Apóstatas argentinos, uníos

La movida se inició con una lista virtual de personas que piden ser borradas de la lista de bautizados. La nómina será presentada a fines de marzo en el Arzobispado de Buenos Aires. Se trata de “un acto de repudio a la intromisión” religiosa en la vida ciudadana.

Por primera vez en el país, se está organizando una renuncia colectiva a la religión católica como “acto simbólico de repudio a las políticas de intromisión de la jerarquía eclesiástica en la vida pública y privada de la ciudadanía”. La movida nació hace unos meses en una lista virtual feminista, RIMA, y fue sumando adeptos entre artistas, ateos militantes, activistas de movimientos de la diversidad sexual y personas que no pertenecen a ninguna organización. El ejercicio de la apostasía –o desafiliación del catolicismo– viene creciendo con fuerza en España, donde ya se hicieron varias entregas masivas de solicitudes. En la Argentina es un procedimiento poco conocido. El artista plástico León Ferrari fue el primero en adherir a la iniciativa. A fines de marzo se presentará el listado con los interesados en borrarse de los registros del Arzobispado de Buenos Aires.

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