¿Por qué no creo en Dios? – Conclusión

5. Conclusión (por qué no creo en dios)

Soy consciente de que aún ahora, casi habiendo llegado al final, sigo sin ofrecer una respuesta a la pregunta con la que comencé este texto: ¿Por qué no creo en dios? La respuesta implícita y a primera vista superficial en lo dicho hasta ahora: no creo en dios porque nací en un lugar y en una época que me permiten (así como le permiten a casi todos mis contemporáneos) poder elegir no creer. Teniendo en cuenta que a las posibilidades reales de elección que nos ofrece nuestro Zeitgeist, se le suma la accesibilidad inmediata e ilimitada de la información [32], no es raro que la importancia social de la religión esté en un marcado retroceso. El conocimiento, que hasta hace no muchos años era patrimonio de pocos, hoy se está convirtiendo en un bien común. Y el conocimiento es el enemigo número uno de la superstición, del pensamiento mágico, de la religión y de la fe.

Los comentarios han sido cerrados para esta nota