¿Agradecer?
Hace un tiempo recibà uno de esos correos reenviados con mensajes espirituales que se supone que le levantan el ánimo a uno. Como venÃa de alguien que aprecio, me sometà a leerlo, esperando encontrar por lo menos una idea nueva o interesante. En lugar de eso, lo que vi fue preocupante. Perturbador. Y, como suele ocurrir con esa clase de mensajes de buen ánimo, totalmente irrelevante. Me explico: era una colección de narraciones de sobrevivientes de los ataques a las torres gemelas (imposible de verificar, pero bueno, asà decÃa). Cada uno relataba haber tenido un pequeño inconveniente en ese dÃa que, por casualidad increÃble, le evitó estar presente en el momento del atentado. Unos quedaron atascados en el tráfico, otros tuvieron que volver a su casa a cerrar una ventana, otros salieron a última hora del edificio por un incidente menor, etcétera. La idea era que a cada uno se le presentó algo que terminó salvándolo del desastre. Al final, la moraleja del correo (porque es un hecho de la vida que todos estos correos moralistas tienen que venir con moraleja) es que debemos agradecerle a Dios cuando nos pone un obstáculo (un embotellamiento, una llamada de última hora) porque nunca sabemos el propósito que él tiene para sacarnos de donde estamos.
Muy bien. Entonces estas personas tienen que agradecer haber sido salvadas por un descuido o una emergencia en otra parte. Comprensible. No les cuestionaré su derecho a sentirse aliviadas. Lo que sà me tengo que preguntar es qué debemos pensar de todas las personas que tenÃan compromisos en las torres gemelas, que tenÃan que trabajar allà dentro, que tenÃan que entregar un paquete, que tenÃan que ir a hacer una visita, que por alguna razón se encontraron con un compromiso que las puso dentro del edificio precisamente a tiempo para ser asesinadas. ¿Ellos también fueron guiados por Dios hasta el sitio de su muerte? ¿Y los que compraron el pasaje para esos aviones también fueron puestos allà con un propósito especial? Supongo que si los unos fueron sacados a tiempo por mano divina, los otros debieron de haber llegado al desastre por el mismo medio, ¿no?
Hay que dejar de ser tan ingenuos, por favor.
Muy bien. Entonces estas personas tienen que agradecer haber sido salvadas por un descuido o una emergencia en otra parte. Comprensible. No les cuestionaré su derecho a sentirse aliviadas. Lo que sà me tengo que preguntar es qué debemos pensar de todas las personas que tenÃan compromisos en las torres gemelas, que tenÃan que trabajar allà dentro, que tenÃan que entregar un paquete, que tenÃan que ir a hacer una visita, que por alguna razón se encontraron con un compromiso que las puso dentro del edificio precisamente a tiempo para ser asesinadas. ¿Ellos también fueron guiados por Dios hasta el sitio de su muerte? ¿Y los que compraron el pasaje para esos aviones también fueron puestos allà con un propósito especial? Supongo que si los unos fueron sacados a tiempo por mano divina, los otros debieron de haber llegado al desastre por el mismo medio, ¿no?
Hay que dejar de ser tan ingenuos, por favor.





























