierto: el espectador ha de esperar a otros expertos para tener una visión de conjunto. Ya hemos ilustrado algún artículo con fragmentos de estas series y, sin duda, lo volveremos a hacer.
Intervención de Anne Pasquier, de la Université Laval-Montréal, en el documental de Gérard Mordillat y Jérôme Prieur L’origine du christianisme, episodio 6, 05’34”, sobre el gnosticismo. Observarán que corto antes de que explique la segunda definición obsoleta de gnosticismo, quizá volvamos a este documento si hablamos de estas sectas. Active los subtítulos con el botoncito rojo «cc»
Las investigaciones históricas, arqueológicas y filológicas, han probado que la línea de la ortodoxia trazada por Eusebio nunca existió. Gran número de sectas mesiánicas con elementos de origen judío, helenístico, egipcio, etc. luchaban entre sí hasta que una versión sincrética de algunos de estos cristianismos se impuso en el siglo IV.
Decíamos a propósito de los cultos al carguero del Pacífico que resulta muy instructivo examinar la génesis de una religión. En el caso del cristianismo la tarea es difícil, debido a la tradición a la que aludimos: siglos de reescrituras, interpolaciones, quemas de libros, silencios y persecuciones.
Si los cultos al carguero los despachamos en un solo artículo, en el caso del cristianismo, debido a la dificultad mencionada y a su magnitud, lo trataremos en aspectos parciales, sin la ambición de agotar la cuestión, en una serie de artículos, etiquetados como «Cristianismo primitivo». En realidad ya hemos publicado varios bajo esa etiqueta, con lo que esta introducción es un poco tardía. Hemos visto hasta ahora algunos ligeros, casi humorísticos y otros más densos. La serie se prolongará próximamente con «La invención de Jesús: iconografía» y «La tradición apostólica».
Capitular tomada de aquí.
Lunes, 21 de Febrero de 2011

Devoción

os enseña la antigua sabudiría que la mortificación de la carne nos acerca a Dios. Lamentablemente, en estos tiempos impíos se va dejando atrás la santa práctica de la autoflagelación en favor de penitencias más livianas, como la pregrinación de rodillas o meter la mano en una pila de alfileres, poco más que atracciones turísticas. Los grandes tiempos de esta práctica han pasado: santos como Bernardo de Claraval o Francisco de Asís nos muestran su ejemplo, los flagelantes del s. XIII purificaban sus pecados ante el inminente fin del mundo o para poner coto a la peste negra (o ambas cosas). Luces de santidad nos iluminan todavía, como lo penitentes de Semana Santa de Filipinas que ya vimos o los Picaos de San Vicente de la Sonsierra. También estos jóvenes chiítas de Mumbai hacen sonrojar a aquellos cuya fe insuficiente les priva de la penitencia. (Nota: estas imágenes puede resultar desagradables).

Vídeo tomado de LiveLeak.
Miercoles, 2 de Febrero de 2011

Hay algo que nos permite librarnos de todas las dudas y ese algo se llama «fe»…

… ¿y quién cojones eres tú para cuestionar mi fe?

E
s sin duda inútil publicitar un corto que ya ha sido portada en Menéame, pero es tan bueno, que lo he querido invitar a la parroquia:


Todas mis felicitaciones al autor, Alberto González Vázquez. Vídeo sacado de ésta página.

La capitular está robada de aquí

Sábado, 6 de noviembre de 2010

El futuro de las creencias irracionales

En el mundo occidental se considera que la libertad de los ciudadanos es un derecho que debe ser protegido por los gobiernos. En el caso de la libertad de creencias y de cultos esto implica el fin de del estatus legal especial con el que se favorecían hasta ahora las religiones tradicionalmente dominantes en esos países. En efecto, no se ha encontrado ninguna razón para defender que la fe en la Pacha Mama sea más o menos digna de un estatus legal especial que la creencia en la Virgen María, en las hadas o en la homeopatía ¿Qué deriva puede tomar esta actitud? Existen dos posibilidades que, en un mundo coherente, serían excluyentes: mantener los privilegios de las religiones dominantes, extendiéndolos a cualquier grupo que se defina por sus creencias irracionales o bien, eliminar esos privilegios de manera definitiva.

Curiosamente, la primera opción parece la tendencia predominante: recordemos la ley británica contra el odio religioso, contra la que se opuso nuestro admirado Rowan Atkinson y, hace unos días, como una jueza española protegía el honor de mediums y parapsicólogos frente al profesor Fernando Cuartero, que los había llamado estafadores, condenando a éste a una multa.

Couple with a young female spirit
Pareja con un fantasma, fotografía de la colección del National Media Museum

En esta tendencia subyace un juicio muy aceptado: una creencia irracional, aunque pudiera estar equivocada, es garantía de excelencia moral. De esta manera, un musulmán, pongamos por caso, aunque estime que un sacerdote católico esté fundamentalmente equivocado, considerará más digno de confianza a éste que a un racionalista.

La aplicación práctica de este principio puede traer muchos problemas, ya que cualquiera puede reivindicar un trato especial ante la ley, argumentando para ello algo tan frágil y difícilmente contrastable como una creencia, fe, convicción íntima, etc.

Ya hemos mencionado algunos conflictos que ha generado esta actitud:
La indignación de los jedi, cuyo derecho a llevar la cabeza cubierta es tan respetable como el de las musulmanas.
La indignación de los ganaderos porcinos gallegos que, contritos por las normativas que pretenden proteger a los animales, ven como se permite a los musulmanes saltarse esas mismas normas por razones religiosas. Incluso se plantearon inscribirse como asociación religiosa, para poder volver a sus métodos de matanza tradicionales.
Esto no son más que detalles; si tenemos en cuenta las ventajas fiscales que las religiones tienen en muchos países, la definición como asociación de culto podría convertirse en una estrategia interesante para muchas empresas; de hecho, ya se han dado ejemplos, como el parque de atracciones creado por el reverendo Jim Bakker, en el que el precio de las entradas era considerado como donaciones de los fieles.

En suma, dejando a parte otros efectos negativos de las creencias irracionales, este paradigma parece inaplicable en la práctica, por lo que se debería optar por la alternativa, es decir, eliminar todo trato de favor a la sinrazón en las legislaciones.

No obstante, esa dicotomía se daría en un mundo coherente y no es el caso, en un futuro post examinaremos cómo lo más probable es que ambas posturas coexistan y de las actitudes de diversas creencias hacia ellas.

En cualquier caso, la postura de una persona sensata debería ser la de luchar por la que prevaleciera la razón en los textos legales y su aplicación. El caso del profesor Fernando Cuartero, al que nos referíamos antes es una buena ocasión para hacerlo. Pueden apoyarlo uniéndose al grupo correspondiente en FB o por cualquier otro medio que se les ocurra. Esta condena podría crear un precedente muy grave para el pensamiento crítico, ya que los médiums se verían protegidos por la justicia. Inversamente, si Cuartero gana el recurso, este tipo de gente se lo pensará dos veces antes de atacar en justicia a aquellos que denuncian sus malas prácticas; se tendrán que conformar echando males de ojo.

Lunes, 11 de Octubre de 2010

Santa preñez

Como ustedes no ignoran, una de las polémicas que precedieron a la visita de Benedicto XVI a Inglaterra tuvo que ver con la censura de un anuncio de helado en el que aparecía una monja embarazada. Los parroquianos más veteranos recordarán que ya usamos aquí ese motivo en una letra capitular. En nuestro caso habíamos usado una magnífica foto de Donna Ferrato, «Monja en Venecia», convenientemente manipulada con Gimp. Eso sí, la del helado es mucho más guapa.

DonnaFerrato

Monja

Martes, 3 de Agosto de 2010

Gloria y obsolescencia del cristianismo

La antropología explica como el machismo, el canibalismo, los tabúes alimentarios y otros memes que hoy pudieran parecernos disparatados han cumplido un papel en la supervivencia de las sociedades donde se dan ¿podemos explicar igualmente la función del monoteísmo? Aunque el cristianismo es un fenómeno sincrético y complejo, nos fijamos aquí en uno de los aspectos claves que explican su difusión:

Ajenatón
Como el zoroastrismo no es un monoteísmo en sentido estricto, se suele atribuir a Ajenatón el mérito del hallazgo. Imagen de la Wikipedia

El examen la historia nos muestra cómo los monoteísmos han sido siempre una medida política de centralización, a menudo impuestos desde el poder o asociados a nacionalismos. Es el caso de la Persia de Ciro, ya que el mazdeísmo zoroastriano reduce el poder de la casta sacerdotal, distribuido localmente entre los templos hasta entonces y sostenido por la oligarquía de la alta nobleza. También en el caso egipcio, bajo Amenophis IV –AjenAtón– que centralizó el culto de los innumerables dioses con sus correspondientes sacerdotes en el de Atón, si bien sus reformas no perduraron. Otro tanto podemos decir de Josías, rey de Judá en el s. VII a. C., que con el fin de legitimar sus ambiciones de conquista sobre le reino de Israel, centralizó el culto en el templo de Jerusalén y recopiló las tradiciones y narraciones para crear un solo libro sagrado, institucionalizando un monoteísmo judaico.

De una manera general, podemos aceptar que la aparición de la agricultura a gran escala con acumulación de excedentes hace necesaria la centralización y la creación de castas de administradores. Entre las diversas maneras legitimar estos cambios encontramos el monoteísmo, que tendría en este tipo de contexto su caldo de cultivo natural.

Cylones
Intervención de un grupo de cylones. Imagen tomada de aquí

Podemos encontrar un interés político de centralizar el poder en épocas de lo más variadas, pero el monoteísmo aparece como un recurso elemental, propio del paso del Neolítico a las sociedades urbanas: no obstante, el Islam y la Iglesia Constantiniana fueron creados en el siglo VII y IV respectivamente: descendientes tardíos de esta tradición ¿qué condiciones particulares han permitido el desarrollo de estas religiones tan lejos de su medio natural? Veamos el caso particular de la imposición del cristianismo:

Se suele presentar al cristianismo monoteísta como un bloque que triunfó frente al paganismo politeísta, también se suele presentar al Imperio Romano como hostil al cristianismo en un principio hasta que, en un dramático y repentino giro, se convierte. Lo cierto es que estas cuestiones son mucho más sutiles:

Respecto a la primera oposición, cristianismo monoteísta frente a paganismo, politeísta hay que tener en cuenta que el paso al monoteísmo no fue una innovación cristiana que sorprendiera al Imperio Romano, y no solo a causa de los monoteísmos anteriores que ya hemos citado. Los pensadores paganos helenísticos habían evolucionado hacia una forma de monoteísmo, en particular el neoplatonismo de Plotino, del que hablamos sucintamente hace poco. Es un hecho que en los centros intelectuales del Imperio, muy particularmente en Alejandría, la incipiente teología cristiana se nutría de pensamiento griego, al que podemos, pues, considerar responsable, al menos en cierta medida, del pensamiento monoteísta que heredaron los cristianismos. Se da incluso la circunstancia de que el cristianismo trinitario podría resultar más politeísta que el monoteísmo pagano, como se observa en la controversia entre Celso y Orígenes.

Una de las intervenciones de Yves Modéran, de la universidad de Caén, en la serie documental El Apocalipsis, de Gérard Mordillay y Jerôme Prieur. Volveremos sobre esta fascinante serie y las otras dos de los mismos autores: Corpus Christi y El origen del cristianismo. Fragmento del episodio 7 «Contra los cristianos», capítulo IV «¿Un dios o varios?».

La segunda oposición, entre la Roma hostil al cristianismo y la Roma del cristianismo oficial, solo existe desde un punto de vista cristiano, que ve en la conversión del Imperio una finalidad cósmica. Lo cierto es que en la etapa anterior a esta conversión vemos aparecer toda una serie de medidas políticas con el fin de centralizar el poder y de reforzar las gastadas instituciones imperiales. La obligación del culto público a los dioses creó el contexto que ha sido transmitido por los autores cristianos como «persecuciones», pero que no son sino episodios de una serie de medidas centralizadoras, tomadas por Decio y Diocleciano, de las que la adopción del cristianismo por Constantino sería una más.

Intervenciones de Paula Fredriksen, de la universidad de Boston, y de David Frankfurter, de la universidad de New Hampshire, en el episodio 7, capítulo IV «La persecución de Decio»

No sólo un dios único parecía responder mejor a las necesidades centralizadoras, además aliaba la autoridad imperial con el poder paralelo que habían establecido los obispos, apoyado sobre las masas iletradas urbanas, y que ya era demasiado importante como para mantenerlo al margen.

Especular sobre si era la medida más adecuada o si se hubiera debido tomar otro camino nos llevaría sobre los caminos de la ficción histórica y la ucronía, géneros de ficción literaria. No obstante, podemos constatar que su eficacia para evitar la disgregación del Imperio fue insuficiente y que el coste en pérdida del saber científico y técnico que implicó abrumador.

El hecho de que las elites, cultas y paganas, percibieran el cristianismo, sus costumbres y la corrupción de sus obispos, como la razón de la ruina del Imperio, es otro dato que debemos considerar. Como ya vimos en otro lugar, esa impresión era la opinión generalizada hasta el punto de que Agustín de Hipona hubo de rebatir esta idea en su monumental obra La ciudad de Dios.

Santos legionarios
Imagen tomada de aquí

Dejamos, pues, a parte la conveniencia o inconveniencia del cristianismo imperial en el contexto del la baja latinidad, pero ¿qué sentido tiene seguir arrastrando hoy medidas pensadas para apoyar un imperio desaparecido hace 1500 años? ¿Por qué seguimos soportando esa plaga? En la serie original de Galáctica, estrella de combate, la humanidad luchaba contra los cylones, criaturas mecánicas creadas por los hombres como arma en una guerra que había terminado hacía miles y miles de yarems. Desaparecida la razón de su existencia, los zylones continuaban su labor destructora de manera ciega. Análogamente, los curas continúan a usar las llaves de Jano como símbolo de su poder (hoy conocidas como llaves de san Pedro), las togas prætextas de los patricios como casullas, títulos como «pontífice» (funcionario que se ocupaba del impuesto de los puentes), su división territorial en diócesis, su latín italianizado, etc. elementos romanos pervertidos de su sentido original. Como los cylones, o como esos japoneses que continuaban emboscados durante décadas ignorando el fin de la II Guerra Mundial, los curas continúan ciegamente sembrando el dolor, la represión y la estupidez para sostener y perpetuar el desaparecido Impero Romano.

El mosaico de la capitular representa una ele capital romana, en realidad es una imagen tomada en el metro de Nueva York y publicada aquí.

Jueves, 1 de Julio de 2010

Buenas razones para creer

¿Soon todos los creyentes locos, estúpidos o criminales? Resulta sorprendente para los escépticos, no sólo que tanta gente tenga creencias absurdas, si no que existan personas inteligentes y cultas, cuyo criterio respetaríamos en otros dominios, que sostienen que existen fuerzas mágicas, fantasmas, viajes astrales y pamplinas de lo más variadas. Ambos casos merecen una reflexión; tanto los creyentes ilustrados como las masas de creyentes profesan creencias surgieron y se trasmitieron por razones que, si logramos penetrar, serviremos mejor a la causa de la sensatez que rechazándolas en bloque sin más.

La cuestión merece una etiqueta propia que será «razón de fe» y bajo la que pasarán a clasificarse algunos post anteriores como «Cultos al carguero».

Cada creencia obedece a causas complejas ligadas entre sí: económicas, sociales, cognitivas, etc. que han originado de manera ciega e inconsciente desde las supersticiones más elementales hasta los más refinados sistemas teológicos. Es a este entramado al que pretendemos enfrentarnos aquí; ya nos ocupamos de las causas cínicas y calculadas de manera interesada bajo otras etiquetas.

Creaturas
He dibujado esta «foto de familia» especialmente para ilustrar el post

Un ejemplo clásico es la prohibición de comer carne de vaca en el hinduismo. Asunto de predilección de Marvin Harris, lo trata en sus más famosas obras divulgativas (como Vacas, cerdos, guerras y brujas, Caníbales y reyes y Bueno para comer) reduciéndolo a sus causas económicas se llega a la conclusión de que este tabú ha permitido la supervivencia de esa sociedad. Como creencia irracional, prohibición y castigo sobrenatural incluido, tenía más posibilidades de ser transmitido y respetado que como cálculo racional.

El hecho de que una creencia haya podido cumplir, de manera ciega, un papel positivo en un contexto particular, no justifica su pervivencia en contextos diferentes. Por ejemplo: el meme machista, que asume la inferioridad de la mujer respecto los hombres, ha cumplido un papel en la supervivencia de muchas sociedades, al justificar el infanticidio femenino: eso no justifica que hoy en día se practique el machismo. Inversamente, también conviene tomar conciencia de que si las sociedades occidentales han modificado este meme se debe a causas materiales ciegas e inconscientes. Como señalamos someramente hace tiempo (en la tercera parte del post sobre Porco Rosso) las dos guerras mundiales y el crack del 29 llevaron a las mujeres a emplearse en puestos tradicionalmente masculinos, lo que debilitó la dependencia económica a las mujeres respecto de sus cónyuges. Por otra parte, esta modificación del meme benefició el desarrollo de las empresas, al doblarse la fuerza de trabajo sin doblar su costo, ya que las mujeres son peor pagadas. Por supuesto, la existencia de cómodos y eficaces anticonceptivos deja obsoleto el infanticidio femenino en su tradicional papel de controlador demográfico.

La pervivencia de memes obsoletos puede tener consecuencias nefastas; otro caso analizado por Harris, la religión estatal caníbal de los mayas, permitió la supervivencia de esa sociedad durante un tiempo, hasta que se hizo insostenible. Una mutación memética hubiera sido necesaria para hacerles pervivir. El monoteísmo quizá dio beneficios en cierto contexto, pero es sin duda un meme obsoleto y pernicioso desde principios de la Edad Media, al menos, lo que hace urgente el análisis racional de sus causas: los Mayas no tenían los medios de hacerlo, nosotros no tenemos excusa.

Muy pronto, en la sección «Razón de fe»:
«Gloria y obsolescencia del cristianismo»
«La virtud del krou»
«El muñeco vudú y Hercule Poirot»

La imagen de la capitular es, como habrán reconocido muchos de los parroquianos, la foto «real» del chupacabras que circula desde hace tiempo por la Red. Desconocemos la fuente original.

Lunes, 24 de Mayo de 2010

La prueba del camello (Actualizado)

La idea de que los relatos del Antiguo Testamento reúnen leyendas, cuentos y poemas de índole fundamentalmente mítica y fantástica puede parecer evidente. No obstante, a pesar de que la filología ha hecho interpretaciones en ese sentido desde hace mucho, la arqueología ha estado a menudo manipulada por intereses religiosos y nacionalistas, que deberían ser ajenos a toda investigación científica. Afortunadamente, en los últimos años parecen haberse superado esas trabas y tenemos obras como The Bible Unearthed, de I. Finkelstein y N. A. Silberman, donde se recopila, para el lector no especialista, el estado actual de las investigaciones sobre la cuestión. Las pruebas arqueológicas datan la creación del texto, sobre materiales anteriores, a finales del s. VII a.C. El fin político de esta recopilación hay que buscarlo en las ambiciones nacionalistas y expansionistas del reinado de Josías.

Moisés sacando agua de la piedra, Gioachino Asserto
Moisés sacando agua de una piedra de un golpe de bastón (Éxodo 17, 6). Un camello espera pacientemente su turno en el ángulo superior derecho de la imagen. Óleo de Assereto Giochino, que se conserva en el Museo del Prado, Madrid

De entre el gran número de pruebas e indicios que se evocan en la obra de Finkelstein, queremos fijarnos hoy aquí en el relativo a los camellos. En los relatos sobre los patriarcas se mencionan camellos, mientras que en la época en la que se supone la acción no se había todavía domesticado en la región. Evidentemente, los creadores de la narración proyectaban la vida que ellos conocían en relatos de acciones supuestamente pretéritas. En particular, en la historia de José, se mencionan caravanas que llevaban «goma arábiga, bálsamo y mirra», lo que refleja una realidad de los ss.VIII a VII a. C, cuando, bajo la dominación asiria, pudo desarrollarse tal comercio.

Borges y María Kodama en Egipto
¡Oh, tiempo, tus pirámides!

Curiosamente, Borges había considerado la mención u omisión de camellos como criterio de la autenticidad de un texto, en su caso, del Corán. Su punto de vista es estético, no científico como el de Finkelstein, pero no deja de resultar una coincidencia llamativa; incluso precisa que un nacionalista sí hubiera incluido camellos en su redacción:

Gibbon observa que en el libro árabe por excelencia, en el Alcorán, no hay camellos; yo creo que si hubiera alguna duda sobre la autenticidad del Alcorán bastaría esta ausencia de camellos para probar que es árabe. Fue escrito por Mahoma, y Mahoma, como árabe no tenía porqué saber que los camellos eran especialmente árabes; eran para él parte de la realidad, no tenía por qué distinguirlos; en cambio, un falsario, un turista, un nacionalista árabe, lo primero que hubiera hecho es prodigar camellos, caravanas de camellos en cada página; pero Mahoma, como árabe, estaba tranquilo: sabía que podía ser árabe sin camellos. (de «El escritor argentino y la tradición», en Discusión, 1932).

Si la observación de Finkelstein nos da un indicio cronológico, la de Borges, aplicada a la Biblia, nos lo daría social: no fueron los nómadas quienes escribieron esos relatos, sino cortesanos de un rey nacionalista.

Actualización del 23 de mayo a las 17h00:

En respuesta a los comentarios, en particular a las objeciones de RnB (gracias) precisamos algunos de los puntos del post:

El Corán sí menciona a los camellos, por ejemplo en la sura 88, versículo 18: «¿Acaso no reparan en el camello, cómo ha sido creado?». Una búsqueda en una edición electrónica de este texto sagrado arroja 18 referencias a los camellos.
Esto plantea un problema ¿se equivoca Gibbon o se equivoca Borges citando a Gibbon o este miserable predicador citando a Borges? Esta última posibilidad podemos descartarla acudiendo al texto de Borges al que hacemos referencia (pueden encontrarlo aquí).
Gibbon, por su parte, habla de los orígenes del islam, de su profeta, del Corán y de los camellos en el capítulo L de su Decadencia y caída del Imperio Romano. En todo ese capítulo no encontramos tal idea, al contrario: dice que, en su ignorancia de árabe, ha compulsado ediciones inglesas, latinas y francesas de ese libro santo, por lo que parece improbable el error.
Borges era un gran conocedor de Gibbon ¿cómo podría haberse equivocado? El ensayo de Borges se critica a los autores argentinistas que se exceden al añadir color local, quizá Borges se inventó la cita para apoyar su argumentación. El comentario de Guely of Sweden, gran lector de Borges, confirma esta posibilidad (muchas gracias por intervenir).
Una cita de Gibbon pudo sugerir al autor argentino la superchería: en la nota 16 del capítulo mencionado, el historiador habla de los gustos gastronómicos del Profeta y dice: «el camello ni siquiera es mencionado». Gibbon no habla aquí del Corán, sino que cita la Vie de Mahomet, de Garnier. Ya dijimos que el criterio de Borges era estético, no científico.

En cuanto a la objeción relativa a la domesticación del camello, cito literalmente mi fuente, es decir, La Biblia desenterrada (traduzco de la versión francesa, ya que no dispongo de la original):

La historia de los patriarcas está llena de camellos; se cuentan por manadas. Cuando sus hermanos venden a José como esclavo (Gn 37, 25) las mercancías de la caravana son transportadas por camellos. Pero la arqueología revela que el dromedario no fue domesticado antes de finales del II milenio y que no empieza a usarse de manera general como bestia de carga en Cercano Oriente hasta mucho más tarde del año 1000 a.C. La historia de José nos da, a demás, otros detalles reveladores: la caravana de camellos en cuestión transporta «goma arábiga, bálsamo y laúdano». Esta descripción corresponde, de manera evidente, al comercio de estos mismos productos, que los mercadees árabes, bajo la vigilancia del Imperio Asirio, emprenden en los siglos VIII y VII a.C.
Por otra parte, las excavaciones del yacimiento de Tell Jenmeh, en la planicie litoral del sur de Israel —que era un gran almacén situado en la ruta principal de las caravanas que unían Arabia con el Mediterráneo— revelan un aumento espectacular de huesos de camello durante el curso del s. VII a.C. La mayor parte de estas osamentas proceden de animales adultos, que servían como animales de carga y que no eran de origen local, ya que, en caso contrario, se hubieran encontrado también individuos jóvenes. Fuentes sirias mencionan, precisamente en la misma época, el empleo regular del camello en caravanas mercantes. Por lo tanto, sólo a partir de esta época el camello formará «parte del paisaje» y será posible integrarlo en los detalles de un relato literario.

Domingo, 23 de Mayo de 2010

La prueba del camello

La idea de que los relatos del Antiguo Testamento reúnen leyendas, cuentos y poemas de índole fundamentalmente mítica y fantástica puede parecer evidente. No obstante, a pesar de que la filología ha hecho interpretaciones en ese sentido desde hace mucho, la arqueología ha estado a menudo manipulada por intereses religiosos y nacionalistas, que deberían ser ajenos a toda investigación científica. Afortunadamente, en los últimos años parecen haberse superado esas trabas y tenemos obras como The Bible Unearthed, de I. Finkelstein y N. A. Silberman, donde se recopila, para el lector no especialista, el estado actual de las investigaciones sobre la cuestión. Las pruebas arqueológicas datan la creación del texto, sobre materiales anteriores, a finales del s. VII a.C. El fin político de esta recopilación hay que buscarlo en las ambiciones nacionalistas y expansionistas del reinado de Josías.

Moisés sacando agua de la piedra, Gioachino Asserto
Moisés sacando agua de una piedra de un golpe de bastón (Éxodo 17, 6). Un camello espera pacientemente su turno en el ángulo superior derecho de la imagen. Óleo de Assereto Giochino, que se conserva en el Museo del Prado, Madrid

De entre el gran número de pruebas e indicios que se evocan en la obra de Finkelstein, queremos fijarnos hoy aquí en el relativo a los camellos. En los relatos sobre los patriarcas se mencionan camellos, mientras que en la época en la que se supone la acción no se había todavía domesticado en la región. Evidentemente, los creadores de la narración proyectaban la vida que ellos conocían en relatos de acciones supuestamente pretéritas. En particular, en la historia de José, se mencionan caravanas que llevaban «goma arábiga, bálsamo y mirra», lo que refleja una realidad de los ss.VIII a VII a. C, cuando, bajo la dominación asiria, pudo desarrollarse tal comercio.

Borges y María Kodama en Egipto
¡Oh, tiempo, tus pirámides!

Curiosamente, Borges había considerado la mención u omisión de camellos como criterio de la autenticidad de un texto, en su caso, del Corán. Su punto de vista es estético, no científico como el de Finkelstein, pero no deja de resultar una coincidencia llamativa; incluso precisa que un nacionalista sí hubiera incluido camellos en su redacción:

Gibbon observa que en el libro árabe por excelencia, en el Alcorán, no hay camellos; yo creo que si hubiera alguna duda sobre la autenticidad del Alcorán bastaría esta ausencia de camellos para probar que es árabe. Fue escrito por Mahoma, y Mahoma, como árabe no tenía porqué saber que los camellos eran especialmente árabes; eran para él parte de la realidad, no tenía por qué distinguirlos; en cambio, un falsario, un turista, un nacionalista árabe, lo primero que hubiera hecho es prodigar camellos, caravanas de camellos en cada página; pero Mahoma, como árabe, estaba tranquilo: sabía que podía ser árabe sin camellos. (de «El escritor argentino y la tradición», en Discusión, 1932).

Si la observación de Finkelstein nos da un indicio cronológico, la de Borges, aplicada a la Biblia, nos lo daría social: no fueron los nómadas quienes escribieron esos relatos, sino cortesanos de un rey nacionalista.

Miercoles, 5 de Mayo de 2010

Campaña viral contra Hipatia

Hace unos meses circulaba un correo electrónico en relación con Hipatia de Alejandría y la película Ágora. Las atrocidades cometidas por los cristianos durante siglos han sido silenciadas por razones obvias; es lamentable que hoy en día se siga sin poder hablar sobre el asunto sin despertar la ira de algunos. Cuando recibí el mensaje no había visto la película, que tardó varios meses en estrenarse por estas latitudes. No obstante, y sin ánimo de defender la película, sino de precisar los errores que componían el texto, di una respuesta, punto por punto. La reproduzco aquí con leves correcciones:

Rachel Weisz
Rachel Weisz como Hipatia en la película

«Hipatia no fue asesinada a los 38 años, sino que murió en el año 415 y tenía 61.»
Como se dice en el texto mismo del correo viral más adelante, los datos que tenemos de Hipatia son muy limitados, no se conoce la fecha de su nacimiento con exactitud y se estima entre el 355 y el 370, dejando pues una horquilla, insisto, sobre estimaciones, de 15 años. Amenábar, al presentar una Hipatia joven y bella, continúa toda una tradición, una iconografía establecida que podemos ver en las obras de artistas como Rafael (en su cuadro La escuela de Atenas) Charles William Mitchell, Julia Margaret Cameron y, en suma, todos aquellos que la han representado gráficamente a lo largo de la historia. Sin duda estos artistas muestran un aspecto idealizado del personaje y quizá inexacto históricamente, pero que se basa en los testimonios contemporáneos que alababan unánimemente su belleza y, desde luego, no es un invento de Amenábar. Por otra parte, que la filósofa tuviera 15 años más o menos no hace su asesinato más o menos atroz.

«No fue famosa por sus dotes de astronomía por más que en la película le atribuyan investigaciones que le adelantan a Kepler más de mil años; sino porque era una «divina filósofa platónica»

Fue, efectivamente, filósofa neoplatónica, pero su obra más importante para la posteridad fue en astronomía y matemáticas:
La mayor parte del saber de la época helenística se perdió, filtrado por los monasterios; a pesar de los intrincados mecanismos de relojería y astronomía que nos descubre la arqueología (como el Mecanismo de Anticitera, por citar el más espectacular) sólo podemos especular sobre el contenido del cerca de millón de volúmenes que debió contener la gran Biblioteca de Alejandría en su apogeo. A nosotros, la teoría del desplazamiento de los planetas nos llega del Kepler, que vivió en el s. XVII ¿qué tiene que ver entonces esto con Hipatia? Aunque muchas de sus obras se perdieron ¿sería una especulación muy arriesgada decir que trató el asunto? ¿los mecanismos de observación tenían la precisión necesaria para establecer tal teoría entonces? ¿en qué se basa director de la película? Veamos las obras que sí que sabemos que se deben a Hipatia:

Hypatia por JM Cameron 1867
Representación fotográfica de la filósofa por Julia Margaret Cameron, 1867
Hipatia escribió libros sobre geometría, álgebra y astronomía: «Tablas astronómicas» (útil que trata precisamente sobre el desplazamiento de los astros) un manual sobre la construcción de astrolabios que introducía mejoras sobre los modelos conocidos entonces (precisamente, un aparato de observación astronómica) inventó un hidrómetro y, su obra más importante, «De las cónicas». En esta obra utiliza procedimientos de álgebra y trigonometría que tardarían siglos en ser superados. Las secciones de los conos, entre las que se encuentran las elipses, fueron consideradas sin importancia durante siglos (en comparación con formas como la circunferencia, considerada «perfecta») hasta que Kepler las utilizó para explicar el movimiento de los planetas. Es decir, si no nos consta que Hipatia descubriera que la órbita de los planetas es elíptica, sí que sabemos que estableció las bases matemáticas para poder concebir tal idea y que trabajó en los medios técnicos de observación de los astros.

Desgraciadamente, san Agustín rebate en sus sermones el heliocentrismo, creando una tradición (continuada por Cosmas y muchos otros) de manera que la aplicación de esas bases matemáticas no fue posible hasta que Copérnico trajo de nuevo la idea heliocéntrica.

«Hipatia fue vírgen, pero no “para ser igual que un hombre y poder ejercer una profesión con plena dedicación”. Castidad y virginidad no es lo mismo que feminismo. Lo en coherencia (sic) con su ejercicio de la filosofía Sofronise, es decir el dominio de uno mismo a través de las virtudes, entendidas como el control de instintos y pasiones.»
El feminismo ha reivindicado a menudo a Hipatia como predecesora, pero no por su ascetismo (¿desde cuándo el feminismo predica la castidad?) sino por tener un papel predominante en el saber y la sociedad de su tiempo, en el que las mujeres eran consideradas habitualmente como bienes semovientes de sus padres o maridos; en ese sentido, se puede interpretar la castidad como independencia de los hombres.

Cirilo de Alejandría Sami Samir
A algunos parece haberles ofendido la belleza de Hipatia, pero el que sale mucho más guapetón que «en la realidad» es san Cirilo, interpretado por Sami Samir

«Hipatia nunca fue directora de la Biblioteca de Alejandría, ni su destrucción se debió a los cristianos. Dicha biblioteca fue quemada muchas veces. La primera Julio César. En el 273 fue saqueada por Aureliano y Diocleciano remató la faena en el 293»
Existe una tradición que hace a su padre, Teón de Alejandría, célebre matemático y astrónomo, conservador de la Biblioteca de Alejandría. Teón trabajó en la Biblioteca del Serapeo (también el Alejandría) a menudo confundida con la Gran Biblioteca (o Biblioteca del museo) que había ardido hacía siglos. La Biblioteca del Serapeo era entonces el centro del saber en la ciudad y de todo el mundo Helenístico. Lo más probable es que Hipatia enseñara en su propia casa.

«En tiempos de Trajano los judíos destruyeron el templo de Sarpeo (sic) y en el año 391 fueron los cristianos quienes acabaron de derruirlo para derribar la columna de Diocleciano, símbolo de la persecución cristiana. Pero lo que quedaba de la Biblioteca siguió en pie.»
A finales del siglo IV el Serapeum de Alejandría estaba en su máximo esplendor; su biblioteca era la más importante del mundo y su tesoro estaba lleno de riquezas. El patriaca Teófilo, amparándose en edictos promulgados por Teodosio I para reprimir el paganismo, atacó y destruyó diversos templos, preferentemente los más ricos. El Serapeo fue uno de ellos, derruido y quemado en 391 ó 389, según las fuentes. Pese a diversas teorías y leyendas alentadas durante siglos por autores cristianos, ningún historiador actual duda de ello, pues lo prueban las fuentes y la arqueología de manera meridiana.

Empezaban malos tiempos para las bibliotecas: Constantino censó 28 bibliotecas en Roma, Amiano se lamenta algunos años después (378) de que «Las bibliotecas son como tumbas, siempre cerradas»; en 529 Justiniano decretó que los libros anticristianos debían ser quemados; más edictos mandando quemar bibliotecas y templos paganos se suceden desde Constancio. Heyne anota en Zósimo que bajo Joviano:
«A demás de los montones de manuscritos destruidos públicamente en el Este [del Imperio] hombres de letras quemaron sus propias bibliotecas para evitar que algún volumen pudiera exponerles a la malicia de los delatores y al rigor de la pena prevista por la ley. [se equiparaba al delito de traición y de lesa majestad por la Lex maiestas]». Estas prácticas se consideraban por los cristianos como aplicación directa de las enseñanzas de la Biblia, en particular de Hechos 19, 19, cuando Pablo instiga a la quema de los libros de «magia» de Éfeso. No debemos, pues, extrañarnos cuando san Agustín defiende la coacción como método de conversión y cuando san Ambrosio reclama a los emperadores la destrucción de los cultos paganos.

Pablo en Éfeso
Pablo quemando los libros paganos, según Hechos de los apóstoles 19, 19, en una tabla de Maerten de Vos que se conserva en el Museo de Bellas artes de Bruselas.
La columna a la que alude el mensaje se ha conocido por diversos nombres, según el origen que la atribuían distintas leyendas; de Pompeyo, de Diocleciano, etc. hasta que la arqueología aclaró el asunto. La confusión en la que se mete el autor del mensaje, mezclando elementos de estas leyendas contradictorios entre sí, es curiosa: por un lado la identifica con la columna de Serapis, que dominaba el templo: seguramente porque el fuste de la actual columna es el de aquella, reutilizada junto con otros restos de monumentos anteriores. Pero, por otra parte, considera que la columna del Serapeo ya era la de Diocleciano ¿cómo habrían reutilizado el material antes de destruir el templo y derribado su columna? y, ante todo ¿cómo es que la columna llamada de «Diocleciano» siga hoy en pie? ¿La respetaron los cristianos? El autor del texto parece ignorar la buena salud actual del monumento.
La Wikipedia recoge una exposición concisa de la historia de esta columna.

«El paganismo continuó existiendo en Alejandría hasta que llegaron los árabes»
Tradicionalmente se considera la muerte de Hipatia el fin del saber clásico (otros, hablan de la mencionada destrucción de la biblioteca del Serapeo). Esto tiene un valor simbólico (de la misma manera que la llegada de Colón a América se considera el principio de la Edad Moderna y fin de la Edad Media) ya que, como acabamos de ver, esa guerra tenía muchos frentes y los libros ardían en todos los rincones del Imperio. Los monjes serían en los siglos venideros los guardianes del saber. Evidentemente, quedaban paganos en Alejandría tras la muerte de Hipatia: hasta entonces el cristianismo se extendía por las masas iletradas urbanas. Lo que ocurre en esta época es que, apoyándose en la plebe cristianizada, el clero comienza a establecerse como nueva élite de poder desplazando, a menudo con violencia como en los casos que nos ocupan, a la aristocracia culta pagana, que pronto desaparecería. El paganismo de las zonas rurales continuó hasta bien entrada la edad media, tanto en occidente como en oriente.
El origen de la idea de que el asesinato de Hipata representa el fin del paganismo no procede de Amenábar ni de ningún «librepensador», sino de Juan, obispo de de Nikiu del s. VII, quien opinaba que Hipatia «lo tuvo bien merecido por maga y bruja»: la crónica de este obispo nos dice que, tras la inmolación de la filósofa : «Todo el mundo rodeó al patriarca Cirilo y le aclamaron como “el nuevo Teófilo”, ya que él había acabado con los últimos restos de idolatría de la ciudad» (la alusión a Teófilo se refiere a la destrucción por éste de la biblioteca del Serapeo).

«El califa de Bagdad dijo: “Si en la Biblioteca se dicen cosas que no están en el Corán, son falsas: hay que quemarla; si todo lo que contiene está en el Corán, no hace falta: hay que quemarla”»
Esta leyenda, que atribuye a Omar la destrucción de la biblioteca, aunque se identifica como espuria por los historiadores desde hace mucho, tiene todavía cierta difusión popular; a los redactores del mensaje no parece importarles que entre en contradicción con otros de los argumentos que usan. Olvida el hecho de que los árabes se afanaban entonces en recuperar el saber clásico y, todavía más importante ¡Qué nada quedaba de la biblioteca en tiempos de los árabes! Esta fábula no fue difundida en occidente hasta el s. XVII por el clérigo protestante Edward Pococke y había sido inventada por el obispo monofisita de origen judío Abulfaragius, en el s. XIII. Para conocer las circunstancias y detalles de esta invención, así como de otras leyendas y versiones, siempre orientadas a disculpar a los cristianos, la obra más completa es La Biblioteca de Alejandría, de Pablo de Jevenois.

Columna de Pompeyo
La columna comúnmente conocida como de Pompeyo, cuyo fuste es el de la columna de Serapis, en una foto de obrien26382. A la derecha, la misma en un grabado del s. XIX tomado de aquí

«La película se inclina por hacer desaparecer el platonismo con la muerte de Hipatia, ocultando así su florecimiento posterior gracias a los cristianos, uno de cuyos más elevados exponentes fue San Agustín, contemporáneo de Hipatia.»
Los cristianos adoptaron ciertos diálogos de Platón. No sólo eso, el cristianismo mismo es producto de la filosofía griega y las ideas monoteístas de neoplatónicos como Plotino en contacto con los mesianismos procedentes de la Galilea helenizada; conceptos como el Verbo o la Trinidad son inconcebibles sin la influencia de la filosofía helenística, a través del gnosticismo. No obstante, la sesgada transmisión de la cultura griega que efectuaron los monasterios nos privaron de los filósofos más interesantes y que más hubieran podido hacer avanzar a la humanidad en lo material y en lo moral, como Leucipo, Demócrito, Hiparco, Diógenes, Epicuro y un largo etcétera. Todos aquellos que proponía vivir la vida, en lugar de fantasear con otros mundos sobrenaturales, todos aquellos que veían la realidad como algo material, no fueron dignos de interés o se consideraron peligrosos y a penas conservamos algunos fragmentos de sus obras.

En suma, este mensaje parece quejarse de que supuestas imprecisiones en la película exageran la responsabilidad del cristianismo en la pérdida del saber clásico. La respuesta global es que esa responsabilidad es imposible de exagerar. Es, en cambio, difícil de dar una imagen global y coherente de la historia de esa pérdida en un solo largometraje. Espero que las posibles inexactitudes históricas de la película, si las hay, procedan de esa dificultad y no de una voluntad de tergiversación, ya que, tras tantos siglos de manipulación, lo que se necesita es, precisamente, una divulgación seria y bien documentada de estos y otros eventos de la latinidad tardía y alta Edad Media.

Hasta aquí la respuesta al mensaje, pero quisiera añadir otro punto, que también ha aparecido mencionado en diferentes lugares. Algunos han considerado un anacronismo la aparición de la Loba romana en una de las escenas con Rómulo y Remo bajo ella, puesto que en la actual Lupa Capitolina sabemos que los dos niños fueron añadidos en el renacimiento y son obra de Antonio del Pollaiolo. A esto podríamos añadir que la loba misma, como se ha descubierto recientemente, es una estatua medieval. Esta objeción sería aplicable a la representación en una película de la estatua que ornaba el Capitolio en la antigüedad, pero solo relativamente, ya que, aunque no conservemos la original, el símbolo de la loba amamantando los gemelos está muy documentado y el monumento podría ser recreado para una película reproduciendo esa iconografía tan conocida (de hecho, la adición de del Pollaiolo pretendía ser una «reconstrucción»). Pero obviamente no se trata de la estatua del Capitolio, puesto que estamos en Alejandría ¿Qué tiene que ver ése objeto artístico particular con la loba que vemos en Ágora? ¿Qué hay de extraño en que ese símbolo romano se represente en los centros de poder del Imperio?

Lupercal Monedas Altar de Venus y Marte
La imagen de la Loba con Rómulo y Remo es muy común en numismática; arriba, una moneda del s. IV d.C. (fuente) abajo otra del III (fuente). A la derecha, relieve del altar de Venus y Marte conservado en el Museo Nacional de Roma que data del s. I d.C. Tomado de Wikipedia

Tras haber visto la película, confirmamos la idea de que la especulación sobre la posibilidad de que Hipatia pensara en el movimiento elíptico de los planetas es un imagen poética, pero verosímil, para evocar los conocimientos antiguos perdidos: recordemos que no llega siquiera a transmitir la teoría, la matan en cuanto se le ocurre. Por otra parte, entendemos todavía menos la indignación de los cristianos, ya que su papel, lejos de exagerarse, aparece dulcificado, en particular en las escenas de la destrucción del Serapeo y en el asesinato de la protagonista. En la primera, no vemos al obispo Teófilo azuzando a las masas ni tomar parte en la masacre, que fue mucho más radical que el la película, puesto que no dejaron piedra sobre piedra. Para esta escena, en la que vemos la lectura del Edicto de Teodosio y a los cristianos dejando escapar a los paganos con algunos de sus libros, el director sigue al pie de la letra The Arab conquest of Egypt and the last thirty years of the Roman dominion, 1902 (click en el título para descargar el pdf) de A. Butler, que la imagina así por que le cuesta creer que los cristianos se comportaran tan salvajemente, aunque tenga que ignorar para ello los documentos y las excavaciones arqueológicas de Botti que, seis años antes, había desenterrado bajo las ruinas del Serapeo los cadáveres brutalmente asesinados de sus ocupantes en gran cantidad, con evidencias de destrucción e incendio (cf. de Jevenois, 2009 y Botti, 1896).

La escena de la muerte de la filósofa es mucho menos atroz que la que nos transmiten las fuentes; en ella, Amenabar se subordina a la historia de amor que ha introducido en la trama y a la elegancia del conjunto, que habría sido rota con tal efusión de violencia. Recordemos la descripción de Gibbon:

En un día fatal, en la sagrada estación de Cuaresma, Hipatia fue sacada de su carruaje, desnudada, arrastrada a la iglesia, e inhumanamente masacrada por Pedro el Lector y una tropa de fanáticos salvajes e inmiseriecordes; la piel le fue arrancada de los huesos con afiladas conchas de ostra, y sus extremidades temblorosas fueron arrojadas a las llamas. (Decline and Fall, XLVII)

A parte de estos puntos, explicables por motivos artísticos, la película está cuidadosamente documentada y ambientada, pese a los anatemas del mensaje de marras. La posición de este blog respecto al cristianismo es considerarlo una interesante ficción, desde el punto de vista teórico, y, desde el histórico, una lacra que en el pasado hizo sufrir a la humanidad. Reacciones como las que ha provocado esta honesta película, que se distingue precisamente por una primorosa representación de la Alejandría de la época, nos hacen recordar que, lamentablemente, todavía quedan adeptos de las doctrinas medievales.
Viernes, 12 de Marzo de 2010

Pensamientos píos, 1

Muy provechosas y santas, baluarte contra el pecado y refugio en la tribulación, como el agua de la fuente clara para el ciervo, son las palabras de los santos hombres para el creyente. Inauguramos por ello hoy una nueva sección, «pensamientos píos», en la que presentaremos citas atribuidas por la tradición a santos, beatos y otros creyentes sobre cuya piedad, devoción y buen criterio no existan dudas. A veces añadiremos un breve comentario, sobre todo para explicar quién era el personaje o su contexto, ya que las frases suelen ser bastante elocuentes por sí mismas. He aquí la primera:

«Inclina la cabeza, orgulloso sicambrio, doblega humildemente tu cuello. Adora lo que has quemado y ¡quema lo que has adorado!»

Palabras de san Remigio mientras bautizaba a Clodoveo (finales del s. V) que nos han sido transmitidas por san Gregorio de Tours. Si la primera frase busca, de manera transparente para un lector moderno, un orgasmo del ego, una afirmación narcisista por sentirse por un momento por encima del mismo rey, la segunda propone el programa doctrinal y de conducta para el catecúmeno. Comprendemos la importancia de esto si tenemos en cuenta que junto a Clodoveo fueron bautizados sus 3000 soldados, una fuerza considerable que podía quemar mucho, convirtiendo así a Francia en la «hija mayor de la Iglesia», apodo del país galo en la tradición católica reciente: cardenal Langénieux, Marthe Robin, Juan Pabo II, etc. También debió mejorar su imagen entre los galo-romanos, católicos, cuyo apoyo necesitaba en su guerra contra otros jefes germánicos.

bapteme_clovis
Hay fotos, señores. Observen como el Espírtu Santo baja y trae en el pico, directamente desde el cielo, un frasquito con el santo crisma con el fueron ungidos los reyes de Francia durante siglos.

Fue, en efecto, una maniobra político-militar que aseguró la preponderancia del cristianismo trinitario en occidente, frente al arrianismo y al monofisismo que triunfaba en otras regiones de lo que había sido el Imperio Romano.
Martes, 16 de Febrero de 2010

¿Quién Quiere Qülo? III

Un culo divino
En ocasiones anteriores hemos celebrado el gran día del culo con traseros femeninos. En atención a las parroquianas y parroquianos admiradores de los masculinos, y teniendo en cuenta que rendimos culto en cualquier momento del año a la belleza femenina en la sección «Idolatría», vamos a ocuparnos en esta ocasión de las posaderas del sexo más culino de todos. Arrastrados por la ola innovadora, también vamos a abandonar el manga, para apreciar otro estilo gráfico; nada menos que el de Miguel Ángel Buonarroti.

El capresani era un gran admirador de la anatomía másculina y sus rotundas formas ¿y qué forma más rotunda que la de un trasero? De manera que visita este motivo en diferentes «viñetas» de su Capilla Sixtina, como la de la imagen inferior, en la que se ofrecen unas nalgas abiertas de par en par, apenas veladas por la ropa, que deja adivinar incluso la sensible zona del nacimiento de los testículos y parte de éstos. Los pliegues del drapeado sugieren cierta tensión en la región anal. Por si todo esto no resulta suficientemente explícito, una gruesa serpiente rodea al personaje.

Culo y serpiente
Pero dejemos a parte la orientación sexual del artista, sobre la que ya han escrito tantas plumas y pasemos a sus creencias filosóficas y religiosas. Miguel Ángel participa del renacimiento de las ideas neoplatónicas del Cinquecento: su concepción del amor y de la belleza se inspiran del Symposio platónico, su idea de la inmortalidad del Fedro; todo ello a través de las teorías de Plotino, que ayudaban a conciliar todo esto con el cristianismo reinante, identificando Uno de aquel con el Dios de este.

Con estos datos a la vista, no tenemos más remedio que aceptar que el Culo por antonomasia, la Idea Suprema de las Posaderas, el Gran Trasero Ideal, sería el Pandero del Uno o el Pompis de Dios Padre. Ese gran culo de culos, principio y fin de todos los demás, fue representado por uno de los mayores artistas de la historia de este modo:

Culo divino

La creación del Sol, la Luna y las Estrellas

Contexto general de la «viñeta» de la creación del Sol, la Luna y las Estrellas

Nota: Si bien la celebración se refiere a los culos en el cómic, defendemos la Capilla Sixtina como antecedente del noveno arte, ya que cumple con los rasgos principales de su definición: cuenta una historia gráficamente en una secuencia de imágenes más o menos limitadas en recuadros, que nos hemos tomado la libertad aquí de llamar «viñetas». También tiene otras características no obligatorias, pero muy comunes en la historieta, como el asunto fantástico y el predominio del dibujo y la línea sobre la mancha; si se fijan se trata más bien de dibujos coloreados que de pinturas, propiamente dichas.

Pueden ver las ediciones anteriores aquí y aquí. El Gran Día del culo comiquero es una iniciativa del Blog de Jotace.

El Jesús de la capitular es el ano de un perro, como pueden ver aquí. Gracias a nuestra querida parroquiana Malena por llamarnos la atención sobre él.

Domingo, 31 de Enero de 2010

El Dr. Zaius y el Dr. Zaius

Día mundial del traje de gorila 2010
Nota: Celebramos este año el día mundial del traje de gorila con este artículo. En él mencionamos elementos de la novela El planeta de los simios, de Pierre Boulle. Si no la han leído aún, leer este artículo destruirá toda posibilidad de disfrutarla y sería una pena porque es muy interesante.

Recientemente decíamos, a propósito de Sherlock Holmes, que una adaptación no necesita ser fiel para ser buena. Otro tanto podemos decir del gran clásico de 1968 The Planet of the Apes, que poco en común tiene con su referente literario La planete de singes, publicado en 1963 por Pierre Boulle. De las diferencias entre estas narraciones vamos a fijarnos aquí particularmente en las que alejan a sendos doctores Zaius.
En la película Zaius conoce los textos sagrados al dedillo y todo lo que concierne a la ciencia y la sabiduría simia. Por otro lado es un conservador extremo, guardián de lo heredado y enemigo declarado de la novedad; tiene a demás buenas razones para ello, su conocimiento de la historia, al que no tienen acceso los demás simios, es lo que le hace tener esa actitud por el bien de su pueblo. Esto hace de él un personaje complejo y sumamente interesante. Tiene la ventaja, frente a los reaccionarios de la realidad, de que vive en un mundo postapocalíptico y que es un mono.

Zaius2 Zaius1
El Zaius del libro no tiene nada que ver. A medida que avanza en la novela el lector se apercibe paulatinamente de que los simios, a diferencia de los de la película, no son inteligentes: solo lo parecen. Actúan como «monos de repetición», replicando los comportamientos que habían visto en los hombres, todo es una pantomima. En la conferencia que da el humano protagonista, aprecian, más que el contenido, la actitud y cómo bebe agua al terminar, esa es la primera pista. El no iniciado tiene a menudo la impresión de que en la bolsa todo el mundo grita y se agita sin sentido: eso es exactamente lo que ocurría en la bolsa del mundo simio. Si los experimentos con humanos por parte de los chimpancés y las cacerías por parte de los gorilas, eran tan comunes, era porque eran las actividades humanas con las que habían estado más habitualmente en contacto. Solo contados chimpancés habían comenzado a desarrollar verdadera inteligencia.

En este contexto ¿cuál era el papel de los orangutanes y de Zaius, la cúspide de su jerarquía? Ellos imitaban los comportamientos superficiales y actitudes de los sabios humanos: ponían cara de interesante, hablaban con suficiencia y seguridad, adoptaban ademán reflexivo, perdían tiempo ante documentos que no comprendían haciendo como si sí.

Ante esto se impone una reflexión moralizante, similar a la que encontramos al final de La isla de doctor Moreau de Wells ¿Cuántos humanos cruzamos a diario similares a estos animales?
Pero si gente que pretende lo que no es, o que es esencialmente superficial, la encontramos en todos los ámbitos (recordemos la moral americana precrisis que preconizaba una actitud de felicidad y triunfo para llegar a la felicidad y el triunfo) una actividad destaca por encima de todas: la del religioso profesional. Si, por ejemplo, un físico puede ser un farsante, un religioso profesional siempre lo es, constituyendo esa pantomima la esencia misma de su labor.

Papa
El Papa Benedicto XVI «en meditación y en no oración», como precisaron fuentes de Vaticano, durante su visita a la Mezquita Azul en Estambul en 2006. Vía La nación.

Las sectas tienen siempre una estructura piramidal: los creyentes de base no tienen acceso a grandes secretos y milagros, pero confían en que sus líderes sí y que, ellos mismos, llegarán también a ver confirmadas sus creencias un día. Entre tanto han de dar a la jerarquía su dignidad, su dinero y su culo, a menudo literalmente.

Los líderes, mientras, ponen caras de santidad, de sabiduría, de oración. Se retratan con túnicas, con palomas sobre la cabeza, dando bendiciones y conjuros.
En este día mundial del traje de gorila recordamos pues al papa de Roma, cuyo ministerio se ha comparado a menudo con el traje nuevo del emperador, pero, como hemos visto, se parece también a un traje de simio, al del dr. Zaius.


Letra capitular elaborada con figuras tomadas de aquí y la ‘R’ tomada de aquí.

Jueves, 24 de Diciembre de 2009

Navidad

Rescatamos esta portada clásica de la publicación satírica francesa Harakiri para recordar esta fecha tan señalada. Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad… y a los otros también, que si no enseguida vienen molestando.

Portada de Harakiri
Reza el titular: «La Santa Virgen: ¡He abortado!»

El buey y la mula de cerámica de la capitular están tomados de aquí.