¿Hay observación sin teorÃa?
Hubo intentos epistemológicos para contestar esta pregunta en afirmativo. La ciencia serÃa una tabla rasa en la que se irÃan anotando las observaciones para luego construir una teorÃa. Hoy en dÃa se tiende a pensar que la respuesta es negativa. Cuando, por ejemplo, anotamos la velocidad de desplazamiento de una partÃcula, anotamos también las condiciones del medio, como humedad y temperatura, pero no anotamos otras, como el tamaño del laboratorio o el color del pelo del asistente de investigación. Esto es porque nuestra teorÃa descarta que estos últimos elementos influyan en la velocidad de la partÃcula.
Es más, la verosimilitud del dato experimental, la medida en que nos ratifica o refuta la hipótesis, depende del grado de aceptación a priori de esa hipótesis o de la teorÃa en que se enmarca. Por ejemplo, si mi creencia a priori es que en tal sitio solo llueve un dÃa de cada 10, el caso que haré a una señal de que va a llover (un informe meteorológico con su margen de error, por ejemplo) en ese lugar será distinta de la que haré a esa misma señal en un lugar donde creo que llueve 90 dÃas de cada 100. En el primer caso dudaré mucho de que la señal quiera decir que, efectivamente, lloverá mañana, mientras que en el segundo caso mi confianza pasará del 90% a un número mucho más cercano a 100.
Muy bien. Aceptemos que no hay observación si teorÃa. ¿Qué quiere decir esto? ¿Que no es posible la investigación objetiva? ¿Que no tenemos seguridad de que nuestras teorÃas sean ciertas? ¿Que podemos tener dos teorÃas distintas pero igual de ciertas?
Ilustremos esto último con el siguiente diálogo:
-Oye, Zorba, ¿es verdad que los griegos para decir "sÃ" decÃs "nai"?
-Nai.
-¡Ya sabÃa yo que no podÃa ser!
Hay dos teorÃas sobre el significado de "nai", y según sea la creencia a priori, asà se interpretará la contestación de Zorba. AsÃ, pues, parece que es posible tener dos teorÃas contradictorias sin poder dilucidar si una es mejor que la otra basándonos en los datos, pues se interpretarán según la teorÃa.
Pero si seguimos hablando con Zorba terminaremos aprendiendo algo de griego y, finalmente, sabremos el significado de "nai". Hasta ahora no ha ocurrido que un explorador crea haber aprendido el idioma del nativo y esté tan equivocado en su creencia que cuando cree estar hablando de la caza de rinocerontes, en realidad está hablando de lo desdentada que está la abuela del nativo.
Ahora juzguemos si las teorÃas cientÃficas se parecen más al escueto diálogo del ejemplo o a una interacción más constante como la del explorador. Ciertamente no podremos demostrar al 100% que nuestra teorÃa no está equivocada. Ninguna lo pretende y, por otra parte, es algo que epistemológicamente ya sabÃamos imposible. Es más, el insistir en "no hay observación sin teorÃa" no nos aporta demasiado a nuestra lista de cuidados del método cientÃfico, que incluye la valoración de hipótesis alternativas, por ejemplo.
La situación tiene incluso su formulación matemática en la estadÃstica moderna. Hay dos maneras de hacer inferencia estadÃstica, la clásica y la bayesiana. La clásica hace sus inferencias ateniéndose solo a los datos. La bayesiana parte de hipótesis previas que va cambiando según vengan los datos. Es más, la bayesiana dice que la clásica, por mucho que quiera, siempre hace alguna hipótesis. Los clásicos creen que los bayesianos complican sin necesidad la inferencia estadÃstica.
Al final da bastante igual porque hace tiempo que se ha demostrado que ambas maneras de hacer inferencia dan los mismos resultados cuando el número de observaciones no es demasiado pequeño. Es más, esto es cierto para cualquier hipótesis de partida que se trajera según la visión bayesiana.
Es decir, tenemos un modelo en que se explica cómo puede haber avances aún aceptando eso de que no hay observación sin teorÃa y no tenemos ningún caso, salvo los triviales como el diálogo de arriba, en el que ocurra que dos teorÃas distintas nos dan distintas visiones de la realidad que sean igualmente concordantes con los datos. Si son distintas, una hará unas predicciones y otra, otras. No hemos observado que haya teorÃas que hagan distintas predicciones y que cada una vea ratificadas sus hipótesis, justamente por la diferente valoración de los resultados de las predicciones. Si dos teorÃas son distintas solo en la parte no observable, no son distintas en ningún sentido importante.