Ateos y católicos tratan de entenderse en París



Redacción de BBC Mundo


El Vaticano comenzó este jueves [24 de marzo] en París, Francia, un encuentro con ateos y agnósticos, como parte de una estructura permanente que, según las autoridades católicas, busca propiciar el intercambio entre creyentes y no creyentes.
La iniciativa, llamada «Atrio de los Gentiles», arrancó con un coloquio sobre el tema «Religión, luz y razón común», en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Estaba previsto que el papa Benedicto XVI se dirigiera a los asistentes mediante una conexión por video.
El Papa propuso el lanzamiento del diálogo después de visitar, en 2009, a la República Checa, un país mayoritariamente ateo y donde, según un controvertido estudio publicado esta semana, la religión podría desaparecer.
Un corresponsal de la BBC en la capital francesa, Christian Fraser, señaló que el encuentro toma su nombre de una sección del antiguo Templo de Jerusalén, el Atrio de los Gentiles, a la cual tienen acceso los no judíos.

«El lugar perfecto»
«La Iglesia ve a París como el ejemplo más sorprendente de una sociedad completamente secularizada, el lugar perfecto para iniciar un diálogo entre cristianos y no creyentes», dijo nuestro corresponsal.
Según una encuesta publicada el miércoles por el diario católico parisino La Croix, el 60% de los franceses nunca o raramente se pregunta cuál es el sentido de la vida.
El Vaticano señaló que el encuentro espera comunicar la convicción de Benedicto XVI de que la fe y la razón humana no son cosas opuestas, en conflicto, sino partes complementarias de la vida cotidiana.
El presidente del Pontificio Consejo para la Cultura, el cardenal Gianfranco Ravasi, quien representa al Vaticano en el encuentro, dijo, en declaraciones a La Croix, que «el gran desafío no es el ateísmo sino la indiferencia, que es mucho más peligrosa».
El viernes, día en que concluirá la reunión [N. de la R.: se refiere al pasado viernes 25 de marzo de 2011], habrá otras dos conferencias, una en la Universidad de la Sorbona y la otra en la Academia de Francia.

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