Garzón y los “cuervos negros”

Aquí os dejo un artículo de Coral Bravo que me parece muy clarificador. Me parece vergonzoso ver como sale indemne el PP de todo lo que hace, me produce una total desconfianza en la justicia española, en la mayoría de sus jueces.


Autor: Coral Bravo
Fuente: elplural.com


Es muy frecuente que cualquier ciudadano, por escéptico y analítico que sea, ante el tema de la justicia deje de lado cualquier actitud crítica y se mantenga en una posición de respeto incondicional. Todos, o casi todos, creemos en la justicia como una fuerza omnisciente y superior que acaba, a modo de deidad, poniéndolo todo en su sitio. En este terreno suelo mantener una postura suspicaz y, en muchos casos, de desencanto.

Porque hace tiempo que no creo que la justicia sea justa; hace tiempo que observo que lo que llamamos “justicia” no es más que otra herramienta al servicio del poder, o, por ser más exactos, de una parte del poder que intenta que lo judicial esté siempre a la zaga de sus intereses. Hace tiempo que me indigna el comprobar que los peores delincuentes, los que más daño hacen, los que más roban, los que más matan, están en la calle, y que las cárceles están llenas de pobre gente, víctimas, en muchos casos, de profundas carencias sociales, de situaciones marginales y de muchos dramas personales.

Existen artículos del Código Penal que apenas se contemplan, y otros se contemplan mal. Lo queramos o no, el Poder Legislativo –que debería ser siempre y sin excepción independiente - suele utilizarse como herramienta política al servicio de determinadas ideologías o grupos de poder. El hecho de que el actual Presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sea un juez ultra-católico y de ideología ultra-conservadora ya es un dato muy revelador que nos alerta sobre la “independencia ideológica” (...) de la justicia española que, sin duda, beneficia más a la oposición que al propio Gobierno. Me pregunto si Aznar y Cía hubieran permitido, en su legislatura, arribar, como jefe de los jueces, a un ateo radical de ideología izquierdista....

Y es “muy curioso” que sea el mismo CGPJ el organismo que “ha abierto una investigación” sobre unos ingresos de Garzón en EE.UU. (ingresos cobrados por el juez a través de nómina, y declarados a la Hacienda Pública norteamericana), tras haber sido archivada por el Tribunal Supremo una querella por cohecho presentada contra el magistrado por el abogado Antonio Panea. ¡Qué coincidencia que se esté acosando con querellas y campañas difamatorias al juez que ha estado investigando la corrupción, el cohecho y las comisiones fraudulentas en el seno del PP!.... El azar no existe, decía Einstein.

Pues así están las cosas; y, en medio de estos despropósitos, la oposición (a la sazón, el PP, la jerarquía católica, la ultra-derecha y el resto de la órbita aznarista) hace campaña de acoso y derribo contra un juez que ha hecho por la democracia española posiblemente más que muchos políticos juntos en los últimos treinta años. Pero el PP y sus mentores utilizan la calumnia, el libelo, la maledicencia y la difamación para salir indemnes de una situación corrupta y depravada que muchos califican de “mafiosa”. A modo de marketing mediático heredado del franquismo, se sirven de una propaganda feroz para esconder sus corruptelas atacando y desprestigiando al adversario. Cuando no hay argumentos, la mejor defensa –aunque la más canalla- es el ataque.

Fuera de España a Garzón se le reconoce como una figura de prestigio internacional en el campo de la judicatura, y la Comunidad Internacional le atribuye el enorme mérito de haber conseguido que se juzgue a Pinochet por sus crímenes y genocidios. Los españoles tenemos que agradecerle que se involucrara, por primera vez en la historia de nuestra democracia, en el reconocimiento a las víctimas del genocidio franquista (también boicoteado por el PP y sus voceros); y tenemos que agradecerle, igualmente, su enorme trabajo contra el terrorismo, contra la corrupción, y, en definitiva, contra grandes enemigos de los pilares democráticos.

El examen objetivo y justo de la historia de la democracia en este país le situará, estoy segura, en el lugar de honor que le corresponde; de momento, como ciudadana, sigo sin creer del todo en la justicia, solo en los jueces justos. Garzón es un juez demócrata y justo, a la vista de sus actuaciones, y eso ya es mucho.... Y recuerdo una máxima oriental que dice que “no podemos evitar que los cuervos negros vuelen sobre nuestras cabezas, pero sí podemos evitar que aniden en ellas...”. Y creo que en eso estamos todos los que defendemos el Estado de derecho, en no dejar anidar a los “cuervos negros”.

Coral Bravo es Doctora en Filología y miembro de Europa Laica


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