Archivos en el mes de November del 2017

Martes, 7 de noviembre de 2017

Gobernadora general de Canadá en defensa de la razón

Es una noticia tan inusual, pero a la vez tan maravillosa que es imposible no registrarla. En Canadá la gobernadora general de Canadá Julie Payette dio  un discurso público en el que pidió a los ciudadanos ser más escépticos con aquellos que niegan el calentamiento global, y creen que ciertas catástrofes naturales son "intervenciones divinas".

Según informa Gizmodo el pasado jueves 2 de noviembre, en una conferencia científica en Ottawa, la gobernadora general de Canadá, Julie Payette, dirigió algunos duros comentarios a los astrólogos y negacionistas del cambio climático.

En momentos en que los religiosos y posmodernos atacan la ciencia, es francamente maravilloso que un funcionario público haga una defensa de la ciencia y ingeniera eléctrica y de computación que volado en dos misiones del Trasbordador espacial ( en 1999 y 2005). Payette, quein tiene un registro de 25 días en el espacio, ha aprovechado para promocionar la ciencia entre el pueblo canadiense.


En la Conferencia Canadiense de Política Científica de la pasada semana, la gobernadora dijo que ya es hora que los canadienses dejen de lado creencias no basadas en la evidencia como la astrología y la intervención divina en lo que son fenómenos naturales, También lanzó duras críticas contra los grupos que se empeñan en negar que la actividad humana es responsable del cambio climático.

"Mucha gente ... todavía cree, o quiere creer, que tomando una pastilla de azúcar curará el cáncer ... y que su futuro [y su personalidad] ... puede determinarse observando los planetas que se adelantan a inventadas constelaciones"

Sobre el tema del cambio climático, Payette dijo: "¿Pueden creer que todavía hoy  (...) en las casas de gobierno, lamentablemente, estemos aún cuestionando si los humanos tienen un papel en el calentamiento de la Tierra o, incluso, si la Tierra se está calentando?

Luego prosiguió ¿Pueden creer que aún seguimos debatiendo y cuestionando si la vida fue resulado de una intervención divina, o si proviene del proceso natural y aleatorio de la selección natural darwiniana?.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau elogió el discurso de Payette y dijo que "Los canadienses son personas que entienden el valor de la ciencia y el conocimiento como base para el futuro de nuestro país".

Sin embargo, no todos quedaron contentos con este discurso, ni con la aprobación hecha por el Primer ministro. El reportero Aaron Wherry en CBC News. afirmó que "Quienes lean y escriben los horóscopos tienen derecho a ofenderse". Luego añadió: "[Y] por muy firme que se sienta acerca de la ciencia de la evolución, las creencias religiosas en general deben considerarse sacrosantas, o al menos un tema que el ocupante designado de Rideau Hall debería evitar comentar".

Nuevamente el argumento de que las creencias religiosas tienen un halo de protección especial que debe hacerlas inmunes de toda crítica.

El líder conservador Andrew Scheer arremetió contra el Primer Ministro por su apoyo al discurso. "Es extremadamente decepcionante que el primer ministro no apoye a los pueblos indígenas, musulmanes, judíos, sijs, cristianos y otros grupos de fe que creen que hay verdad en su religión", dijo en un comunicado publicado en Facebook. "El respeto por la diversidad incluye el respeto por la diversidad de creencias religiosas, y Justin Trudeau ha ofendido a millones de canadienses con sus comentarios".

Nuevamente, se cree que las creencias religiosas deben ser respectadas. No. Se respeta el derecho a las personas a profesar y practicar un culto, pero las ideas no son, ni pueden ser respetadas. Deben ser analizadas.

En todo caso, este aire fresco, contrasta con el aire de anticiencia que recorre a Estados Unidos con la derecha evangélica en el poder y Latinoamérica (exceptuando Uruguay) que parece recorrer el mismo camino.
Miercoles, 1 de noviembre de 2017

La Reforma Protestante cumple 500 años. ¿Para qué sirvió?

Tras la celebración, en muchos medios evangélicos, de los 500 años de la reforma protestante cabe preguntarse ¿para qué sirvió? El escritor Carlos Arturo Serrano dio su opinión en "Un país normal", la cual queremos compartirle.

El 18 de noviembre de 1302, el papa Bonifacio VIII emitió la bula Unam sanctamen protesta contra los actos del rey de Francia Felipe IV, quien estaba recortando los privilegios legales del clero. La declaración principal de la bula fue la autoridad papal absoluta: Bonifacio retomó de Cipriano de Cartago la doctrina de que la única opción para toda la humanidad, y sobre todo para sus gobernantes, era someterse exclusivamente a la Iglesia Católica. Por fuera no había salvación.

El 31 de octubre de 1517, el profesor de teología Martín Lutero envió una carta al arzobispo de Maguncia, Alberto de Brandeburgo, en la que criticaba el sistema de indulgencias, un arreglo vulgar por el que la iglesia romana explotaba los méritos de Jesús como si fueran minas de plata bolivianas para, literalmente, vender el perdón de los pecados. Lutero acompañó esta queja con un gesto más dramático: en la puerta de la Iglesia de Todos los Santos de Wittenberg clavó públicamente una copia de la carta, con sus famosas 95 tesis sobre la eficacia de las indulgencias.

Esos clavos sellaron el ataúd de la Unam sanctam. Lo que siguió fue guerra.

Por supuesto, en Europa no era nada nuevo matar por religión: casi exactamente un siglo antes, el checo Jan Hus había sido quemado por hacer casi las mismas críticas a la corrupción de la iglesia romana. Ya en el siglo XIII el papa Inocencio III, que de Inocencio no tenía nada, había ordenado un genocidio en el Languedoc para eliminar la secta albigense, y más tarde el papa Inocencio VIII hizo lo mismo con los valdenses. De la mano de la Inquisición, que ha sido descrita y denunciada de sobra, el costal mal cosido que es la nación española se fundó sobre una guerra territorial contra los moros (cuya llegada a la Hispania visigoda también había sido por la fuerza) y sobre el desplazamiento forzado de los judíos.

(El caso español es singular: España exportó a América la Edad Media y todos sus males cuando esta ya había acabado, y todavía hoy hay españoles ilusos que creen que los Reyes Católicos le hicieron al mundo un favor. Los filipinos, belgas, holandeses, ecuatoguineanos, hispanoamericanos y demás descendientes de pueblos que se dieron el gusto de quitarse de encima la corona española solo deberían sentir simpatía por los catalanes que no quieren ser parte en ese deshonroso legado.)

De manera que el mutuo destripamiento entre católicos y protestantes fue apenas continuación de una costumbre ya establecida: ni siquiera quienes primero intentaron secularizar Europa salieron con las manos limpias. El papel que terminó cumpliendo el protestantismo fue añadir un leño más a la hoguera. En materia de ejecuciones los evangélicos no tienen nada que criticarle a Roma: tan culpable es Belarmino por la muerte de Giordano Bruno como lo es Calvino por la muerte de Miguel Servet (y muchos otros).

La Reforma Protestante despedazó a Europa y no logró la regeneración moral que buscaba. Los problemas persistieron, pero ahora con más perpetradores. El coleccionista de mujeres Enrique VIII, maldita para siempre sea su memoria, declaró su propia iglesia y ensangrentó Inglaterra por generaciones. En todo el mundo se siguió asesinando con la excusa de la defensa de la fe, tanto en el bando católico como en el bando protestante, así como en muchos otros bandos nuevos, y en Latinoamérica el esfuerzo por ponerle fin a la Edad Media también nos ha costado muertos. Sigue habiendo codicia descarada, tanto de un bando como del otro. Sigue habiendo depravación, tanto de un bando como del otro. Sigue habiendo oposición a la ciencia, tanto de un bando como del otro. Sigue habiendo intromisión en los asuntos del estado, tanto de un bando como del otro. Lejos de purificar la religión, la Reforma multiplicó sus efectos nocivos.

Lutero fue tan desastroso para los estados como mal modelo moral. Si bien no fue él quien sembró la semilla del antisemitismo alemán, sí la regó con abundante bilis. A diferencia de Darwin, a quien los nazis deformaron irreconociblemente para cubrir su campaña asesina de un aura intelectual, a Lutero bastó con citarlo en sus propias palabras.

Lo único que cabe agradecerle a Lutero fue haber roto el monopolio católico de la verdad. Hoy no tiene consecuencias contradecir a un papa. En tiempos medievales la excomunión de un rey era su muerte política; hoy Londres tiene un alcalde musulmán y no es ningún problema. La única cosa buena que nos dejó la Reforma fue abrir un espacio de crítica, en el que se sintió cómoda mientras le fue útil, pero luego se espantó de él y lo cedió a un ocupante más digno: la Ilustración.