Adiós a Martin Gardner
Uno de los adalides del escepticismo contemporáneo, el deÃsta Martin Gardner, falleció el sábado. Alejandro Agostinelli lo recuerda en este perfil
© Alejandro Agostinelli
Publicado en Factor 302.4
«Por desgracia la vida es corta, los cientÃficos están muy ocupados y los chiflados se empeñan en escribir montones de libros y artÃculos», escribió alguna vez. Martin Gardner fue longevo y examinó por todos nosotros miles de libros, teorÃas, ensayos y afirmaciones de cientos de chiflados, farsantes y, desde luego, de autores buenamente convencidos de que sus ideas (ingenuas, delirantes, pseudocientÃficas o todo a la vez) no sólo eran ciertas, sino que iban a poner patas arriba todo lo que la ciencia habÃa dado por bueno en el inseguro, lento y provisorio proceso de crear conocimiento.
Martin estudió filosofÃa en la Universidad de Chicago, se apasionó por las matemáticas y fue ilusionista aficionado. Pero, sobre todo, se consagró al periodismo cientÃfico y a la literatura. Publicó más de setenta libros. Fue su ópera prima, Fad and fallacies in the name of science (modas y falacias en el nombre de la ciencia, 1957), la que animó al filósofo Paul Kurtz, al ilusionista James Randi, al psicólogo Ray Hyman y al sociólogo Marcelo Truzzi a crear en 1976 el CSICOP (hoy Committee for Skeptical Inquiry, CSI)), al que luego se iban a sumar Isaac Asimov, Philip Klass y Carl Sagan.
Eran tiempos de extraña soledad para quienes decidieron hacer un hueco en sus rutinas para encender velas en la oscuridad.
Hoy encontramos en cualquier librerÃa, o podemos descargar de la web, cientos de tÃtulos dedicados a desenmascarar falsas ciencias. Pues bien: Gardner estuvo entre los primeros y fue autor de las obras más lúcidas y documentadas, ocupándose de figuras, doctrinas y libros de creciente influencia antes de final de siglo XX, como la CienciologÃa de L. Ronald Hubbard, el psiconálisis de Sigmund Freud y sus seguidores, la locura de las abducciones, el auge de la cirugÃa psÃquica, el creacionismo o la poco tranquilizadora afición de ciertos polÃticos a tomar decisiones basándose en el horóscopo.
Gardner se hizo popular por divulgar la buena ciencia a partir de la mala o la falsa ciencia y por sus obras sobre juegos matemáticos, pero también fue autor de ensayos, filosofÃa y ficción. Escribió sus primeros artÃculos de divulgación cientÃfica en Scientific American (1956-1986). Sus columnas en The Skeptical Inquirer (1983-2002) fueron publicadas como obras de recopilación y traducidas al español, entre ellas La ciencia. Lo bueno, lo malo y lo falso (Alianza Editorial, 1988), Orden y sorpresa (Alianza Editorial, 1987), La nueva era. Notas de un observador de lo marginal (Alianza Editorial, 1990) o Extravagancias y disparates (Alcor, 1993).
Su estilo, ácido y frontal, fue polémico. Pero el rigor periodÃstico y bibliográfico con que pasaba revista a las disciplinas y autores que diseccionaba lo volvieron fuente de consulta obligada, incluso entre el mismo ambiente paranomalista que cuestionaba: Martin Gardner se convertÃa en especialista de cada tema que abordaba.
En ¿TenÃan ombligo Adán y Eva? (Debate, 2001), su última obra traducida al español, Gardner expresó su esperanza:
«No espero que ninguno de mis libros, y tampoco éste, altere la manera de pensar de nadie, pero si alguna vez ayudan a un lector receptivo a descartar una creencia insensata, habrán servido para algo más que para proporcionar entretenimiento y risas a los escépticos».
Falleció (…) [el] sábado 22 de mayo, en Norman, Oklahoma. TenÃa 95 años.
Quedan sus libros, que son mágicos: sus mejores lectores los convierten en un tesoro del que no se querrán separar.
Un espacio para dudar. Ateos, agnósticos, escépticos. Reflexión, ensayo, debate. Arte y literatura. Humanismo secular.