AteÃsmo mutuo
© Sam Harris
Traducción de Fernando G. Toledo
De Carta a una nación cristiana (2006)
Traducción de Fernando G. Toledo
¿Por qué a usted no le quita el sueño convertirse al Islam? ¿Puede usted probar que Alá no es el único y verdadero Dios? ¿Puede probar que el arcángel Gabriel no visitó a Mahoma en su cueva? Por supuesto que no. Pero usted no necesita probar ninguna de esas cosas para rechazar por absurdas las creencias de los musulmanes. Ellos llevan la carga de probar que su Dios y Mahoma son válidos. Y no lo han hecho. No pueden hacerlo. Las afirmaciones que los musulmanes hacen de la realidad simplemente no pueden ser corroboradas. Esto es absolutamente evidente para cualquiera que no se haya autoanestesiado con el dogma del Islam.
La verdad es que usted sabe lo que es ser un ateo con respecto a las creencias de los musulmanes. ¿No es obvio que los musulmanes se engañan a sà mismos? ¿No es obvio que cualquiera que piense que el Corán es la palabra perfecta del creador del universo es porque no ha leÃdo el libro crÃticamente? ¿No es obvio que la doctrina del Islam representa una barrera casi perfecta a la indagación honesta? SÃ, todo eso es obvio. Entienda que de la manera en que usted ve el Islam es precisamente la manera en que un musulmán devoto ve el cristianismo. De esa manera veo yo a todas las religiones.
De Carta a una nación cristiana (2006)