¡NO DISPAREN AL COSMÓLOGO!
(Publicado en El Mundo, sábado 4-9-2010).
No creo que la ciencia pueda hallar la explicación de todo. Ninguna teorÃa matemática sobre las propiedades del número 10 millones podrá demostrar que hay 10 millones de euros en mi cuenta (¡ni aunque existieran!). Ninguna fórmula, por complicada o simple que sea, podrá demostrar que ha de haber un cosmos que la obedezca. Justo por ello, tengo una gran curiosidad por leer los argumentos que anuncia Stephen Hawking en su nuevo libro, El gran diseño. Supongo que quiere decir algo asà como que algún tipo de estado de mÃnima energÃa en un campo vacÃo originario, puede generar, por las leyes de alguna teorÃa aún no confirmada, algo parecido a nuestro universo (o a chupillones de universos, entre los que habrÃa alguno familiar); pero, quién sabe, tal vez se trate de algún razonamiento más novedoso.
.
Lo que no se puede hacer es arrojar a Hawking a las fieras por repetir lo que se sabe desde hace tanto: que es cientÃficamente inútil la hipótesis de que alguien (¿y por qué tendrÃa que ser un “alguienâ€, con pensamiento y voluntad, salvo por nuestro animismo instintivo?) ha decidido sacar de la chistera el cosmos. La hipótesis de un creador personal del cosmos es pura homeopatÃa intelectual: no añade ningún “principio activo†al conocimiento de la naturaleza, podemos dejar de tomarla sin sufrir ningún coste cognoscitivo. ¿Implica ello que, como la causa de la existencia no puede ser hallada por la ciencia, es materia para la filosofÃa o la teologÃa? No: simplemente, las especulaciones sobre “el serâ€, “la nadaâ€, “el sentido del cosmosâ€, etc., son vana palabrerÃa, ajustada, en el mejor caso, de modo virtuosÃstico para satisfacer el instinto mitológico de algunos. Es más honesto reconocer que jamás lograremos, no ya saber algo sobre ese tema, sino ni tan siquiera saber si nuestros conceptos (ser, causa, pensamiento, nada, …) guardan ni el más remoto parecido con esas realidades trascendentes y eternamente desconocidas que pretendemos pensar mediante ellos.
.
.
Más:
.